lunes, 31 de octubre de 2022

Interesantísimo este artículo de Jesús Maraña. No os lo perdáis, porque no tiene desperdicio como crónica impecable y lavalegañas en plan terapia social y por ello, también politica. Política y sociedad son tan inseparables como alma y cuerpo para que haya vida y conciencia.


Buzón de voz

Un tal Feijóo: si te afliges, te aflojan

Ha quedado claro que Alberto Núñez Feijóo no es lector de Orwell (ver aquí), pero al parecer tampoco de Sergio del Molino, que acaba de publicar un libro muy oportuno al hilo del 40 aniversario de la victoria socialista del 28-O. Se titula Un tal González, y, entre otras muchas referencias verídicas, cuenta el consejo que el autócrata panameño Omar Torrijos le dio a su amigo Felipe González en el verano de 1977, mientras se fumaban unos puros regalados por Fidel: “Si te afliges, te aflojan. Que no te vean débil, no dudes, no tiembles. En cuanto te noten el miedo, estás perdido. Recuérdalo, Felipe: si te afliges, te aflojan” (ver pág. 121).

A la vista de la espantada protagonizada este jueves por Feijóo, después de tener un acuerdo cerrado y con fecha inmediata para la firma de la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, la secuencia de los hechos indica que el presidente del PP se ha “afligido” ante las presiones internas y externas que se niegan a pacto alguno con lo que denominan “sanchismo”. Dicho de otra forma: que les importan un pepino la Constitución y el respeto a la legalidad democrática si con su atropello consideran que pueden sacar un rédito electoral o mantener su influencia en el gobierno de los jueces o en el órgano que puede tumbar legislaciones.

No se entiende si no el hecho de que pocas horas antes, la número dos del PP, Cuca Gamarra, explicara claramente que la anunciada reforma del delito de sedición no tiene nada que ver con la negociación sobre el CGPJ y el TC (“son dos cuestiones distintas”), y que en su momento, su partido se pronunciaría sobre ese proyecto de reforma rechazándolo en el Congreso (ver aquí). Resulta ofensivo para la inteligencia media de la ciudadanía (más alta sin duda que el salario medio) el comunicado que por la tarde lanza el PP para justificar la ruptura (ver aquí). Feijóo sabe perfectamente que la reforma sobre el delito de sedición viene de muy lejos, tiene el consenso jurídico por la necesidad de homologar sus penas a las que existen en el resto de Europa (ver aquí), y además el beneficio que puedan extraer de ella los condenados o acusados independentistas del Procés está limitado por otro delito grave que es el de malversación. Meter ahora este asunto en la coctelera del acuerdo para la renovación de los órganos constitucionales es una maniobra tan burda como insultante, y suma la excusa número 20 (ver aquí) de las utilizadas desde hace casi cuatro años por las sucesivas direcciones del Partido Popular para incumplir la Constitución y mantener su influencia en esos órganos a costa de provocar una crisis institucional sin precedentes (ver aquí).

Tuvo ya Feijóo la oportunidad de zanjar esta anomalía democrática cuando aterrizó en la presidencia de su partido, y de hecho es lo que habría confirmado aquel efecto Feijóo que lo dibujaba como un político experimentado, sensato, moderado, con sentido de Estado… y no sé cuántas virtudes más que dejaban ojipláticos a todos los conocedores del verdadero Feijóo y su gestión en Galicia (ver aquí). Simplemente por contraste con el tándem Casado-García Egea, su oposición de brocha gorda y su irresponsable “no a todo”, habría marcado Feijóo una etapa absolutamente diferente cumpliendo la obligación pendiente de renovar el Poder Judicial. Despreció esa oportunidad y prefirió nadar entre la ambigüedad y el seguimiento de la misma estrategia, agarrándose a la exigencia tramposa de que “los jueces elijan a los jueces” e intentando, infructuosamente, implicar a Bruselas nada menos que en una intermediación impensable en cualquier democracia de la UE (ver aquí).

¿Por qué Feijóo ha decidido romper un acuerdo firme que él mismo anunció como inminente ya el 12 de octubre en los corrillos informales de la recepción del Palacio Real? (ver aquí). Sabemos lo que hemos leído y escuchado. Y hemos leído en los últimos días editoriales y artículos de opinión en la prensa más ultra de la numerosa panoplia mediática de la derecha en los que se advertía crudamente a Feijóo que no debía acordar absolutamente nada con un PSOE “entregado al independentismo”. Hemos escuchado a Jiménez Losantos decirle de todo menos bonito al líder del PP, a quien el locutor más trumpista de las ondas desprecia casi tanto como glorifica a Isabel Díaz Ayuso, la rama nacionalpopulista cuya sombra da cobijo en forma de publicidad institucional a cabeceras de papel, radiofónicas y digitales siempre atentas a acompañar el discurso que sale de la Puerta del Sol. En cuanto las encuestas (y no sólo las de Tezanos) han empezado a indicar que el efecto Feijóo se iba difuminando, prácticamente los mismos altavoces que en su día liquidaron a Casado por denunciar los oscuros contratos del gobierno Ayuso de los que se benefició el hermano de la presidenta madrileña se han lanzado a la presión sobre Feijóo para que no se le pase por la cabeza firmar acuerdo alguno con Sánchez. La propia Ayuso lanzó una advertencia clara hace una semana: “A mí lo que me preocupa sobre todo es una negociación con un Gobierno, el de Sánchez, que miente por sistema y que no es de fiar” (ver aquí).

El llamado efecto Feijóo ha ido decayendo más por méritos propios que por estrategias ajenas. Se le han visto serias lagunas en economía que ponen en evidencia su forzado retrato de gran gestor: se puede perfectamente llegar al Gobierno sin haber leído a Orwell o a Sergio del Molino. Casa muy mal con el perfil de "gran gestor" confundir la prima de riesgo con los tipos de interés de la deuda, defender bajadas de impuestos hasta la misma hora en que su colega Truss recibe el finiquito y votar no a todas las medidas para combatir la inflación o afrontar la crisis energética planteadas por el Gobierno español y aplicadas después por el resto de la UE. O apostar por seguir la senda antisistema practicada desde dentro del PP por Ayuso y desde fuera por Vox. El defecto Feijóo es que en sólo unos meses ha demostrado tantas carencias y debilidades que corre serios riesgos de que lo “aflojen” quienes defienden la versión más reaccionaria y cavernícola del neoliberalismo castizo. 

La mayoría parlamentaria de la investidura debe actuar, abordar las reformas necesarias para desbloquear en lo posible la renovación de los órganos constitucionales y retratar a quienes están cargándose sin complejos el ya muy dilapidado crédito de instituciones clave del sistema democrático. Si te afliges, te aflojan.

Genial, Javier Aroca. Leer tus artículos es como encontrar a un Cervantes actualizado en un trasvase -¿evolutivo/conservador, tal vez?- del Quijote al PPeppote, ¿quizás porque las hispanias desde que los romanos nos catalogaron hace más de dosmil años, no han dejado de aportar al mundo, el mismo PIB/chipp desde la prehistoria...? Chi lo sa! Cada vez estoy menos segura de que lo del pp no sea la misma cosecha hispída, torticera y cenutria que Roma ya encontró por estos pagos y calificó en plan maldición calé, sí sobre todo, a base de pagos y cobros, la burbuja inagotable del ppoderío ppodrío. De modo que los hispidos que no se sienten en esa onda, no tienen nada que hacer y todo por ppeder: si no te corromppes no eres nadie, careces de glamour, de (patética) figura y de futuro ppolítico. En cambio, con una corruppción a la medida de un forring office impecable, las pposibilidades son infinitas, siempre que no se caiga en la trampa de la ética y la vergüenza, dos riesgos peligrosísimos para ese semillero metahistórico que nos acompaña por esos siglos eternamente repetidos, como un ciclo infinito de suspensos y calabazas ppolíticas, que nunca acaba de repetirse y que cuando la cosa intenta mejorar, zás, el suspenso eterno se reaviva y toma el mando en cualquier formato, aparentemente distinto, pero siempre con los mismos igredientes e idénticos master chefs. Hispidos e hispidas siguen teniendo secuestrada la edición de las mismas recetas, que acaban en una imposible digestión del mismo menú. Como por ejemplo, que un partido pueda apoderarase de las leyes y no haya Ley, ni Poder Legislativo, ni Constitución ni Jefatura del Estado que se lo impida. Ains! El pp solo es una demostrada, repetitiva y patética consecuencia sin fuste ni luces, ni conciencia, de la misma causa Atapuerca fashion. Ains! Si España fuese lo que debería ser: un estado democrático y decente del siglo XXI, el pp no existiría, nadie votaría a semejante aberración. Tal vez lo que ahora empieza a suceder sea el cambio que nunca hasta ahora ha sido posible; la mejor y más acertada solución no es derrotar al pp, sino que el propio pp se deshaga 'per se', eso significaría que ha evolucionado y ha dejado de estar atascado en la época de Viriato, para centrarse en el implacable presente que no se puede evitar sin volver al Paleolítico social, económico y sobre todo tan aberrante como inhumano y por ello, tan ayusado, voxceado, feijooado y fra-casado


El PP se ha ido


Ayuso y Feijóo en la convención sectorial del Partido Popular.

Javier Aroca


eldiario.es

Hace unos años, Pasqual Maragall escribió en El País un artículo que tituló, Madrid se ha ido. Sostenía que Madrid había renunciado a ser la capital de España para ser otra cosa. El poder había decidido concentrarlo todo allí y que cualquier punto de España estuviera a menos de tres horas de Sol.

Con eso, a Madrid, muy hispanoamericanizada, le sobraba España, se le había quedado chica, la periferia era, y parece que sigue siéndolo, un estorbo. En un palco con todas las comodidades se decide todo lo que le interesa. Maragall, regeneracionista de verdad, lo lamentaba, le dolía que Madrid renunciara a liderar España y, en todo caso, confiaba- algunos a pesar de todo seguimos confiando- en la sociedad civil madrileña para revertir ese fracaso del Estado.

Tras Madrid, es el PP el que se va. Le sobra la Constitución, le sobra casi todo. Ha dejado de ser una institución constitucional para convertirse en una apariencia de institución, solo unas siglas reconocidas en el Ministerio de Interior. Este PP es un simulacro dirigido por presidentes que en realidad son peleles- en sevillano es la cría de la lagartija- o títeres, en el mismo dialecto, se dice cristobita.

Resulta paradójico que una organización que dice defender la unidad de España esté manejada por régulas y régulos, reyezuelos de sus taifas que parece que representan mejor, aunque a trozos, los intereses de los poderes ocultos que representan. Durante estos años atrás, el PP se ha visto atenazado por una extrema derecha que ellos mismos crearon; hoy, esa extrema derecha flojea pero no por la resistencia del PP sino porque ellos mismos se han convertido en la auténtica derecha radical trumpista.

El panorama lo ha definido a la perfección el periódico El Mundo en la víspera de la espantá de Núñez Feijóo con el CGPJ. El PP no existe, existe un ectoplasma, lo que de verdad existe es la derecha política, la derecha judicial y la derecha mediática, las tres indisolubles para el cumplimiento de sus objetivos. Y claro, si no existe el PP, porque se ha ido, resulta que no se puede hablar con ellos, son tan solo un fantasma, una apariencia sin poder.

Si nos lo contara Andrea Camilleri, nos diría que Lu Munnu, un imaginario periódico de Sicilia, ha dado la orden en nombre de la mafia. Así pasaba en la isla, los medios, a las claras o de manera críptica, decían a la sociedad política como debía actuar a expensas de sufrir las consecuencias. En Sicilia no era un Jintao o un Casado, podría ser una manera más expeditiva. 

El PP de carné y cuotas está preso de la derecha oculta que creó esta apariencia de institución, tras el fracaso fundacional de AP. Desde fuera se les niega autonomía y poder, desde dentro, cuando lo tocan, las élites hereditarias que lo controlan lo desperdician en corrupciones y ataques a la consolidación democrática de España, en todo caso, permitidos siempre que defiendan los intereses de sus mandantes. 

En esta urdimbre, la derecha mediática, que existe según reconoce el rotativo cortesano, es muy necesaria, imprescindible. Es considerada la menos creíble de la UE, pero no se desaniman. Sin desmerecer, desde luego, a la derecha judicial, que no puede ni asomarse a los Pirineos, so pena de hacer el ridículo como bien saben en sus carnes algunos magistrados del Tribunal Supremo, ese que tan bernarda puerta trasera ofrece. 

Medios y periodistas pueblerinos son posibles en un ecosistema cateto, pueblo de pueblos, el mayor pueblo de España de lo que presumen y se ufanan de manera sorprendente. Aunque de esto no se escapa el periodismo progresista empeñado en ofrecer cada día, en la red o en los mentideros de los tardeos madrileños, imágenes lamentables de sus matrimoniadas, que tristemente contagian o al menos hacen perder el tiempo y la esperanza en el cambio al sentir periférico.

En las galleguesis del Dr. Losada, a las que asisto gustoso y atento, uno aprende a ser trasversal gallego. Las sesiones son tan eficaces y a la vez divertidas  que algunas noches me despierto creyendo que soy de Ourense. Ahí uno aprende a comprender el porqué de que Feijóo ganara siempre por goleada en Galicia; sin embargo, nos lo han cambiado, el humus de Génova lo ha podrido, no crece, hablo como gallego en ciernes: este no es nuestro Alberto. 

Alberto ha abandonado la transversalidad, ni sus caballerizos apuestan por él; los que lo trajeron ya piensan que es mercancía averiada. La manera de caer de Liz Truss ha debido influir pero, qué triste ver a un Hu Jintao en Madrid, peor que un Casado que lo fue por causa más noble. La régula de Madrid se ha apresurado a transmitir a sus periodistas corifeos que ella fue la protagonista de la asonada, y para no desmarcarse de la sombra del poder oculto, pero con algo más de esgrima, el moderado Moreno Bonilla, régulo ayusino del Sur, andalucista de garrafón, no ha querido alejarse de la pool por si acaso.Tu quoque Morenus ?

España se decide en un palco, el PP es solo una herramienta con esforzados mandaos y agraores, complacientes y asustados como en Sicilia, que cumplen a rajatabla  el argumentario de los maitines del poder.

La España del futuro, la única posible, no puede contar con ellos, no son interlocutores, el PP se ha ido, y Núñez Feijóo se iría si pudiera- palabra de gallego-. La Constitución es una traje que les cae grande. Es un fracaso más, España sigue esperando que surja una derecha homologable que tenga una visión democrática y desdeñe para siempre la triste herencia del pasado franquista. España tiene que recuperar al otro PP, no puede sobrevivir con una derecha que huya de las instituciones, que huya de la Constitución.

domingo, 30 de octubre de 2022

Querido Luis, hermano poeta, cómo se agradece la palabra que se hace carne y habita en el Nosotr@s, desde el uno por una, hasta el Todo. Es un regalo encontrar las huellas de la esperanza en el lenguaje, en la comunicación de almas, sentimientos, iniciativas y voluntades. Bendita sea la conciencia que nos abre las puertas de la vida...Y bendita la poesía que va más allá del formato, hacia el camino interminable...

 

Imaginar el futuro

El tiempo humano parece un idioma, mantiene su unidad en la diversidad. Los años y la geografía matizan la forma de hablar, el tono y el vocabulario, pero las variedades no rompen una lengua, aunque suene de forma distinta en Salamanca o en Cádiz, en Barcelona o en México. El tiempo que llevamos en el corazón se comporta de la misma manera, porque el presente no llega nunca a separarse del pasado. También resultan una falsificación las utopías que se instalan en el futuro sin mantener los pies en el presente. Resultan muy peligrosos los dogmas que nos quieren regir desde el futuro, sustituyendo la voluntad presente de imaginar un futuro discutido en común.

La literatura cultiva la unidad de pasado, presente y futuro como el mejor huerto para definir la condición humana, ese legado de las palabras y los años en el que la historia se hace vida y las ideologías pasan del nosotros al yo para volver después del yo al nosotros. Al dar testimonio de la existencia, al sostener una huella en la arena del tiempo, la literatura nos invita a comprender y sentir el modo en el que un pasado fue constituyendo nuestro presente. De la misma manera, cuando imaginamos el futuro no hacemos otra cosa que meditar sobre las posibilidades y los peligros de la realidad más actual. Es lo que, como se sabe, hizo Orwell en su novela 1984.

Si hoy nos ponemos a imaginar el futuro, podemos intuir un mundo en el que la política democrática es sustituida por el imperio de los millonarios. Tan común se ha hecho el descrédito de la política, todos son iguales, todos mienten, que se corre el peligro de que la gente se ponga en manos de las personas que no atienden al bien común de los valores y confunden la vida con un supermercado y con la rentabilidad de sus negocios. Una distopía puede imaginar un argumento en el que un gran empresario, representante de las enormes fortunas, se convierta en líder político. Pensar en personajes como Donald Trump o Silvio Berlusconi ayuda a comprender hasta qué punto la imaginación del futuro es un modo de reconocer el presente que habitamos.

Pero podemos aprovechar las situaciones para distinguir otros matices de interés. Por ejemplo, ya sabemos que, en el neoliberalismo desatado, los políticos de derechas no se dedican por lo general a defender el bien común, sino que favorecen los privilegios de las grandes fortunas a las que representan. Podría pensarse que esa pantomima sirve de poco y que sería mejor que los poderosos diesen un paso al frente y se dejasen de marionetas, que enseñaran ellos mismos la cara al defender una fiscalidad injusta, una bajada de impuestos a los ricos, una privatización de los servicios públicos o un poder judicial dominado por sus corrupciones y sus intereses. Creo que nos equivocaríamos al pensar así y basta de nuevo con fijarnos en Trump y Berlusconi. Las marionetas guardan las formas y conservan un motivo democrático de esperanza.

Una marioneta, también nos lo ha enseñado la literatura, puede de pronto tener alma, hacerse persona y cansarse de que unas manos ajenas muevan los hilos. Tener alma supone sentir los latidos del corazón y procurar que las razones se abracen con los sentimientos para ver un mundo en el que los salarios sufren, la sanidad se desploma, muchos medios de comunicación se dedican a mentir, la educación es sustituida por un nuevo analfabetismo y algunos jueces resultan más peligrosos para la democracia que los delincuentes. Al leer una novela escrita allá por 2022, la marioneta puede sentir que ese futuro distópico se parece demasiado a la realidad y reaccionar en busca de alma propia, negándose a ser manipulada de una forma tan impía. La marioneta con vida propia puede ponerse a hablar con las palabras de la sociedad que representa, sin responder a las consignas de una jerga hostil.      

También en el ridículo hay grados. Decir incongruencias, equivocarse en citas, desmentir hoy lo que se dijo ayer o dar muestras de no saber muy bien de lo que se habla, no es tan grave como perder del todo la vergüenza y dejar que jueguen con tu sí y tu no como si fueras un pobre muñeco. Juntos podríamos imaginar otro futuro.

Desde la Basura | Las Libelu

 

Ojalá la basura solo fuese material...La cosa tendría una solución menos complicada. El problema es la falta de conciencia tanto individual como social, una precariedad contagiosa y a la vez demoledora, incapaz de ver la conexión que existe entre nuestro modo de vivir y hacer, para llegar a Ser por medio de nuestra responsabilidad autoconsciente, cuya base de despegue es siempre individual y basada en lo que pensamos, deseamos y hacemos y lo que luego nos pasa...Sin un despertar individual que nos integre en el Nosostr@s, no se puede mejorar nada, solo la calidad imppeppinable de la castaña final. Y por eso el único futuro posible en ese plan, es acabar con todo. Voilá: el comportamiento con nuestros compañeros de Planeta: los animales, celebrando al mismo tiempo la victoria del Psoe hace cuarenta años y lo que vino luego...y ahí sigue...Sin examen de conciencia, ni dolor ni arrepentimiento por lo jodido, y por ello, lógicamente, sin propósito de enmienda. ¿Cómo enmendar lo que se considera ganancias, éxitos, aciertos y "virtudes", verdad? Que enmienden otros, claro que sí! Parece que en el fondo haya un vínculo inevitable con la "filopodría" del pp.

Ains!!!!

Gracias, querida Ana, por esa conciencia y esa salud psicoemocional convertida en periodismo, como debe ser siempre y, por desgracia para tod@s lo es tan pocas veces.


Los tres pies al gato | 

'Seres no racionales en el PSOE', por Ana Pardo de Vera

publicado el 28 de Octubre de 2022

En 2020, en España, 286.000 perros y gatos llegaron a las protectoras, abandonados, perdidos o cedidos por sus dueños. Son datos de la Fundación Affinity, que, a falta de un registro oficial, toman como referencia las instituciones responsables de este asunto. De esos animales abandonados en 2020, 162.000 eran perros.

La recogida de perros abandonados fue más alta en enero, mes en el que acaba tradicionalmente la actividad de caza en España, y supone un 10,6% del total de perros abandonados, o sea, y haciendo un cálculo a grosso modo, podemos decir que unos 17.170 perros fueron abandonados al finalizar la temporada cinegética.

Estos perros, según las leyes autonómicas de caza, y ahora también según el PSOE nacional, son cosas, herramientas de caza, armas para matar otros animales. La mayoría de los canes son galgos y podencos. Les sonarán las razas porque son los perros más veces maltratados y asesinados y parece que ya hemos normalizado esas fotos en las que aparecen colgados de los árboles, enterrados o lanzados a un pozo con un tiro en la cabeza o abandonados en los márgenes de la carretera. La mayoría de las veces, estos animalitos mueren de hambre, frío, calor, sed, enfermos o atropellados. Las menos veces, son recogidos por asociaciones animalistas o buenas personas que les curan el miedo y la enfermedad y les dan cobijo o les buscan adopción.  

Muchos de los galgos son felizmente adoptados en el extranjero, donde se muestra una gran empatía por estos animalitos dulces e inteligentes a los que en España, el principal partido del Gobierno quiere negarles sus derechos. Hasta Bruselas se ha pronunciado preocupada por este asunto del maltrato animal en España contra los perros de cazadores y que solo encuentra similitudes en ‘democracias’ europeas tan avanzadas -y permítanme la retranca- como Eslovaquia o Hungría.

Hace tiempo, mucho tiempo, que en España, la caza ha dejado de ser necesaria como forma de alimentarse y abrigarse. La matanza de animales obedece en su práctica totalidad al ocio y divertimento de seres humanos: llaman deporte a matar seres no humanos, que se crían incluso para ser matados, utilizando para ello, entre otras armas, a perros de caza, galgos y podencos, sobre todo.

El PSOE, en sintonía con sus barones, ha decidido que estos perros-armas son animales de segunda y no merecen los derechos de otros animales más afortunados y que cuentan con la empatía generalizada de la sociedad. Como si galgos y podencos no sufrieran, no sangraran, no sintieran como el resto de animales, incluidos nosotros, las y los seres humanos.

Es tan desgarradora la conclusión de los socialistas que los convierte automáticamente a ellos en seres no sintientes: no sintientes del dolor y el sufrimiento que nos une, entre otras muchas cosas, a todos los animales, racionales o no. Y con lo de no racionales me refiero estrictamente a los animales no humanos, aunque pudiera parece que señalo a los humanos del PSOE. Eso lo han pensado ustedes. 

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Comentario del blog:

Es imposible ser verdaderamente human@s, si ni siquiera se distinguen los instintos depredadores -hasta convertir en deporte y festejo la mismísima depredación-, del derecho a vivir de todas las especies que comparten con nosotr@s el Planeta Tierra, como es el vergonzoso caso de esta "ppatria", en tantas cosas, imppresentable. 

Que en el siglo XXI aun se siga cazando y pescando "por deporte" y asesinando toros embolaos o sin embolar para celebrar nada menos que "la fiesta nacional", no tiene pies ni cabeza, ni razón ética ni lógica, que pueda justificar semejante barbarie, y que un partido socialista, que canta cosas como la Internacional: "el hombre del hombre es hermano, derechos iguales tendrá, la Tierra será un paraíso, patria de la humanidad", aun se revuelque en el cieno de Atapuerca...en fin, no sé qué clase de paraíso se puede lograr si no cambia la condición inhumana y depredadora de nuestra especie, que, en semejante plan, lleva milenios haciendo papilla todo lo que toca, hasta para divertirse(¡?)...Es una pena que el español esté en semejantes niveles éticos, seguramente porque está al mismo nivel evolutivo que ese pp, que según Ayuso 'gobierna sin sentimientos', ¿quizás porque no producen beneficios, ni cloacas protectoras ni ganancias para la familia y los amiguetes? Ya es patético que en TVE haya un programa dedicado al arte de triturar animales para refocile social...Ahí va el testigo de cargo:

Jara y sedal, Google dicet. Toma castaña!

Programación de Caza y pesca - Programación de Televisión Programación de Caza y pesca 01:15h Guía de pesca en Mequinenza Documentales / Pesca Adentrarse en el inmenso embalse de Mequinenza y descubrir los secretos que albergan sus ricas aguas no es tarea fácil.
 
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Que esto lo hiciese el pp, tiene toda la lógica, según vamos alucinando con el ppersonal mangoneante y obediente, pero que lo haga el PSOE y lo permita la coalición que lo acompaña en el Gobierno, es signo de que España está aún con la misma disposición social y racionalemotiva, y por tanto, como la de los de los visigodos y Don Pelayo, como mínimo. No olvdemos que el (d)emérito siendo Jefe del Estado, ya tenía un currículum ad hoc a  idénticas bajuras y el pueblo -y los políticos elegidos por él y la prensa mayoritaria-, solo se preocuparon por el gasto del avión que le recogió en Botswana para llevarle a Barcelona tras la real leche que se pegó después de matar un elefante, por cierto, especie protegida y en peligro de extinción...Ains!!!! Pero, en esta ppatria tan chuli y pizpireta turística esos detallejos son peccata minuta, ante morros, jetas y delincuencia moral convertidas en "lo nuestro", y que solo son prejuicios, tontunas y lesbimariconadas sin importancia...Demasiado tiquismiquis para ser tomadas en serio...xd!
 
Ojalá que este sindiós social y personal en tantas ocasiones solo fuera cosa del PSOE. Ojalá!

sábado, 29 de octubre de 2022

Un completo y detallado análisis del momento bancario europeo y de su falta de orientación ecológica y económica, de la que sufriremos las consecuencias si los criterios y plazos no cambian a mejor. Gracias, como siempre, aTorres López y a Público

                                            LA TRAMOYA

El Banco Central Europeo ante el cambio climático: ni tiene prisa ni buen criterio

JUAN TORRES LÓPEZ

 Publico

A person jogs near the European Central Bank (ECB) building in Frankfurt, Germany October 27, 2022. REUTERS/Wolfgang Rattay
A person jogs near the European Central Bank (ECB) building in Frankfurt, Germany October 27, 2022. REUTERS/Wolfgang Rattay

En junio de año pasado, cuando la inflación ya comenzaba a manifestarse crudamente en casi todo el mundo, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, reconoció que el cambio climático también era responsable del alza de los precios.

Llevaba toda la razón, aunque sorprenda que casi al mismo tiempo dijera que la subida de precios era coyuntural y que tenía la firme convicción de que bajaría en 2022.

Más adelante, algunos investigadores del BCE y gobernadores, como el del Banco de España, han señalado, también con razón, que el efecto del cambio climático sobre los precios se producía a través de una triple vía. La primera, el coste creciente del deterioro del medio ambiente que produce sequías, inundaciones y otros desastres que disminuyen la oferta y destruyen capital, provocando escasez, menor productividad y subidas de precios. Una segunda, el precio cada día más elevado de los combustibles fósiles que termina trasladándose a gran número de actividades económicas que los usan, directa o indirectamente. La tercera, el coste elevado, al menos en las primeras fases, de las estrategias de transición hacia fuentes de energías más limpias y eficaces. Y eso, sin olvidar que el cambio climático deteriora la situación patrimonial de las empresas y la banca y la economía en general, por lo que afecta igualmente a la estabilidad económica y financiera.

Puesto que la autoridad monetaria es la encargada de conseguir la estabilidad de los precios y la del sistema financiero en su conjunto, es lógico que los dirigentes de los bancos centrales hayan comenzado a ser sensibles a los problemas climáticos. En el caso del Banco Central Europeo, respondiendo en junio de 2021 con una especie de hoja de ruta climática que realmente supuso un cambio importante, pues asumía el compromiso de reflejar más sistemáticamente las consideraciones de sostenibilidad ambiental en su política monetaria.

Para ello, el Banco Central Europeo se fijó objetivos como los siguientes:

  • En materia de investigación y datos, desarrollar modelos macroeconómicos para monitorear las implicaciones del cambio climático en la economía e indicadores que cubran los instrumentos financieros verdes, la huella de carbono de las instituciones financieras y su exposición a los riesgos relacionados con el clima.
  • En relación con la gestión de riesgos, realizar pruebas de estrés climático del balance del Eurosistema en 2022, incorporar los riesgos del cambio climático en sus calificaciones y tenerlos en cuenta a la hora de comprar activos de empresas o aceptarlos como garantía.
  • Para mitigar el cambio climático, tener en cuenta la divulgación que las empresas hagan de los efectos sobre el clima de su actividad a la hora de financiarlas, comprar sus títulos o aceptarlos como garantías.
  • Como colofón, se comprometía a evaluar posibles sesgos en la asignación del mercado, es decir, si los mercados (cuya actuación trata de respetar con neutralidad el BCE cuando actúa) están valorando correctamente los riesgos climáticos que generan las empresas contaminantes.

Un año más tarde, en julio de 2022, el BCE dio un paso más para "reducir el riesgo financiero relacionado con el cambio climático, fomentar la transparencia y apoyar la transición ecológica de la economía", según su propia declaración de intenciones (aquí).

Para lograrlo, añadía nuevos compromisos o concretaba los del año anterior. Por ejemplo, modificar su tenencia de bonos de empresas para orientarse hacia los de emisores con un mejor desempeño climático; limitar la proporción de activos emitidos por entidades con una elevada huella de carbono; o aceptar solamente los títulos que cumplan con la directiva europea que establece la información que han de dar las empresas para que se conozca el efecto de su actividad sobre el medio ambiente.

Es verdad que este cambio de comportamiento del Banco Central Europeo es una buena noticia. Sin duda, eso es mejor que nada y aunque haya tardado tanto en asumirlo.

Pero, en cualquier caso, ese reconocimiento positivo no puede ni mucho menos silenciar que esta estrategia está cargada de lagunas, silencios, limitaciones e incluso contradicciones que algunas investigaciones y responsables de organizaciones ecologistas y financieras se han encargado de poner de manifiesto.

Las más relevantes son las siguientes:

  • En ningún caso se propone alinearse con los objetivos de la lucha de la Unión Europea contra el cambio climático o con los del Acuerdo de París. Como si el cambio climático se pudiera combatir actuando cada institución por su cuenta y sin coordinar las diferentes políticas.
  • No excluye a las empresas que incumplen el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El BCE se ha comprometido a que la proporción de activos de las empresas que tengan un "mejor desempeño climático" aumente en relación con las de peor. Lo cual quiere decir que pueden seguir teniendo apoyo empresas que directa o indirectamente produzcan efectos nocivos sobre el cambio climático que es lo que supuestamente quiere combatir el BCE.
  • Los indicadores que pretende aplicar el BCE pueden provocar efectos perversos, como ha ocurrido ya con otros muy parecidos utilizados por el Banco de Inglaterra. Así, una empresa con gran efecto contaminante puede resultar mejor valorada y favorecida por el BCE si actúa con mayor transparencia que otra menos contaminante.
  • La estrategia del BCE no contempla la financiación de las políticas de transición que ha emprendido la Unión Europea. Y, para colmo, la estrategia de subir los tipos de interés para combatir la inflación va a encarecer las inversiones que es urgente llevar a cabo para frenar los tres tipos de costes señalados que comporta el cambio climático. Dicho de otro modo, el Banco Central Europeo va a agudizar el problema que tendría que resolver.

A la vista de esas deficiencias, una serie de organizaciones civiles europeas han hecho una propuesta de principios y medidas que permitirían hacer más efectiva la política monetaria del Banco Central Europeo en su combate contra la inflación y ponerla al servicio efectivo de una estrategia europea eficaz contra el drama colosal que implica el cambio climático. Sus propuestas y medidas se podrían resumir en cuatro ideas principales (informe completo, aquí):

  • El Banco Central Europeo debe cumplir con su obligación legal de apoyar las políticas económicas generales de la Unión Europea en materia de políticas climáticas, favoreciendo sus inversiones y no encareciéndolas; y, en concreto, apoyar las emisiones de bonos del Banco Europeo de Inversiones y NextGeneration de la Unión Europea para impulsar la inversión verde y asegurar un futuro bajo en carbono.
  • El BCE debe actuar con urgencia y no alargar los plazos. En concreto, debiera descarbonizar desde el primer momento la política monetaria y las operaciones de financiación, excluyendo ya de los programas de compras de activos, de flexibilización cuantitativa y del marco de garantías a los operadores que no respeten los compromisos internacionales en medio ambiente.
  • Igualmente, debe integrar los riesgos climáticos en las calificaciones crediticias que establece el banco para conceder garantías y comprar activos e incluir entre los requisitos prudenciales (los encaminados a garantizar la solvencia de las empresas o bancos) los que permitan que los flujos financieros se acomoden al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
  • El BCE no puede actuar al margen de la sociedad sino trabajar para ella, mejorando el compromiso con los ciudadanos y aumentando la responsabilidad democrática.

La experiencia nos dice que el Banco Central Europeo no suele ser permeable a las demandas de la sociedad civil pero, ante un riesgo planetario tan grande y peligroso, hay que exigirle que deje de ser lo que ha sido hasta ahora y lo que también parece estar dispuesto a seguir siendo en materia de cambio climático, si se contemplan -como acabamos de hacer- su falta de decisión y las medidas tan ineficaces que ha propuesto en este campo: una agencia al servicio de los intereses privados, a quien ha protegido siempre con prelación y privilegio frente a los colectivos.


Juego Que Me Regalo un 6 de Enero

Silvio Rodriguez Ala de colibrí

Ahora mismo en la Plaza de Patraix se puede participar en esta convocatoria asamblearia. Amunt, València!

 

 València

[ACTE] ViscAValència - Patraix

Hola Sol !

El dissabte 29 d'octubre farem una trobada amb l'alcalde Joan Ribó a Patraix a les 11:00 h a la plaça de Patraix, junt amb les regidores Lucia Beamud i Giuseppe Grezzi.

Un acte de carrer, obert on poder escoltar el que està fent-se des de l'Ajuntament i on la ciutadania podrà parlar i preguntar a l'alcalde i les regidores tot allò que hi consideren.

Tanmateix, hem elaborat una revista que es repartirà en els pròxims dies al barri i que vos facilitem en format digital.

Ens trobem dissabte a Patraix!

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Comentario del blog:

Esto es lo que suele hacer un Ayuntamiento decente y democrático: facilitar periódicamente las asambleas municipales de barrio al aire libre, cuando el tiempo lo permite,  además de hacerlas a cubierto trimestralmente en el edificio ad hoc , además, por supuesto, de convocarla en el Ayuntamiento Central. 

Si a esto añadimos el haber conseguido proponer y elegir, ya desde hace unos años, mediante el voto los presupuestos municipales por parte de la ciudadanía, diseñando junt@s la València que necesitamos, pues está claro que "sí se puede" mejorar y cambiar una sociedad tan necesitada de cooperación como de salud ética y democrática. ¡Gracias, Compromís i Pacte del Botánic! 

Esto jamás lo harían el pp y sus fotocopias adjuntas, porque entonces desaparecerían y acabarían por descubrir que es imposible ser seres humanos con salud racional-emotiva y gobernar sin sentimientos (Ayuso dixit et facet!) y si además, en plan Feijoó -en la misma línea de Esperanza Aguirre -por entonces Ministra de Cultura, tomayá- cuando creyó que el Premio Nobel de Literatura se lo habían dado, por fin a una mujer, a Sara Mago, ahí queda eso- se citan autores fundamentales para entender este tiempo, como por ejemplo, a George Orwell...

(*) (Aclarando un poquillo el tema: En la enseñanza pública, de la que procedo y de la que mi madre era "maestra nacional en propiedad y por oposición, colegios, instituto y Universidades Complutense y de Sevilla, ya en los años finales de los 60 y primeros 70, del siglo XX, puedo asegurar que "1984" de Orwell, junto a Un mundo Feliz, de Huxley, ya eran obras conocidas y de lectura recomendada en las aulas. Posiblemente fuese porque muchos de aquellos profesores no se habían formado en el franquismo, sino previamente a él, y tal vez por ese motivo, los profesores más jóvenes, deformados por la dictadura y sus colegios y universidades "privadas" de conciencia y sobradas de ideologismos, no hayan dado noticias durante años de algo más que de la vida y milagros de Escrivá de Balaguer y sus empresas de cielos en compraventa. Así andamos, como los cangrejos: marcha atrás en la formación intelectual y moral, pero despendolados en la debacle de nuestra propia especie y planeta acogedor)

El desastre planetario está dejando clarísima la insostenibilidad y obsolescencia de los ppoderes residuales, ignorantes, irresponsables y tóxicos de los impperios y por ello la urgencia de la fuerza e inteligencia cooperativa de las bases sociales por los caminos abiertos desde la humanidad a la bienaventuranza, como dice ese Evangelio que el pp tanto oye en las iglesias y tan poco y tan mal entiende y por ello - es más que evidente- no practica en la vida diaria, dos planos que para el pp no tienen nada que ver entre sí...sobre todo cuando ppoder, ppelas y pparippés farisaicos van juntitos como pareja de desecho, hacia el agujero negro de un porvenir que cada día está más en el filo de la navaja. (Ah, ppepperos, carinyets, por si se os ocurre citarlo como profecía literaria en vuestros brillantes discursos, sabed que es el título de una novela de Somerset Maughan, publicada en 1944, -cinco años antes que "1984" y justo cuarenta años antes del título de Orwell "1984", y no la fecha de su publicación, según Fejoó, pero -¿tal vez por el efecto mariposa?- publicadas ambas en la misma década de la segunda guerra mundial, y seguramente como resultado de las mismas experiencias destroyers compartidas a la fuerza. Así, informadit@s, es posible que hagáis menos el ridículo, herman@s de especie. 

El analfabetismo voluntario tiene estas cosas: cuando se intenta barnizar la roña del ayer para que parezca recién pintada...Por eso desgobernando en ese plan, luego pasa lo que pasa...Los efectos sin causa no existen y las causas sin efectos, tampoco. Como lo buenos católicos que sois, deberíais recordar que el Apocalipsis está siendo hasta ahora una verdadera crónica de sucesos que se actualiza sin parar exponencialmente. Yo que vosotr@s, lo repasaría de vez en cuando, aún a riesgo de confundir su fecha de publicación como si fuera otro "1984" firmado por Juan de Patmos en vez de por Orwell, fíjate tú, qué cosas...Ay, esos profetas...

Ains!!!! 

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viernes, 28 de octubre de 2022

Se cumplen 33 años de un crimen incomprensible para las conciencias despiertas de la humanidad. ¿Tiene arreglo un mundo donde se asesina a los más despiertos y sanos porque molestan tanto que no se les puede aguantar? Recuerdo su despedida cuando vino a recoger el premio Príncipe de Asturias para la UCA y como tenía asumido que ya no regresaría más de El Salvador: allí le habían dicho que si regresaba, no saldría vivo de su rebeldía contra el estado. Y él lo aceptó, como Jesús subió a Jerusalen sabiendo lo que iba a ocurrir. A los pocos días mataron a toda la comunidad, incluidas la trabajadora y su hija, para que no quedasen testigos que pudiesen reconocer a los asesinos. Lo de Ignacio Ellacuría es mucho más que un pensamiento abierto al infinito y a la humanidad, al mismo tiempo, es vida, compromiso, entrega sin pedir nada a cambio, Evangelio al por mayor. ¿Será por esa certeza, por lo que nunca puedo pensar y hablar de él en pasado? Y muchas gracias, Juan José Tamayo, por este testimomio tan necesario, en un mundo patas arriba y conciencias encerradas en el sótano de lo incomprensible pero, patéticamente, muy rentable...¡Bendito seas, hermano!


El pensamiento vivo de Ignacio Ellacuría

La madrugada del 16 de noviembre de 1989 fue asesinado en San Salvador el rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) Ignacio Ellacuría, junto con sus compañeros jesuitas Juan Manuel Moreno, Segundo Montes, Ignacio Martín Baró, Amando López, Joaquín López y López, la trabajadora doméstica Julia Elba Ramos y su hija Celina, de 16 años. Tamaño asesinato óctuple, que conmocionó al mundo, fue llevado a cabo por el sanguinario Batallón Atlacatl del Ejército salvadoreño con el conocimiento ¿y la aprobación? del presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani.     

Ignacio Ellacuría fue filósofo, teólogo de la liberación y politólogo nacido en Portugalete (Bilbao), nacionalizado salvadoreño, que ejerció una gran influencia política, cultural y religiosa no solo en El Salvador sino en toda América Latina. Es, sin duda, uno de los más brillantes pensadores de nuestro tiempo que, treinta y tres años después de su asesinato, sigue iluminando la oscuridad del presente con sus obras y sus propuestas revolucionarias como estas: “revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra dirección”, “sanar la civilización enferma”, “superar la civilización del capital”, “evitar un desenlace fatídico y fatal”. 

Sin embargo, y por contradictorio que parezca, en España, donde nació y ejerció una importante influencia en el terreno religioso, es hoy poco conocido y menos reconocido en el ámbito intelectual, filosófico, teológico y académico. A las personas que nos hemos dedicado a su estudio y al análisis de la significación de su pensamiento nos resulta difícil entender a qué puede deberse tamaño olvido. Precisamente para reparar dicha amnesia y hacerle justicia acabamos de celebrar un Simposio Internacional sobre El pensamiento vivo de Ignacio Ellacuría en la librería Metalibrería de Madrid y en la Universidad de Alcalá los días 19 al 21 de octubre. 

En Metalibrería presentamos tres libros recientes en torno a la relevancia de su figura y a la actualidad de su filosofía, teología y teoría y práctica políticas. Marcela Brito de Butter, catedrática de filosofía de la UCA, de San Salvador, ha publicado la monografía Ignacio Ellacuría. Fraternidad solidaria (Herder, 2022), en la que da a conocer su figura fascinante tanto en su vida como en su muerte martirial y analiza su filosofía de la realidad histórica y su compromiso radical con las mayorías populares empobrecidas. Fue la propia autora quien lo presentó.

Javier López de Goicoechea Zabala, profesor de la Facultad de Derecho y del Instituto de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense, presentó su libro Hacerse cargo de la realidad. Sobre la teología-política de Ignacio Ellacuría (Comares, 2021), donde elabora un lúcido perfil intelectual de Ellacuría a través de un amplio y riguroso recorrido por los años de su formación y madurez y ofrece una sólida reconstrucción de la filosofía, teología y teoría política de Ellacuría en su carácter unitario y orientación emancipatoria.

Yo hice la presentación de la obra colectiva Ignacio Ellacuría. 30 años después (Tirant, 2021), editada por Héctor Samour –fallecido en febrero de 2022–, uno de los más importantes especialistas mundiales en Ellacuría, y por mí. La obra recoge las 40 conferencias pronunciadas por especialistas ellacurianos de Centroamérica, México, Colombia y España en el Coloquio Internacional sobre Ignacio Ellacuría celebrado en San Salvador en noviembre de 2019 con motivo del 30 aniversario de su asesinato

Las reflexiones giran en torno a sus aportaciones en los campos filosófico, teológico, político, en los derechos humanos, en las ciencias sociales y en el análisis del “mal común” y del bien común como respuesta. Dichas aportaciones son reconocidas por intelectuales y personalidades académicas mundiales de prestigio de las últimas décadas. Estamos, creo, ante una de las obras más completas sobre el pensamiento del rector mártir de la UCA.   

En la Facultad de Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares celebramos la segunda parte del Simposio Internacional centrada en El pensamiento vivo de Ignacio Ellacuría. Participamos personas estudiosas de Ellacuría en diferentes campos. Diego Gracia, presidente de la Fundación Zubiri, habló del realismo de Zubiri y Ellacuría frente al idealismo y el materialismo. Marcela Brito, catedrática de Filosofía de la UCA, centró su reflexión en la radicalidad del bien en el pensamiento de Ellacuría. 

Javier López de Goicoechea Zabala, profesor de Derecho en la Universidad complutense de Madrid, analizó la aportación de Ellacuría al pensamiento político contemporáneo. Juan Antonio de Nicolás, catedrático de Filosofía de la Universidad de Granada, se refirió a la impresión asimétrica de la realidad en Zubiri y Ellacuría. Yo centré la atención en la contribución ellacuriana al pensamiento decolonial. Antonio González, director académico de la Fundación Zubiri, habló de Ellacuría y la dialéctica. Fernando Monedero, doctorando de la Universidad Complutense de Madrid, centró su reflexión en la idea de estructura en la obra de Ellacuría, tema sobre el que está trabajando en su tesis doctoral. José Manuel Romero, profesor de Filosofía en la Universidad de Alcalá, analizó la actualidad de la filosofía de la realidad histórica y de la praxis en Ellacuría. 

Juan Antonio Nicolás informó sobre la situación en que se encuentra la edición de la obra completa de Ellacuría, programada en 25 volúmenes de quinientas páginas cada volumen. Es, sin duda, el proyecto más ambicioso que hará justicia a uno de los pensadores más promitentes del siglo XX

Los numerosos estudios sobre Ellacuría tras su asesinato, el Simposio que acabamos de celebrar y la próxima publicación de su obra completa son la prueba más fehaciente de su vigencia y actualidad, en otras palabras, de que estamos ante su “pensamiento vivo” capaz de dialogar con las corrientes contemporáneas filosóficoas teológicas, políticas y sociales. 

En el artículo Mi caminar con Ignacio Ellacuría, con el que se cierra el libro Ignacio Ellacuría. 30 años después, su compañero, amigo y colega el teólogo Jon Sobrino lo define como “antorcha” por su clarividencia, lucidez y precisión y por su capacidad para iluminar y arder, así como para “para mover el corazón y eliminar lo que impide ver”. Ellacuría, sigue diciendo, “desentrampó la verdad entrampada por múltiples intereses dispuestos a que la verdad no salga a la luz”

Termino con un texto del propio Ellacuría especialmente luminoso en torno al necesario carácter revolucionario de la universidad y a la compatibilidad entre razón y revolución: “Si la revolución no pasa por la universidad, en el sentido de que no es ella su motor principal, la universidad debe pasar por la revolución, porque revolución y razón no tienen por qué estar en contradicción; más bien, en las cuestiones históricas se reclaman y se exigen mutuamente”. 

Hasta el presente no se ha cumplido el condicional de Ellacuría ni el deber ser: ni la revolución ha pasado por la universidad, ni la universidad ha pasado por la revolución, ni tampoco se ha producido la complicidad entre razón y revolución. Todo lo contrario, cada vez han ido alejándose más universidad, razón y revolución. Pero estamos a tiempo de revertir el proceso hasta llegar a la triple alianza. De nosotros depende.

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Juan José Tamayo es emérito honorífico de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones. Su último libro es 'La compasión en un mundo injusto' (Fragmenta Editorial, 2021). 

 

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(Sorry, familia! Acabo de descubrir que me he equivocado de fecha con el Premio Príncipe de Asturias a la UCA; se lo concedieron en 1990, no en el 89. Posiblemente movidos por el asesinato de los jesuitas y, desde luego por su trabajo impresionante en toda América Latina, no solo en El Salvador)

 Para quienes quieran conocer con detalle la vida de Ignacio Ellacuría, aquí va este resumen procedente de la Universidad Centroamericana Simeón Cañas, a la que agradecemos esta publicación que nos permite conocer detalles de su vida y de su obra tan humana como apostólica sin recortes ni tapujos: Fruto de la luz y del amor sin fronteras.

 Documento publicado por la

Universidad Centroamericana

Simeón Cañas.

 

Ignacio Ellacuría (1930-1989)

Nació en Portugalete (Vizcaya, España), el 9 de noviembre de 1930. Fue el cuarto de cinco hijos varones del oculista de la ciudad. También fue el cuarto en optar por el sacerdocio. Sus primeros estudios los hizo en Portugalete, pero después su padre lo envió al colegio de los jesuitas de Tudela. Ellacuría era reservado y algo intenso. Los jesuitas de Tudela no pensaron en él cuando consideraron quiénes podrían tener vocación para entrar en el noviciado de la Compañía de Jesús. Al finalizar el séptimo año, el padre espiritual de los estudiantes de último año reunió a un pequeño grupo de posibles candidatos, en el cual no estaba Ellacuría. Sin embargo, entró en el noviciado al año siguiente, por voluntad propia, el 14 de septiembre de 1947, en Loyola, el hogar de san Ignacio, el fundador de la Compañía de Jesús.

Un año después fue enviado, junto con otros cinco novicios, a fundar el noviciado de la Compañía de Jesús en Santa Tecla (El Salvador). Seguramente, para los seis novicios fue difícil determinar si eran voluntarios o cumplían una orden. Meses antes, el maestro de novicios solicitó voluntarios para ir a Centroamérica. Les pidió que lo pensaran unos días y si sentían que esta misión estaba de acuerdo con su vocación, que escribieran su nombre en un pedazo de papel. El viaje fue largo. Salieron de Bilbao el 26 de febrero de 1949 y llegaron un mes más tarde a Santa Tecla. Sus familias acudieron a la estación a despedirlos. Sin duda, la separación fue muy difícil para todos.

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Al frente de la expedición venía el maestro de novicios, Miguel Elizondo. En él, los novicios encontraron un maestro de gran sentido común y espiritualidad profunda. Estas dos características marcaron para siempre a estos y a los siguientes novicios de Elizondo. Elizondo trajo consigo la libertad de espíritu, el componente esencial de la disponibilidad del jesuita para cumplir con la misión que le es encomendada “para la mayor gloria de Dios” -el lema de la Compañía de Jesús. Elizondo se esforzó por formar a sus novicios en esa libertad de espíritu, sobre todo cuando éstos hacían referencias a la experiencia inmediata. En España, la vida de los novicios era regida por una complicada serie de normas y reglas. Vivían en un mundo separado, ajenos a lo que sucedía fuera de los muros del noviciado. Elizondo cambió el plan de vida, distribuyó el tiempo de manera fluida, concentró la atención de los novicios en el desarrollo interior más que en las formas tradicionales exteriores, de las cuales la mortificación física era considerada muy importante, se mostró disponible para dialogar con los novicios e incluso permitió el juego del frontón y del fútbol sin sotana. Elizondo quería cultivar la disponibilidad, es decir, la apertura “que sea necesaria para lo que va a venir, sin saber lo que va a venir”. Ellacuría y siempre reconoció que los fundamentos de su espiritualidad habían sido puestos por Elizondo, a quien siempre admiró con cariño especial. El fue el primero de los cinco maestros que jalonaron su vida.

En septiembre de 1949, los seis novicios pronunciaron sus votos de pobreza, obediencia y castidad. En la década de 1950, los jesuitas de Centroamérica no contaban con un centro de estudio para formar a sus estudiantes, sino qie éstos eran enviados a Quito, donde estudiaban humanidades clásicas (dos años) y filosofía (tres años), en la Universidad Católica. Estos cinco años fueron muy importantes para el desarrollo intelectual de Ellacuría y sus compañeros, así como para todos los otros que tuvieron la oportunidad de estudiar en esta institución.

La inteligencia de Ellacuría se hizo evidente en el noviciado, pero fue en Quito y en particular bajo la tutela de su profesor de humanidades clásicas, Aurelio Espinoza, donde sus cualidades excepcionales como pensador crítico y creativo empezaron a emerger. Pronto surgió una amistad entre ambos que duró hasta la muerte del maestro. Ellacuría animaba a los jesuitas centroamericanos recién llegados a Quito a que sacaran provecho a Aurelio Espinoza, entregándose a él con confianza, puesto que serían formados “por ósmosis”.

Después de las humanidades clásicas, Ellacuría estudió filosofía en la misma Universidad Católica de Quito, obteniendo su licencia, civil y eclesiástica, en 1955. Al despedirse, Aurelio Espinoza le dijo que fundara una gran biblioteca en San Salvador, donde pudiera encontrarse todo lo relacionado con el país, tal como él había hecho con la Biblioteca Ecuatoriana. Por eso, en la Biblioteca “P. Florentino Idoate, S.J.” de la UCA quería que estuviera todo lo publicado sobre El Salvador. Asimismo, en el Centro Universitario de Documentación y Apoyo a la Investigación debían estar todos los documentos producidos en el país o referidos a él. Hubiera querido completar ambos centros con una pinacoteca salvadoreña.

Ellacuría regresó a San Salvador, donde pasó tres años en el Seminario San José de la Montaña. Enseñó filosofía escolástica en latín, pero también comenzó a hablar de las corrientes existencialistas. Además de dar clases, debía cuidar a los seminaristas, quienes permanecían en el seminario durante todo el año, excepto por unas breves vacaciones, que pasaban entre sus familiares. Para Ellacuría, el problema mayor era entretenerlos durante los fines de semana. Él y los demás inspectores (maestrillos) organizaban excursiones a pie al volcán de San Salvador, al lago de Ilopango o a la piscina del Colegio Externado. Con orgullo recordaba cómo había logrado establecer una pequeña biblioteca de clásicos para que no leyeran sólo literatura barata. Dado que no había dinero para comprar libros, convenció a los seminaristas para que ahorrasen algunos centavos del dinero que les daban para comer los días de excursión.

Su presencia era firme y exigente. Era consciente de su capacidad intelectual. En ese entonces, escribió sus primeros artículos en la revista Estudios Centroamericanos (ECA) sobre Ortega y Gasset, los valores y el derecho. Impartió conferencias para todo público. Los jesuitas de mayor edad y experiencia, lo escuchaban y no dejaban de verlo con cierto recelo.

En 1958 volvió a ser estudiante, esta vez, en Innsbruck (Austria), donde estudió teología hasta 1962. No recordaba estos años con entusiasmo. Austria le pareció fría y oscura. Echó de menos el espíritu de la colonia centroamericana de Ecuador, pues sus compañeros estaban dispersos por Europa. Los estudiantes de habla hispana integraron un grupo bastante unido alrededor de Ellacuría para expresar su descontento por lo que consideraban restricciones anticuadas en la vida diaria del teologado y por el nivel sorprendentemente bajo de la enseñanza. Sin embargo, algunos encontraron la inteligencia controlada e irónica de Ellacuría arrogante y excluyente. Hubo algo de desdén hacia su persona -por su brillantez e inaccesibilidad-, que hizo que algunos le llamaran “el rey sol”. Aunque su inconformidad era racional y moderada, también era puntilloso e inexorablemente crítico. Ellacuría no pasó sin ser notado por sus profesores. En el informe de sus cuatro años en Innsbruck se lee que poseía una inteligencia excelente, pero su comportamiento era mediocre. En suma, “al lado de ser altamente talentoso, su carácter es potencialmente difícil, su espíritu propio de juicio crítico es persistente y no está abierto a los otros; se separa de la comunidad con un grupo pequeño en el cual ejerce una fuerte influencia”.

El fútbol proporcionó un escape único a las tensiones de la teología. Junto a algunos austriacos y un alemán, los jesuitas de habla hispana integraron un equipo que resultó ser, para los alarmados profesores, demasiado bueno. Con Ellacuría en el centro, el equipo ganó con facilidad el campeonato de la Universidad de Innsbruck. La cosa no paró aquí. También ganaron el campeonato nacional universitario en Viena. Dos jugadores fueron seleccionados parra formar parte del equipo de la Universidad Nacional de Austria, pero el éxito deportivo no fue bien visto por los superiores de Innsbruck y Roma, quienes cortaron por lo sano, alegando que jugar al fútbol en público no era algo propio de la vida religiosa.

Una sola cosa buena tuvo Innsbruck para Ellacuría, la cátedra de Karl Rahner, uno de los teólogos más influyentes en el concilio Vaticano II -aunque también le impresionaron de manera positiva su hermano Hugo y Andres Jürgmann. Finalmente, Ellacuría fue ordenado sacerdote en Innsbruck, el 26 de julio de 1961. Pocos meses más tarde, mientras visitaba a su familia en Bilbao, decidió buscar al filósofo Xavier Zubiri. Admirador suyo a distancia, quería preguntarle si podía escribir su tesis doctoral sobre él y si él estaría dispuesto a dirigírsela. Le había escrito varias cartas, a las cuales Zubiri no respondió. Un poco ansioso, Ellacuría fue a buscarlo a su casa. Zubiri lo recibió, porque se trataba de un sacerdote. La entrevista fue un éxito.

Así, Ellacuría comenzó a trabajar en su tesis, en 1962, pero tuvo problemas con las autoridades académicas de la Universidad Complutense (Madrid), quienes rechazaron la idea de escribir una tesis sobre un filósofo vivo. Sin embargo, Ellacuría consiguió que le permitieran seguir adelante; pero el tribunal sólo le otorgó un sobresaliente, en lugar del superlativo cum laude. En este periodo, Ellacuría concluyó su formación jesuítica e hizo la tercera probación en Irlanda. Un poco más tarde profesó en la Compañía de Jesús, en Portugalete, el 2 de febrero de 1965.

Ellacuría fue un gran filósofo, pero quizás fue más teólogo que filósofo. De hecho, hizo los cursos de doctorado en teología, en la Universidad de Comillas, en 1965; pero nunca escribió la tesis. A veces decía que le gustaría escribirla sobre Dios. El primer escrito suyo que impactó en la conciencia nacional no fue uno de filosofía, sino de teología. El texto, Teología política, publicado por el Secretariado Social del Arzobispado de San Salvador en 1973, pronto fue traducido al inglés (1976) y al chino (por su otro hermano jesuita, quien vivía en Taiwán). Su último gran escrito fue también un artículo teológico, “Utopía y profetismo en América Latina”. Probablemente este es uno de sus textos teológicos más profundos. Ellacuría decía que en América Latina, era más urgente la teología que la filosofía, porque era más eficaz.

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También fue profesor de teología. Enseñó teología en cursos nocturnos y en los fines de semana, en los llamados cursos de teología para seglares, que organizo cada año, desde 1970. A estos cursos asistían centenares de miembros de las comunidades de base, profesionales y estudiantes universitarios. Después fundó el Centro de Reflexión Teológica y fue su primer director, y organizó la maestría en teología (1974), en cuyo programa siempre se reservó uno de los cursos más importantes. Luego vino otra etapa, el profesorado en ciencias religiosas y morales, destinado a preparar profesores de religión y a elevar el nivel de los creyentes más comprometidos. En 1984, junto con Jon Sobrino, lanzó la Revista Latinoamericana de Teología.

En la UCA comenzó dando clases de filosofía, en 1967. Pronto lo nombraron miembro de la Junta de Directores. Desde 1972 fue Jefe del Departamento de Filosofía. Desde 1976 dirigió la revista Estudios Centroamericanos (ECA) y desde 1979 fue Rector de la UCA y Vicerrector de Proyección Social. Impartió cursos, dirigió seminarios y dictó conferencias en América Latina, Europa y Estados Unidos.

En 1970, después de una revisión profunda de la misión de la Compañía de Jesús en Centroamérica, en la cual Ellacuría tuvo mucho que ver, sus superiores le encargaron la dirección de la formación de los jóvenes jesuitas, a quienes intentó transmitirles su pasión intelectual, su celo apostólico y sus inclinaciones deportivas -el frontón. Retomando una de las intuiciones básicas de san Ignacio de Loyola, Ellacuría insistió en que el jesuita debía estar bien formado para poder responder eficazmente a los retos de la sociedad y la historia. Fue muy exigente en la calidad y la seriedad de los estudios, pero al mismo tiempo se preocupó porque cada estudiante encontrara la vocación a la cual había sido llamado. Promovió y apoyó nuevas experiencias comunitarias y apostólicas entre los estudiantes, entre ellas la de Aguilares, una parroquia rural llevada por Rutilio Grande y un equipo de jesuitas. Al lado de la comunidad parroquial, favoreció la apertura de una comunidad de estudiantes jesuitas, primero de filósofos y luego de teólogos. Experiencias nuevas no significaba irresponsabilidad; debían estar bien preparadas y llevarse bien, con seriedad y profundidad.

Otra de las tareas que se impuso fue traer todas las etapas de la formación de los jesuitas a Centroamérica. Hasta hacía pocos años, sólo había noviciado. Cuando asumió el cargo de Delegado de Formación, al concluir el noviciado, los estudiantes ya no iban a Quito, sino que habían comenzado a estudiar filosofía en la UCA. Después abrió posibilidades para estudiar teología y, finalmente, la última etapa, la tercera probación. Para él, la presencia de los jóvenes en Centroamérica era crucial para no desligarlos de la realidad en la que tendrían que desarrollar su vocación años después, para mantenerlos en contacto directo con los jesuitas formados y sus obras, y para que con sus inquietudes y creatividad aportaran a la renovación y al compromiso apostólico de la Compañía de Jesús. Tres años duró en el cargo.

Los cambios fueron demasiado drásticos, demasiado intensos y demasiado rápidos. Los jesuitas centroamericanos se dividieron y, en 1974, horrorizada, Roma intervino, prohibiendo de forma expresa que Ellacuría ocupase cargos de responsabilidad en el gobierno de la Compañía de Jesús, exceptuando la dirección del recién fundado Centro de Reflexión Teológica. La razón de fondo fue la influencia demasiado fuerte de Ellacuría, tanto que su sola presencia producía polarización. Su salida del gobierno jesuítico fue, sin duda, un golpe muy duro. A partir de entonces, concentró sus energías en la dirección de la UCA.

En los asuntos de la Compañía de Jesús y de la universidad así como también en sus análisis, Ellacuría siempre fue muy independiente, agudo y profundo. Su dialéctica impecable, pero a veces incómoda, le granjeó la enemistad de bastantes jesuitas, de algunos superiores, de la oligarquía, del ejército, de los políticos de la derecha, de la embajada de Estados Unidos e incluso de la oposición política y militar. Ellacuría no seguía línea de nadie y por eso fue vio con claridad, antes que cualquier otro, que la guerra y la violencia no eran salida alguna para los problemas sociales de El Salvador. Y con la misma libertad propuso primero el diálogo y después la negociación. Sólo se plegaba ante los datos de la realidad y sólo abandonaba su posición cuando los argumentos contrarios eran evidentes. Y aun entonces adoptaba una postura nueva, abordando el asunto desde otro ángulo. En sus planteamientos nunca faltaba el dato de la realidad. Estaba al tanto de los avances de la ciencia, de las estadísticas salvadoreñas y centroamericanas y del proceso político nacional e internacional. Cuando discutía o se encontraba molesto, los ángulos de su cara se afilaban, en especial la nariz.

En sus juicios era cauteloso, siempre daba un compás de espera al desarrollo de los acontecimientos antes de adoptar postura. Así, por ejemplo, se opuso a atacar de inmediato a los gobiernos de Duarte y Cristiani. Opinó que era necesario esperar y darles una oportunidad para constatar si cumplían con lo prometido en la campaña electoral. Cuando Duarte no cumplió, lo atacó fuertemente, desenmascarando su fachada democrática. Con el gobierno de Cristiani, le faltó tiempo.

En lo personal era austero. De pocas cosas. Bastante escrupuloso con el dinero. En vísperas de su asesinato, al trasladar sus cosas a la nueva residencia, en el recinto de la UCA, se desprendió de casi todos sus libros. Los regaló a las dos bibliotecas de la UCA. En sus viajes, que eran frecuentes, no se distraía en asuntos ajenos al propósito principal del viaje.

Desde su juventud fue un gran deportista. Escaló los Andes, jugó fútbol y frontón. Seguía muy de cerca la liga española y su equipo de juventud (el Atletic de Bilbao). Oía con religiosidad el programa diario de deportes de Radio Exterior de España. Mientras duraba la emisión, no se le podía molestar. Durante los mundiales de fútbol, se escapaba de la oficina para ver los juegos en la televisión. El frontón de los miércoles y sábados era punto obligado de la agenda semanal para él, Montes, Martín-Baró y Amando López. Al igual que en las otras cosas que le interesaban, estaba al tanto del acontecer deportivo europeo, centroamericano y estadounidense.

En Ellacuría, la compasión y el servicio fueron cosas últimas. El encuentro con monseñor Romero le proporcionó una ultimidad nueva, la cual se expresó más en su vida que en sus escritos: la gratuidad. Se dejó llevar por la fe de Mons. Romero y por la fe la del pueblo crucificado. Esto es importante, porque el Ellacuría a quien en casi todas las otras cosas le tocaba ir por delante y llevar a otros, en la fe se sentía llevado por otros. En el saberse llevado por la fe de otros, Ellacuría experimentó la gratuidad de la fe en Dios. En definitiva, la fe lo llevó al martirio, y mientras tanto, lo llevó a caminar en la historia. En ese caminar siempre se esforzó por “actuar con justicia”, como dice el profeta Miqueas, pero también experimentó la humildad de quienes tienen que habérselas con Dios.

La presencia de Ellacuría en la UCA como directivo y profesor se hizo sentir. Muy pronto concibió que la misión más importante de la universidad no era formar profesionales. Su centro no se encontraba en el recinto universitario, sino en la sociedad en la cual estaba inserta. El gran problema de la universidad eran las mayorías populares. De ahí surge la cuestión fundamental para la universidad: ¿en qué consiste servir universitariamente transformando e iluminando la realidad social y del pueblo en la cual se encuentra inserta?

En los últimos años de la década de los sesenta, luchó para abandonar los esquemas desarrollistas y optar por la liberación. Quería poner la estructura universitaria al servicio de la liberación del pueblo salvadoreño, pero siempre desde el modo propio de la universidad.

La necesidad de proyectar el saber de la UCA sobre la realidad nacional y regional, lo llevó a buscar un órgano de difusión. Es así como la UCA se hizo cargo de la revista Estudios Centroamericanos (ECA), fundada en 1936 por los jesuitas del Colegio Externado. La primera edición de esta nueva época de ECA fue la última de 1969, dedicada a analizar las causas y consecuencias de la guerra con Honduras. Desde la revista ha sido el órgano de difusión del pensamiento crítico de la UCA y la cátedra más importante de Ellacuría. La publicación de una producción intelectual cada vez más amplia y el temor de las imprentas nacionales a publicar los textos cada más críticos de la universidad, llevaron a la creación de los Talleres Gráficos de la UCA.

Con todo, Ellacuría no estaba satisfecho. Uno de sus últimos proyectos fue la apertura de una radio universitaria que complementara la amplia proyección impresa de la producción de la UCA. Durante el arzobispado de Romero, Ellacuría pudo experimentar el poder de la radio. Entre 1978 y 1979, por la emisora del arzobispado (YSAX) salieron al aire comentarios elaborados por Ellacuría y otros miembros de la UCA. Estos comentarios formaban parte de los noticieros de la emisora, los cuales alcanzaron una audiencia nacional importante.

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La UCA fue su vida y su pasión. Pero no porque hiciera de ella un absoluto, sino porque la concibió como un instrumento para servir a la liberación del pueblo salvadoreño. Bajo su dirección e inspiración, la UCA se convirtió en una universidad con un sólido prestigio académico y con una proyección hacia la sociedad eficaz. En el campo académico, estaba convencido de la necesidad de elevar el nivel de la educación superior y para eso impulsó la elaboración de una nueva ley. Creía que la UCA ya había dado de sí a nivel de licencias y, en consecuencia, debía dar el paso a los postgrados. Desde la rectoría, había comenzado a impulsar los programas de maestría. A las de administración de empresa y teología quería agregar las de ingeniería, ciencias políticas y sociología, y un doctorado en filosofía. En esto estaba trabajando, cuando lo asesinaron. El propósito de sus últimos viajes fue buscar respaldo institucional y recursos para estos programas. Ellacuría no se estancaba en los logros, siempre buscaba un más que lo llevara a superar lo conseguido. Las unidades de proyección social fueron idea suya, en lo fundamental. En sus inicios, las seguía de cerca, pero una vez encontrado el camino, las dejaba para que se desarrollaran, y así, él podía concentrarse en otro proyecto. En este contexto estaba pensando en la celebración de los 25 años de la UCA. Quería hacer del aniversario una ocasión para relanzar la actividad académica y la proyección social de la universidad.

La transformación agraria de 1976, impulsada por el régimen militar, lanzó la figura de Ellacuría al ámbito público. Desde entonces, siempre estuvo presente en las grandes crisis del país, a través de sus análisis críticos y sus propuestas creativas. La UCA, aun en contra del parecer de algunos de sus miembros, apoyó el plan de transformación agraria del presidente Molina, porque Ellacuría consideró que, pese a todas sus limitaciones, beneficiaría a las mayorías populares y porque al mismo tiempo era un ataque contra la oligarquía terrateniente. Molina pidió el apoyo de la UCA, pero en el momento decisivo, retrocedió ante la presión de la oligarquía. Entonces, Ellacuría escribió un famoso editorial en ECA, titulado “A sus órdenes mi capital”, en el cual denunció que “el gobierno ha cedido, el gobierno se ha sometido, el gobierno ha obedecido. Después de tantos aspavientos de previsión, de fuerza de decisión, ha acabado diciendo, ‘a sus órdenes mi capital’”. El editorial le costo a la UCA el subsidio gubernamental y cinco bombas, colocadas por una organización paramilitar de derecha, conocida como Unión Guerrera Blanca.

En el contexto de la crisis de la transformación agraria, Rutilio Grande fue asesinado, el 12 de marzo de 1977, iniciando así la larga lista de sacerdotes y religiosas asesinados por las fuerzas de seguridad. Pocas semanas más tarde, la Unión Guerrera Blanca ordenó a todos los jesuitas abandonar El Salvador so pena de ser asesinados. Ninguno salió, pero Ellacuría, quien se encontraba en Madrid trabajando con Zubiri, tal como lo hacía todos los años, no pudo regresar hasta agosto de 1978. El gobierno salvadoreño, por presión de Estados Unidos, tuvo que brindar protección policial a las residencias y obras de los jesuitas.

La crisis nacional se agravó hasta desembocar en el golpe de Estado del 15 de octubre de 1979, dirigido por los oficiales jóvenes de la Fuerza Armada. La UCA y el mismo Ellacuría apoyaron el movimiento de los militares. El primer gobierno estuvo integrado por destacados académicos de la UCA, entre ellos, su Rector, Román Mayorga, y su Director de Investigaciones, Guillermo Ungo. El gobierno fracasó y la violencia se desató. En marzo de 1980, Mons. Romero cayó víctima del odio. En una de las dos residencias universitarias y en la UCA misma estallaron varias bombas. En la residencia de los jesuitas estallaron dos bombas en menos de 48 horas. La situación se deterioró tanto que, a finales de 1980, poco después del asesinato de los dirigentes de la oposición política de la izquierda, Ellacuría salió del país, bajo la protección de la embajada española. Sus amigos le avisaron que en una reunión de comandantes se había discutido una lista de personalidades que serían asesinadas, entre las cuales se encontraba él. Sin dejar de ser Rector, permaneció fuera de El Salvador hasta abril de 1982.

A raíz del fracaso de la ofensiva del FMLN de enero de 1981, Ellacuría comenzó a madurar dos ideas importantes y estrechamente relacionadas, ninguna de las cuales fue bien comprendida. La primera fue la inviabilidad de la violencia armada como solución de la crisis nacional. La única salida posible era el diálogo de las partes enfrentadas. La segunda fue lo que dio en llamar la tercera fuerza. Su tesis era que ni el gobierno, ni los partidos políticos, ni el ejército, ni la guerrilla podían garantizar los intereses de las mayorías populares, porque todos ellos tenían como prioridad la toma del poder y la defensa de unos intereses muy particulares. Por consiguiente, las mayorías tenían que manifestarse por sí mismas y velar por su propio bienestar. El bien del país radicaba en el bienestar de esas mayorías y, por consiguiente, el conflicto armado debía resolverse teniendo delante este bienestar. Ni la derecha ni la izquierda aceptaron su postura, aunque por razones distintas.

No obstante, Ellacuría mantuvo hasta el final de sus días que la única salida al conflicto armado era la negociación política. De ahí que la ofensiva militar del FMLN de noviembre de 1989 le molestara muchísimo. En realidad estaba muy enojado, porque, en su opinión, esa ofensiva traería más males que bienes. Le pareció que el FMLN se había precipitado y derrochaba las fuerzas que con tanto trabajo había acumulado en los últimos años. Tampoco estaba muy satisfecho con la postura del FMLN en la mesa de negociación tenida en San José (Costa Rica). En su enojo, dijo que exigiría a ambas partes respetar la UCA como terreno neutral. Según él, la neutralidad de la UCA, reconocida por ambas partes, podía convertirse en un precedente importante para el país, puesto que se podría hacer lo mismo con los templos, los hospitales, las escuelas, etc.

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En octubre de 1985, la presencia pública de Ellacuría dio un salto hacia adelante. En septiembre de ese año, pese a la mutua antipatía que existía entre él y el presidente Duarte -porque, entre otras cosas, el presidente Duarte no quiso reconocer de forma pública que la Policía Nacional había asesinado sin causa alguna a un estudiantes de la UCA en el mismo recinto universitario, alegando razón de Estado-, junto con Mons. Rivera, hizo de mediador con el FMLN para conseguir la liberación de la hija de aquél. Después de largas horas de negociación con la guerrilla, para lo cual ambos tuvieron que desplazarse por la zona de guerra e incluso a Panamá, consiguieron la libertad de la hija de Duarte a cambio de la liberación de 22 presos políticos y la salida del país de 101 lisiados de guerra.

En ese mismo año de 1985, Ellacuría fundó la Cátedra de Universitaria de Realidad Nacional en la UCA. La cátedra se convirtió en un foro abierto, donde se discutieron los problemas nacionales y regionales. En ella hablaron políticos, sindicalistas, dirigentes populares y eclesiásticos. Sin embargo, cuando hablaba Ellacuría, el auditorio universitario resultaba pequeño. En varias ocasiones, desde esta cátedra, pidió a sus adversarios que combatieran sus ideas con otras ideas y no con bombas ni con balas. La radio y la televisión multiplicaron su voz y su imagen fuera del ámbito universitario. La cátedra llegó a ser un acontecimiento cubierto por periodistas, fotógrafos y embajadores. Cuando la televisión abrió espacio para los noticieros, la cátedra perdió originalidad; pero ya había cumplido su función al romper el cerco impuesto para discutir la realidad nacional de manera libre.

Su conocimiento de las interioridades y complejidades del proceso salvadoreño y su visión de sus dificultades y sus posibles soluciones lo convirtieron en una de las referencias obligadas de periodistas extranjeros, diplomáticos y políticos nacionales. A medida que la década avanzó, las entrevistas para la prensa, la radio y la televisión se multiplicaron. Esta larga y variopinta serie de visitantes no le disgustaba, porque decía aprender mucho de ellos. Era más lo que ellos le contaban que lo que él les podía decir. De manera simultánea aumentaron las invitaciones a congresos y conferencias en el exterior.

Ellacuría mantuvo que la causa fundamental del conflicto armado no era la agresión del comunismo internacional, tal como lo sostenía el discurso oficial, sino la injusticia estructural. Por consiguiente, sólo superándola podría erradicarse la lucha violenta de clases. Cuando Cristiani llegó al poder en 1989, tomó en serio su propuesta de reanudar el diálogo sin condiciones. Saludó al primer gobierno de la derecha radical en un editorial de ECA como la consolidación de “la línea civilista de Cristiani, frente a la línea militarista de D’Aubuisson y a la línea escuadronera de cabeza clandestina”. En privado habló de estas tres tendencias de ARENA, pero agregando, por primera vez desde que había regresado a El Salvador en 1982, que “ahora sí puede pasar...”, es decir, que esta vez sí podrían asesinarlo. De hecho, a mediados de 1989, un rumor aseguraba que lo habían matado. Durante el régimen de Duarte, a quienes le advertían que se cuidara, les respondía que la política estadounidense no permitiría que atentaran contra su vida. Al llegar ARENA al poder, el freno era más débil. Cuando le preguntaban si tenía miedo, respondía que no; pero de inmediato añadía que eso no era ningún mérito, porque era parte de naturaleza, de la misma manera que tampoco tenía olfato.

El registro de la residencia hecho por el batallón Atlacatl la noche del 13 de noviembre no lo interpretó como una amenaza grave, sino como una señal de seguridad. Cuando alguien le insistió, le respondió que no había que ser paranoico. Ya habían visto que no había nada y, por lo tanto, no los molestarían más. Más aún, al oficial que dirigió el registro le advirtió, bastante molesto, que el hecho costaría muy caro al gobierno. Pidió hablar con el Ministro de Defensa o con el superior del oficial al mando de la operación, pero éste se lo negó de manera tajante, argumentando que cumplía órdenes superiores. Pareciera que Ellacuría quiso demostrar que no debía nada. Esconderse podría haber sido interpretado como si hubiera hecho algo malo. Por eso no le gustó que los dirigentes de la oposición política hubieran buscado refugio en las embajadas.

Ellacuría valoró sobremanera el pensamiento como orientador de la sociedad y era un convencido de su eficacia transformadora. A quienes lo cuestionaban acerca de la eficacia del quehacer universitario con su pesada carga institucional y administrativa, respondía que lo que contaba era el largo plazo. La UCA construía para el largo plazo y no había otra forma de hacerlo que dedicarse de lleno, asumiendo el tedio y la rutina. Creía, además, que el quehacer intelectual, cuando cultiva la realidad, conlleva tantos riesgos como cualquier otro.

La opción universitaria a favor de la liberación de las mayorías empobrecidas estaba haciendo estragos en su salud y su ánimo, así como también en el de los demás. En particular, Ellacuría llevaba tres años muy cansado y padeciendo quebrantos de salud. Se había encerrado en sí mismo, volviéndose callado, serio e incluso hosco. Cumplía con sus responsabilidades administrativas, daba su clase, atendía a visitantes e invitaciones en el exterior, y, además, encontraba tiempo para escribir. En estos últimos años, casi no revisaba lo que escribía, lo entregaba al editor tal como le salía. En esta época última, a su rendimiento como escritor le daba un siete o un ocho. A quien le recomendaba descanso, le respondía que el pueblo no descansaba de la guerra ni de la pobreza. Lo menos que podía hacer era seguir trabajando por su liberación y su paz, sin importarle el mal carácter, la enfermedad o no llegar al final, pues, en este caso, también habría cumplido con su misión.

En los últimos meses de 1989, Ellacuría repitió que aunque hubiesen algunas turbulencias en la superficie del proceso, en la profundidad de su curso, éste seguía avanzando incontenible hacia una paz justa. Su muerte pasó a formar parte de esas turbulencias superficiales. Su vida y la de sus compañeros, entregada libre y generosamente, ya forma parte del curso profundo del proceso salvadoreño.