martes, 4 de octubre de 2022

Taizé Instrumental 1

  

La música, la meditación, la escucha y el silencio como plegaria incondicional hacia  lo desconocido que nos desborda y a la par nos instruye desde el fondo del Ser, también son poesía. Me atrevo a asegurar que es la poesía más pura, alimenticia, terapéutica y sanadora. Ni siquiera hace falta ser creyentes ni religiosos, ni devotos, ni nada en especial. Basta con ser human@s y atreverse a soltar amarras libremente desde el corazón y la mente, desde la danza de la quietud y el reposo de la danza, para comprobar que el wifi infinito que nos hace posibles no le hace ascos a nada ni mucho menos a nadie, por muy terriblemente que rechine su curriculum. Es más, se diría que muchas veces cuanto más pesos, heridas y oscuridades se arrastran, más potente, eficaz y sorprendente resulta el flahs definitivo que los budistas zen llaman satori y los cristianos iluminación.  La apertura instantánea e irreversible de nuestra alma, mente y consciencia hacia el Espíritu, o sea, hacia la inteligencia integradora e indestructible del Amor Infinito.

Nada de ocultismos ni de "misterios" ni enredos entre la "mística" y la magia Harry Potter fashion. Si "dios" fuese algo así, no habría durado tanto como para superar tiempos, espacios, juicios, virtudes, confusiones, interpretaciones y chaladuras varias, a gusto de los pastores de rebaños humanos, un verdadero disparate, derivado de una comparación hecha por Jesús entre la ternura de un pastor que deja al rebaño en el redil para salir en busca de la única oveja perdida y que incluso para proteger al rebaño de los peligros se puede jugar la vida para ponerlo  a salvo. Lo curioso y errático es que no se han quedado con el contenido de la metáfora evangélica: la gracia y luz del amor incondicional que nos cuida y nos acoge seamos como seamos, tanto débiles como ignorantes u obstinadas en perdernos por los peores vericuetos del camino, sino solo con el lenguaje literal: el que manda es el pastor porque es el único que sabe por donde anda, el resto es un rebaño que haga lo que haga nunca dejará de ser ovejuno. Es evidente que las ovejas no piensan, no deciden,  no distinguen la libertad de la necesidad y los apegos del deseo primario y tan natural para la subsistencia animal. Por mayoría e inercias, el religiosismo no ha caído en la cuenta de que las ovejas son animales y el pastor es humano y que los Evangelios Jesús nunca los escribió, los escribieron los primeros cristianos basados en los relatos de cuatro discípulos, dos, directamente documentados y localizados: Mateo y Juan y otros dos, incorporados posteriormente mediante relaciones familiares, como Marcos y comunitarias y apostólicas  como Lucas. Es decir que es muy fácil y natural obviamente,que los relatos transmitidos solo por la palabra hablada, estén afectados también por la interpretación de quines escuchan y pueden comprender y modificar sin siquiera ser conscientes de ello, ciertos contenidos didácticos, sin tener en cuenta tal vez  la semántica de los términos expresivos,  debido al trasvase lingüístico entre lenguas arcaicas como el arameo, el griego y el latín. 

Personalmente, tengo la seguridad de que Jesús nunca se preocupó de dejar por escrito el Evangelio, porque realmente la Buena Noticia, el Buen Mensajero,  eu angellòs, era él, su ejemplo y su mensaje, un pack inseparable y completamente asombroso para un tiempo planetario completamente ajeno a tal mensaje del Infinito, que junto al de Buda, seis siglos anterior, fueron y siguen siendo, las dos materializaciones más notorias del cambio de nivel consciente y regenerador para nuestra especie. De hecho la huella que dejó sin  instrucciones materiales escritas para los "fans", ya define que su legado único fue y sigue siendo para cada ser    humano que despierta, la experiencia vital extraordinaria de su propia venida a este mundo, que revolucionó la historia humana sin fundar imperios ni religiones ni sectas "especiales". De hecho los primeros apóstoles tampoco escribieron nada durante años. Se escribió a partir del siglo II. Y ello explica sin duda, que haya ciertas incongruencias y a veces contradicciones, como lo es, por ejemplo, afirmar que bien aventurados los pacíficos porque heredarán la tierra y luego, afirmar que no ha venido a traer la paz sino la guerra...cuando está invitando a perdonar , comprender y poner la otra mejilla cuando alguien nos agrede y ofende. O también llamar Petrus/Pedro/Piedra (en latín), a Simón, constituyéndolo su representante básico, si Jesús no hablaba latín y teniendo en cuenta que Pedro no era precisamente parecido a Jesús en su entendimiento y clarividencia, como lo era Juan, por ejemplo. Añadiendo "apacienta mis corderos","lleva mis ovejas a pastar"  en la línea total de considerar ganado a unos seres humanos, hijos de Dios, que aún no han conocido la nueva experiencia que aporta el Maestro, pero teniendo en cuenta la sensibilidad y la altura espiritual de Jesús, cuesta un poco asimilar algo así. En fin, que tomar al pie de la letra unos mensajes,que con el tiempo nos han demostrado el riesgo que tiene convertir en leyes unas experiencias que nos superan de un modo total, da bastante que pensar. 

Los libros religiosos que consideramos intocables y sagrados tabús  al margen del tiempo y de las entendederas humanas que los han ido traduciendo y transmitiendo, cada uno desde sus circunstancias, seguramente con la mejor intención, pero indudablemente, pasando por el estado y la situación de cada uno, y de cada grupo religioso, a lo largo de los ciclos y circunstancias históricas y culturales con más de veinte siglos de antigüedad, deberían hacernos confiar más en la revelación compartida, tan fresca como madura y comunitaria del Espíritu -que como dice Jesús, "sopla donde quiere y como quiere" - en la experiencia actual del presente, sea en la época que sea. Por ejemplo, he podido constatarlo durante años, en la Renovación Carismática de la Iglesia Católica.  Algo que no he visto ni sentido en ningún otro movimiento eclesial. Un Pentecostés asumido como camino presente, sin ataduras ni previsiones, con sorpresas constantes y sin apegos "religiosos", sin ataduras al miedo ni al prejuicio, ni al juicio, ni al "pecado" de poder ser tan herejes como Jesús lo fue el sábado en que desobedeció la Ley de Moisés para recoger espigas y compartirlas, o acudir a la casa de Mateo, el "traidor" cobrador de impuestos romanos, o el Maestro que se deja perfumar y acariciare por Magdalena, una puta conocida por todo el pueblo, para escándalos de los fariseos acompañantes, o pedir a Zaqueo el conocido publicano rico y pecador, que le invitase a su casa...O entrar en Jerusalén a lomos de un burro, rodeado de pobres, sencillos y niños, para celebrar la Pascua...mientras los más humildes y sanos, le proclamaban Mesías en medio de un Hosanna constante, porque venía nada menos que en ¡el Nombre del Señor! Vamos, un 15M del Espíritu Santo. Y eso por no dejar sin repaso a lo que hizo a los 11 añitos, más o menos: quedarse en el Templo, una vez acabada la fiesta religiosa,  para poner a los sacerdotes contra las cuerdas de su propio oxímoron sacerdotal delante de la luz infinita y dando a sus padres un sustazo de aúpa, asegurando, cuando le intentaron echar en cara el susto que les había dado, que es que "tenía que ocuparse de las cosas de su Padre"...En fin, que si Jesús se hubiese limitado a seguir las religiosidades intocables de las tradiciones nunca le hubiesen crucificado, eso seguro. Y el mundo se habría perdido aun más entre los enredos de lo más primitivo, torpe, cerrado e inhumano.

 

Por todo eso viene muy bien repasar los contenidos del los mensajes desde el amor, la claridad y hasta del humor de Dios. Como sucede con la aplicación de ese argumento que fatalmente entendido  a lo largo de la historia ha dado como resultado o bien un infinito ganado ovejil sin conciencia, dependiente del pastor que le toque en suerte o bien, un independentismo insumiso de quienes no acaban de identificarse con el concepto "rebaño", se hacen preguntas y encuentran respuestas de muy diversas índoles: desde la santidad y el conocimiento a la ignorancia cómoda y programada desde la barbarie. 

Ovejas y pastores son símbolos solamente, no realidades para reproducir durante siglos en la evolución humana. Jesús jamás habría podido mostrar a la humanidad el potencial de la gracia y la luz del espíritu, ni la paternidad del Padre/Madre de la familia infinita si hubiese estado convencido que los seres humanos, chispas vivas del Amor Eterno repartidas en el Universo, solo pueden llegar a ser ovejas y rebaños dependientes de los jefes religiosos, con lo cual estaríamos aun en el antiguo Egipto, Mesopotamia, el Olimpo, etc, etc...Teniendo en cuenta que para colmo también en la antigua religión judía se sacrificaban ovejas, entre otros animales, en los altares del Templo, a cuyos mercaderes en el patio, Jesús derribó los puestos acusándolos de haber convertido la Casa de Oración en una cueva de ladrones. Es más cuando Jesús, la noche del Jueves Santo, ofrece su cuerpo y su sangre como pan y vino, no lo hace para que se lo coman ovejas, ni siquiera para que acaben como hostias y vino consagrados, comidos y bebidos materialmente sino para alimentar las almas y las conciencias de una nueva humanidad; aun recuerdo el tiempo de mi primera comunión a los 7 años, cuando las monjas que nos preparaban, -unos seres maravillosos de verdad- hacían constantemente hincapié en la necesidad de que al comulgar, la sagrada forma no debería jamás rozar nuestros dientes "para no hacer daño a Jesús".

Nos han quedado tantos tics "piadosos" e incomprensibles, aceptados como normalidad e incluso como "voluntad de Dios", por las ovejas como impuestos y controlados por los pastores, que tiene mucha y triste lógica explicable el desconcierto de la propia especie humana al ir evolucionando. No olvidemos que el Infinito Amor que nos hace Familia, Origen y Destino de todo lo que existe, fluye también en la evolución, como Pierre Teilhard de Chardin nos descubre entre "El Fenómeno Humano" y "El Medio Divino", dos investigaciones antropológicas ya fundamentales para la especie humana, -más allá de creencias y cultos- que deberían conocerse desde la escuela hasta la universidad.

Tendríamos que ahondar, seria y tranquilamente, sin miedos ni tabúes, en estas realidades siempre pegadas a nuestro destino -y tan lejos de las respuestas lúcidas y auténticas-, que nos conducen a unas respuestas mucho más "teoilógicas" que derivadas del Evangelio primordial, comprendido, asimilado y compartido por la experiencia, más que inoculado por la rutina, las normas, los pecados y los sermones adjuntos. 

Cuando repaso la trayectoria del cristianismo -sobre todo el católico- no puedo  evitar el recuerdo de Tomás de Aquino, autor de la "Summa Theologica" y la  petición a sus compañeros dominicos antes de morir, tras haber descubierto la Realidad Infinita de nuestra Casa Eterna: "Hermanos, os pido que destruyáis todo lo que he escrito, porque solo son tonterías sin sentido comparadas con lo que de verdad ES y no se puede describir".

Tal vez lo que de verdad nos ayude al cambio que necesitamos tanto o más que respirar, sean menos relatos y repeticiones de los mismos enredos e interpretaciones teóricas y que La Palabra, que somos de verdad, se haga carne y habite entre nosotr@s. No como ovejas y pastores, sino como familia verdadera...y vegetariana, que ya vale con la que estamos liando a base de granjas/moridero y medioambiente destrozado en modo exponencial, por cantidades de animales producidos como si fuesen rosquillas para forrarse con el negocio, xd! Las ovejas, como lo vivió y lo dijo Francesco d'Assisi, también son nuestras hermanas igual que los pastores, que para colmo nos dan lana sanísima en vez de fibras no reciclables y nylon contaminantes.

Es lo que tiene escuchar con atención y disfrutando estas músicas del alma...que nunca resuenan en el vacío...Él/Ella/Ello, nos sale al encuentro por todas partes, de nota en nota, silencio en silencio, de clave en clave. Solo es preciso un poco de espacio libre interior y ganas de escucharlo sin que el móvil nos secuestre la atención, claro!

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