martes, 14 de octubre de 2008

La transparencia del signo ( sonetos a mi bola)

Las palabras elegidas son el signo
con que el alma nos revela su sendero
y se intenta describir en tono digno
el sentido del impulso verdadero

En los nombres, en los verbos y adjetivos
injertamos la verdad que mantenemos
el scanner poderoso y objetivo
que define la mirada que tenemos

Es posible que una imagen nos traicione
proclamando a voz en cuello lo escondido
y deshaga las severas condiciones

que engañaban el curso del destino
pintando de amorosas bendiciones
lo que era sólo un sueño desvahído


Por eso las palabras reproducen
lo que siempre en el fondo conservamos
y aunque en fingir quizás nos empeñamos
queriendo en la tiniebla poner luces

un junguiano inconsciente nos reduce
a decir las verdades que ocultamos
y nos deja en la palma de la mano
aquello que guardaba nuestro estuche

Si el amor aprisiona y encadena
en vez de darnos alas y horizontes
donde finge alegría pondrá pena

y en vez de crecimiento en armonía
resultará una especie de condena
que hará noche feroz la luz del día


Y es bueno al escribir soltar el alma
dejar al corazón enamorado
bañarse en el candor de la palabra
para inundar de amor al ser amado

Abrir de nuevo puertas y ventanas
rompiendo las cadenas del pasado
inventar nuevas sendas encantadas
lejos del pensamiento desgastado

El amor y lo viejo se repelen
su aroma con mentira no combina
y su luz sin verdad no se sostiene

amor es deliciosa golondrina
que en el cielo su casa nueva tiene
y su dulce inocencia nos cautiva


La inocencia en amor no tiene tiempo
la edad no contamina la ternura
el alma se conserva limpia y pura
más allá de lo nuevo y de lo viejo

Quien alcanza las cumbres de su beso
con mirada distinta el mundo observa
se olvida de sus planes y reservas
y asciende la atadura al embeleso

Y más libre que nunca se descubre
en medio de una fuerza prodigiosa
que vuelca en tibio sol la negra nube
y cambia las espinas por la rosa

Nada puede callar su dulce canto
nadie falsificar tan gran prodigio
nada puede nublar tan suave encanto

que el misterio revela en lo sencillo
de un abrazo profundo como el cielo
que nos lleva de pronto al infinito