martes, 28 de febrero de 2017

La Colmena informa





Las madres siempre nos inspiran, nos ayudan y nos aconsejan, son nuestro mayor ejemplo. La nueva comunidad de Maters aúna todos los consejos y nos cuentan cómo enfrentarse a la realidad de ser madres hoy en día. Además, os traemos un artículo para adoptar seis medidas muy sencillas que reducirán los residuos a cero.










SER MADRES: UNA VERSIÓN MEJORADA DE NOSOTRAS MISMAS






La maternidad nos hace más inteligentes, creativas, valientes y eficientes. Además encajamos mejor el estrés, estamos más alegres, somos más agudas, más empáticas, tenemos mejor memoria, somos más sociables y estamos más motivadas.





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¿CONOCES ESTOS 6 CONSEJOS? HAZ QUE TU COMPRA SEA RESIDUO 0






Es inevitable generar basura a lo largo del día, pero ¿eres consciente del volumen que llegamos a producir? Al año llegan al mar 10 millones de toneladas de residuos, sobretodo de plástico. Basta con decirte que existen islas de basura que flotan por el océano.





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LO QUE NOS INSPIRA







CORTO OBJETOS PERDIDOS
Este mes va otra vez de cortos. En esta ocasión la animación nos ha inspirado y nos ha hecho darnos cuenta de los efectos del Alzheimer para las personas que lo sufren. Una manera de expresar con una música muy emocional como los recuerdos de una vida se convierten en objetos perdidos.






VER CORTO



«  El conocimiento se adquiere a través de la experiencia. Todo lo demás es sólo información »
Albert Einstein



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Where is love - Oliver! - Acapella Arrangement

lunes, 27 de febrero de 2017

Crisis. Episodio 4. La batalla judicial

Isaac Rosa




Catalá: Tribunal resolverá con arreglo a la ley sobre prisiones en el caso Nóos
EFE
Ya que este 2017 llega a nuestras pantallas el Episodio 4 de la saga "Crisis", subtitulado "La batalla judicial", es buen momento para recordar los anteriores episodios de la exitosa saga.
Crisis. Episodio 1. El ataque de los mercados: terremoto global financiero, grandes bancos en caída libre, el euro amenazado, países rescatados, mercados al ataque, la burbuja española revienta. La primera entrega de la serie estaba protagonizada por los economistas. Suyas eran las páginas de opinión, donde día sí y día también nos explicaban las causas de la crisis, sus efectos, sus soluciones. Suyas eran las tertulias televisivas, donde usaban la pizarra para ilustrarnos de forma sencilla qué eran una subprime o un test de estrés, cómo funcionaba una subasta de deuda... Seguíamos la prima de riesgo al minuto, y los informativos conectaban en directo con la Bolsa madrileña, donde el reportero a pie de parqué contaba la última hora del Ibex. Aunque reinaban los expertos neoliberales, algunos economistas heterodoxos conseguían abrirse paso.


Crisis. Episodio 2. Arde la calle: la crisis financiera aterriza cual misil sobre la "economía real", y se vuelve crisis social. El reportero dejaba la Bolsa para conectar en directo desde la cola del paro, donde nos daba el dato mensual de desempleo. Desigualdad, recortes, desahucios, pobreza (a los que sumar interminables casos de corrupción) calentaban la calle: huelgas generales, 15M, mareas de colores, stop desahucios, escraches, marchas de la dignidad desde las que conectaba en directo el telediario los días que no había dato de paro. Los economistas reculaban un poco en tertulias y artículos, dejando hueco para sociólogos que avisaban de desplazamientos subterráneos en la opinión pública, intentaban entender el 15M y alertaban de un estallido social si no cambiaba el rumbo.
Crisis. Episodio 3. La política contraataca: la crisis se vuelve política. Las conexiones televisivas en directo ahora se hacían en mítines (seis campañas electorales en dos años) y desde el Congreso. En las tertulias y secciones de opinión se hacían fuertes los politólogos, empeñados en explicar el fenómeno Podemos, el hundimiento del bipartidismo, las posibilidades de Ciudadanos, la pelea del PSOE, los fallos de las encuestas. Aprendimos a leer sondeos (cada dos días uno nuevo) e hicimos incontables porras de escaños. Votamos una y otra vez, vivimos noches electorales intensas, nos aprendimos los nombres de decenas de diputados y jugamos al "pactómetro".
En 2017 llega a nuestras pantallas Crisis. Episodio 4. La batalla judicial. Nos espera un año lleno de citas en los juzgados: Nóos, Black, Gürtel, Bárcenas, Palau, Pretoria, el 9N catalán, EREs andaluces, aparte de tuiteros y raperos. Todo lo investigado en años anteriores llega ahora al momento culminante, juicio y sentencia. De modo que los expertos en Derecho ya meten codos para ocupar la silla de experto en tertulias y artículos. Los espectadores hablamos con familiaridad de vistillas, medidas cautelares, recursos de casación; nos sabemos de carrerilla la lista habitual de delitos (cohecho, prevaricación, malversación…) y hacemos porra con los años de cárcel que caerán a los condenados. Las televisiones tienen una unidad móvil fija en la Audiencia Nacional.
De los desahucios (que sigue habiendo) ya solo hablamos cuando hay una sentencia europea. Y hasta el conflicto catalán ( spin-off de la serie "Crisis") intenta resolverse por vía judicial. El año en que toda la atención (y todas las tensiones) se trasladan a los juzgados. Normal que el Gobierno maniobre para controlar las fiscalías, sabedor de que este año se juega en los tribunales.
¿Terminará la serie Crisis con este episodio? ¿Habrá una nueva entrega, con una crisis constitucional, o territorial, o...? ¿Quizás un último capítulo donde todas las crisis colisionen en un final apoteósico? Permanezcan en sus butacas.

Lo dicho, estado de desecho... y criminal

$alto$ cuántico$: de e$tado de derecho a e$tado criminal


Estamos viviendo el espectáculo del imparable derrumbamiento de un sistema fatalmente orientado desde sus inicios.
Sin embargo, el planteamiento teórico de ese estado intencional y deseable, expuesto en la Constitución votada en 1978 tras la muerte del dictador y con el teórico fin de la dictadura, deja bien claro que los tres Poderes de ese Estado, Legislativo, Ejecutivo y Judicial son independientes por naturaleza democrática, pero el tiempo y la práctica política desastrosa que nos tortura están evidenciando todo lo contrario: el estado de derecho no existe en España; es una caricatura y una burla cruel, que sólo sirve a intereses especuladores y mafiosos mediante partidos políticos usados como garfio de pirata manco y fingiendo un interés institucional que solo utilizan a su conveniencia; así los tres poderes son las herramientas más eficaces de la rapiña y la perversión reversible de los valores democráticos fundamentales: libertad, igualdad y fraternidad que garanticen los DDHH y la dignidad de la ciudadanía, pero... con un sistema de leyes tóxicas puestas del revés: o sea, listas para reprimir y castigar la decencia y la ética lo mismo que para favorecer y justificar la criminalización de las instituciones en un mejunje constante donde los tres poderes se funden en un estercolero de injusticias y barbaridades impensables en pleno siglo XXI. 
El derecho como carrera se ha convertido en una mugrienta plataforma leguleya al servicio de la corrupción, a la que bendice y favorece, mientras va podando la justicia, la ética y los recursos que favorecen la salud social de la democracia. España se ha convertido en una olla podrida en la que fermentan los peores vicios dictatoriales en simulado y diferido, camuflando como legalidad los peores vicios de la delincuencia de salón, reverencias, corbata y portafolios. 

El último ataque terrorista al estado de derecho está siendo toda una estrategia delictiva y ya descarada, para salvar de la cárcel al pp -en su segunda y última legislatura- y a la casta caciquil, que en este desbaratado país de países va en línea directa del trono al fango y del fango al trono, pasando por la bendición del silencio de la iglesia católica que ante esta barbarie no tiene nada que decir, mientras el concordato, las inmatriculaciones-fraude y el impago de impuestos, le permitan seguir chupando del bote en un estado de latrocinio y delincuencia política atroz. 
Y todo ello un juego sucio a base de reprimir, exprimir, robar, expoliar y castigar a la ciudadanía que es el pueblo una vez consciente de su inteligencia colectiva y capaz de organizar su propia lucha por la justicia y la igualdad que supone esa justicia. En realidad, la escoria gobernante es la misma de siempre, lo que ya empieza a no ser el mismo es el potencial cívico, que empujado por la crisis se ve obligado a despertar, a base de bofetones y linchamientos financieros, al  comprobar que sus representantes y partidos más 'serios y solventes', solo representan a los bancos y a las grandes empresas financieras y que lo que desea son portavoces directos, no muñecos de guiñol cuyos hilos se mueven desde Wall Street y su delegado, el BCE, que gobierna esa sucursal obediente de los USA, a la que se le llama UE por puro eufemismo. 

Que se descubra toda una trama de espionaje policial patrocinado por el Ministerio de Interior y no pase nada. Que se denuncien presiones, chantajes y agresiones intimidatorias a los fiscales generales cada vez que deben denunciar y pedir las penas correspondientes para los capitostes más señeros imputados y convictos en el proceso de escaqueo y a sus esbirros, estableciendo así nuevos precedentes jurídicos que abren  camino a la libre organización de la impunidad combinada con una delincuencia ya institucionalizada de índole criminal... y que no pase nada, y que, para más inri, ningún órgano de los tres poderes cacareados, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, asuma la responsabilidad de cortar de un tajo legítimo ese nudo gordiano de una corrupción sin precedentes en ningún otro país europeo, es una aberración de tal calibre, un golpe de estado desde dentro del Estado, tan cínico, que el vocabulario disponible ya carece de palabras capaces de definir un fenómeno de tal condición. En realidad lo que se deduce de todo ese nauseabundo berenjenal es que las instituciones y una gran parte ignorante, desinformada y analfabeta cognitiva del electorado, están siendo engañados y des-gobernadas por una mafia pseudo política, farisaica y retorcidamente, 'populista', que las engaña como a chinos "comunistas" convencidos de que serán millonarios  si trabajan hasta morir de agotamiento explotador. Populistas con el mismo rigor y sadismo con que lo fueron Hitler, Mussolini, Franco o Stalin. Como hoy lo son Le Pen, Trump o Aurora Dorada o los neofascistas holandeses o los impulsores del Brexit, -a los que no mueve la indignación de los trabajadores sino el miedo a perder la hegemonía económica- como el odio racista y xenófobo, o el pp en Esppaña. Una postura miserable que ha olvidado como Europa, el Reino Unido, Francia, España, Italia, Alemania o Rusia y EEUU, por turnos, a lo largo de la Historia, se han hecho grandes potencias gracias al expolio del resto del Planeta, a cuyos habitantes, ya convertidos en sus víctimas, despojados de sus bienes y sus recursos mediante guerras invasoras provocadas por la avaricia y la especulación,  ahora se les cierran las puertas porque peligran las riquezas y los privilegios, circunstancia que aprovechan sus propagandas para predicar la utilidad de las vallas y el cierre de fronteras a tiro limpio y pagando mafias para que se los carguen por el camino, y "para que los refugiados no nos quiten lo nuestro, esos puestos de trabajo tan bien pagados y con tantos derechos y contratos fijos, en fin..., que  primero los españoles y luego los otros..., que no se da abasto ya con tanta acumulación de exprimidos a la espera de que la explotación mejore con la recuperación maravillosa del invento capitalista feroz..." 
Esa misma obscenidad está siendo el método con que el actual gobierno español machaca al país entero, excepto a la docena de millonetis para quienes la crisis está significando un premio constante de la lotería del estado, en la que como a Carlos Fabra, todas las semanas y todos los días de la semana, les toca el gordo.

En ese plan tiene toda la lógica de la indecencia que para proteger su chollo hagan toda clase de barbaridades, como es ese golpe de estado interno contra un  Estado de Derecho siempre débil y haciendo equilibrios en la cuerda floja desde el mismo inicio de la Transición, un Estado de Derecho en el que se defenestran, se degradan o se cambian de destino, jueces y fiscales en cuanto intentan aplicar la Justicia sin trampas ni chanchullos. 

Una vez más recurro al ejemplo italiano como referente en estas cuestiones. Italia, que sufre una mafia crónica, igualmente infiltrada en el Estado, pero se ha ido salvando de la quema y quitando escoria, gracias al Poder Judicial ejemplar e insobornable que es la salvaguarda de la República, ese Poder Judicial, apoyado y protegido siempre por la Jefatura del Estado (que nada le debe a los caciques sostenedores y cómplices, como aquí) consiguió que el Juez Di Pietro pudiese desmantelar la corrupción con el proyecto Mani Pulite (manos limpias), y años más tarde, acabar con la delincuente hegemonía de Berlusconi, otra gran amenaza populista que había seducido a más de media Italia con su publicitaria commedia dell'arte, del arte de forrarse a costa de ellos, en plan padre, padrone y padrino de la Patria. Fueron los jueces y magistrados, con el apoyo mutuo del Presidente de la República, el profesor emérito y poeta (comunista, por cierto) Giorgio Napolitano, quienes aplicaron la Justicia sin paños calientes ni triquiñuelas zarrapastrosas,para desmantelar la mafia estatal en la que se amparaba Berlusconi, convertido con su partito dell'amore, Forza Italia, en el puto amo emocional y negociante del país, y hasta en un prototipo de hombre de negocios ideal, gracias a que es el dueño de casi todos los medios privados de comunicación en aquel país. Ahí está la diferencia: allí el modelo de estado es una república. Aquí una monarquía.

Imaginemos que España fuese una república y que su presidente, elegido democráticamente, por ejemplo, fuese Alberto Garzón o Rosa Pérez Garijo, Maíllo, el de IU, off course, o Teresa Rodríquez, Mónica Oltra, Roberto Jaramillo, Manuela Carmena, Ángel Gabilondo, Llamazares, J.A. Pérez Tapias, Jiménez Villarejo o  Borrell...y quien sabe si hasta el mismísimo Pedro Sánchez-Hamlet, ya liberado definitivamente del dilema de ser o no ser y de la confusión entre fidelidad a un partido o a la conciencia democrática ciudadana, y roja, roja sin complejos de culpa que no existe nada más que en los estatutos de una gestora democráticamente ilegítima (como la monarquía) sacada de la manga del apaño y no de las urnas.

En ese caso,¿qué o quienes podrían detener una investigación y un proceso a los indecentes? ¿Cómo y dónde estaría el pp? ¿Cómo y dónde acabarían los que amenazan fiscales y defenestran jueces? ¿Donde y cómo estaría Felippe González y su camarilla de testaferros ppseudo ppsocialistas? ¿Dónde podrían ir a esquiar los Bárcenas con los dineros robados al pueblo y las Aguirres y los Rajoys que nunca saben lo que ppasa? ¿Tendríamos ahora un Nóos tapándose con tipex en el dossier de la fiscalía del Estado de desecho y un Urdangarín infantado en Suiza disfrutando impunemente el botín en su condición de cuñado y yerno irreal?

Hále, y al tajo, compas, que la actualidad nos obliga y ya tenemos deberes puestos para darle a la inteligencia un buen desayuno bien completo...Pensemos, analicemos, deduzcamos y actuemos según lo que nos dicte la conciencia, que sí, que ella es el arma cargada de presente más eficaz para ganar las más enrevesadas batallas. Aquí y ahora, no ayer ni mañana. La lucha que no es presente solo es queja y especulación. Un triste bla, bla, bla.
¿Acaso esperamos a que amanezca para ver algo, si podemos encender la luz en medio de la noche y antes de que nos vengan a despertar con cualquier amanecer dorado, nutrido  y adiestrado entre  el criadero del pp y la Fundación F.Franco? Pues, eso, vamos a encender esa lámpara de lucidez, antes que el pp solo permita usar la luz a  los que le pagan sobres con el 3% pro causa sine honore. Igualito que a la Convergencia de Pujol y  Mas. El llatrocini no coneix fronteres ni procés d'independència. En tot el món és ho mateix.


¿El fin del Valle de los Caídos?


Un juez autoriza la exhumación de víctimas en el  monumento emblemático del franquismo
EFE
Ahora, tras la presentación de una demanda ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo por un grupo de letrados, parece indispensable que, por fin, se dicte una resolución judicial que ponga fin a esa gran ofensa a las libertades y la democracia, y por supuesto, a las víctimas de la dictadura, que siempre ha significado dicho monumento desde su  inauguración por el Dictador en 1959.
La guerra civil española, provocada por el golpe militar de 1936, fue una guerra total, en la que se cometieron, bajo la dirección y control del General Franco, todas las modalidades de los Crímenes contra la Humanidad, como los bombardeos de población civil de Barcelona, Gernika  y la carretera Málaga-Almería.
Es una evidencia, el papel prevaleciente de la violencia y la represión como elemento central de dicho golpe y del Estado totalitario implantado al fin de la contienda militar. Término, el de “totalitario”, empleado por el Dictador en la Ley de 1941 creadora de la policía política.
La institucionalización de la represión, primero contra las personas fieles a la República y luego contra toda la oposición democrática, dispuso de varios instrumentos fundamentales para el ejercicio de su función.
Entre ellos, estaba la Brigada Social.  Una policía política que, carente de todo control judicial y con una constante vulneración de las garantías y derechos de los ciudadanos, investigaba y detenía a quienes disintieran o se opusieran por cualquier medio a la Dictadura, con una aplicación sistemática e impune de la tortura.
Y, simultáneamente, los Consejos de Guerra y el Tribunal de Orden Público, constituidos por militares y magistrados al servicio del Dictador, operaban  la represión penal- incluida la aplicación intensiva de la pena de muerte- contra los republicanos y demócratas.
Y, en el último periodo de su mandato, la represión se intensificó. Desde el 3 de agosto de 1968 hasta el 25 de abril de 1975 se declararon seis Estados de excepción, que representaban un notorio incremento de las facultades represivas de la policía política en gravísimo perjuicio de las ya muy limitadas garantías y libertades ciudadanas. Asimismo, se incrementaron los asesinatos impunes de la oposición sindical y política por dicha policía y la extrema derecha.
Pese a lo, resumidamente expuesto, ahí sigue, ochenta años después, el gran monumento al Dictador. Es una de las consecuencias de la supervivencia del franquismo en las Instituciones y parte de la sociedad, entendido como una mera cultura autoritaria, y cierta complacencia con aquel Régimen y sus consecuencias delictivas. Porque, en definitiva, no se ha resuelto cómo afrontar definitivamente nuestro pasado totalitario, la dictadura franquista, y el trato compensatorio que debía haberse dado a sus víctimas y familiares.
La responsabilidad es compartida de los Gobiernos democráticos y los Tribunales de Justicia. Pero no habrá en España un sistema completamente respetuoso de los derechos humanos mientras aquellas víctimas no hayan sido plenamente reparadas. Y ello será difícil ante los miedos y la benevolencia con que las instituciones se enfrentan a la dictadura. Actitud que no fue superada, como era exigible, con la aprobación de la Ley 52/2007, llamada de la Memoria Histórica.
La citada Ley, con la tibieza que le caracterizó, se limitó a prohibir que en el recinto de dicho monumento pudieran “llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo”. Pero consintió que el Estado español siguiera proclamando como un héroe a quien fue un implacable verdugo. Y, desde luego, aceptó plenamente la continuidad de la vigencia del Decreto Ley de 1957 por el que se justificaba que dicho monumento estaba “destinado a perpetuar la memoria de los Caídos en la Cruzada de Liberación, para honra de quienes dieron sus vidas por Dios y por la Patria”. Y se instituye como fin principal de la Fundación que se creó, por cierto, con la activa colaboración de la “Gloriosa Orden de S. Benito”, la de  “rogar a Dios por las almas de los muertos en la Cruzada Nacional”. 
Era más que evidente, además de la exaltación del Dictador, el carácter fascista de dicha obra y la finalidad de  honrar exclusivamente a  sus propias víctimas. Es patente, la radical contradicción de dicha disposición con los principios y las normas constitucionales vigentes desde 1978. Por todo ello, es inaplazable que el TS proceda a la reconversión de tal monumento, imponiendo el traslado de los restos de Franco y Primo de Rivera, y transformarlo, como ahora se pretende, en un espacio de memoria  “donde las víctimas de la guerra civil y la dictadura y sus familiares, así como la sociedad en su conjunto, puedan ejercitar su derecho a la Verdad y a la Reparación”.

Sí, soy roja… ¿y qué?

Por Eva Maldonado






La  polémica suscitada estos días por un adjetivo que salió de la boca del barón socialista aragonés hacia los partidarios de Pedro Sánchez persiguiendo el insulto, me dejó francamente asombrada. Desde muy joven tengo conciencia política, y si alguien en tono vejatorio me llamaba o llama “roja” la respuesta era y sigue siendo automática “sí, soy roja ¿y…?”.
Ya hace muchos años investigué sobre el origen de la denominación “rojo/a” que nos proferían a los que practicamos, militamos o estamos significados con algún partido político de ideario progresista y de izquierda, y que normalmente procedía de quienes se posicionaban en las antípodas de los postulados de izquierda. Tal vez en el presente caso ocurra lo mismo.
El caso es que lo tenía ya un poco olvidado y el repaso me ha venido bien no sólo para refrescar conocimiento, sino  también para reafirmarme en mi rojerío, sí, ese rojerío  que parece que algunos miembros del partido socialista pretenden eludir.
El Rojo a lo largo de la historia se utilizó en muchas revoluciones como símbolo de libertad y Democracia.
La primera referencia que encuentro – que dependiendo de los autores puede ser otra- es que en la antigua Roma, los esclavos que alcanzaban la libertad -libertos- portaban  un gorro  que habitualmente era de color rojo – pileus-  que los distinguía como hombres libres; aunque hay quien asevera que no es hasta la Revolución Francesa hasta que el color rojo, y, a través de la misma prenda, se convierte en un símbolo de Libertad, igualdad y democracia: las luchas del pueblo – sangre roja –  contra la monarquía de Luis XVl -sangre azul-  momento histórico destacado para el bermellón; el gorro  rojo entonces se denominaba “frigio”; y no es hasta el siglo XlX  que el gorro frigio se consagra definitivamente como símbolo internacional de la libertad.
Antes de dejar a un lado el gorro frigio se me ocurre que no vendría mal que los militantes lo adoptaran  como símbolo de su lucha por recuperar la libertad y la democracia en su partido; me puedo imaginar esas multitudes que asisten a los encuentros con el candidato que representa el NO a la derecha portando este símbolo.  En política siempre fueron relevantes los gestos y los gráficos; bonita estampa sería  la de la militancia luciendo orgullosos un símbolo de libertad.
Con razón el rojo ha sido el color que adoptaron los partidos de izquierda, tanto comunistas como socialistas; símbolo de revolución, de lucha obrera,  de Democracia, de lucha y oposición a la monarquía…; cierto es que todas ellas son lides que como socialistas asumimos o deberíamos asumir. De ahí mi sorpresa cuando el compañero Lamban utiliza el rojo con acritud y a modo de insulto sin sonROJARSE lo más mínimo, aunque esto último puede derivar de una incapacidad física e ideológica, dada su aversión al color y a lo que significa.

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                  Resultado de imagen de rosa roja y seca

El establishment ha puesto todo tan crudo, difícil, injusto, desigual, opresivo, hortera, mediocre, corrupto, deficiente, trastornado y repugnante que sólo se puede ser roja si se quiere ser decente y normalica. Simplemente, humana. Cómo te entiendo, Eva Maldonado. Gracias por ese rojerío mediante el que se hace posible la defensa de la clase trabajadora y de los DDHH, que aún siguen en pie porque en las bases sociales hay corazón honesto y solidario mirando a la izquierda y sangre roja que lo alimenta: el compromiso de los y las despiertas en pie con los pobres del mundo, los esclavos sin pan, los parados sin trabajo, los arruinados sin techo y los refugiados sin tierra que pisar. Si la decencia, la responsabiliad y la empatía social son rojas, los y las decentes tienen que ser rojos y rojas por la fuerza mayor de su conciencia; no nos dejan otra alternativa cromática digna para colorear el paisaje político, mientras el patio esté en estas tesituras actuales. Si no nos quieren rojos y rojas, que los demás colores del tendido parlamentario se vuelvan decentes, coherentes, justos y éticos. Y entonces ellos...también serán rojos sin poder evitarlo; sin remisión. Ains!  
                          Resultado de imagen de flores de hibiscus rojos
               
                    Resultado de imagen de claveles rojos
                 
                    Resultado de imagen de geranios rojos

Pongamos un clavel, un hibiscus, un geranio o lo que sea, como alternativa a la pobre rosa, que menudo tute le han dado desde 1982...Ya se merece el retiro y la pensión, antes de que el pp barra del mapa de la justicia las pensiones de sus víctimas.