UN REPASITO A LAS HONDURAS
SIEMPRE AYUDA
Voy pasando revista a los alrededores,
me acosan las noticias sin que pueda evitarlo,
me suspende la voz del sufrimiento humano,
hasta repetir curso un año y otro.
No hay forma de aprobar, y se diría
que cuando más estudias, más suspendes.
Recorro los pasillos de las atrocidades,
el hall de la ignorancia compartida
en el hotel del tiempo,
me siento en el café de la impaciencia
pendiente del reloj y los diarios...Y no hay nada que hacer.
¿O tal vez sí?
Los trastos del recuerdo encadenan los pasos
del ayer acabado al mañana, -quién sabe si-, imposible
en semejante patio enloquecido
donde nada parece lo que es y en cambio lo que ES
siempre parece nada.
¿Hemos perdido el atlas de la vida y el mapa del retorno
a lo que Somos, con tanto especular
sobre lo que no somos ni seremos en semejante plan?
Pero allí, en lo más hondo de todo el trampantojo
siempre está refugiado el eterno Nosotr@s,
mucho más que un pronombre y un plural
funcionarios intensos ejerciendo su rol
en ese Ministerio de La Lengua y del Habla,
que estableció Saussure con tanto acierto.
Y el Nosotros se encarga de aclarar los nublados,
y de abrir las ventanas imposibles
y de quitar, por fin, el trampantojo
que impide la visión de lo real
y acaba con el timo encantador
de lo ilusorio.
Que esta vida, tal y como "se entiende"
y se gestiona, ya dijo Calderón que solo es sueño
que no se equivocaba al repetirlo
y solo despertando se pueden comprender sus pesadillas.
Entonces: ¡Despertemos!
Haciendo del Nosotr@s un milagro
tan posible y urgente como pleno.
No son las circunstancias ni las cosas
las que mandan y ordenan cada sueño diario
sino nuestra actitud ante cada presente inevitable,
la mirada es el filtro y el canal de lo que llega y pasa,
la que integra en el Todo lo diverso,
lo grande y lo pequeño, lo torpe y lo acertado,
el club de los opuestos adosadosy la mirada es nada sin amor.
Solo el amor maneja las compuertas del Nosotr@s
y pone cada cosa en su lugar
aunque así de repente, parezca que no existan
más cosas ni lugares.
El amor no es apego, posesión ni atadura,
cálculo aproximado o tonelaje,
es libertad de altura incalculable
y sin embargo,siempre, a ras de tierra,
por eso no se mide ni se pesa
ni puede calcularse. Es un cielo in crescendo,
despensa de la Vida interminable.
Alma y conciencia son su caja fuerte,
el Todo es Casa Eterna en el presente
Y el Nosotr@s, las llaves.
Solo hace falta ver para poder mirar
el Ser que Somos, y despertar al son
de la alegría,
porque si solo "soy, eres o es"
vivir es solamente una pobre y caduca fantasía
lo mismo del derecho o del revés.
Despertemos ahora que aun se puede
cambiar la dirección de nuestros pasos.
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