lunes, 31 de octubre de 2011

Los edificios de Calatrava en Valencia hacen aguas

Otro complejo del arquitecto sufre goteras tras las lluvias registradas en la ciudad

JUAN E. TUR VALENCIA 31/10/2011 08:25 Actualizado: 31/10/2011 08:26

Gigantesco charco frente al Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

Gigantesco charco frente al Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia

¿Puede interrumpir la lluvia un partido de tenis? Efectivamente. Lo raro es que esto suceda cuando el encuentro se celebra en una pista cubierta. El pasado sábado los pocos asistentes al partido que enfrentó al ruso Igor Kunitsyn contra el español David Estruch en el edificio del Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se mojaron a pesar de estar bajo cubierto.

El encuentro abrió el Open 500 de tenis que se celebra hasta el próximo domingo en la capital. En medio del partido comenzó a llover y, sólo dos minutos después, el agua empezó a caer sobre la pista. El incidente puso en evidencia las deficiencias de la construcción. Pero resulta aún más llamativo al conocer el coste del edificio, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, que superó los 67 millones de euros. El precio podría ser considerado un tanto elevado para que la construcción presente problemas de este tipo. Sin embargo, para la Administración valenciana no parece haber irregularidad alguna.

El edificio Ágora costó 67 millones de euros y aún no se sabe cuál será su uso

El secretario autonómico de Turismo y Proyectos Estratégicos, Luis Lobón, se refirió el jueves al asunto cuando respondió al diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco, que se había interesado por unas goteras ya padecidas en las mismas instalaciones en un acto celebrado en verano.

Lobón aseguró que lo ocurrido se debió a "un fenómeno meteorológico muy importante de fuertes lluvias que dieron lugar a filtraciones". "Las empresas constructoras aún no han entregado la obra y no se ha hecho el acta de recepción", agregó el responsable de Proyectos de la Generalitat valenciana para justificar cualquier anomalía.

Complejo inacabado

En dos años, este recinto ha sido utilizado solamente 33 días

El edificio, pues, estaría inacabado le faltan unas gigantescas alas que figuraban en el proyecto inicial, aunque las obras llevan meses paralizadas y aún no entregado a la ciudad. Sin embargo, desde noviembre de 2009 el Ágora está oficialmente inaugurada. Se estrenó, precisamente, con una edición anterior de este torneo de tenis.

Este estreno llegó dos años después del inicialmente previsto en el verano de 2007 se proyectó entregar allí los trofeos de la Copa América, y tras la inauguración quedó una pregunta en el aire: ¿Cuál es su utilidad?

Desde entonces, sólo dos acontecimientos más se han celebrado en ese espacio: dos pasarelas de moda de cuatro días cada una, otro torneo de tenis para cuya instalación se exige un gasto añadido, pues las pistas no forman parte del complejo y una edición de la Campus Party, que también padeció goteras. Hasta este fin de semana, el Ágora había sido utilizada un total de 33 días desde su inauguración hace ahora dos años. No obstante, esta no es la única anomalía del complejo arquitectónico diseñado en su mayor parte por Calatrava, y que constituye una de las postales más conocidas de la Valencia actual. En diciembre de 2006 se hundió el escenario del Palau de les Arts "por un fallo mecánico". Este edificio el más caro del complejo costó 382 millones de euros y sufrió un año después una inundación que produjo graves daños y obligó a suspender parte de su segunda temporada.

El agua se ha colado en otros edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias

Y este mismo sábado, la primera lluvia de consideración del otoño, además de evidenciar el estado del Ágora, también penetró en el Museo Príncipe Felipe, que costó 142 millones de euros al Govern que lideraba Francisco Camps.

A diferencia de otras administraciones públicas que han recibido de Santiago Calatrava construcciones con alguna anomalía, la valenciana no se ha planteado demandar al arquitecto, al que, según aseguró el portavoz del PP en Les Corts, Rafael Blasco, le "avala su prestigio".

viernes, 28 de octubre de 2011

Fisionomías o fisionosuyas. ¿Doña Letizia o Doña Ficticia?

Impacta. Y mucho. Una vez más la prensa se esmera y se ensaña de día en día con las imágenes de la princesa consorte ( o con suerte, un poco sui generis, claro). Sorprende y da escalofríos pararse a pensar mientras se contempla la marca del bisturí en los cuerpos humanos. Especialmente, en los femeninos. Y una se empieza a preguntar cosas, con la libertad respetuosa de estar manteniendo con sus impuestos la restauración y el cambio fisionómico de estos personajes que viven del erario público y cobran un pastón (se llevan el 9% del PIB) sólo por exhibirse acompañando y asintiendo sumisamente, mientras se cambian de trajes, de peinados, de caras y de cuerpos con subvención estatal. Of course!

Veamos qué metamorfosis estará sufriendo la personalidad de aquella joven periodista que hace años prometía tanto profesionalmente. Se supone que el príncipe la eligió por sus cualidades y su personalidad brillantes y estupendas. Por sus rasgos físicos particulares que la distinguían de las demás mujeres atractivísimas, nobilísimas, princesísimas y millonarias a tope. Y poco a poco. Retoque va y retoque viene, se encuentra de repente ante una bella, plastificada y estereotipada extraña. Que según parece cada vez más, ha sustituído el enamoramiento de su real marido, por la dedicación pertinaz al culto narciso de su propia imagen.
Si la cara es el espejo del alma, ¿cómo será el alma de esta nueva doña Leticia que cada vez se aleja más del del brick original? Cuerpo y alma son una unidad. El alma es la nota básica ante cuya vibración musical, el cuerpo se modela. El cuerpo es la somatización del alma, refleja en el exterior los contenidos psíquicos del pensamiento y de la emoción, que el alma convierte en sentimiento y sutileza, pero...¿qué pasará en el alma cuando se invierte el proceso y es el cuerpo el que toma el mando, el que decide la dirección del crecimiento y del desarrollo del individuo? Realmente todo está por investigar. El hombre es como un niño curioso que toma los experimentos de la ciencia como un atrevido y osado doctor Frankenstein. Nunca sabe a qué está jugando ni se imagina las consecuencias de sus juegos. Sólo que en vez de jugar con un inofensivo exin castillos o un inocuo barco pirata, está jugando con nucleares, medicamentos venenosos, dineros malabaristas, crisis provocadas, drogas de diseño, publicidad engañosa, guerras y genocidios, armas letales, manipulacion mediática, satélites artificiales y tecnología terrorífica en sus manos ávidas e irreflexivas, en su mente bulímica y en su conciencia inexistente aún, está constantemente poniendo en riesgo su propia vida y el futuro de la humanidad. Su propio equilibrio.

Se supone que la cirugía correctiva se debería utilizar sensatamente, para corregir anomalías que impidan vivir con normalidad y realizar funciones fisiológicas sin traumas ni dolor. Corregir cicatrices, facilitar el movimiento o los procesos corporales necesarios para vivir sana y dignamente. Pero ¿es ético operar repetidamente a un individuo normal que no presenta deformidades ni disfunciones, sólo para aumentar su vanidad, para inflar su ego, para convertirle en un obseso y adicto a los "arreglitos" y dejarle transformado en otro individuo diferente? ¿Tienen en cuenta los cirujanos plásticos y embellecedores (¡!) los posibles daños y desajustes psíquicos y las consecuencias traumáticas que se pueden derivar de esos cambios fisionómicos tan drásticos? ¿quién les asegura que el carácter y la personalidad de los "reformados" hasta no parecer los mismos, seguirán siendo los de antes? Si como es arriba es abajo y como es dentro, así es fuera, ¿qué pasará en Belén Esteban, en Sara Montiel o en Doña Letizia, mientras van alejándose de sí mismas para identificarse con el modelo standard que la cirugía les va imponiendo, seguramente pedido por ellas, pero que tal vez los médicos responsables deberían tratar con más prudencia que eficacia y glamour quirúrgicos?

Los resultados, que para los profesionales del travestismo fisionómico pueden parecer brillantes, para cualquier persona sensata, resultan más bien datos preocupantes, en la medida en que el capricho arbitrario del dinero que todo lo compra indiscriminadamente, se impone al sentido común, a la autoestima verdadera y a la maduración psíquica, mental, emocional y afectiva. Si cada ser humano ha nacido con su impronta única, con su sello personal que se va haciendo carne en la corporalidad que se desarrolla revelando el alma, la sensibilidad y la inteligencia, ¿qué queda de esa impronta cuando el propio cuerpo empieza a tener la nariz de Michelle Pfeifer o los pómulos de Meg Ryan, la boca de Sofía Loren o los glúteos de Naomi Campbell?
Quizá sólo quede un futuro look pachtwork-traumático parecido al de la pobre-rica duquesa de Alba.

¿Y qué queda ya de la liberación de la mujer en ese fantamundo? Quizás nunca se ha acabado de entender que esa liberación no consistía solamente en levantar la veda sexual amparada en los anticonceptivos, en el "permiso" social para divorciarse y para abortar. Ni siquiera se detiene en la equiparación laboral y salarial. Eso sólo es el prólogo de las bagatelas necesarias, que dado el estado precario de la especie en general, todavía resultan fundamentales.
La verdadera liberación de la mujer va paralela a la del hombre, no contra el hombre ni al precio de reducir al hombre a su mínima expresión. Sino a evolucionar ayudándose ambos a crecer hacia los mismos niveles conscientes, responsables y solidarios. Olvidando los guiones repetitivos del "macho y la hembra", para ajustarse a la condición de hombre y mujer. La liberación de la mujer comprende también superar los tabúes sociales que predestinan al género femenino a estar "guapísimo" y a dar la talla por obligación, a rechazar cualquier imperfección física o de carácter que pueda deslucir una imagen que se valora por encima del propio ser, al que eclipsa en su mundo de apariencias. Por mucha liberación legal que la mujer consiga si no se libera psíquica y emocionalmente de la ancestralidad narcisa y esclava a la vez, marrullera y "seductora", de la"moda" como cultura, no habrá conseguido nada relevante más allá del derecho animal a ser lo más peripuesto, postizo y artificial del rebaño. Como un peluquín de nylon para tapar la calva del marido o un maquillaje perenne para ocultarse a sí misma de su visión real. Rehacerse el cuerpo por capricho denota la incapacidad psicológica para aceptarse y respetarse en cada etapa de la vida adulta. Una autoestima lacerante y machacada. A niveles underground. Y por lo tanto, una vanidad patológica, que está encubriendo la fragilidad inestable de un carácter, tal vez obstinado y rígido, pero sin equilibrio ni centro de gravedad interno que lo sostenga frente a los desafíos de la publicidad, las presiones, las corrientes estéticas y las comparaciones siempre injustas. Las medidas cuantitativas de una sociedad depredadora, donde "tanto tienes, o tanto aparentas que tienes, tanto vales". Donde lo que no eres se reduce a la imagen que das. Y lo que eres no lo sabes ni lo puedes enseñar a nadie porque sólo es vivible, irradiable, comunicable y percibible a un nivel que no puede medirse ni meterse en una estadística de "mujeres glamourosas" ni en un reportaje del Hola!

Es cierto que somos libres para hacer de nuestra capa un sayo y de nuestro cuerpo un ensayo. Pero ¿dónde está el código deontológico de los profesionales de la medicina y de los psicólogos que deberían asesorar a estas pacientes del dolor estético? Tal vez el médico debería ser más sabio que negociante, más ético que vivales o tal vez verdaderamente estético siendo plenamente ético. Y ante una solicitud o consulta de cambio de cuerpo caprichoso, remitir a la paciente a un buen analista y a un reeducador terapeuta. Belleza sin verdad, sin bondad ni inteligencia, sin conexión con el espíritu, sólo produce Barbies de plástico y de alma en estado de schock. Perdidas y sin autoreferencia. Almas locas y desajustadas en cuerpos mutantes por inducción quirúrgica. Y mujeres al borde, no de un misógino ataque de nervios, sino al borde del vacío, del autoninguneo y de la desestructuración ontológica como infra indivíduos en estado de auto dispersión.
Demencial. Con la venia de su alteza.

lunes, 24 de octubre de 2011

Gandhi, ese maestro que siempre sorprende diciendo lo mismo

En cierta ocasión le preguntaron a Gandhi cuáles so...n los factores que destruyen al ser humano. Él respondió así:

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.

La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.


Y ahora os dejo esta, pequeña gran oración, que espero os guste tanto como a mi. Tambien de este gran hombre que fue Gandhi. En su debilidad, mucho más fuerte que gigantes.


Señor....

...Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso. Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!
Cuida tus Pensamientos... porque se volverán Palabras.
Cuida tus Palabras... porque se volverán Actos.
Cuida tus Actos... porque se harán Costumbre.
Cuida tus Costumbres... porque forjarán tu Carácter.
Cuida tu Carácter... porque formará tu destino, y tu Destino será tu vida.

domingo, 23 de octubre de 2011

Muertes inútiles

Cada vez que alguien joven y lleno de posibilidades se mata en un accidente o se muere a causa de una pelea callejera o por un colocón de droga, o en una guerra de diseño, me invade la misma sensación de impotencia y de inutilidad. Hoy me ha pasado lo mismo con la muerte de Simoncelli, el joven piloto de motociclismo que ha muerto en Malasia golpeado en una caída y atropellado involuntariamente por dos compañeros, uno de ellos, Valentino Rossi, su compatriota.
24 años. Sólo y nada menos. 24 años de vida y todo el futuro por delante para llenar esa vida de frutos reales, mucho más allá que "llegar" a los podios, que andar ganando batallas contra sí mismo chafando el ego del rival, a favor del egocentrismo y del negocio redondo para los promotores y las firmas fabricantes. Una pena. De verdad. Morir cuando aún no se ha descubierto qué es de verdad la vida. No lo digo como un juicio, sino como una constatación personal y transferible. La vida sólo se hace realidad cuando se despierta del sueño vano del culto al "mejor", al más hábil, al más rico,al más guapo, al más veloz, al más potente y al más glamuroso. Cuando la fama y el triunfo dejan de ser valores por los que dejarse la piel y el alma en el camino. Y está claro que morir en esos empeños significa donde está puesto el interés existencial de alguien.
No es la muerte en sí la gran tragedia, sino la vida a velocidades supersónicas que impiden detenerse más de cinco minutos en algo que no produzca un beneficio o un placer inmediatos. Una carrera contrareloj. Contra uno mismo y su propia esencia. Una dinámica que te vacía de contenido y te reduce a una marioneta pilotada y teledirigida por un sistema inhumano en le que has nacido y has crecido. Donde desde pequeño, como en el caso de Jorge Lorenzo, eres el juguete de un padre ambicioso que a los tres años ya te ha comprado una moto a tu medida y te ha lavado el cerebro con la idea de una carrera fulgurante como campeón mundial de algo, que a él no le han concedido los dioses caprichosos. Y entonces asumes que es tu destino dar el máximo en ese remolino de obsesión por ganar como sea, por encima de todo, hasta de la propia vida, que pasa a un plano secundario e insignificante ante la "importancia" heroica de ir batiendo records de velocidad y habilidades acrobáticas sobre un artilugio motorizado.

Todo esto es un resto atávico de las luchas de gladiadores y carreras de cuadrigas en los circos romanos, del toreo, de la guerra. Del ego colectivo que se nutre de la eclosión de los egos individuales y crea una película ilusoria como un castillo de arena o como los fuegos de artificio. Brillan un segundo en las tinieblas y se apagan para siempre. Como las vidas de estos héroes de la nada ruidosa y publicitaria. Pobre Simoncelli, qué tristeza produce ver ahora su rostro, su mirada y sus gestos, sus heridas vendadas, como el aviso de la vida, ante la inminencia de un final inesperado y sin embargo tan posible como real.

Mientras estas formas de "diversión" sigan entusiasmando a la humanidad y llenando los bolsillos de los listos de siempre, no habrá forma de despertar por completo de las alucinaciones colectivas que después derivan en crisis cíclicas cada vez más angustiosas. Mientras los valores con que educamos y transmitimos a nuestros niños y jóvenes, sean los caminos de la "gloria" banal y el olvido de quienes somos de verdad, no habrá cambios decisivos. El cambio de la sociedad es imposible sin el cambio individual, que vacíe video(des)consolas insustanciales, concursos de rivalidad, avaricia, envidia, soberbia y vanidad. Los pilares de la Tierra del Medio que sostienes las ruinas de la conciencia, los escombros de la lucidez, hasta hacer de los seres humanos un conjunto de juguetes rotos en la casa de muñecas de Barbie o en las falsas y plastificadas aventuras de Madelman.

La verdadera humanidad que ahora está despertando se merece otra cosa mucho mejor. Los niños y jóvenes del mundo se merecen saber que tener futuro no significa sólo un trabajo seguro y agradable, dinero, coche, facilidades, un móvil de última generación y un portátil, o llegar a ser una "estrella" con el riesgo de estrellarse y no llegar a nada, porque te vas deshaciendo por el camino. Se merecen saber que la felicidad la da sobre todo el encuentro sencillo y profundo con lo mejor de uno mismo y que ese encuentro feliz e indeleble, que te lleva a los otros y al infinito, no se puede producir jamás cuando no hemos salido del engaño alucinatorio del mundo confuso de la imagen y la máscara.

sábado, 22 de octubre de 2011

Decadencias

Cervantes, Quevedo, Eladio Cabañero y su poesía desde el andamio, García Pavón y su Plinio, el Séneca de Tomelloso, Ángel Crespo, Antonio López y su transparencia hecha forma, color y mística de lo real, Miguel Fisac, el viejo maestro de la belleza habitable en piedra y luz,Losé Luis Perales, un artesano de baladas sin desperdicio...tantos genios de lo exquisitamente vivible y tantas preciosas mentes y sensiblidades que están colgadas en el armario rancio del olvido en esa Castilla -La Mancha, actualmente rehen de la cospedalidad, de los Almodóvares, de los muchachadasnuit y ahora, de los Josésmotas. Una pena.

Hacer apología televisiva del mendruguismo dándoselas de crítico manchego, repartir dividendos de la torreznez mental y tratar de hacer una filosofía versión gachas incomestibles intentando que sea humor, no es un curriculum muy edificante ni un motivo suficiente para ocupar una banda horaria de programación como la noche del viernes. Se echa de menos una audiencia capaz de llenar hasta la bandera aquella magnífica "La Clave", de José Luis Balbín, justo en la fecha punta del fin de semana, o los programas de verdadero humor de Tip y Coll o Gila, o un buen programa de variedades como aquellos de José María Íñigo o los de Mercedes Milá, cuando todavía no había perdido facultades en la red del Gran Hermano, programas en que se mezclaban con talento la actualidad, el humor, las entrevistas muy bien hechas a personajes siempre interesantes, la craetividad y las actuaciones en directo de cantantes y músicos. No sé cual será la causa de este tobogán sin fondo por el que se desliza la garrulez en olor y griterío de multitud. Recuerda aquella moda yanky de hace unos años, en que se exaltaba en las películas la idiotez, la torpeza, la mala uva palurda, lo cutre y lo vulgar, lo zafio. Esto es en resumen, el show de José Mota o la piel acartonada e histriónica del último peñazo de Almodóvar. Lo que en La Mancha llamaban "el quiero y no puedo". El humor que se basa en la acritud y en el esperpento, en los estereotipos ridículos, puede valer para contar un par de chistes a los amigos, pero intentar llenar con él una hora de programa, se hace insufrible. Tanto, que ayer, el show de Mota, dejó de ser una mota, para convertirse en tonelada...de plomo. Más de lo mismo. Topicazos y repeticiones. La socorrida doña Rogelia pasada por una Blasa sin gracia alguna, el viejo verde con las mozas de buen ver y frescachón exhibir, sin más argumento que un estribillo ramplón, el alargamiento insufrible del bis de sí mismo. Si este bodrio se emitiese en una cadena privada, no me atrevería a decir nada. Cada cadena puede emitir lo que quiera siempre que lo pague ella misma o su grupo empresarial. Pero no puedo callarme por más tiempo ante esta invasión de lo impresentable, porque la televisión pública también la pago yo. Y para colmo, como manchega de origen, me siento abofeteada por esa ristra de espantajos sin ingenio alguno, que aburren, cansan y machacan siempre sobre lo mismo, como un martillo pilón. ¿Tan mal está el ingenio español como para colocar estos bodrios en el lugar estrella de la noche del viernes? ¿O es que tal vez los programadores de TVE infravaloran absolutamente al espectador? ¿O será que los programadores están bajo mínimos y contratan lo que a ellos les gusta sin pensar un poco más en la posibilidad de que sus gustos no sean universales? ¿O es que hay una conjura soterrada para idiotizar cada día un poco más al personal televidente para convertirlo en telemerluzo?
No sé en realidad cual pueda ser la causa de que La Mancha esté produciendo estos fenómenos par-anormales, pero lo cierto, es que se echan de menos las historias de aquel Plinio ingenioso y sencillo, tan lejos de la bilis cansina y amargada de ese Mota reiterativo y pesado, que se lo pasa pipa consigo mismo, como Narciso. Nada censurable, desde luego, si no lo hiciese con los dineros públicos y se montase el show en los establos o en los corrales de Alcafrán, su pueblo putativo.

Dos caras reales de la misma falsa moneda

Tras el comunicado de la banda armada del terror, la España sanamente utópica se ha vestido de esperanza realizable. Y es muy bonito presenciarlo. Sin embargo no es sólo la disposición ambigua del contenido del comunicado lo que debería preocupar a los escépticos.
ETA representa uno de los lados ultra del atavismo hispano y de hecho, su furia destructiva se ha visto contestada principalmente por el otro lado "ultra". Ha sido la reivindicadora implacable de la carnicería contra todo lo que se oponía a su diseño social y político. Al otro lado del cable ultra, está su "alma gemela" y complementaria: la ultra derecha ppera. De hecho el ala más derechosamente heavy del PP nos ha dado un master de dos legislaturas a base de terrorismo parlamentario incapaz de ejercer como oposición constructiva.Incapaz de sostener ni una sola iniciativa que ayudase al bien común. Sólo han destilado odio y fanfarronería. Como ETA. Se puede desestabilizar un país creando una guerra armada contra un enemigo fantasma y un ejército bestia-partisano, nutrido en plan mafioso con el impuesto revolucionario. Matar personas y esperanza. Y también se puede hacer una guerra incruenta, aparentemente, hundiendo al gobierno elegido en las urnas por una ciudadanía democrática. Boicoteando la labor del Gobierno en los reinos de taifas de la autonomías. Se puede matar personas en una guerra delincuente y se puede matar el alma, la lucidez y la conciencia de un país entero, difamando, boicoteando, corrompiendo, colocando magistrados ultras en los tribunales de más alta responsabilidad. Dinamitando la confianza ciudadana, puesta al límite por la desestabilización constante, agrandando cualquier minucia con lupa y tapando el propio vandalismo con artimañas y compra de voluntades sensibles al poder y al medrar.

De hecho ETA nació para combatir a la dictadura, que era su igual. Y ha continuado a bombazos contra lo que de dictadura queda en ellos y en el ala dura de la derecha española. Ésa que ahora no se puede creer el fin de ETA, porque en realidad ETA, también son ellos. Su vivo espejo. Se puede hasta comprobar en una hemeroteca, como sus actuaciones han sido sincrónicas en los últimos tiempos. Amenaza de la justicia en la desmantelación, luz y taquígrafos en el caso Gürtel: un ataque a un cuartel de la Guardia Civil en Burgos. Amenaza de juicio y proceso a Camps a continuación: otro ataque a otro cuartel, esta vez con muertos, en Mallorca. Se aleja por fin al juez Garzón del caso, se aplaza el proceso de Camps: ETA se calla. Talmente siamesas las dos ramas ultra del fanatismo patriotero. La que levanta el puño y la que levanta el brazo, al grito de "Heil!"

Las dos caras ultras, dicen creer en Dios, van a misa, celebran la Navidad y la Pascua, se casan en las iglesias por tradición, se entierran con funerales y responsos píos, están compuestas por católicos bautizados en nombre de unos valores que ambas desconocen en la práctica, y que cuando los ven practicados por agnósticos, laicos y descreídos, les producen una rabia incontenible. Es decir, que cuando ven "rojos" o "azules" que se comportan mejor que ellos, sin tanta fanfarria y tanta traca, se sienten ninguneados por un Dios tan poco serio que no distingue a quien le da su gracia. Celebran a Santiago cierraespañas y a la Sanfermín matarife. Tiene cada una a su favor una mitad de iglesia. La fascista de derechas y la fascista de izquierdas. No perdonan jamás, pero se pasan la historia, echándose en cara que no son capaces de perdonarse, que son hipócritas y mentirosas, que no son de fiar, y restregándose los muertos, mientras discuten qué muertos son los buenos. ETA y el PP están hechos de la misma masa. Por eso el PP no confía en que ETA desaparezca. ¡Si lo sabrá él! ETA se ha justificado a sí misma amparada en el fanatismo ultraderechista y éste, se justifica a sí mismo con ETA. Por eso, quizás y tristemente, el ultraPP tenga razones para afirmar que no se cree nada. Porque a él tampoco se le puede creer. Prometía mejorarlo todo, y en cuanto se ha apoderado de las autonomías y ayuntamientos, ha desencadenado un vandalismo económico y administrativo impresionante. Escucha, cero. Diálogo, cero. Transparencia, cero.Imposición por la fuerza que se les ha concedido para que cumplan unas promesas metafísicamente imposibles para ellos, porque si las cumpliesen se harían el harakiri ideológico y retributivo-monetario.

Lo dicho, dos caras de la misma moneda. De la que se quedó olvidada en la bolsa de Judas.

jueves, 20 de octubre de 2011

Mundo cruel

Cayó un tirano más. Gadafi. Ha sido un personaje horrible. Ha matado, engañado, explotado, abusado, mentido, esclavizado, pactado con todos los diablos imaginables para mantenerse hasta el último suspiro en el poder. Y al final, su propio camino le ha conducido a una tragedia prevista por su propia conducta, que no por su estrategia cínica. La balanza cósmica no falla nunca al equilibrar, aunque quienes lo miden todo en prisas temporales no se lo crean. Ningún tirano acaba bien. Ninguno. Porque llevan encima su automaldición. Todo el mal que han causado a sus víctimas, toda la desesperación, todo el dolor, el sufrimiento, las lágrimas y los desgarros que han provocado a lo largo de sus vidas. Pobre Gadafi. Sí, también. Ha desperdiciado una oportunidad única para salir de un estado intermedio y confuso. Podría haber sido un benefactor, un sabio administrador de bienes en su país. Podría haber creado universidades, escuelas, plantas potabilizadoras de agua, con las que convertir el desierto en un enorme oasis fértil en cultivos, industrias de tejidos, de exportación de productos exquisitos, un emporio de conocimiento que hubiese reunido a la ciencia, a la religión, a la economía y la cultura en congresos, en actividades, podía haber potenciado el turismo inteligente, el intercambio con el resto del mundo, con becas y bolsas de estudio. Podía haber sido el mejor escudo antifanatismo del Magreb. Pero no. Eligió la brutalidad, la prepotencia. El lujo de pésimo gusto, la excentricidad del venido a más desde un menos absoluto. Dice un viejo refrán que lo peor son los pobres con avaricia de ricos y los ricos con pobreza interior. En Gadafi se ha cumplido así. Un pobre interior lleno de avaricia. Un miserable, cuya última imagen inspira verdadera compasión.

Se comprende la rabia y la furia de los oprimidos y esclavizados por esos monstruos sin alma, pero viendo esa imagen en los periódicos y en las pantallas, se experimenta mucha tristeza. Porque quienes se vengan y matan a su vez a un asesino, están en el mismo nivel de horror. Y entonces la situación no podrá mejorar, sólo cambiar de imagen al protagonista. Sustituir una injusticia por otra. Si al menos le hubiesen detenido y juzgado, si al menos se hubiesen dado un tiempo para reflexionar y para que el tirano afrontase conscientemente su responsabilidad, viese de frente y de cerca todo el mal que ha hecho, quizás una tarea de reconstrucción, de rehabilitación, obligarle a trabajar construyendo lo que se ha destruido por su culpa, obligándole a repartir lo que ha robado y tenía en cuentas corrientes en bancos extranjeros y paraisos fiscales, quizás así las cosas de verdad hubiesen podido cambiar, pero con ese sadismo primitivo y horrible, el pueblo libio seguirá sufriendo lo mismo. Una democracia nunca es fruto de la guerra, ni de la sangre, ni de la violencia. Sino de la conciencia que despierta. Y una conciencia despierta no necesita vengarse de nadie, ni masacrar a nadie, ni siquiera a los asesinos, que aparentemente "se lo merecen", porque una conciencia despierta se responsabiliza de la justicia y de la humanidad en cada uno.
Parece que a la primavera libia le queda todavía un crudísimo invierno por superar.

martes, 18 de octubre de 2011

Problema real + Razón + Emoción+Sentimientos=Conciencia/Solución

La ecuación que titula este post quiere ser el resumen esquemático del movimiento indignado del mundo actual.
El sofisma del señor Zygmunt, que comentábamos ayer, en el post de más abajo, da qué pensar. Y creo que ésa es su gran aportación. Catalizar y aclarar las "razones" del 15M.
Un movimiento que no nació de una emoción ni de un pensamiento, sino del sentimiento de indefensión que produce una sociedad sin rumbo, vacía de contenidos vitales y necesarios. Líquida. Como el propio pensador polaco la ha definido. Líquida quiere decir, que no tiene consistencia, que corre y no sabe hacia donde. Como los torrentes o los ríos desbordados, porque un fluído no tiene conciencia si el hombre despierto no se la añade.

No es el pensamiento lo que mueve y renueva el mundo. Tampoco la emoción. Tanto el uno como la otra, también son flotantes, perentorios, puntuales y manipulables por la propaganda interesada. Son herramientas, pero no motores. El motor es la conciencia. Ella no es susceptible de manipulación. Y ésta es la síntesis realizadora de todo el proceso. La que permite que nazca el sentimiento como puente de unión del mundo interno individual, con la realidad compartida. Externa.

La realidad problemática es el origen de todo movimiento humano. Y la conciencia sentiente, la solución. Y esa conciencia se apoya en un proceso orgánico en el que intervienen, además de la realidad/problema, la emoción del shock que abre la atención y dispone el ánimo en una determinada vibración, el pensamiento derivado que pone en marcha a la mente para buscar soluciones prácticas, causas y efectos, asociar ideas y posibilidades, análisis y síntesis. Y por fin, el sentimiento consciente como fuerza resolutiva, compartida, programadora de realidades nuevas, y al estar acompañado de la conciencia, se añade el sentimiento ético, la moral renovada de otros valores nuevos, más la revitalización de los valores atemporales, ya en el olvido y en desuso, a causa de esa liquidez superficial y acomodaticia. Irresponsable e inmadura social y personal.

Los grandes movimientos humanos que han aportado cambios verdaderos en la base consciente y renovadora de la humanidad, han tenido siempre esa dinámica. Por ejemplo, observemos y miremos detenidamente el nacimiento de la religión judía, del Cristianismo, del Islam, el Budismo, del socialismo, el dcomunismo, de la revolución portuguesa de los claveles, del sandinismo en Nicaragua,d el mayo del 68, del despertar de Islandia, de la primavera árabe, de los indignados...y veremos que todos han partido de una realidad/problema, no de un pensamiento ni de una emoción. Sino de un sentimiento consciente/activo y de una conciencia sentiente/respondable. Y aquí quiero citar a un pensador de bolsillo, ligero y muy entendible por todos: Francesco Alberoni. Creo que es una de las aportaciones más lúcidas que en la valoración de los sentimientos inteligentes, ha sido y es un pionero que tal vez don Zigmunt debería leer antes de opinar. Alberoni expone algo muy parecido a este teorema de hoy. Algo que no es líquido, ni sólido ni gaseoso, sino espiritual, permeabilizador. El movimiento del alma humana hacia su fusión con el espíritu por medio del amor y el enamoramiento, del cambio imprescindible, que atraviesa la historia como una onda sutilísima y promotora de todas las mutaciones que la mejoran desde dentro. Un impulso transformador y generador de vida, sentido de la vida, compromiso, soluciones nuevas y originales, belleza, dinamismo, adaptabilidad. Y todo ello impulsado por ese motor invisible pero siempre presente de un enamoramiento vital, existencial, entusiástico y lleno de razones que el corazón activa y fertiliza. Por eso el Profesor Alberoni descubre el mismo empuje divino y humanísimo en el enamoramieto de la pareja humana que en el entusiasmo reformador, revolucionario o evolucionario, de la sociedad en proceso de cambios definitivos. Una manifestación sublime del eros. Ya que el eros, como todo valor atemporal, tiene diversas manifestaciones que van de lo grosero a lo sutil. Igual que los procesos mentales o emocionales, devotos, religiosos, conductuales o artísticos.
Alberoni afirma que tanto el enamoramiento como el impulso renovador de las sociedades humanas obedecen al mismo empuje: al amor como fuerza motriz de la vida y de los cambios que mejoran e impulsan la evolución.

Creo que es exactamente así el origen del 15M. Una indignación fertilísima, espléndida en recursos, en soluciones nuevas, en creatividad, que va mucho más allá de cualquiera de las otras movilizaciones de la historia, que ya ha superado el concepto "revolución", enemistad, antagonismos, rupturas, y ha incorparado la noviolencia, la solidaridad mundial, la comunicación/comunión, la globalidad como un bien y no como explotación masiva y destrucción de derechos y particularidades culturales. El respeto a lo diferente y su valor en la unidad. Está muy claro que en ese entramado superinteligente no puede faltar el pensamiento ni la idea, ni la razón, lo único que el viejo profesor polaco parece que echa de menos es un tratado, una guía ideológica y teórica impresa y firmada por ideólogos. Consensuada en las universidades y, quizás, aprobada por el club Bildelberg o por el FMI o el Banco Mundial. Pero no es el caso. Ni es necesario. La realidad/problema viene precisamente de esa dirección catesiana del "pienso, luego existo", que ya está siendo sustituida por otro paradigma mucho más humano: "amo, luego, existo, pienso, me menifiesto, comparto y actúo".

No es que se deba rechazar el pensamiento en favor de la emoción. De hecho en el 15M no es así, quienes están trabajando en él lo saben perfectamente. Lo nuevo, lo que está naciendo ahora, es el continente de la conciencia racional-emotiva. El pensamiento solo, unido a la emoción de la masa teledirigida puede enrarecerse muchísimo y derivar en un totalitarismo como ocurrió el pasado siglo con los movimientos del pensamiento y de la emoción xenófoba, etnocéntrica o ideocéntrica, nazi, fascista, kamikace y comunista.O como ha ocurrido a lo largo de los siglos con las guerras religiosas que han destrozado tanto y a tantos. Pero esta vez no es así, porque hay justamente un componente espiritual, que no religioso. Son valores espirituales y por eso tan humanos y justos, que por sí mismos producen unanimidad en cualquier rincón del planeta. Por eso mismo no hay líderes ni "pensadores", sino amantes inteligentes de la gran verdad: el hombre y su desarrollo justo y sano.

Si tuviese que resumir para el señor Zigmunt el "pensamiento" director del movimiento indignado y su capacidad para mover el mundo, lo compararía con un pentecostés laico, inmenso, en el que la conciencia cósmica misma, que muchos llaman dios, en vista de la inutilidad obstaculizadora y confusa de las religiones y las ideologías ha tomado la iniciativa desde el interior del hombre y resuena al unísono y en sincronicidad, en todas las conciencias despiertas del continente humano. El sexto continente, aún por descubrir. El territorio de la energía interna, que manifestada socialmente, será el único recurso posible para que la vida continúe en el planeta Tierra.

lunes, 17 de octubre de 2011

Documento importante si os quereis entretener un ratito

“El 15-M es emocional, le falta pensamiento”

Zygmunt Bauman advierte del peligro de que la indignación termine evaporándose

El padre de la ‘modernidad líquida’ publica un nuevo ensayo en forma de 44 cartas

El sociólogo polaco Zygmunt Bauman, el sábado en Madrid. /CRISTÓBAL MANUEL

Zigmunt Bauman, el filósofo y sociólogo polaco famoso por su concepto de la modernidad líquida,tan fértil que ha sido aplicado al amor (líquido), al arte (líquido), al miedo (líquido), al tiempo (líquido) y así hasta cualquier cosa, publica el ensayo 44 cartas desde el mundo líquido (Paidós). Además, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 ha estado en Madrid para pronunciar una conferencia en el Matadero bajo el título ¿Tiene futuro la solidaridad? El sábado por la tarde, a la misma hora de la manifestación internacional de los indignados, mantuvimos una charla en un hotel a menos de 100 metros de la plaza de Atocha donde, entre la multitud, ya no cabía un alfiler.

Le pregunto a este profesor emérito en la Universidad de Leeds (Inglaterra) si le parece que estas grandes manifestaciones masivas, pacíficas y tan heterogéneas lograrán combatir los abusos de los mercados, promover una democracia real, reducir las injusticias y, en suma, mejorar la equidad en el capitalismo global, pero, como profesor que es, no responde a la cuestión de un solo golpe.

Las protestas suplen la falta de política global con oposición popular

En su parecer, el origen de todos los graves problemas de la crisis actual tiene su principal causa en “la disociación entre las escalas de la economía y de la política”. Las fuerzas económicas son globales y los poderes políticos, nacionales. “Esta descompensación que arrasa las leyes y referencias locales convierte la creciente globalización en una fuerza nefasta. De ahí, efectivamente, que los políticos aparezcan como marionetas o como incompetentes, cuando no corruptos”.

Frente al actual individualismo, los indignados se sienten iguales

El movimiento del 15-M trataría de suplir la falta de globalización de la política mediante la oposición popular”. ¿Una oposición eficaz? En opinión de este sabio de 86 años, el efecto que puede esperarse de este movimiento es “allanar el terreno para la construcción, más tarde, de otra clase de organización”. Ni un paso más.

Bauman califica a este movimiento, como es bien evidente, de “emocional” y, en su parecer, “si la emoción es apta para destruir resulta especialmente inepta para construir nada. Las gentes de cualquier clase y condición se reúnen en las plazas y gritan los mismos eslóganes. Todos están de acuerdo en lo que rechazan, pero se recibirían 100 respuestas diferentes si se les interrogara por lo que desean”.

La emoción es (¿cómo no?) “líquida”. Hierve mucho pero también se enfría unos momentos después. “La emoción es inestable e inapropiada para configurar nada coherente y duradero”. De hecho, la modernidad líquida dentro de la cual se inscriben los indignados posee como característica la temporalidad, “las manifestaciones son episódicas y propensas a la hibernación”.

¿Se necesitaría un líder acalorado? ¿Varios líderes temperamentales? “El movimiento no lo aceptaría puesto que tanto su potencia como su gozo es la horizontalidad, sentirse juntos e iguales, lo que, en importante medida, les niega el superindividualismo actual”. La superindividualidad (de la modernidad líquida) “crea miedos, desvalimientos, una capacidad empobrecida para hacer frente a las adversidades”.

El estrés es la enfermedad que acompaña a esta sevicia. “Las gentes se sienten solas y amenazadas por la pérdida del empleo, la disminución del sueldo, la dificultad de adaptación al riesgo. El estrés es corriente entre los parados pero también en los empleados, acosados por los cierres y despidos, las prejubilaciones o los salarios cada vez más bajos. En Estados Unidos el estrés produce tantos daños económicos como la suma conjunta de todas las demás enfermedades”. Las bajas laborales por estrés llegan a costar, dice Bauman, 300.000 millones de dólares (216.600 millones de euros) al año y la cifra no deja de crecer.

¿Llegará todo esto a provocar un giro en el sistema, un colapso o algún cambio sustantivo? Su respuesta es que, en estos momentos, prefiere hablar de “transición” y no de “cambio”. Necesitaría hechos más netos para pronunciarse sobre el alcance de los actuales trastornos. “Antes, hacía falta mucho tiempo para preparar unas protestas masivas como las del 15-M, pero hoy las redes sociales permiten enormes concentraciones en muy poco tiempo”. Pero volvemos a lo mismo: de igual manera que se concentran y actúan con velocidad, muy poco después se detienen.

La emoción es apta para destruir, pero inepta para construir nada

El movimiento crece y crece pero “lo hace a través de la emoción, le falta pensamiento. Con emociones solo, sin pensamiento, no se llega a ninguna parte”. El alboroto de la emoción colectiva reproduce el espectáculo de un carnaval que acaba en sí mismo, sin consecuencia. “Durante el carnaval todo está permitido pero terminado el carnaval vuelve la normativa de antes”.

El movimiento no aceptaría un líder. Su potencia es su horizontalidad

Puede decirse, declara el profesor, que “nos hallamos en una fase especialmente interesante, como en un laboratorio de acción social nuevo”. Tarde o pronto la crisis terminará y, sin duda, las cosas serán diferentes pero ¿de qué modo?

“No me pida que sea profeta”, implora Bauman. “En algunos lugares, no en todos, el movimiento ha logrado conquistas importantes pero no es extensible a todos los países”. Lo líquido sigue siendo válido para la previsión del porvenir. La modernidad líquida se expresa, obviamente, en su falta de solidez y de fijeza. Nada se halla lo suficientemente determinado. Ni las ideas, ni los amores, ni los empleos, ni el 15-M. Por eso teme que tal arrebato acabe también, finalmente, “en nada”. No es seguro, pero siendo líquido, ¿cómo no pensar en la evaporación?

Ahí va eso. Casi ná. Lo acabo de leer en el País y flipo en clorines. Atención, queridos míos: Al padre de la modernidad líquida le parace que el 15M también está acoplado a su teoría. Le falta pensamiento, según dice y le sobran emociones...suponemos que además será pensamiento líquido y emociones al bañomaría, por su puesto!
Y yo me pregunto, ¿cómo ese abuelito desde la Polonia, no sólo líquida, sino tiesa, rígida, helada, carca y wojtilosa, puede estar tan seguro de algo que no conoce, nada más que por las crónicas polacas de la liquidez inorgánica? No sé, yo creía que los pensadores y los científicos se molestaban en investigar en directo antes de opinar y montar una tesis por su cuenta, que contactaban con la realidad social de la que hablan, que viajan y observan y con humildad, preguntan lo que no saben antes de imaginárselo. Pero se ve que cuando la edad -de piedra- hace de las suyas, se investiga desde la mesa camilla, la wikipedia y el ratoncito Pérez, por aquello de ir poniendo los dientes donde la iluminación caiga directa sobre el pensamiento exclusivo del genio en cuestión.
A este don Zygmunt, cuya realidad líquida no sé si creemela o recogerla con la spontex y la fregona, le invitaría, junto a doña Noemí, la del Wall Street gaseoso, de fisicidad también en estado bobesponja, hasta el momento, a darse un paseíto por las asambleas de barrio españolas, por la concretez sólida de otra realidad menos neblinosa y surrealista que la suya. Claro que para eso este don Zygmunt Zfrgoitz, debería desplazarse por una Europa líquida a medio arruinar por ese sistema maravillosamente dúctil y maleable del abuso dineril. Combinado con el pensamiento de cemento armado, que de momento es lo menos líquido que se puede imaginar.Vamos, un lío de órdago.

A ciertas edades, si no se puede superar a Hessel y a José Luis Sampedro y sólo se corre el riesgo de decir chorradas senil-liquefaccientes, porque las neuronas ya no están para bromas y las gafas se empañan demasiado -quizás por el vapor de tanta modernez líquida junto a la estufa y el moquillo que se cae con el calorcito- , lo mejor es callarse por prudencia y sabiduría propia de la edad, y esperar a que la realidad misma salte a la yugular indignada de un mundo al que le sobran pensamientos líquidos, voluntad gaseosa y egoísmo sólido. Como el atrevimiento estático de los que sorben noticias desde su casa, hablan sólo de oídas, contadas y leídas y encima, juzgan y critican.
Lo dicho, Don Zygmunt, échele valor, con el carnet de pensionista pillese un vuelo a Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia en Ryan Air y si logra sobrevivir y se repone pronto del trauma, se llevará una sorpresa muy emotiva y muy inteligente. Bastante sólida, gracias a Dios. Puede usted hacerse unos cuantos acompañamientos de deshaucios a la carta que hay muchos y nada líquidos, aunque muy modernos. Y así podrá comprobar in situ como funciona el pensamiento unido a la emocionalidad, hasta resolver la cuadratura del písulo con hipotécula. Con otra cosa que a usted a lo mejor ya se le ha olvidado en su propia historia: solidaridad humana. Pura y total. La síntesis perfecta y sine qua non de la supervivencia. ¿A usted le parece que un deshauciado que ha perdido su casa, que un parado sin subsidio, que un arruinado, que un niño en un barracón sin escuela y sin comedor, con los padres sin trabajo o un anciano como usted, pero enfermo de verdad, al que niegan la la asistencia de los dependientes por recortes que están en los sueldos de los políticos y banqueros, están en condiciones de distinguir entre pensamiento y emoción? Para eso está el pensamiento del 15M. Para pensar por ellos en esos momentos de bloqueo y desorientación, y prevenir y hacer razonar, mediando, a los abusadores con la Ley y la Constitución en la mano. Y los sentimientos -algo más que emociones, Don Zygmuntsky- para darles cobijo, apoyo y acogida. Sin cobrarles el copago ni el IRPF.
A lo mejor en la católiquísima Polonia es que esa solidaridad se les terminó con la reconversión transmuradora de Lech Walesa el sindicalista en jefe de gobierno. Y las visitas de Wojtila pidiendo a los santos que resuelvan las injusticias del mundo, mientras el mundo se muere de asco entre un gloriapatri y una bendición urbi et orbe. Vaya usted con dios, Don Zygmunt, pero no diga más tonterías sin calcular primero las consecuencias. Al menos, eso dicen que hace un sabio antes de hablar. Y mucho más si encima, se publica en la prensa lo que se ha dicho. O quizás usted en realidad no existe, sumergido en su propio jugo. Líquido como la modernidad.

domingo, 16 de octubre de 2011

http://youtu.be/gODI_ZK5Fg4

Esta canción es preciosa y es a la que hace referencia el post que va a continuación.
Que la difruteis!

Indignados

Ayer fue una gran prueba de salud pública. Se puso en evidencia la base sanísima y reconciliadora de la indignación ciudadana. Un consenso general y ejemplar con la suficiente raiz ética y práctica para conmover los cimientos del cambio global sin violencia y sin presiones. Un fluído magnético del espíritu que armoniza contrarios sin necesidad de golpes ni de abusos. Ni de mentiras estructurales. Que ilumina el presente para vislumbrar y preparar un futuro muy distinto a lo que ahora se contempla como incertidumbre y caos.

El orden, la serenidad, la armonía y los proyectos ya en estado de realización después de cinco meses de rodaje visible aunque con más de dos años de rodaje invisible, han sido la evidencia de la jornada de ayer, donde España y el mundo entero se reunieron para repasar sus motivos de trabajo serio, de organización global sin combate ni violencia -excepto en Roma, donde parece que van un poco a su aire por las condiciones particulares y de idiosincrasia italiana, siempre un poco al margen del resto de la renovación universal, como nos confesaban ayer mismo algunos participantes de aquel país, que emigraron precisamente por ello-. Quitando esa alteración puntual, el resto del mundo felizmente indignado se decanta por una apertura a lo nuevo sin rupturas traumáticas, a la creatividad y a la realización práctica, ya en marcha , de las utopías imprescindibles para que la vida continúe en el planeta y lo haga en condiciones muy distintas y mucho más racionales y humanas de lo que hasta ahora se ha conocido y soportado.

En estos meses se han desvanecido todas las reticencias de observadores asépticos, políticos asustados, ciudadanos desconcertados y pensadores cenizos, que durante centurias se han aferrado a las tradiciones más conservadoras, disfrazadas de "liberalismo", pero en realidad, viejas y apolilladas como el tradicionalismo más enrocado, como todos los dogmas que han impedido hasta ahora el avance real del hombre hacia su realización como individuo social -ya no como zoon politikón- y solidario. Que está entendiendo la irrompible unidad que existe entre el bien personal y el bien común y su puente más sólido y firme: la conciencia, cuya metáfora biológica es la función del córtex cerebral, uniendo los dos hemisferios del cerebro humano, derecho e izquierdo. Y la distancia con la aberración pseudo"liberal" que pretende el bien personal por encima de todo, junto con la aberración totalitaria que pretendía el bien común sin contar con el bien individual. Capitalismo y comunismo -las dos ideologías representantes de las dos tendencias vitales- se han evidenciado como dos síntomas ya en decadencia absoluta de la misma enfermedad: el egoísmo dogmático e ideológico, eternamente enfrentados. Inservibles, aunque en su momento impulsaron la acción social hacia polos opuestos e irreconciliables. La historia está llena de sus enfrentamientos. Las guerras constantes son la prueba. Las crisis repetidas y la desorientación absoluta son el test que jamás se ha completado con éxito por esa dicotomía envenenada y cíclica. Ya fuera de juego. Hoy en las puertas del cambio imprescindible, se han quedado más allá de la retaguardia. En el Paleolítico de la nueva conciencia global. El sexto continente, aún inexplorado, que ahora es el interior del hombre. El espíritu humano en ascensión. Su cambio profundo, su nueva y mucho más avanzada lectura de la realidad. Otro mundo, pero en éste. La fuente de la vida completa y compartida. Otra sensibilidad que ya no "lucha", sino que realiza.

Es verdad que en el 15M, entre los indignados, hay una mezcla muy grande de procedencias y que desde fuera se pueden banalizar sus verdaderos contenidos. Banalizarlos sería creer que lo que mueve esta indignación es sólo las carencias materiales de trabajo, de dinero, de futuro para los jóvenes o de atención al ciudadano. Eso es sólo el empujón primero para lanzarse al agua del cambio. Lo más importante no son estas manifestaciones hermosísimas, o las acciones reivindicativas puntuales. Lo más importante del movimiento survival de la indignación, es el cambio personal que se está produciendo en todos. Un contagio impresionante que nos ha mezclado en su energía irreversiblemente. Por primera vez en la historia un movimiento de conciencia planetaria noviolenta, ni social, ni político, ni religioso, ni catequético, ni oportunista, ni económico, ni cultural, ni revolucionario ni científico, ni siquiera edeológico, ha reunido a todas las edades, clases sociales, devociones de todo tipo, en una misma sensibilidad, en una idéntica vibración musical, poética, filosófica y mística. Y sin embargo realizable y practiquísima. Sólo hay que asistir a las asambleas repartidas ya en asociaciones de barrio, en las ciudades y en los pueblos pequeñitos, para darse cuenta del significado profundo de este nuevo nacimiento del hombre presente y por eso, futuro.

Los logros de los indignados ya son tangibles. Comercio justo. Trueque. Resiliencia total. Protección a los desfavorecidos, asesoría inmobiliaria, jurídica, psicológica, médica, resolución de conflictos de empresa y personales, innovación y creatividad laboral. Asociaciones y oficios sin lucro. Muy al contrario de lo que creen los observadores en la distancia, hay mucha preparación e inteligencias muy bien amuebladas en la ciencia, en el derecho, en la economía, en la educación, en la sanidad, en el terreno laboral y emprendedor, en la cultura y las artes aplicadas, en la tecnología punta, que están en el movimiento no porque carezcan de empleo o de recursos, sino porque son conscientes de que este barco necesita a todos los tripulantes bien preparados y despiertos, generosos y sin miedo.
Los políticos están modificando a toda prisa sus programas de gobierno para poder estar a la altura de esta ciudadanía que se les escapa y empieza a ser independiente de algo que ya no la representa y quizás esté a un paso de no necesitar este sistema porque ya está dando a luz otro mucho más adecuado y justo para un planeta agotado y maltratado por la ignorancia, la prepotencia y la irresponsabilidad, que son la manifestación más evidente del ego humano ya sea personal, ya sea colectivo.

El movimiento de los indignados no es una refundación cutre de un comunismo de sacristía ni de un catolicismo comunistoide y anarca. Ni hippies resucitados a destiempo. Ni una pandilla de desesperados que quiere despojar a los banqueros de sus dividendos y a los políticos de sus prebendas. Es mucho más. Es el paso necesario para que ni los políticos ni los banqueros actuales sigan siendo importantes para la vida humana. No se les combate, se les va olvidando en el desván de los trastos viejos. De la historia inservible que montaba guerras para arruinar al prójimo y hacerle prisionero de su sistema injusto y degradante, aunque barnizado de una cultura superficial, enciclopédica y fiambre, fósil. Llena de publicidad y sin contenidos. Perdida en el océano de la inutilidad.
Con el movimiento de las conciencias despiertas, que ya no exigen libertad, porque se saben libres, ni exigen ni necesitan protección, porque tienen la energía para estar a salvo del egoismo y de la soberbia y de los prejuicios limitadores, el hombre está entrando en una sociedad de transición, para pasar de un materialismo primitivo y depredador, a una convivencia inteligente, respetuosa, sobria y extremadamente necesaria para la evolución y la supervivencia. Quien frecuente el ambiente 15M, comprobará inmediatamente el cambio de valores. No sólo la recuperación de aquellos que parecían haber desaparecido, como la eclosión de valores nuevos y recreados. Cualquiera que, viendo como se funciona ahora en esta onda universal, haya leído y estudiado los textos didácticos de los evangelios y del nuevo testamento, se daría cuenta enseguida que este estado de lucidez humana es el comienzo del Reino al que Jesucristo pertenecía. El estado de conciencia del que vino a plantar las semillas, no a regalarnos los frutos de una evolución que ahora se está cumpliendo y saliendo a la superficie, tras dos milenios de sufrimientos y barbarie, de camino a ciegas desde la oscuridad a la luz.
El reino, así en la tierra como en el cielo, no era una invitación al falso escapismo espiritualista de los "utópicos", mientras el "mundo" se convierte en una amenaza, sino a sembrar y a cultivar sus bases en la vida diaria, en cada circunstancia, por difícil y dolorosa que sea, y a transmutar con la alquimia de la energía humana-divinizada, todo lo que encontramos en el flujo del tiempo y del espacio.

Todo eso se esconde en la frescura, en la bondad, en la firmeza suave y en la inteligencia de los indignados. Ayer, en la manifestación megamultitudinaria que se repartía por varias calles a la vez, porque no cabían en el perímetro autorizado por las autoridades, rodeada de jubilados, padres y madres de familia, parados o con trabajo, de abuelos y niños, de minusválidos en silla de ruedas, de batucadas increíbles, dolçaines y tabalets, de pobres y ricos caminando y bailando cogidos del brazo, juntos, dispuestos a abrir las manos y los bolsillos y el corazón, para dar y recibir iniciativas y gracia a raudales, y ante slogans y pancartas tan inteligentes, sencillas, ingeniosas y profundas, simpáticas y agudas como bisturís para conciencias, lloré. Sí como una niña o como una Magdalena, no sé. Lloré con todos y por todos. Mientras reía, porque nunca en mi vida, ni en los tiempos más reivindicativos de mi juventud universitaria en el mayo del 68, ni en las primeras manifestaciones de la democracia al fin de la dictadura, descubrí tanta grandeza y tanta humanidad despertando junta, creando una realidad nueva. Otro mundo en éste. Capaz de superar todas las barreras, porque han vencido el fanatismo, la rabia estéril de la violencia y el miedo.

"E camminando e camminando a braccia alzate, a piedi nudi, ballano i santi", cantaba ayer tarde-noche mi corazón, mi mente y mi alma, haciendo un coro silencioso y feliz a una canción preciosa de Angelo Braduardi.