BARCELONA. Ra sol, un hombre sirio, explica desde las pantallas su vida feliz, en su país, antes de la guerra. El gran acontecimiento para los refugiados organizado hace meses por la iniciativa "Casa nostra, casa vostra"
(Nuestra casa, vuestra casa) abría este sábado con su historia, una
historia "que pudo ser la de cualquiera de nosotros", como lo apuntó
Clara Segura, la presentadora.
El espectáculo multidisciplinar que este sábado llenó el Palau Sant Jordi de Barcelona comenzó sin preámbulos, a la manera de la compañía que lo dirigía, La Fura dels baus: bombas arrasando hospitales, mientras la orquesta y los coros operísticos estallan de fondo . Y, entonces, los refugiados, representados por los artistas catalanes, llegaron al escenario, como las 15 mil personas que acudieron al Palau Sant Jordi- y muchas más que no estaban- quieren que lleguen a Catalunya.
El macro concierto reunió a más de 50 artistas con el objetivo de visibilizar que Barcelona "quiere acoger", tal como lo proclama el lema de esta campaña lanzada por dos voluntarios cuando regresaban de un campo de refugiados en Grecia. "Si nos preguntamos porque hay personas refugiadas, la respuesta que enseguida encontramos es la del miedo que genera la guerra y, por tanto, impulsa a la huída del país como única salida. Esto mismo pasó aquí, cuando muchos de nuestros abuelos escaparon de la guerra civil hacia Francia o América ", recordó la presentadora al comienzo del acto, por si acaso, a alguien se le había olvidado nuestra historia.
El espectáculo multidisciplinar que este sábado llenó el Palau Sant Jordi de Barcelona comenzó sin preámbulos, a la manera de la compañía que lo dirigía, La Fura dels baus: bombas arrasando hospitales, mientras la orquesta y los coros operísticos estallan de fondo . Y, entonces, los refugiados, representados por los artistas catalanes, llegaron al escenario, como las 15 mil personas que acudieron al Palau Sant Jordi- y muchas más que no estaban- quieren que lleguen a Catalunya.
El macro concierto reunió a más de 50 artistas con el objetivo de visibilizar que Barcelona "quiere acoger", tal como lo proclama el lema de esta campaña lanzada por dos voluntarios cuando regresaban de un campo de refugiados en Grecia. "Si nos preguntamos porque hay personas refugiadas, la respuesta que enseguida encontramos es la del miedo que genera la guerra y, por tanto, impulsa a la huída del país como única salida. Esto mismo pasó aquí, cuando muchos de nuestros abuelos escaparon de la guerra civil hacia Francia o América ", recordó la presentadora al comienzo del acto, por si acaso, a alguien se le había olvidado nuestra historia.
Meera Zaaror, de 18 años, subió al
escenario para explicar también su testimonio: ser una de las pocas
personas, una del ínfimo 10% que España ha alcanzado de la cuota de
refugiados asignada por la UE, que han llegado a estas tierras. Pues, un
himno que parecía cantado por la misma chica siria, fue entonado por un
dúo de lujo, el de los cantautores Manolo García y Lluís Llach con, como no podía ser de otra manera, "Venim del nord, venim del sud" (Venimos del norte venimos del sur).
Paco Ibáñez siguió a continuación con un
sincero agradecimiento a Catalunya, "que ha demostrado una vez más ser
un pueblo civilizado y solidario". Junto con Marina Rossell interpretó "A galopar, hasta enterrarlos en el mar", de Rafael Alberti, un poeta que con su largo exilio- como dijo la presentadora- "fue lo que hoy llaman un refugiado".
Toni Borrell, portavoz de Stop Mare Mortum, tomó la palabra para decir a un público todavía un poco frío verdades que fueron encendiendo los ánimos en el Sant Jordi.
"Sois tan cobardes que os escondéis en una supuesta falta de recursos económicos"
"Nuestros
gobiernos también tienen responsabilidad en el origen de la guerra.
Hoy estamos aquí para exigiros que cumplais con vuestras obligaciones:
garantizar el derecho al asilo y a la libre circulación", les dijo
directamente Borrell a los políticos sentados en el palco especial para
las autoridades. "Sois tan cobardes que os escondéis en una supuesta
falta de recursos económicos pero vimos que tenemos suficientes para
convertirnos en pioneros de la limitación de movimientos, con rejas como
las de Ceuta y Melilla o con los CIES", exclamó desde el atril el
activista. "Nosotros somos los que tenemos memoria histórica y sabemos
el precio de quedarse con las manos quietas. Creemos en la acción
colectiva y por eso nos organizamos y nos comprometimos a estar
vigilando a todas las administraciones, queremos ser la herramienta que
ponga freno a todos los racismos ", concluyó, acompañado del grito de un
auditorio ahora sí muy movilizado:"¡Abramos fronteras!".
Macaco llevó el Palau Sant Jordi un toque de optimismo y con su hit "Con la mano levantá" hizo bailar incluso a la gente que seguía sentada. Después, los actores y las actrices de la popular serie de TV3 "Merlí" recitaron diferentes testimonios de víctimas jóvenes de las guerras de Afganistán, Siria o Libia; y 1st African Gospel Choir con el grupo In crescendo interpretaron la canción de Lluis Llach, "Que tinguem sort" (Que tengamos suerte) y miles de luces de conmovido apoyo- los móviles encendidos del público- los acompañó.
Macaco llevó el Palau Sant Jordi un toque de optimismo y con su hit "Con la mano levantá" hizo bailar incluso a la gente que seguía sentada. Después, los actores y las actrices de la popular serie de TV3 "Merlí" recitaron diferentes testimonios de víctimas jóvenes de las guerras de Afganistán, Siria o Libia; y 1st African Gospel Choir con el grupo In crescendo interpretaron la canción de Lluis Llach, "Que tinguem sort" (Que tengamos suerte) y miles de luces de conmovido apoyo- los móviles encendidos del público- los acompañó.
Ra sol volvió al escenario para dar comienzo a la segunda parte del concierto, quizás la más dura, con precisamente la parte más dura de su historia: la muerte de su hijo en el naufragio de la barca con la que intentaban llegar a las costas griegas desde su ciudad destruida en Siria. "No pude hacer nada", lamentó Ra sol en el vídeo y su hijo ahogado apareció en escena de la mano de la Fura del baus, mientras el músico y actor catalán Joan Dausà cantaba "Com plora el mar" (Cómo llora el mar).
"¡Basta de excusas!"
Entonces, Jordi Évole llegó al atril disparando con su característica franqueza: "Es una pasada ver a 15 mil personas defendiendo la acogida, ¡esto por lo menos debe ser inconstitucional!", exclamó. El periodista fue más allá: "Este concierto quiere ser un homenaje a todos los voluntarios, a la ciudadanía que va muy por delante de nuestras autoridades.
por eso en este concierto no debería haber un palco reservado para las
autoridades", ha lanzado Évole. "Estamos aquí también para su
incapacidad para resolver el problema.
Sabemos que muchos de vosotros lucháis pero
otros os refugiais en un problema de competencias. No es un problema de
competencias sino de incompetencias", les dijo el periodista
directamente a los altos cargos del Ayuntamiento y la Generalitat que
ahi se encontraban. La gente estalló como hasta ese punto no lo había
hecho y todo el Palau tembló con el grito de "¡Basta de excusas!".
Artistas de la talla de Antonio Orozco, Sopa de cabra, Amaral, Ismael Serrano volvieron "el buen rollo" en el Sant Jordi pero la tensión se quedó de fondo y la misma Ada Colau parecía haberlo notado, al irse en un par de ocasiones de su lugar en el palco- el reservado a las autoridades- y observar el concierto desde lejos, con el semblante muy serio. Pero los aplausos calurosos de la gente para recibir al cuadro flamenco de Farruquito, Farru, Pepe Habichuela, Juanmi Carmona y un bailaor también contribuyeron a que "la fiesta" continuara, así como la apelación de Jordi Évole a una unión de los pueblos que quieran acogers, como la que se construyó en su día en Catalunya con la cooperación entre los inmigrantes andaluces, gallegos y de otros lugares y la población local.
Finalmente, el plato fuerte de la velada llegó. "¿Cuando será Mediterráneo? ¿Cuándo será Mediterráneo?" Mucha gente se lo preguntaba y "el Nano", Joan Manuel Serrat, salió a escena con su clásico versionado de manera colectiva y especial para esta ocasión. La Colla Vella de los Xiquets de Valls, los Castellers de Vilafranca, los Minyons de Terrassa y Grupo Joven Chicos de Tarragona acompañaron la canción con un pilar cada una, y después levantaron un castillo de hermandad, con miembros de las cuatro grupos, cada uno con la camisa de su color; todo ello componiendo un cuadro tanto estético como de impactante.
Sin reposo para los pelos de punta, la noche continuó con la siempre conmovedora "Corrandes de l'exili" y el regalo, de nuevo, de la voz de Lluís Llach en directo.
"Bienvenidos, pasad, pasad, que nuestra casa es vuestra casa"Artistas de la talla de Antonio Orozco, Sopa de cabra, Amaral, Ismael Serrano volvieron "el buen rollo" en el Sant Jordi pero la tensión se quedó de fondo y la misma Ada Colau parecía haberlo notado, al irse en un par de ocasiones de su lugar en el palco- el reservado a las autoridades- y observar el concierto desde lejos, con el semblante muy serio. Pero los aplausos calurosos de la gente para recibir al cuadro flamenco de Farruquito, Farru, Pepe Habichuela, Juanmi Carmona y un bailaor también contribuyeron a que "la fiesta" continuara, así como la apelación de Jordi Évole a una unión de los pueblos que quieran acogers, como la que se construyó en su día en Catalunya con la cooperación entre los inmigrantes andaluces, gallegos y de otros lugares y la población local.
Finalmente, el plato fuerte de la velada llegó. "¿Cuando será Mediterráneo? ¿Cuándo será Mediterráneo?" Mucha gente se lo preguntaba y "el Nano", Joan Manuel Serrat, salió a escena con su clásico versionado de manera colectiva y especial para esta ocasión. La Colla Vella de los Xiquets de Valls, los Castellers de Vilafranca, los Minyons de Terrassa y Grupo Joven Chicos de Tarragona acompañaron la canción con un pilar cada una, y después levantaron un castillo de hermandad, con miembros de las cuatro grupos, cada uno con la camisa de su color; todo ello componiendo un cuadro tanto estético como de impactante.
Sin reposo para los pelos de punta, la noche continuó con la siempre conmovedora "Corrandes de l'exili" y el regalo, de nuevo, de la voz de Lluís Llach en directo.
Afortunadamente, Los Chichos
llegaron enseguida con su popular canto a la libertad- "Quiero ser
libre" - y la gente se animó otra vez, bailando, dando palmas y, por
supuesto, como a lo largo de toda la noche, gritando "Abrid fronteras,
queremos acoger". El fin de fiesta lo pusieron las bandas Cheb Balowski y Txarango a la una de la madrugada, levantando a todos con un rabioso "Open your fucking borders malakas!" y, por último, Jordi Armadans, director Fundipau y, en gran parte, responsable de la campaña que ha organizado el concierto, Casa nostra, casa vostra.
¿La última canción? "Qualsevol nit pot sortir el sol" (Cualquier noche puede salir el sol), el hit de Jaume Sisa, entonado por un numeroso grupo de artistas, fue la encargada de cerrar una noche muy especial en el Sant Jordi- y preludio de lo que ocurrirá el próximo sábado en la gran manifestación convocada para apoyar a los refugiados- con toda una declaración: "Benvinguts, passeu passeu, que casa nostra és casa vostra" (Bienvenidos, pasad, pasad, nuestra casa es su casa). Por si no había quedado suficientemente claro.
¿La última canción? "Qualsevol nit pot sortir el sol" (Cualquier noche puede salir el sol), el hit de Jaume Sisa, entonado por un numeroso grupo de artistas, fue la encargada de cerrar una noche muy especial en el Sant Jordi- y preludio de lo que ocurrirá el próximo sábado en la gran manifestación convocada para apoyar a los refugiados- con toda una declaración: "Benvinguts, passeu passeu, que casa nostra és casa vostra" (Bienvenidos, pasad, pasad, nuestra casa es su casa). Por si no había quedado suficientemente claro.
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