Censura y convocatoria de elecciones
Me imagino que Alfredo
Pérez Rubalcaba se habrá arrepentido más de una vez en estos cinco
últimos años de no presentar la moción de censura que anunció el 16 de
julio de 2013 ante la negativa de Mariano Rajoy a comparecer en el
Congreso de los Diputados tras la publicación del SMS a Bárcenas:
“hacemos lo que podemos. Luis, sé fuerte”. Ante la amenaza de la moción,
Mariano Rajoy acabó compareciendo el 1 de agosto en la sede del Senado,
porque la del Congreso de los Diputados estaba en obras. Pero lo hizo a
petición propia, definiendo, en consecuencia, el formato de la
comparecencia y las condiciones en que se celebraría el debate.
En un Congreso en el que el PP tenía una mayoría absoluta abrumadora,
la moción de censura no tenía posibilidad alguna de prosperar, pero sí
le ofrecía al candidato socialista la oportunidad de tener la iniciativa
y de disponer de tiempo ilimitado para haber dejado en el Diario de
Sesiones un relato que anticipara el que acaba de hacer la Audiencia
Nacional. Hubiera sido él el que habría fijado los términos del debate,
en lugar de tener que acabar haciéndolo en los términos fijados por el
presidente del Gobierno, que contaba además con el favor del Presidente
de la Cámara. Se perdió una ocasión de oro para que hubiera un auténtico
debate en sede parlamentaria sobre la trayectoria delictiva del PP,
retransmitido en directo por televisiones y radios y analizado sobre la
marcha por todos los medios de comunicación.
Pedro Sánchez, afortunadamente, ha formalizado la moción
de censura. La reacción inmediata del Presidente del Gobierno, que no
hizo acto de presencia en el día de ayer tras conocerse la sentencia de
la Audiencia Nacional, es el mejor indicador del impacto de la
presentación de la moción. Las palabras de Mariano Rajoy y su lenguaje
corporal se interpretan por sí solas.
Aunque tras el
relato de la Audiencia Nacional de lo que ha sido la trama de corrupción
puesta en marcha desde el momento de la refundación de AP como PP en
1989, pueda parecer que no es necesario volver sobre ella en el
Congreso, no pienso que sea así. En el Diario de Sesiones tiene que
quedar constancia de dicha trama. Y tiene que quedar en un relato
completo y ordenado. Esa es la parte primera de la Moción de Censura,
que, en esta ocasión, es la más importante. Debería haberse hecho ya,
antes de que la censura la hiciera el poder judicial. El juicio
parlamentario de naturaleza política, debería haber precedido al juicio
ante los Tribunales. No ha sido así. Es un indicador de la baja calidad
de nuestra democracia parlamentaria. Pero, aunque sea tarde, hay que
hacerlo. Y únicamente a través del formato de la moción de censura puede
hacerse.
Discrepo, por eso, de la posición de
Ciudadanos, que considera que Pedro Sánchez debería retirar la moción de
censura, de manera que fuera Mariano Rajoy el que pudiera convocar de
manera inmediata las elecciones. El momento de la censura y el relato en
sede parlamentaria de la trayectoria delictiva del Partido presidido
por el Presidente del Gobierno, es indispensable. Por higiene
democrática. Una convocatoria de elecciones por Mariano Rajoy sería un
fracaso de la democracia española. A Rajoy hay que echarlo.
Sí coincido, sin embargo, con Ciudadanos en que la segunda parte de la
Moción de Censura, la parte “constructiva”, tiene muy poco interés. Con
la composición del Congreso de los Diputados nos es posible formar
Gobierno. Mariano Rajoy pudo formarlo por la abstención del PSOE.
Dispuso de esta manera de una “mayoría de investidura” que no era
“mayoría de gobierno”. Por eso, ha podido administrar pero no gobernar.
El programa de Mariano Rajoy ha sido puramente negativo: que no se pueda
revisar la acción de gobierno de la legislatura anterior en la que
dispuso de mayoría absoluta. Para Mariano Rajoy estar en el Gobierno era
suficiente. Su programa de Gobierno era evitar la derogación del
programa de la anterior legislatura.
A Pedro Sánchez
no le basta con estar en el Gobierno, porque no tiene nada que defender.
Pedro Sánchez necesita una mayoría de gobierno y no solamente una
mayoría de investidura. Y esa mayoría de gobierno es imposible. No va a
conseguir que las Cortes le aprueben una sola ley por falta de mayoría
cohesionada en el Congreso y porque el PP dispone de mayoría absoluta en
el Senado. Aunque la Ley de Presupuestos no esté todavía aprobada, no
va a poder hacer unos Presupuestos alternativos. No va a poder
desarrollar la tarea de “dirección política” del país que la
Constitución asigna al Gobierno (art. 97 CE).
La
moción de censura es importante que se apruebe, a fin de que el órgano a
través del cual se expresa la soberanía nacional, censure la
trayectoria de un Gobierno corrupto y para evitarnos la vergüenza como
país de tener durante dos años más un presidente que ha dirigido un
partido que “ha perseguido fines y utilizado medios constitutivos de
delito” (art. 22.2 CE). Un país que se respete a sí mismo no puede tener
a Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno ni un minuto más.
Pero es importante que se apruebe para convocar elecciones. El objetivo
de la moción de censura tiene que ser la formación de una mayoría
parlamentaria abrumadora tanto para censurar a Mariano Rajoy y al PP,
como para convocar elecciones y que el cuerpo electoral, con la
experiencia de todo lo vivido en estos últimos años, tome una decisión
sobre hacia dónde quiere dirigirse y a quién o quiénes quiere confiar la
dirección del país para avanzar en esa dirección.
Puede haber una coincidencia en el Congreso de los Diputados en alcanzar
estos dos objetivos. Una coincidencia con capacidad de generar esa
mayoría abrumadora. Por distintos motivos, sin duda. Pero es posible.
Dar cauce a esa coincidencia es la tarea de Pedro Sánchez en estos días
previos al debate de la moción. Los ciudadanos tienen que saber con
seguridad hacia dónde se dirigen.
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En efecto; tiene toda la lógica. La moción de censura es la puerta abierta a una imprescindible convocatoria de elecciones generales. Ni el Psoe puede gobernar en minoría, ni ésa es la voluntad ciudadana, que se ha visto traicionada por ese partido que no se ha esforzado lo más mínimo por lograr un gobierno de consenso entre izquierda progresista, que ha despreciado y sigue despeciando a más de 5 nillones de españoles que que no le consideran "la izquierda" sino una burla cruel de esa izquierda, que da la espalda en los peores momentos a las bases sociales y sectoriales en la calle, como 15M, Mareas, Plataformas de educación, sanidad, pensiones y mujeres, ecologistas, sindicatos y damnificados por tantas barbaridades como el propio Psoe ha consentido y permitido al pp mediante su irresponsable abstención. No queremos ese falso socialismo como gobernante en solitario. Ya no estamos en la inopia de los 80. Los socialitas de pacotilla nos abrieron los ojos y no queremos más de lo mismo ni más insultos a la inteligencia colectiva.
Ese Sánchez es solo una solución de urgencias, para la moción de censura y nada más, algo que deberían haber hecho hace muchos meses y se hubiese evitado con toda seguridad la ruptura y el drama en Catalunya, no lo queremos para gobernar nada, ya ha demostrado con creces que es una calamidad en discernimiento y en lucidez; él también se irá. lo echarán los propios socialistas más honestos e inteligentes.
Ese tipo se ha cegado y está confundiendo a la coalición electoral Unidos Podemos con Podemos. Y en esa etiqueta está menospreciando a esa parte "obrera" y "socialista" que tuvo que dejar un Psoe absolutamente abducido por el neoliberalismo más agresivo y feroz, eso es lo que les desautoriza y les relega a un eterno papel de comparsas en la tragicomedia del desguace social, donde el Psoe es tan culpable como el pp.
Para que el Psoe volviese a gobernar sólo tendría que hacerlo por mayoría y sin apoyo del resto de la izquierda, tendría que disolverse y refundarse. Como el pp. Ninguno de los dos, tocados y hundidos, tiene credibilidad suficiente que no sea la de los acríticos, fanáticos o analfabetos cognitivos. A ver si Sánchez sale del colocón de fatuidades y aterriza antes de llevarse otro leñazo y, lo que es peor, haciendo sufrir a millones de españoles las consecuencias de sus torpes y espectaculares meteduras de pata.
Menos humos y más coherencia decente. O si no, que se cambie la sigla de ese partido para que nadie confunda la gran mentira con las medias verdades anémicas en proceso de extinción.
Mientras el Psoe prefiera pactar con C's antes que hacerlo con Unidos Podemos,el PNV y Esquerra Republicana, que a pesar de ser liberal nacionalista el uno y republicano despistado el otro, son bastante más lúcidos que la gaviota teñida de naranja
Menos humos y más coherencia decente. O si no, que se cambie la sigla de ese partido para que nadie confunda la gran mentira con las medias verdades anémicas en proceso de extinción.
Mientras el Psoe prefiera pactar con C's antes que hacerlo con Unidos Podemos,el PNV y Esquerra Republicana, que a pesar de ser liberal nacionalista el uno y republicano despistado el otro, son bastante más lúcidos que la gaviota teñida de naranja
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