lunes, 31 de agosto de 2015

Colau plantea que Barcelona acoja a refugiados de la guerra en Siria


El consistorio se ha puesto en contacto con ACNUR para plantear las pautas a seguir

Barcelona 

Ada Colau, con el Ayuntamiento de Barcelona al fondo. / CARLES RIBAS

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, revolucionó las redes este viernes al publicar un post en su Facebook en el que expresaba su deseo de que Barcelona se convirtiera en una ciudad-refugio para los inmigrantes sirios. "Queremos ciudades comprometidas con los derechos humanos y con la vida, ciudades de las que sentirnos orgullosos", afirma la edil. Por su parte, el Partido Popular tacha la medida de "irresponsable" y pide a la alcaldesa que aclare cuántos inmigrantes sirios puede acoger la ciudad y cuánto va a suponer esto para las arcas municipales, ya que según los populares la capacidad de Barcelona no es "ilimitada".

Fuentes municipales han confirmado que el ayuntamiento ya ha comenzado a hablar con entidades como Asil.cat, y ACNUR para trazar las primeras líneas de este deseo de la alcaldesa, pero que de momento no han podido concretar ninguna ruta a seguir. De lo que sí que son conscientes tanto Colau como el ayuntamiento de Barcelona, es que de llevar a cabo este proyecto no dependerá solamente de ellos sino que también tendrán que coordinarse con el Ejecutivo central y con la Unión Europea.
El resto de grupos municipales, a excepción del PP, apoyan la posición de Colau. Alfred Bosch, presidente del grupo municipal de Esquerra Republicana, ha afirmado en una entrevista a RAC1 Barcelona "tiene que prestar la ayuda adecuada y afrontar la asistencia y acogida temporal de una parte de los refugiados sirios" aseguró.
CiU, sin oponerse a la medida, avisa al Consistorio de que las competencias necesarias para que Barcelona sea una ciudad-refugio, no dependen exclusivamente del consistorio. Jordi Martín asegura que "serán necesarias actuaciones a largo plazo, ya que este no es un problema de dos días", y aseguró que desde los convergentes están dispuestos a destinar fondos para poder poner frente a esta emergencia y que se apoyará todo lo que se decida desde al ámbito europeo. El PSC ha aprovechado la ocasión para cargar contra CiU al asegurar que durante su mandato se "había olvidado la tradición de cooperación internacional" que caracteriza a Barcelona. Lo socialistas también muestra su recelo sobre si este proyecto finalmente acabaría llevándose a cabo, ya que, tal y como aseguró, los ciudadanos ya están acostumbrados a "anuncios que después no acaban desarrollándose".
Desde el Consistorio esperan que este propósito sea uno de los puntos a tratar en la próxima reunión de los 'ayuntamientos por el cambio', que tendrá lugar la semana que viene en Barcelona y que reunirá a los ediles de Madrid, Cádiz, Santiago de Compostela, A Coruña, Badalona, Zaragoza e Iruña.  



Y en el resto del País





Impresionante demostración de solidaridad de los alemanes en apoyo a los refugiados

La sociedad civil rescata a los refugiados de la dejadez institucional en Berlín y evita una crisis humanitaria
Familias alemanas les acogen y grupos de voluntarios reparten agua o mantas en los asentamientos
Pancartas en los estadios de fútbol o portadas de periódicos locales piden ayuda para dar una buena "bienvenida" a los refugiados


Un hombre sirio inmortaliza el momento desde el autobús. Graba la agitación de las flores amarillas, el balanceo de los carteles en los que se puede leer "bienvenidos" en diversos idiomas. Se escuchan gritos y aplausos. Decenas de personas se congregan para acoger a los que huyen de la guerra. Ellos lo agradecen y así lo hacen saber. Al fin, están a salvo. Este vídeo choca con la imagen de los ataques de grupos neonazis a varios centros de acogida en distintos puntos del territorio germano. Menos visible pero muy presente, el movimiento a favor de los refugiados se extiende por todo el país.Es la otra cara de Alemania que se encuentran refugiados como la familia de Sinpan y Rawed. Después de todo lo que han pasado, todavía sonríen. Han conseguido su objetivo. Ya solo les falta cruzar la barrera elevada por el personal de seguridad. Van saliendo a la de uno, dos, tres, cuatro, cinco... stop. Los siguientes de la fila son los hermanos y primos de ambos. Una familia entera kurda que ha dejado atrás todo lo que tenían para huir del horror de la guerra en Siria. Su ciudad, Hasaka, se había convertido en un lugar demasiado peligroso, así que la familia vendió sus pertenencias y se puso en camino hacia Alemania, donde los dos primos llevan ya casi un año viviendo. "Cuando llegaron dijeron: ¿y esto es Alemania?", se ríe Rawed.












 La familia de Sipan y Rawed Mohammed, bebé incluido, vino a Alemania en escondida en un camión.



La familia de Sipan y Rawed Mohammed, bebé incluido, vino a Alemania en escondida en un camión.
El viaje fue horrible, cuentan. Las mafias les cobraron unos 8.000 euros por cabeza y les trajeron escondidos en un camión. Un transporte similar al que estos días ocupaba las portadas de los diarios con decenas de refugiados que habían fallecido en su interior asfixiados. Un viaje peligroso a merced de las mafias ante la inexistencia de rutas legales para ejercer su legítimo derecho al asilo. Llegaron el día anterior y han tenido suerte de que esta misma noche la podrán pasar en un albergue de emergencia. Después de todo el día esperando, por fin pueden abandonar el jardín de la oficina de asuntos sociales.
A este lugar, situado en el barrio berlinés de Moabit, vienen cada día alrededor de medio millar de refugiados a inscribirse como tales para comenzar el largo proceso de la solicitud de asilo ante la burocracia alemana. Desde aquí son enviados a albergues provisionales distribuidos por todo el país. Durante todo agosto se han visto escenas delante de esta oficina más propias de países no industrializados y empobrecidos: familias enteras, niños, bebés, personas mayores y enfermos durmiendo al raso. Sin comida ni agua siquiera.
Tiendas de campaña instaladas delante de la oficina de asuntos sociales para los refugiados / FOTO: Sebaso
Tiendas de campaña instaladas delante de la oficina de asuntos sociales para los refugiados / FOTO: Sebaso
Sin agua en pleno agosto. Familias enteras haciendo cola toda la noche y todo el día, durmiendo incluso en la cola. Pero alguien puso el grito en el cielo en Twitter y de la noche a la mañana se organizó el reparto de agua que tanto necesitaban los refugiados. Voluntarios cocinaban para ellos lo que ciudadanos de Berlín traían para donar de forma altruista. Durante unas dos semanas la organización Moabit hilft (Moabit ayuda) fue prácticamente la organización que coordinó el trabajo de los cientos de voluntarios que han pasado para regalar tiempo y fuerzas a los recién llegados.
Único grifo instalado en el campamento improvisado en el jardín de la oficina de asuntos sociales / FOTO: Sebaso
Único grifo instalado en el campamento improvisado en el jardín de la oficina de asuntos sociales / FOTO: Sebaso
A raíz de la presión de dichas organizaciones, la oficina de asuntos sociales instaló un grifo para que los refugiados puedan beber pero que en realidad, está sirviendo también para asearse. Además reparten vasos y botellas de agua. La comida sigue llegando de los voluntarios aunque ahora han prometido que a partir de esta semana será una empresa quien se encargue de prepararla con cargo al erario público.

Solidaridad autoorganizada en la capital de la burocracia

Todo el mundo sabe que la burocracia alemana es una de las más complejas del planeta. Para todo hay formularios, cada ámbito de la vida está legislado de manera minuciosa. Y sin embargo, estos días, Berlín parece haberse olvidado de los protocolos tradicionales más básicos. Las personas se organizan a través de Facebook, Twitter, crean documentos de Google compartidos en los que van escribiendo las necesidades de cada lugar.
De esa forma es como Leticia y Jacob, de Valencia y Alicante, pero residentes en Berlin, se enteraron de lo que estaba pasando y decidieron presentarse voluntarios. Unas veces reparten agua y comida. Ropa, mantas. Hacen de payasos para los críos. Ante la inacción de las autoridades, los berlineses se han puesto a ayudar a destajo.
Voluntarios reparten la única comida de la noche para algunos refugiados financiada con donaciones. / FOTO: C. Negrete
Voluntarios reparten la única comida de la noche para algunos refugiados financiada con donaciones. / FOTO: C. Negrete
Sin embargo, la carencia de asistencia a los refugiados conlleva no pocos riesgos para su salud y para la salud pública. El presidente del colegio de médicos alemán, Ulrich Montgomery, ha advertido en declaraciones al diario Hamburger Blatt que en las instalaciones de emergencia reina la confusión, que el servicio público de salud no cuenta con los recursos sanitarios suficientes para momentos de crisis como este y que cada refugiado debería ser examinado por un médico dentro de los primeros tres días que esté en Alemania. "Es inaceptable que un país rico como Alemania esperemos tres meses para una revisión médica para aclarar casos de tuberculosis, una enfermedad muy peligrosa y de alto contagio".
Así que los médicos se han autoorganizado también. Su colegio envió una misiva a la que han respondido mas de un centenar de facultativos que, de forma voluntaria, se van turnando para atender a los refugiados. Ya han conseguido que al menos un médico sea remunerado para casos de emergencia. "Algo completamente absurdo", asegura el personal médico. A partir del lunes, sin embargo, después de varias reuniones con el Ayuntamiento y el Estado, han prometido crear un punto de atención sanitaria para que los médicos puedan atender de forma adecuada las emergencias, recibiendo para ello alguna de las salas que Cáritas tiene en el edificio.
Otras personas se han acercado también a mostrar su solidaridad, como Imsa Höppner, que se acercó un día a llevar agua y quedó tan impresionada que mandó a sus amigos y conocidos una petición por Facebook para que donasen a los refugiados. Fue así como comenzó una aventura a raíz de la cual ella y las personas que se han ido sumando han repartido ya unos 300 paquetes de bienvenida: una manta, artículos de aseo y frutos secos. Entretanto, Imsa siente que el proyecto se ha vuelto algo demasiado grande que no le deja tiempo para respirar, por lo que también ella opina que todo esto que están haciendo es una tarea del Estado.
Por todo Berlín los grupos de apoyo a los refugiados recogen todo tipo de material que puedan necesitar, desde artículos de necesidad básica e higiene hasta otros más singulares como laca de uñas o tinte para el pelo.  Los mensajes de solidaridad se repiten a lo largo del país. Hasta los estadios de fútbol han dado la bienvenida a los refugiados a través de pancartas desplegadas en las gradas. Los clubes invitan a grupos de jóvenes sirios a los partidos y los hinchas reivindican ayuda para ellos.

El periódico sensacionalista Bild se ha unido a las muestras de apoyo y a las exigencias de dar respuesta a la crisis humanitaria que ha llegado al interior de Alemania. Su portada del 29 de agosto fue un llamamiento en favor de los refugiados.


Bach - Complete Flute Sonatas - Emmanuel Pahud / Trevor Pinnock

Esta ya nos la has contado, Mariano


                             




                                            Resultado de imagen de ultimas caricaturas de rajoy   



Menos mal que la Presidenta de la Diputación de Pontevedra decidió echarle una mano al PP y animarle un cotarro en Soutomaior que, de puro aburrido y repetitivo, parecía un vídeo del año pasado puesto por alguien para ahorrarse una pasta y a nosotros el sufrimiento. La carta de la Diputación avisando que no volverá a autorizar la celebración de un mitin de partido en el recinto histórico del castillo que gestiona ofreció, de largo, lo más excitante de la jornada.
Vaya por delante que la Diputación tiene todo el derecho y toda la razón del mundo para  impedir que se sigan celebrando mítines en un monumento histórico. Sostener lo contrario resulta tan raro como asumir la celebración de actos partidistas en el Teatro Romano de Mérida o en la Alhambra de Granada.
La decisión, además de normal, posee un fuerte contenido simbólico. Resume en un único gesto el final de décadas de poder absoluto del PP en Pontevedra. Por eso, a pesar de los chistes, a los dirigentes populares no les hizo ni pizca de gracia.
El error no es de contenido sino táctico. Mandar semejante carta en vísperas del acto sirve para darle algo más de que hablar a unos oradores que sólo competían por cantar las alabanzas de Rajoy. Además, convenientemente manipulado, permite a los 'populares' recrear su relato favorito: ellos son las víctimas porque todos estamos en su contra y si pierden vendrán unos gobiernos de perdedores que acabarán con la libertad y la democracia. 
Todo lo demás ya lo hemos visto y sabemos cómo acaba. De hecho esta edición de Soutomaior fue como la secuela de la secuela de la precuela de una serie B de miedo.
España estaba al borde del abismo hasta que llegó Mariano Rajoy y dio un paso al frente. Hemos evitado el rescate pidiéndolo con otro nombre. Los catalanes le gustaban a todo el mundo porque hacían cosas, hasta que llegó Artur Mas y se puso a sembrar cizaña. La corrupción es cosa de los nacionalistas porque en el PP lo han dejado y llevan meses limpios. Allí donde no gana y gobierna el Partido Popular es porque los demás han hecho trampas y todo lo que no sea un gobierno de Mariano Rajoy supondrá una amenaza, un timo, un desastre, un caos y el fin del mundo; por ese orden.
Para que funcione el miedo, hay que dosificarlo. Administrado así, en dosis masivas y diarias, pierde toda su efectividad. Si el plan de Rajoy consiste repetir estos mismos mensajes una y otra vez hasta el día de las elecciones, no se nos va a hacer largo; se nos va a hacer eterno.   

Panorama nacional

Bienvenido, Iñaki, desde la S.E.R.


LA FIRMA

Lentes progresivas

Las elecciones de Cataluña, y luego las generales, nos conciernen de forma determinante, claro está. Pero también lo hacen la dramática crisis de los refugiados, en su presión desesperada sobre Europa, o las sacudidas de la economía china

domingo, 30 de agosto de 2015

Por una renta mínima garantizada. Completar las redes de protección social, una necesidad

Carlos Bravo Fernández
Secretario de Protección Social y Políticas Públicas. Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

Moderación

Bruno Estrada
Economista. Adjunto al Secretario General de CCOO
Lourdes Lucía
Abogada y editora

Conclusión del debate Julio 2015

Ver ponencia inicial »
La decisión de abrir en nuestra web un debate sobre Renta Mínima Garantizada surgió a raíz de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) puesta en marcha por CCOO y UGT con la intención de reunir 500.000 firmas y presentarla en el Parlamento (en el que surja de las próximas elecciones, por supuesto).
La idea, que Carlos Bravo expone en la ponencia inicial, es asegurar recursos económicos básicos a todas las personas residentes legales en España, en edad laboral, que queriendo trabajar no pueden hacerlo, que hoy no tienen prestaciones de desempleo y carecen de recursos que les permitan vivir con dignidad.
Según datos del INE, recuerda Bravo, actualmente hay 2.151.000 personas que se encuentran en esta situación y viven en hogares con una renta per cápita inferior al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, 5.837 euros anuales, por lo que podrían ser beneficiarios de esta prestación. Estas personas viven en hogares conformados por un total de 6 millones de personas, de los que cerca de 2 millones son niños.
La Prestación que proponen los sindicatos ascendería a una cuantía mínima equivalente al 80% del IPREM (426 euros/mes) y se vería incrementada para los beneficiarios con hijos y familiares a cargo. Para garantizar su universalidad la proponen como una prestación de la Seguridad Social en su ámbito no contributivo, cuya financiación debería garantizarse vía impuestos, a través de los Presupuestos Generales del Estado. El coste sería de 11.000 millones de euros.
Nada más publicar la ponencia, el debate empezó fuerte porque Daniel Raventós, presidente de la Red Renta Básica y miembro de ATTAC, nos remitió la primera aportación, que tituló de una manera directa y nada ambigua: “La miseria de una renta mínima garantizada, ¿estamos hablando en serio? –se preguntaba.
Para Raventós, la renta mínima garantizada (RMI) es un desastre porque , aunque respecto a la situación que tenemos actualmente, algo ayudaría a algunas personas, respecto a lo que se sería necesario para paliar la terrible situación de millones de personas la RMI es menos que insuficiente. Mientras la Renta Básica (RB) permite, según el presidente de la Red que la defiende, eludir las llamadas trampas de la pobreza y del paro, para él a RMI es un subsidio condicionado. “La RB se garantiza ex-ante, la RMI, en caso de poder tener acceso a ella, ex-post” – escribe, como podrán comprobar cuando se detengan a leer su aportación completa.
¿Qué propuesta fortalece más la posición de los trabajadores al negociar su salario?
José María Herreros, del Observatorio Renta Básica de ATTAC Madrid, la defiende argumentando que la RB permite que las necesidades fundamentales, como disponer de un ingreso con el que hacer frente a los costes de la vida diaria, no dependan necesariamente de un mercado laboral que persigue objetivos diferentes y distantes de lo que es la justicia social. Además, fortalece la posición de trabajadores y los empodera a la hora de cualquier negociación, ya que permite ‘decir no’ a condiciones laborales abusivas.
Tal vez sea ésta una de las razones –“provoca” Herreros- por la que desde el mundo sindical se ha mirado siempre con recelo la RB, pensando que restaría importancia a la acción sindical cuando sería justamente lo contrario pues no solamente reforzaría los derechos laborales sino que también permitiría o facilitaría el reparto del empleo existente y pondría en valor el trabajo que existe y que el mercado ni considera ni tiene en cuenta.
En cambio Miguel Laparra, de la Universidad Pública de Navarra, cree que el debate no es entre una propuesta de renta mínima de inclusión o una renta básica universal. Según él, el éxito de la implantación de una renta mínima garantizada será un avance significativo hacia un modelo de protección social más inspirado en derechos universales como la renta básica (aunque sea por diversas vías) y que seguramente deberá construirse progresivamente.
Cive Pérez, partidario también de la Renta Básica nos recuerda que, por definición, tanto las rentas mínimas de inserción como los subsidios por desempleo están sujetos a la condición de que el perceptor no efectúe ningún tipo de trabajo remunerado. Lo que significa que si a un perceptor de la ayuda se le ofrece la oportunidad de efectuar algún pequeño trabajo se enfrenta a un tremendo dilema: si acepta el trabajo perderá el subsidio y volverá a la pobreza; si rechaza el trabajo mantendrá el subsidio, pero como su cuantía está por debajo del umbral de pobreza, seguirá sumido en ésta. No estamos hablando, por supuesto, de un empleo bien remunerado, sino de alguna actividad eventual que le permitiera complementar el magro ingreso del subsidio.
Esto conduce a una situación dramática, según Cive Pérez, porque los perceptores de una renta de este tipo, lograda tras superar arduos trámites administrativos, no pueden permitirse el lujo de perder esa ayuda por una eventualidad pasajera. Por ejemplo, aceptar un empleo de tiempo parcial o completo cuyo salario neto, aproximándose al nivel del beneficio neto, suponga para el interesado la pérdida de la totalidad del beneficio.
Y pone un ejemplo: si a una persona que percibe un subsidio de 55 se le ofrece un salario de 100, que una vez efectuada la retención fiscal se queda en 90, es normal que lo rechace ya que el hecho mismo de trabajar genera costos adicionales (transporte, comida fuera de casa, guarderías, etc) que anulan el diferencial de beneficio obtenido con la venta de tiempo vital.
Carlos Susias, presidente de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), escribe en su aportación que “desde las Administraciones Locales y el Tercer Sector de Acción Social se debería trabajar más para ampliar el conocimiento de los mecanismos de Sistema de Rentas Mínimas y de sus características entre las personas en situación de pobreza y exclusión social, ya que aún falta desarrollar una mayor conciencia de sus derechos. Un buen sistema de rentas mínimas, enmarcado en un pacto contra la pobreza que funcione, añade, puede ser la mejor carta de presentación para una Renta Básica… y así sí se puede esperar su necesaria llegada”.
Ventajas e inconvenientes
La ensayista Carolina del Olmo, por su parte, expone cuál es a su juicio la ventaja fundamental de la Renta Básica frente a otras formas –como la que proponen CCOO y UGT- de intentar garantizar un ingreso mínimo a quienes lo necesitan. Y lo explica así: al ser incondicionada, desaparecen los trámites y papeleos, en ocasiones tan complejos que, según reconoce la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, sólo un 10 por ciento de los expedientes que reciben para tramitar la Renta Mínima de Inserción (RMI) llegan completos.
La mayoría de los efectos beneficiosos de una RB para la erradicación de la pobreza y la redistribución de la renta se pueden conseguir, a juicio del sociólogo José Antonio Noguera, con mucho menos dinero de lo que parece y con reformas viables. Hay alternativa tanto a las medidas tímidas e incompletas como a la huida hacia adelante. Una renta garantizada que ponga a toda la población por encima del umbral de la pobreza monetaria es perfectamente viable y financiable, y se puede plantear de forma técnicamente más exigente que la propuesta sindical, asegura.
María Eugenia Rodríguez Palop, profesora de Filosofía del Derecho, considera que la RMI y la RB no se plantean objetivos muy distintos, pero técnicamente, están en las antípodas, y esto no es baladí, escribe. La distancia entre ellos es insalvable por lo que hace a sus presupuestos antropológicos (según se niegue más o menos la sociabilidad humana), su concepción del trabajo asalariado (un espacio transformado más o menos emancipatorio), su visión de la libertad como no dominación (a lo Kant o a lo Rousseau), su mayor o menor confianza en los individuos aislados o asociados, su mayor o menor preocupación por la protección de los bienes comunes, y sus distancias calculadas del sistema capitalista/crecentista.
Contra los tópicos
El economista Lluís Torrens considera que el ochenta por ciento de la población sale ganando con la combinación de renta básica y una fiscalidad del IRPF sencilla y transparente que permite calcular los efectos individuales.
Si el fraude se redujera, el tipo medio bajaría significativamente o se podrían aplicar compensaciones ad-hoc para estas clases medias aparentemente perjudicadas que ahora están el top de la pirámide de ingresos. Hace Torrens especial hincapié en el, a su juicio, inmenso valor emancipador que tiene una renta básica: la posibilidad de que los jóvenes o las mujeres dependientes se vayan de casa cuando deseen, con una asignación de partida para emprender su proyecto vital, y sin tener que declararse pobres.
“Cualquier cabeza de familia –añade- sería feliz pagando un poco más a cambio de poder liberar a sus hijos adultos de la obligación de permanecer eternamente en el hogar materno; cualquier jubilado sería feliz de no ver a sus nietos sentados en su mesa cada día únicamente porque sus hijos no tienen recursos para ponerles la mesa en casa”.
El Impuesto Negativo sobre la Renta (INR)
José Antonio Herce, profesor de Economía en la Complutense madrileña, considera que para conseguir los efectos deseables de una RB o de una RMI sin caer en ninguno de sus efectos indeseables, es mucho más eficaz y eficiente un esquema de Impuesto Negativo sobre la Renta (INR). Los elementos de tal esquema ya existen en todos los ordenamientos de imposición personal del mundo y solo con un elemento adicional de transferencia para quien cumpla una sencilla condición dinámica de ingresos se lograría el resultado deseado. Además, el aparato administrativo necesario para su operación ya existe y no sería precisa ninguna adaptación costosa para adaptarlo a la funcionalidad requerida por un esquema de este tipo.
El INR es simplemente un esquema de impuesto sobre la renta (proporcional a tipo único, o progresivo, lo mismo da) en el que la existencia universal de un mínimo exento determina una transferencia al contribuyente exento del pago del impuesto por un importe equivalente a la diferencia entre dicho mínimo exento y sus ingresos efectivos. Así de simple. Quien esté 1 euro por debajo del mínimo exento recibe un euro (puede hacerse por tramos casi continuos) y quien esté 1 euro por encima del mínimo exento paga los impuestos que le corresponda a ese euro. Solo se pagan impuestos por el exceso de renta más allá del mínimo exento, de forma que, en su caso, no se pierde toda la transferencia si antes se estuviese debajo del mínimo. El esquema, incluso con un tipo único (que a muchos asusta, inexplicablemente) puede hacerse tan progresivo como se desee o la sociedad admita, solo con ajustar el mínimo exento.
La Renta Garantizada de Ciudadanía
Sobre este asunto habla en el debate Diosdado Toledano, representante en Catalunya de la Comisión Promotora de la ILP de Garantía Ciudadana. Razona por qué este derecho es fundamental para superar la pobreza en Catalunya y garantizar la dignidad de las personas se encuentra en una etapa decisiva para su aprobación como Ley. La propuesta de ley de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), tras superar una larga carrera de obstáculos a lo largo de dos años y medio, desde la aceptación de esta Iniciativa Legislatura Popular (ILP) por la Mesa del Parlament a principios de 2013, acaba de entrar en la fase de ponencia, debate de enmiendas y votación.
¿En que se fundamenta la reclamación de este derecho? En el redactado del artículo 24.3 del Estatut d’Autonomía de Catalunya aprobado en 2006, que dice textualmente: “Las personas o las familias que se encuentran en situación de pobreza tienen derecho a acceder a una renta garantizada de ciudadanía que les asegure los mínimos de una vida digna, de acuerdo con las condiciones que legalmente se establecen”.
Sobre la aceptación social de las propuestas
Desde un punto de vista del sistema general de protección, las prestaciones a los mayores y a los trabajadores (estos cada vez menos) continúan siendo la parte fuerte del sistema. Nos lo recuerda en su aportación Guillermo Fernández Maíllo, miembro del Comité Técnico de la Fundación FOESSA para explicar que seguimos teniendo un sistema excesivamente asimétrico. Un sistema que los jóvenes entienden claramente injusto hacia ellos. El volumen económico de nuestro sistema de prestaciones asistenciales, aún siendo cuantitativamente importante, es muy ineficaz en términos de reducción de la pobreza comparativamente con los países de nuestro entorno. Necesitamos con urgencia, reclama Maíllo, acometer el incremento de la renta por diversas vías porque estamos consolidando una fractura social que no nos imaginamos las consecuencias que tendrá en el largo plazo. En el corto no se puede permitir que las discusiones de este espacio de reflexión se anulen entre sí. Todas deben sumar, desde distintas experiencias y formas de ver la realidad. Los ciudadanos llevan mucho tiempo esperando.
En su segunda intervención, Daniel Raventós replica a quienes piensan que la RB no es la mejor alternativa para enfrentarnos de forma inmediata al contexto de emergencia social en la que nos encontramos y se pregunta: Si en situaciones de mayor bonanza económica y social no era una medida “inmediata” y tampoco lo es en una situación de emergencia social como la actual, ¿será la Renta Básica alguna vez una medida a tener en cuenta?
A quienes sostienen que la Renta Básica tiene menos aceptación social que, por ejemplo, la Renta Mínima de Inserción, Raventós les replica que “la aceptación social es algo que varía muchísimo. Hace solamente un año, ya no digamos tres, ¿había alguien que pensase que las nuevas alcaldesas de Barcelona y Madrid, mero ejemplo, tenían mucha aceptación social? Una de las buenas formas para que algo que no goza de mucha aceptación social consiga tenerla cabo de no mucho tiempo… es aportando razones.
La escritora María Pazos también interviene en el debate y afirma que necesitamos discutir a fondo los principios de la política social en democracia y cómo aplicarlos efectivamente. “A cada persona según sus necesidades y de cada persona según sus posibilidades”, un planteamiento algo distinto a darle a cada persona una cantidad y que se las arregle como pueda.
Pero estos debates no son los que estamos manteniendo –escribe Pazos-. “En cambio, continúa, nos enfrascamos en otros en los que, curiosamente, no salen a relucir esos principios en torno a los que se forjó un pacto social en la segunda mitad del siglo XX. Diferentes premisas que se confrontan sin explicitarse y convierten la conversación en un diálogo de sordas/os. Lo que es más triste, este escollo nos está haciendo perder un tiempo precioso para debatir las medidas urgentes de política social”. Y remata su intervención con este lamento: “Al final yo también he terminado hablando de la Renta Básica. ¡Qué pena!”.
Como colofón al debate en la web, Público TV emitió por streaming el jueves 25 de junio un coloquio moderado por Juan Tortosa en el que, además del ponente, Carlos Bravo, los participantes fueron Miguel Laparra, José Antonio Herce, María Eugenia Rodríguez Palop, Lluís Torrens, Guillermo Fernández Maíllo y Daniel Raventós, todos ellos autores de distintas aportaciones durant4e el tiempo que el debate se mantuvo abierto en nuestra página web.

ENTREVISTA A MANUELA CARMENA EN SU VISITA A BUENOS AIRES

Manuela Carmena: La política como una actitud normal

Ante el auditorio repleto de la Biblioteca Nacional, la alcaldesa de Madrid presentó su último libro Por qué las cosas pueden ser diferentes y nuevatribuna.es pudo conversar con ella.
La presidenta Cristina Fernández recibió en su despacho de Casa de Gobierno a la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena Castrillo | Foto: Casa Rosada
La presidenta Cristina Fernández recibió en su despacho de Casa de Gobierno a la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena Castrillo | Foto: Casa Rosada
Ante un auditorio fuertemente politizado, señaló que hay que liberar a la sociedad de religiones e ideologías, “las ideologías no tienen que tener una respuesta para todo”
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha hecho una rápida visita a Buenos Aires para presentar su libro Por qué las cosas pueden ser diferentes. Después de sus vacaciones, no exentas de polémicas, fue recibida en la Casa Rosada por la presidente argentina, Cristina Fernández, que estaba acompañada por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández y el secretario general de la presidencia, Eduardo De Pedro. Carmena también tuvo un encuentro con Mauricio Macri, alcalde saliente de Buenos Aires y uno de los principales candidatos a la presidencia en las elecciones de octubre.
Minutos antes de presentar el libro en la Biblioteca Nacional –que una vez dirigió Jorge Luis Borges- Manuel Carmena habló con Nuevatribuna. Sobre el libro, señaló:
Manuela Carmena | Intento explicar lo importante que es para mí la actitud de cambio relacionada con lo social. Creo que hay una gran admiración por los inventos tecnológicos y una desatención para los inventos sociales. Y creo que el invento social surge de la capacidad que tienen determinados seres humanos de modificar la sociedad y tomar decisiones para conseguir cambiarla. En esa medida hago una reflexión de los cambios que yo he vivido, los cambios en que he participado e intento ver cómo es necesario seguir cambiando: la educación, la justicia, la política, el planteamiento de la vejez, muy propio de los años que tengo, además de la cultura de las mujeres.

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Nuevatribuna | ¿Cómo están yendo estas primeras semanas en el Ayuntamiento?
Manuela Carmena | Yo creo que está yendo muy bien. Me parece que estamos cumpliendo lo que queríamos hacer. Teníamos unas primeras medidas para estos 100 primeros días y yo creo que están ya hechas o en marcha.
Nuevatribuna | ¿Estaba peor el ayuntamiento de lo que esperaba?
Manuela Carmena | Peor no, me sorprendió el que estuviera todo externalizado en empresas privadas. Yo sabía de los contratos de la limpieza, los contratos integrales, había oído hablar de ellos, pero lo que no pensaba es que la propia actividad administrativa estuviera también externalizada. Todo eso me ha llamado mucho la atención, que todo el ayuntamiento esté en manos privadas.
Nuevatribuna | España está en período preelectoral. ¿Cómo ve el panorama?
Manuela Carmena | De eso yo no te puedo decir nada, porque no soy politóloga. Yo he asumido dirigir el ayuntamiento de Madrid, liderando un equipo de transformación, un equipo ciudadano, pero ni soy una persona experta en política, ni puedo ayudar mucho a decirlo, no sé cómo lo veo.
Nuevatribuna | Usted llegó al ayuntamiento con el apoyo de Podemos y en algún momento deslizó alguna crítica al partido, sobre todo por el tema Venezuela. ¿Cómo está siendo el trabajo conjunto con ellos en el ayuntamiento?
Manuela Carmena | Yo no tengo relación con el partido de Podemos. Cuando se constituyó mi candidatura, Podemos decidió apoyarla y ahora mismo en el ayuntamiento, entre mis concejales, algunos son del partido. Pero no están allí como miembros de Podemos, están como personas y por tanto yo no tengo ninguna relación con el partido y tampoco te puedo decir nada respecto a eso.
Carmena señaló que el lunes, 31 de agosto, estaría reincorporada a su despacho en el ayuntamiento, “con todos los planes que teníamos en marcha y muy especialmente resolver el problema de la limpieza. Estamos muy descontentos con el resultado que están dando las empresas contratistas y con la jardinería en Madrid. Las propias empresas están descontentas, saben que Madrid no está todo lo limpio que debería estar. Entonces hay que abordar ese tema como muy urgente”.
Ante el auditorio repleto de la Biblioteca Nacional, Manuela Carmena reivindicó la política como una actividad normal. Ante un auditorio fuertemente politizado, señaló que hay que liberar a la sociedad de religiones e ideologías, “las ideologías no tienen que tener una respuesta para todo”. Reivindicó la transición española, al afirmar que no está de acuerdo a las críticas sobre lo hecho en ese período: “El error estuvo después, cuando empezó a perder vigor y olvidó a los movimientos sociales”. Y anunció que se abordará el tema de los símbolos franquistas en la capital, pero apelando a la negociación, “hay que hacerlo, pero hay que hacerlo bien”.

¿Quién iba a decir que un simple panel solar iba a destapar las vergüenzas del sector eléctrico?




                                                        *** 


( Nota del blog: 
Es cada día más urgente que tomemos conciencia del problema energético  y de las opciones que las renovables nos ofrecen para cambiar de sistema energético. Este artículo explica muy bien los enredos que entre el Gobierno y las empresas del sector, tratan de impedir el cambio imprescindible. Estemos atentas al proceso  para ayudar al cambio, facilitar y mejorar nuestro consumo hasta conseguir que el autoconsumo sea una opción respetada y facilitada por los  responsables estatales de los sectores político y económico, que hasta el momento y bajo las zarpas del pp, son un viacrucis sembrado de verdaderos obstáculos, zancadillas y entuertos, impensables en una verdadera democracia avanzada, libre y protectora del medio ambiente, de la salud, la libertad y la economía de los ciudadanos)

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A buen seguro que habrá oído hablar del autoconsumo de energía. Puede incluso que alguna viñeta satirizando el "impuesto al sol" haya captado su atención. Un mínimo sentido crítico exige preguntarse si realmente es posible que el Gobierno esté dificultando que los consumidores pasemos a autoabastecernos de la energía del Sol y, de ser así, qué le impulsa a hacerlo.
Es indiscutible que presenciamos una revolución en uno de los sectores tradicionalmente más inmovilistas, el energético, derivada del fuerte abaratamiento de las energías renovables. En un número aceleradamente creciente de lugares —entre ellos, la práctica totalidad del territorio nacional— hoy en día es mucho más barato producir electricidad en el tejado de casa que comprarla a la compañía eléctrica.
La tecnología responsable, la solar fotovoltaica, ha sorprendido a propios y extraños abaratando sus costes en más de un 80% en menos de cinco años. Ha pasado de ser un artículo "de lujo", que requería de fuertes apoyos para su despliegue, a un electrodoméstico que, en lugar de aumentar el importe del recibo, lo abarata. Es limpia, es modular (desde un pequeño panel para compensar el consumo del frigorífico hasta inmensas instalaciones de centenares de hectáreas de extensión que ya compiten con las grandes centrales eléctricas) y ahora, además, es barata. En muchos casos, la más barata.
Pero tiene dos inconvenientes: es variable (no siempre hace sol cuando queremos consumir electricidad) y, sobre todo, trata de implantarse en un sector con ingentes intereses preexistentes.

Respecto al problema de la variabilidad existen dos posibles soluciones: permanecer conectado a la red eléctrica para que ésta supla los déficits; o almacenar los excedentes para consumirlos después. Es en la primera alternativa en la que nos topamos con la normativa del sector eléctrico y, en consecuencia, con la capacidad de intervención del Gobierno.

El actual Gobierno, además de plagar de trámites administrativos innecesarios las instalaciones de autoconsumo, tacha de insolidarios a quienes pretenden autoabastecerse parcialmente, porque dejan de "contribuir al sistema" en la misma proporción en que lo hacían con anterioridad y, en consecuencia, trasladan "su carga" al resto de consumidores. De ahí que haya propuesto que a aquéllos se les imputen una serie de cargos por la energía autoproducida, salga o no ésta a la red eléctrica. Es lo que coloquialmente conocemos como "impuesto al sol".

El argumento esconde dos realidades muy preocupantes: que el Gobierno necesita de la contribución de todos nosotros a las cuentas del sector eléctrico y que hay algunas formas de ahorro que están discriminadas frente a otras.
Así es, si el impuesto al sol no persigue sino mantener invariable la estructura de ingresos del sistema eléctrico cabría penalizar igualmente cualquier otra medida que conllevara un ahorro de energía. ¿Se imagina un impuesto a la leña o al doble acristalamiento por razón de solidaridad?

En el fondo, el debate subyacente es el de qué costes del sector eléctrico son fijos y cuáles dependen de la cantidad de energía suministrada. Es comprensible que las compañías eléctricas traten de convencernos de que la mayoría de sus costes pertenecen a la primera categoría. No lo es tanto, a mi juicio, que el Gobierno, e incluso la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC), compartan su criterio.
Un ejemplo: la ubicación privilegiada de una serie de centrales eléctricas (principalmente de gas), les permite obtener una retribución de casi tres veces el precio normal del mercado, lo que supone más de 700 millones anuales de sobrecoste para los consumidores que, para mi asombro, tanto Gobierno como CNMC pretenden imputar también a los autoconsumidores por la energía que no sale de sus casas. 

Es más, suponiendo que fuéramos capaces de determinar qué costes son fijos —lo que, como vemos, no resulta nada pacífico— cabría preguntarse cómo hay que repartirlos entre los consumidores. Y he aquí que nos encontramos con una tarifa eléctrica plagada de arbitrariedades y de subsidios cruzados.
Los consumidores pagamos un término "fijo", asociado a la potencia que contratamos (la demanda máxima que podemos exigir a la red en un momento determinado) y un término "variable", que depende del consumo medido por el contador. Lo lógico sería que los costes fijos se pagaran a través del término fijo. De ser así, no habría problema en que alguien ahorrara energía o se autoabasteciera: en la medida en que no fuera capaz de bajar su potencia contratada, su contribución a éstos no se vería reducida.

Nada más lejos de la realidad: no hay ninguna metodología objetiva para calcular qué parte del recibo es fija y cuál depende del consumo. De ahí las críticas —y la confusión— a la decisión del actual Gobierno de duplicar el precio del primer término en menos de un año a costa de rebajar ligeramente el del segundo. Es más, tampoco hay criterio para imputar objetivamente los costes entre los diferentes tipos de consumidores. Mucha gente desconoce que los consumidores industriales en España prácticamente no pagan primas a las energías renovables, lo que resulta aún más llamativo cuando se escucha a éstos achacar a aquéllas sus altos precios eléctricos.
Mientras la tarta se ha repartido entre los mismos, estas disfunciones no han resultado ser demasiado problemáticas. Pero ahora que millones de personas pueden intervenir en el reparto, la cosa se complica. ¿Quién nos iba a decir que un simple panel solar iba a destapar las vergüenzas del sector eléctrico?
En efecto, lo más contradictorio es que los autoconsumos que desde hace años vienen practicando tanto el sector industrial (cogeneración) como las propias centrales eléctricas (consumos propios, que solo pagan peajes desde 2012) no hayan sufrido ningún tipo de impuesto al sol. Y la cantidad de energía involucrada no es despreciable: nada menos que el equivalente al consumo de 4,5 millones de familias. 

Para salir de este enjambre nos queda, pues, confiar en un cambio radical de la regulación eléctrica —permítame que no apueste por ello en el corto plazo— o acudir a la segunda solución para afrontar la variabilidad renovable: encomendarnos a las baterías. Y en esto tenemos muy buenas noticias: están también reduciendo agresivamente sus costes, lo que las convierte en la pareja ideal de las renovables.
En un ataque de paroxismo, el Gobierno propuso un cargo complementario por el uso de las baterías. En esta ocasión era tan evidente que la motivación no era técnica —la incorporación de baterías reduce el coste del sistema eléctrico— sino recaudatoria que, esta vez sí, la CNMC lo rechazó duramente haciendo notar que en esta línea incluso "cabría impedir al resto de consumidores (los no acogidos a ninguna modalidad de autoconsumo) que redujeran su potencia contratada". La respuesta del Gobierno ha sido escalofriante: extender el cargo complementario a cualquier sistema que permita reducir la potencia contratada y, en consecuencia, el término fijo de la factura de la luz. 

Es claro, pues, que el Gobierno se afana en parchear la muy deficiente estructura de la tarifa eléctrica para evitar que el autoconsumo se desarrolle.
Lo verdaderamente notable es que gracias a la enorme reducción de precios que la tecnología aún nos va a deparar en los próximos cinco años, incluso con el impuesto al sol propuesto y sin que se valoren las enormes ventajas económicas, sociales y medioambientales del autoconsumo, éste va a acabar imponiéndose. Entonces veremos quiebras de empresas eléctricas en todo el mundo. Aquéllas que no se hayan adaptado a tiempo a un cambio de modelo de negocio.
Nos encontramos pues, ante una encrucijada histórica en el sector de la energía frente a la que caben dos alternativas: poner trabas al desarrollo del autoconsumo, lo que a mi juicio solo va a servir para retrasar su implantación y que nos acabe saliendo más caro; o integrarlo de forma ordenada en el sistema eléctrico actual sabiendo que los cambios que introduce son de enorme envergadura. 

Con la actual propuesta del Gobierno estamos abocados a la primera vía, lo que nos deparará casos cada vez más numerosos de consumidores aislados de la red, incluso en el interior de las ciudades. Variar el rumbo hacia la segunda vía requiere objetividad, transparencia y visión de futuro. La pretendida solidaridad —con las eléctricas, se entiende— no sirve.

Youssou N'Dour et le Super Etoile - Animé (avec Massimo Di Cataldo)

Humanos


 

Actualizada 29/08/2015 (Infolibre)
  



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Escribo este artículo en un ordenador que tiene la pantalla rota. Las grietas se extienden por las palabras del mismo modo que una tela de araña sobre las caras en un espejo partido. Acepto la metáfora. Hay imágenes que lo ensucian todo, que lo parten todo, que deforman cualquier realidad. Por ejemplo la imagen del contenedor de un camión, en una carretera de Austria, con los cadáveres de 71 refugiados. Por ejemplo, un mar con cientos de ahogados.
   
Las catástrofes naturales suponen siempre una invitación al progreso. Necesitamos esperar del futuro los recursos y la voluntad para encauzar la dinámica de la vida, organizar la sociedad y hacer menos peligrosos los huracanes y los terremotos. Se trata de seguir avanzando, de ampliar lo que ya se tiene.
Las catástrofes de origen social, por el contrario, rompen el espejo y provocan una negación del progreso. Ya no se trata de afinar nuestros instrumentos, sino de quedarse en el aire, situados frente a frente con el vacío. Un campo de concentración, un genocidio, un camión con 71 cadáveres, un mar de muertos provocan el temblor de un edificio que está a punto de caerse. Provocan también la conciencia sentimental de que el edificio debería caerse, porque no es otra cosa que la máscara de una escombrera.

En estos días maldigo una de mis palabras fundamentales: ciudadano.

Siento rabia hacia ella, porque hay decepciones que no se pueden perdonar. La sociedad inventa máquinas, pone en marcha, coches, centrales eléctricas, aparatos de rayos X, relojes, cohetes… La sociedad tiene también invenciones morales. Cuando los seres humanos eran siervos, inventaron la palabra ciudadano para definir su libertad y su igualdad ante la ley. El concepto de ser humano se apartaba del servilismo y legalizaba los derechos de un respeto merecido. Por eso la invención moral de la ciudadanía tiene sentido si aporta una mejoría y si implica una defensa de la dignidad del ser humano. Involucra al Estado democrático en esa defensa.

Pero las fronteras, las aduanas, las policías del mundo, las nuevas formas de colonialismo y la xenofobia tardaron poco en comprender que la ciudadanía era un concepto de doble filo. Aquel que no tiene la suerte de alcanzar la condición de ciudadano corre el peligro ser tratado como un animal, desfigurando su valor humano. Es decir, la ciudadanía deja de ser un avance legal en la consideración primordial del ser humano, se convierte en un arma discriminatoria y en una justificación de maltrato para las personas no amparadas por las leyes. 

Un ser humano nunca es ilegal. La perversión del concepto de ciudadano desemboca en leyes de extranjería que tratan a muchos hombres y mujeres como si fuesen seres humanos ilegales. Un pensamiento jurídico progresista es aquel que reduce al máximo las grietas que se pueden producir entre los derechos del ser humano y los derechos del ciudadano. En la Europa reaccionaria que hemos creado, mercantilista, neocolonial, despiadada, gobernada por fieras que tienen el poder sin presentarse a las elecciones y por hienas que sí se presentan y hacen el paripé de tener poder, la distancia abierta entre el ser humano y el concepto de ciudadanía alcanza dimensiones catastróficas.
La señora Angela Merkel hizo llorar hace poco a una niña palestina. Con toda la sinceridad de su mundo le explicó ante las cámaras de televisión que no iba a tener las mismas posibilidades ni los mismos derechos que una niña alemana. La falta de piedad forma parte del avance tecnológico sin corazón humano. Hace un año vimos a policías españoles disparar contra unos náufragos ilegales para que no pisasen la playa de Ceuta. Son imágenes que rompen el espejo, que extienden una tela de araña sobre las palabras y la pantalla del ordenador, que dejan sin sentido los cálculos y las cuentas, las tradiciones y las leyes, las constituciones y las sociedades. Escribió Adorno que después de Auschwitz no era posible escribir poesía. En realidad sólo es posible escribir poesía. Escribir y escribir después de que la ciencia desemboque en una cámara de gas. Escribir poesía después de ver un contenedor con los cadáveres de 71 refugiados. Escribir para lanzar un grito y una maldición sobre las fronteras y los pasaportes, para no sentirse parte de ninguna ciudadanía, para ponerse de forma incondicional del lado de los seres humanos. Escribir poesía como una consecuencia última de la asfixia. 

Acepto las dificultades legales, políticas y económicas de la completa libertad humana de movimientos. Acepto menos la falta de solidaridad de los Estados europeos y el filo cortante de sus leyes de extranjería. Y, en cualquier caso, estoy convencido de que un mundo sin libertad de movimientos no es más que la máscara legal de una escombrera dominada por el crimen, la desigualdad y la avaricia.  


                                    
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sábado, 29 de agosto de 2015

Coplillas para un Agosto cañero



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Madre, yo no sé qué tiene
la salsa del capital,
que engancha más que una droga,
y pringa del mismo modo
a todito el personal:
de los suburbios al trono, 
del palacio a la chabola,
del pimpante diputado
al ministro más molón,
del párroco más marchoso
al obispo santurrón,
de la jefa resultona
a la chacha de Alcorcón,
del ducado rimbombante
al piraña chulapón...
Tiene bemoles la cosa...

Treinta y nueve diputados
españoles de bandera,
en el europarlamento
y entre coles de Bruselas
que van hirviendo al vapor
enchufes de siete suelas,
persisten amachambrados
con el plan de sus prebendas
colocando en la sicav 
los sueldos que les pagamos,
y especulando a lo bestia,
mientras que los paganinis
que no gozan de tal chollo
van perdiendo la pensión
que a lo largo de sus vidas
pagaron a toca teja,
con impuestos y chantajes,
al latrocinio  de Hacienda
con  IVAs a tutiplén
que sin respiro los dejan
y contemplan impotentes
como deja tiritando
la caja de las pensiones
el más vago, incompetente,
inútil y   desnortado
de todos los presidentes
que ha dado la transición
en su vivero traidor
de cínicos recurrentes
vividores de despacho
y de subsecretaría,
que van rotando en los cargos
y así se ganan la vida,
a costa de hacer estragos
sin que nada se lo impida.

Resultado de imagen de fotos de rajoy

Y se ofenden cuando escuchan
ese vocablo acertado
que determina el oficio
de político buscón: casta,
sin más, les llamamos,
y somos consideradas
en no emplear para el caso
palabras más contundentes
con que  recalificar
esa rentable función
del político insistente
de vocación contumaz
y obsesiva fijación
entre poltrona y escaño,
que nunca tiene bastante
con una legislatura, ni con dos,
ni con doscientas...
y que al paso de los años
ya casi nunca recuerda
qué oficio, estudio o carrera
por el camino dejó
para servir a la causa
de un partido tan rentable
y de un Estado en la parra
que ha convertido su vida
en la cara más pintada,
vendida y publicitada,
de la España corrompida

Y cuando no hay más remedio
que abandonar el maná
porque un juzgado de guardia
o una denuncia mendaz
o un juez que a nada le teme
van y proclaman de golpe
los enjuagues del chanchullo,
cualquier puerta giratoria
y el kit de favores turbios
les acoge sin dudar,
con el besamanos mutuo
-hoy por ti, por mí mañana,
o tal vez ayer por mí
y hoy por ti, por si las moscas,
el mismo trance que a ti,
a mí mañana me toca- 
que los mafias del poder
con los pobres son crueles
pero con los implicados
en asuntos de ganar
lo que fuere menester,
hasta pasarse de rosca,
siempre son  considerados
por lo que  lo que pueda pasar.

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Madre, yo no sé qué tiene
el glamour del capital,
pero al que le da permiso
para invadirle la mente,
el alma y la voluntad,
 y le deja que le usurpe
su lugar a la conciencia,
ya no vuelve a ser normal
se revuelca y se divierte
en el show de la indecencia,
pierde el tino y la memoria,
pierde sesera y vergüenza,
y pierde la dignidad,
ni el ridículo más grande
ni la estupidez más densa
ni el delito más innoble,
le hacen mella en el obrar,
porque pensar, ya no piensa,
solo aplasta, escupe y miente
y si el papel se lo exige
hasta a su padre revende.

Madre, yo no sé qué tiene
el fango del capital
que por donde pasa hiede,
destroza, arruina y ofende,
y deja como unos zorros
lo que salpica al pasar.

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Madre, yo no sé qué tiene
el maldito capital,
pero el dinero no es
la causa de todo el mal,
dále dinero a una flor
o a una paloma torcaz,
dále dinero a la luz
del día que va a llegar,
dále dinero a la Luna
que brilla en la oscuridad,
o dále dinero a un sabio
y te enseñará al instante
en qué se puede emplear
para mejorar las cosas
y no para especular
en las bolsas y mercados
de avaricia sin igual...

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No es el dinero el culpable
de ese desastre fatal,
sino el hombre y la mujer
llenos de datos y trastos,
de deseos mal llevados,
de ambiciones sin sentido,
de aspiraciones obscenas,
de  creencias y de dogmas,
de fijaciones obtusas ,
de facturas por pagar
y créditos por pedir,
y con una educación
que reluce por su ausencia,
cuando deciden quedarse
al nivel del animal
pero sin el don precioso
de la bendita inocencia
que corrompen al usar
talento e inteligencia
tan solo para medrar ,
para mandar y oprimir,
para pudrirse por dentro
y dejar este Planeta
como un maldito desierto,
como un basurero infame
que no sabe perdonar
ni entender ni asimilar
el porqué del sufrimiento,
sin ver la causa real
de los duelos y quebrantos
y convirtiendo la lucha, la guerra
y los malos tragos, en un alijo fatal,
que deberán "resolver"
políticos desalmados,
mediante una hegemonía
donde mandan los más listos,
no los más inteligentes.
Por eso nos va tan mal.

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Madre, yo quiero saber,
adónde está el capital
que nos despierta y nos cura,
que nos puede abastecer
de inteligencia y frescura,
de talento y de bondad,
de salud y de belleza,
de ciencia y felicidad,
de alegría y de ternura,
de hermosa creatividad...

No me voy a resignar
a que un capital tan cutre,
tan necio y tan demencial,
dicte leyes, manipule,
engañe y deje la vida
lo mismo que una  bayeta
cuando está tan vieja y sucia
que mancha en vez de limpiar.

Y por eso no me  corto
y no me pienso callar,
y por eso votaré
a la opción menos perversa
aunque tengo mal creer,
y tiendo a desconfiar
de los siervos del parné
que acaban siempre a los piés
de cualquier banco o sicav ,
y cocidos al vapor
con las coles de Bruselas,
instrumentos derivados
de ese viejo capital
que aunque medio moribundo
se empeña en manipular
los afanes de este mundo
pero no por su poder,
que poco puede el metal
y la moneda de cambio,
sin mentes, manos y bocas,
que, con sus miras más bajas
y sus instintos más bestias,
los ponen a funcionar.

Madre, qué tendrá el amor,
y su impulso fraternal,
que a pesar de los pesares,
nos regala el buen humor,
la belleza de la tarde
y hasta el soplo del calor,
que nos viene a despertar....



Resultado de imagen de fotos de políticos españoles


Y aunque pululen fantasmas
de corte dictatorial
la paciencia solidaria
tiene la fuerza y el don
de resistir las desgracias,
como un ministro faltón
que aprovechando el momento
que le brinda la ocasión,
se mofa en el Parlamento
de la ruina y del dolor
que su sistema feudal
está causando a su pueblo,
aunque a decir la verdad,
un preboste semejante
a este curioso ejemplar,
no tiene más interés, más pueblo,
ni más talante,
que el frenesí del pastón,
y todo lo que no atañe
a tan fatal atracción,
a todos los gerifaltes
de calaña similar
les resbala mogollón. Ains!

Resultado de imagen de fotos del pp con dictadores












No todo el monte es orégano...


La Justicia obliga al Parlamento Europeo a facilitar la lista oficial de diputados de la sicav de Luxemburgo

(Infolibre)
El Tribunal Europeo de Justicia tumba los argumentos de la Cámara: la pertenencia al fondo voluntario de pensiones que recibió casi 100 millones de euros en diez años no es un dato que afecte a la esfera privada de los diputados sino a la pública.


Más documentación sobre el tema:

 

39 eurodiputados españoles participan en la Sicav por la que ha dimitido Willy Meyer

  • Los parlamentarios han formado parte de legislaturas comprendidas entre 1994 y 2009

  • Entre esas fechas funcionó este fondo de inversión coofinanciado en dos tercios por la UE

  • El vehículo de inversión está creado en Luxemburgo como Asociación sin Ánimo de Lucro

  • Un total de 480 europarlamentarios participan en este fondo

39 eurodiputados españoles participan en la Sicav por la que ha dimitido Willy Meyer ATLAS

Un total de 39 eurodiputados españoles que han formado parte de las anteriores legislaturas del Parlamento Europeo (desde 1994 hasta 2009) participan en el Fondo de Pensiones de los Miembros del Parlamento Europeo -también conocido como "Programa Adicional de Pensión Voluntaria"- creado en 1994 por un amplio grupo de parlamentarios y cofinanciado en dos terceras partes con fondos públicos comunitarios.
La cifra corresponde a una lista no exhaustiva que fue publicada por el think tank británico Open Europe en base a unas investigaciones del periodista alemán Hans-Martin Tillack en 2009 y que señalaban que en total unos 480 europarlamentarios serían partícipes de este fondo. El vehículo de inversión está constituido en Luxemburgo bajo la modalidad de Asociación sin Ánimo de Lucro (ASBL por sus siglas en francés) y gestionado por una Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV).
Entre los partícipes españoles de este fondo están, además del eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer, la socialista Elena Valenciano y el popular Miguel Arias Cañete, entre otros. También aparecen Rosa Díez, Jaime Mayor Oreja y Cristóbal Montoro. Todos ellos tienen en común que fueron eurodiputados en algún momento anterior a 2009, fecha en la que se congelaron las aportaciones a este fondo.
Este instrumento de inversión colectiva fue creado en 1994 y permitía a los eurodiputados adherirse de forma voluntaria para asegurarse una pensión a partir de los 60 años. Las aportaciones se hacían mensualmente, a razón de 1.194 euros al mes mientras que el Parlamento Europeo aportaba el doble de esa cantidad -2.388 euros- en una modalidad de cofinanciación. Fuentes de la Eurocámara explican que este sistema "no es diferente a lo que se hace en otros organismos públicos y privados, donde la empresa costea una parte de los ahorros para la jubilación del trabajador".
Estas mismas fuentes restan importancia al hecho de que el fondo de pensiones esté gestionado a través de una Sicav en Luxemburgo. Los eurodiputados consultados también rechazan la polémica al considerar que es un instrumento totalmente legal y que Luxemburgo es el centro financiero de las instituciones comunitarias. En 2012 los gestores del fondo obtuvieron una rentabilidad del 9,4%.
La elección de este sistema se debió a que, hasta 2009, el Parlamento Europeo no contaba con una remuneración armonizada para los eurodiputados y tanto el salario como las pensiones de jubilación dependían de cada Estado miembro. Ello creaba importantes desigualdades entre los diputados en función de su nacionalidad: mientras algunos, como los alemanes o británicos, contaban con sueldos elevados y gozaban de prestaciones de jubilación al término de su carrera laboral, otros tenían unas nóminas más modestas y no disponían de pensión de retiro.
La situación cambió en julio de 2009, cuando entró en vigor el Estatuto de los Eurodiputados, que establece una remuneración idéntica para todos los miembros de la Eurocámara, con independencia de su nacionalidad. Entonces también entró en vigor el nuevo sistema de pensiones, consistente en una retribución del 3,5% del sueldo de cada ejercicio completo de un mandato pero nunca superior al 70% del total.
Las fuentes consultadas en el Parlamento señalan que la retribución actual, también con cargo al presupuesto comunitario, "es más elevada que el dinero que se desembolsaba en este fondo de pensiones voluntario", debido en parte a que el número de parlamentarios ha ido aumentando desde 1994. Actualmente el Parlamento Europeo gasta 208 millones de euros al año en sueldos y dietas de los eurodiputados.

Un déficit de 207 millones de euros

Desde 2009, con la entrada en vigor de este nuevo sistema de retribuciones, el Parlamento Europeo obligó a congelar las aportaciones y retiradas de efectivo del fondo hasta que los eurodiputados partícipes cumplieran 63 años, tres más de la edad mínima permitida hasta entonces. La decisión provocó el rechazo de algunos parlamentarios, que interpusieron una demanda ante el Tribunal de Justicia de la UE y que años después falló a favor de la Eurocámara.
La posibilidad de retirar las aportaciones antes de que se cumpliera la edad de jubilación llevó al fondo a una situación de déficit que se ha ido agravando con los años. Según el informe anual del presupuesto europeo de 2012, el déficit acumulado al cierre de aquel ejercicio era de 207,7 millones de euros, que se calcula en base a la diferencia entre los activos disponibles y las deudas pendientes para hacer frente a la pensión de jubilación de los diputados que aún no han cumplido la edad de retiro.
La Dirección General de Finanzas de la Eurocámara recuerda que estos compromisos de pago "están repartidos durante varias décadas" ya que no todos van a jubilarse al mismo tiempo. Pero también admite su "preocupación" sobre "el posible agotamiento del fondo". En este sentido, recuerda que el Parlamento Europeo -es decir, los contribuyentes europeos- es el responsable último de "garantizar el pago de los derechos de pensión para todos los antiguos y actuales eurodiputados que han participado en este fondo".

jueves, 27 de agosto de 2015

Crímenes machistas y fantasmas patriarcales


Como golpe a la conciencia colectiva llega siempre la temida noticia de otra mujer asesinada por su pareja, víctima del horror de un nuevo crimen machista, vida segada por la violencia de género. Al dolor de los familiares y a la consternación de los vecinos se suma el sentir de una ciudadanía apesadumbrada, que tanto expresa su indignación como manifiesta su solidaridad, sentimientos que en definitiva revierten sobre una comunidad que no sale de su extrañeza cuando ve lo que se produce en su seno. Tal amalgama de sentimientos aún se intensifica más cuando la criminal violencia contra las mujeres alcanza a hijas e hijos convertidos en objetos de injusta y brutal venganza a manos de un varón enceguecido por la violencia que desata sobre quien es o fue su pareja. Algo muy profundo se quiebra en los cimientos de una comunidad que no puede sino expresar, junto al dolor, la insoportable sorpresa -por más que reiterada- de que tales hechos sigan ocurriendo entre sus integrantes. Sin embargo, suceden.
Desgraciadamente, crímenes machistas, muertes por violencia de género, se siguen produciendo después de décadas de empeño social y político por la igualdad de género, de leyes a favor de la misma y expresamente contra la violencia de género, de nuevos enfoques penales y de procedimientos judiciales respecto a crímenes machistas, así como de innovadoras prácticas policiales para protección de mujeres maltratadas o amenazadas por los hombres que son o fueron sus parejas. Todo ello son logros conseguidos por un movimiento feminista presente en las dinámicas sociales y capaz de haber hecho valer sus reivindicaciones en el campo político. Fue paso decisivo que la violencia de género se sacara de las sombras de la vida privada para ponerla bajo los focos de la esfera pública, como cuestión que ahí debe estar, por más que surja desde los ámbitos de convivencia de las vidas personales, toda vez que atañe a la dignidad de las mujeres y a sus derechos, empezando por el derecho a la vida. Pero, aun con todo ello, un clamor emerge desde la sociedad ante la dura realidad de los asesinatos de mujeres que se siguen produciendo, incesante goteo de una barbarie que debe ser erradicada de una realidad social que ha de estar a la altura de la dignidad humana y del nivel civilizatorio que marca la exigible igualdad entre mujeres y hombres.
Es atendiendo a dicho clamor social como se plantea la necesidad en nuestro país de un Pacto de Estado contra la violencia de género, como marco para adoptar nuevas decisiones políticas y medidas más eficaces para acabar con ella. Es cierto que los objetivos de igualdad de género ahí están como metas sociales y logros políticos que han de reforzarse entre todas y todos, por un lado, y que la violencia de género es conducta de individuos concretos, que debe ser sancionada penalmente, por otro. Pero el mismo tratamiento que se le da en el espacio público ya da a entender que, siendo cuestiones diferentes, guardan una relación que no ha de pasarse por alto.
¿Hasta qué punto contribuye a que se sigan dando tan execrables crímenes de violencia de género el que perduren pautas machistas en la cultura en que nos movemos? Esta es pregunta que no puede soslayarse. Por fortuna, obviamente, la "normalidad" de las relaciones entre hombres y mujeres comporta que sea en los señalados casos que conocemos cuando esas relaciones tienen el punto final de una muerte violenta. Pero tras la "normalidad" asoma la pregunta inquietante por las condiciones en que una criminal conducta violenta encuentra caldo de cultivo en una sociedad donde aún se dan notables cotas de machismo. Hay toda una lamentable gama de comportamientos en los que se vuelca ese machismo que en la violencia de género encuentro su extrema manifestación. Actos de acoso, palabras humillantes, faltas de respeto y, en general, conductas contrarias a la igualdad de género se presentan en un amplio espectro que indica que la equiparación, no sólo en derechos, sino en el trato entre hombres y mujeres, está lejos de ser realidad. Y es eso mismo, tan real, lo que resulta especialmente desalentador, máxime cuando se constata que incluso hay regresiones respecto a avances, sea en las instituciones, sea en las mentalidades. Se comprueba, por ejemplo, cómo, tras mucho tiempo y esfuerzo dedicados a educación para la igualdad, hay retrocesos al respecto entre nuevas generaciones de adolescentes.

 Los comportamientos machistas que siguen dándose en nuestra sociedad hunden sus raíces en el registro profundo de una cultura patriarcal que viene de mucho tiempo atrás. Los cambios producidos, desde el reconocimiento de derechos hasta la educación, desde la vida cotidiana a las instituciones, han sido notabilísimos, lo cual prueba que el patriarcalismo otrora dominante está en proceso de desmoronamiento. Sin embargo, sus focos de resistencia son a su vez muy fuertes, y no sólo por su anclaje en factores objetivos, sino por su enraizamiento en factores subjetivos, en especial las actitudes que configuran el síndrome de rasgos psíquicos mayoritariamente presentes en una colectividad, eso que Erich Fromm llamó carácter social. Este y, por consiguiente, los caracteres individuales que mediados por él se configuran, cambia más lentamente que las mismas instituciones o el orden legal que las acompaña. Es decir, perdura un carácter social machista que, aunque amortiguado en sus expresiones, sigue siendo matriz de comportamientos contrarios a la igualdad de género.
Es constatable el peligroso desfase que se produce entre el ámbito sociopolítico, con sus avances, y lo que realmente sigue siendo núcleo duro de la cultura, aunque quede oculto por mecanismos represivos. Tal distancia provoca incluso que se acentúe la inseguridad en muchos varones, los cuales, ante la zozobra por el declive de las mismas figuras patriarcales a las que quisieran agarrarse, se decantan hacia conductas autoritarias de dominio respecto a la mujer. La caída del patriarca encuentra patológica compensación en una aún más desmedida autoafirmación del "macho".  Entre la realidad de los valores proclamados y lo real de viejas actitudes consolidadas se abre el hueco de lo que el psicoanalista Lacan consideraba el amplio campo de lo simbólico, terreno en el que la realidad social se ordena significativamente.
Nuestra cultura va saliendo, gracias a la lucha emancipadora de las mujeres, del orden patriarcal, pero aún no ha construido un orden simbólico igualitario en el que el carácter de los individuos encuentre tupido telón de fondo para construcciones de identidad no machistas. Conseguirlo es tarea de largo recorrido, en la que hay que luchar contra los mismos fantasmas de un patriarcalismo que se desmorona, pero que no por ello deja de alentar los estragos de un machismo tremendo y a veces terrible. Alcanzar las metas de ese recorrido supondrá dejar atrás ese "contrato de servidumbre" que, como denuncia desde hace años Celia Amorós, lastra la convivencia social haciéndola radicalmente injusta por el sometimiento de las mujeres a los varones, para pasar a una efectiva relación entre iguales: hombres y mujeres emancipadas, capaces del pacto social y político para relaciones de igualdad entre géneros, amparadas por las leyes necesarias y sostenidas por la cultura antipatriarcalista que hay que conformar como tarea feminista que es asunto de todas y todos.