jueves, 31 de enero de 2019

Salvar Doñana de los destrozos del Psoe y del pproyecto killer de un pp terminator

Qué pasa en Doñana

- Público



Doñana vuelve a ser noticia, aunque esta vez no por su rico patrimonio natural sino precisamente por las amenazas que lo acosan. Doñana alberga una enorme riqueza natural en la diversidad de sus ecosistemas. Se han identificado 20 especies de peces de agua dulce, 11 de anfibios, 21 de reptiles, 37 de mamíferos no marinos y 360 aves, de las que 127 se reproducen habitualmente en el Parque. Muchas de ellas se encuentran en peligro de extinción. La flora del Parque es también muy diversa: más de 900 especies de plantas vasculares y helechos. Se trata sin duda de la mayor joya de la Naturaleza española, pero son muchas las amenazas a este entorno a pesar de que cuenta con la máxima protección nacional e internacional. No en vano está declarado Patrimonio de la Humanidad.
En los últimos días han coincidido tres problemas que han puesto a Doñana en primer plano de la actualidad: los pozos ilegales que secan el acuífero, la denuncia de la UE precisamente por la sobreexplotación del agua y la promesa del PP de construir una carretera a través de Doñana que uniría Huelva y Cádiz. Y todavía penden otras amenazas, como el asunto del almacenamiento de gas en el subsuelo del Parque, un proyecto que de momento ha quedado a medias, pero que podría seguir adelante con la nueva Junta. O los impactos que fenómenos globales como el cambio climático puedan tener en este valioso espacio.
En cuanto a los pozos ilegales, en respuesta a una pregunta que realizamos en el Congreso acerca de las actuaciones que desde el Gobierno se están llevando a cabo para evitar el robo de agua en Doñana y los efectivos destinados a evitarlo, el Gobierno informó que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detectado en el entorno del Espacio Natural de Doñana un total de 562 pozos o captaciones de agua y 146 balsas carentes de documentación, una situación que se ha puesto en conocimiento de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. La presión de los cultivadores de fresas y frutos rojos es enorme, y han llegado incluso a agredir a guardas forestales que estaban inspeccionando pozos ilegales.
La situación es tan grave que hace unos días la Comisión Europea decidió denunciar a España ante el Tribunal europeo de justicia por no tomar medidas para proteger las masas de agua subterránea que alimentan Doñana. “El desvío de grandes cantidades de agua tanto para la agricultura como para las necesidades de los turistas locales está deprimiendo la capa freática”, según describe la propia Comisión Europea en su denuncia. Pero si no se consigue frenar la extracción ilegal de agua Doñana se seca. Sin duda se trata del problema más grave al que se enfrenta el Parque en este momento, pero no es el único.
Una sombra que ha reaparecido ha sido la de una carretera que podría cruzar el Parque. Se trata de un viejo proyecto que ya se desechó hace años, precisamente por su impacto ambiental, pero que vuelve a la actualidad por las promesas electorales del nuevo Presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. En campaña electoral prometió que construiría la autovía entre Huelva y Cádiz, y para ello tiene que cruzar Doñana.
Así que no pinta bien para este humedal tan emblemático, que quizás se haya convertido sin quererlo en el nuevo símbolo de la lucha por la Naturaleza en España. El reto es grande: hay que salvar Doñana. Si no conseguimos salvar Doñana, nuestra Naturaleza en su conjunto estará condenada.

Clamor y estupor ante la actitud de Sánchez en el asunto de Venezuela. Lo coherente sería, si no se corrige esta posición del gobierno que pretende representarnos como política de estado, que las palabras "socialista" y "obrero" desaparezcan de la sigla de ese partido, capaces de aceptar como 'normales' estas barbaridades tanto en sus bases como en sus líderes y "barones"

La estrategia del terror contra Venezuela: carta abierta al presidente del gobierno Pedro Sánchez

Universitat Jaume I de Castellón


Sr. Presidente. Usted, como tantas veces ha hecho su partido, ha tenido la cobardía de ponerse de lado de una nueva agresión a un país que defiende a toda costa su soberanía, alineándose con las directrices que marca EEUU al respecto.
Pero sr. Presidente, usted sabe muy bien que Venezuela es la democracia más avanzada de toda América Latina, que ha celebrado unas 29 elecciones desde 1999 (año en que llegó Chávez a la jefatura de Estado), la mayoría bajo supervisión internacional, y con el sistema de recuento electoral “más avanzado del mundo” según la Fundación Jimmy Carter. De hecho, las últimas elecciones legislativas las ganó la oposición.
Usted sabe, porque en su cargo es imposible no saberlo, que Venezuela tiene algunos de los logros más importantes del continente. Figura como el país del área con la mayor reducción del porcentaje de pobreza, que pasó de un 28,9% en 1998 a un 19,6% en 2013; y el porcentaje de hogares en pobreza extrema disminuyó del 10,8% al 5,5% en ese mismo período.
También sabe, ¿cómo no iba a saberlo?, que Venezuela es el país de la región que más ha luchado contra la desigualdad. El coeficiente Gini (según el cual 0 es la igualdad máxima y 1 la desigualdad superlativa) en 1998 era de 0,486 y en 2013 llegó a 0,398, el más bajo de América Latina.
Además, si usted no lo sabe seguro que alguno de los diplomáticos de su gobierno sí, la Unesco declaró a Venezuela bajo el gobierno de Chávez “Territorio Libre de Analfabetismo”, y este país tiene la tasa neta de escolaridad primaria en un 95,90%.
También tendría forzosamente que saber que la evolución de la desnutrición infantil en menores de 5 años pasó de 7,70% en 1990 a 2,53% en 2013, mereciendo este país un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura-FAO. Mientras que la tasa de desocupación pasó del 15,2% en 1999 al 7,1% en abril de 2014 (la que ya quisiera de lejos el Reino de España). Venezuela alcanzó el 0,771 en el IDH, lo que la incluye en el grupo de países considerados con un “Alto Nivel de Desarrollo Humano”, al ubicarse por encima del promedio de América Latina y el Caribe. También sabe, estoy seguro, que el gobierno de Venezuela procura viviendas a su población y que allí no existen los desahucios.
Asímismo debe saber, cómo no va saberlo si hasta su compañero de partido Rodríguez Zapatero lo dejó ver cuando estuvo de mediador en Venezuela, que la grave crisis que padece este país viene provocada por la despiadada guerra económica que se perpetra contra él, lanzada ante todo por EEUU y secundada por países subalternos como desgraciadamente es el Reino de España.
Le recuerdo algunas de las características de esa guerra. El cierre unilateral de cuentas bancarias del Estado venezolano para dificultarle el pago a proveedores de bienes esenciales y para atender otros compromisos. La cancelación, por razones exclusivamente políticas, de importaciones vitales, como fue el caso de los tratamientos para la malaria. La retención de divisas cruciales para adquirir bienes de primera necesidad (así, por ejemplo, en noviembre de 2017, la proveedora de servicios financieros Euroclear retuvo 1.650 millones de dólares de Venezuela que estaban destinados a la compra de alimentos y medicinas). El Ejecutivo venezolano tiene retenidos cerca de 2.500 millones de dólares operaciones internacionales, en diferentes Bancos, bien sea por pagos de deuda o de importaciones, o por factura petrolera. El Banco Wells Fargo retuvo y anuló pagos de 7,5 millones de dólares, por concepto de venta de energía a Brasil. También tiene retenidas divisas para satisfacer los pagos atrasados a los pensionistas en el exterior. Y se le vienen reteniendo cargamentos de alimentos para la población que ya fueron pagados (por ejemplo, en diciembre de 2017, 2.200 toneladas de carne de cerdo fueron retenidas por dos semanas en la frontera de Colombia, pudriéndose durante la retención).
Ahora le quieren sustraer también sus reservas de oro que tiene en Bancos extranjeros y robarle los beneficios de su petróleo. A lo que se suma la guerra económica interna que la propia clase empresarial venezolana lleva a cabo, acaparando toda clase de productos para provocar una generalizada escasez, o jugando con las tasas cambiarias de la divisa para desestabilizar al país.
Y después, gobiernos como el suyo que colaboran con todo ello proclaman que hay que enviar “ayuda humanitaria” a Venezuela.
Tamaño cinismo forma parte también de esa brutal guerra económica a la que me refería, cuyos pasos y objetivos concretos ya expliqué en este mismo medio y que busca provocar muertes y sufrimiento sin límites en la población venezolana, con el fin de que se rinda y se levante contra su gobierno. Esa guerra va acompañada por un terrible bombardeo mediático que casi no tiene precedentes. Siempre se han utilizado los medios de difusión de masas para “ablandar” las conciencias de las sociedades antes de iniciar una guerra contra alguna población. Lo hicieron recientemente en Irak, en Yugoeslavia, en Ucrania, en Libia, en Siria… pero lo que está padeciendo Venezuela está siendo ya verdaderamente largo y desgastante. De hecho, es tan insistente ese bombardeo monocorde que ya tiene convencidas a casi todas las gentes europeas de que algo malo tiene que tener ese gobierno para que tanto le persigan. Cuando en realidad deberían preguntarse qué hace un gobierno de bueno para que todos los poderosos y las extremas-derechas, empezando por el “loco” de Trump, quieran hundirle.
Y es que la principal arma de destrucción masiva de EEUU, que no tiene rival en el mundo, es el control monopólico de los medios de difusión de masas, el dictado de las noticias mundiales (con la consiguiente desinformación sistemática y planificada), o lo que es lo mismo, la máquina de construcción de la realidad.
Y ahora usted, aun sabiendo todo lo que aquí he anunciado y muchas otras formas de agresión a Venezuela que entran dentro de la política oscura a la que la ciudadanía no puede llegar, decide dar un ultimátum al legítimo presidente venezolano, Maduro, para celebrar “elecciones libres” o reconocer a un impostor. Con ello muestra no sólo su catadura moral, sino su absoluta falta de autonomía y de inteligencia política.
Igualmente actúan aquellos de la “izquierda emergente” que ahora se pelean por ser muleta de su partido y que cautivos del efecto de opinión que provoca el monopolio mediático contra Venezuela, piden ya también “elecciones libres” mientras justifican vender armas a Arabia Saudí para seguir asesinando niños en Yemen. Todo por unos supuestos pocos votos más.
Pero esa “izquierda”, como usted y su partido, saben muy bien que donde no hay auténticas elecciones libres es en ningún otro país de América Latina, pues en casi todos ellos se compran votos a mansalva, se matan todos los días opositores, líderes sindicales y populares, así como luchadores indígenas; y en todos ellos las presiones o amenazas empresariales, las ingentes sumas de dinero y el absoluto control mediático, determinan cualquier posibilidad de opción electoral en favor de los grandes poderes.
Imagínese, además, el peligro que corre la flamante democracia europea si usted apoya que cualquiera se pueda subir a un taburete en una manifestación y proclamarse presidente de un país. Usted haría ver que toda la democracia en la que dice que se basa es ficticia y la deja cada vez más desnuda ante las poblaciones. De hecho, usted está contribuyendo a violar todas las normas básicas del derecho internacional, como ha sido denunciado ante la ONU y según Augusto Zamora ha clarificado también en este periódico.
Pero supongo que si los grandes poderes mundiales que dan las instrucciones a su gobierno recurren a una opción tan burda es porque las cosas van muy mal para ellos y deben de estar bastante desesperados, tanto como para meter al mundo en una nueva fase sin reglas, donde la guerra y la agresión entre países prime por encima de cualquier convención. Porque usted, con su postura, está siendo cómplice también de una probable intervención militar de imprevisibles consecuencias en el corazón de la Patria Grande americana. Va a hacer a toda España cómplice de ella.
Sr Presidente, usted sabe perfectamente, para terminar, que cualquier gobierno europeo hubiera reaccionado cerrando totalmente el espacio democrático ante una amenaza de injerencia exterior, golpe de Estado o insurgencia armada patrocinada por terceros. Fíjese, si no, cómo han reaccionado los gobiernos españoles sólo porque alguien pide urnas en Cataluña. O cómo Gran Bretaña clausuró la “libertad de prensa” por la guerra de las Malvinas que estaba a miles de kilómetros. Todo eso lo ha afrontado Venezuela, en cambio, sin salirse de un camino de oferta permanente de diálogo, como de nuevo nuestro exjefe de gobierno, Zapatero, puede testificar.
Me creo que usted no sienta ningún remordimiento por su burdo ultimátum al legítimo presidente de Venezuela, pero ¿de verdad no siente ninguna inquietud ante la vía libre que está dando para otros en el Reino de España? Un país, que como su denominación indica, no puede elegir a su jefe de Estado, ni (al menos todavía) tampoco le ha elegido a usted.

Esperemos que la sed de sangre derive en sed de paz e inteligencia, aunque sea por intervención extranjera, siempre de buena fe, con visión de altas miras humanas y sin querer sacar tajada económica ni egocéntrica. Es mucho pedir en un mundo tan miserable, pero la buena gente venezolana lo podrá conseguir si deja de lado a la serpiente del Norte, que intenta colarles la ruina disfrazada de manzana y paraíso terrenal sin alma, sin compasión, sin humanidad ni conciencia. ¡Vadete retro, Trumpilandia y satélites!

Sed de sangre

  • La cosa sólo puede desembocar, como ha dicho Bustinduy, en “un golpe de Estado, una insurrección armada o una intervención extranjera”
  • Se está ocultando sistemáticamente que sólo 16 de los 34 países de la OEA y sólo 3 gobiernos de los 15 de la Comunidad del Caribe se han alineado con Guaidó y que tampoco cuentan con el aval de la ONU

Sobre lo que está ocurriendo en Venezuela y, más aún, sobre la forma en la que se está pudriendo el alma democrática de algunos países como el nuestro, no es posible ser más exacto, breve y contundente que Pablo Bustinduy, hablando en la diputación permanente del Congreso. No tengo mucho que añadir, porque estoy harto de estrellarme contra una pared de mentiras y demencias cada vez que se menciona la palabra Venezuela en este país. Reconocer a ese señor que, tras ponerse de acuerdo con un demente como Trump, ha decidido proclamarse presidente de Venezuela es una irresponsabilidad escalofriante que solo se explica por la sed de sangre y el ansia de venganza. La cosa sólo puede desembocar, como ha dicho Bustinduy, en “un golpe de Estado, una insurrección armada o una intervención extranjera” y, si como es prácticamente seguro, esas tres vías no logran consolidarse, el resultado será una “inevitable guerra civil”. Millares de muertos y ríos de sangre, que, por fin, valdrán de desquite frente a lo que han sido veinte años de derrotas electorales. Derrotas de la oposición en Venezuela y derrotas de tantos países como España, autodenominados democráticos, que apostaron por lo contrario y que, sin embargo, se encontraron invariablemente con que el pueblo venezolano se empecinaba en llevarles la contraria una y otra vez.
Clamando sangre ha salido el magnate Felipe González, el gran amigo (ya desde los años ochenta) del magnate venezonalo Gustavo Cisneros (con quien intercambiaba empresas públicas a precio de saldo), quien, de acuerdo en España con El País (de por aquel entonces), colaboró en el golpe de Estado de 2002 en Venezuela (luego, se recicló pragmáticamente en una versión más moderada a la espera de tiempos mejores). Clamando sangre, por supuesto, ha salido la ultraderecha a un lado y otro del Atlántico, Bolsonaro en Brasil, Trump en EEUU, y, en nuestro país, Vox, el PP y C’s. Y mientras tanto, la Unión Europea se lo está pensando y, por si acaso, exige a un país soberano que convoque elecciones porque a nosotros nos da la gana. Se está ocultando sistemáticamente que sólo 16 de los 34 países de la OEA y sólo 3 gobiernos de los 15 de la Comunidad del Caribe se han alineado con Guaidó y que tampoco cuentan con el aval de la ONU (es inútil resumir con más acierto que como dio la noticia El Mundo Today). Unos claman sangre, a otros les importan más los dólares o el petróleo, aunque haya sangre. Con esa lógica se invadió Iraq, también alinéandose con un presidente de EEUU y provocando una catástrofe geopolítica que ha comprometido la vida de millones de personas.
En Venezuela, pese a toda la retórica bolivariana, no ha habido socialismo. Hubo, gracias a Chávez y también al precio del petróleo, un programa asistencial humanitario en un país que se moría de hambre no en menos proporción de lo que se muere ahora, cuando han bajado los precios del petróleo (y si no hubiera sido por Chávez, el excedente se habría invertido en hacer más ricos a los ricos y más pobres aún a los pobres, como era lo habitual). Esa situación la crearon décadas de expolio y de corrupción capitalista, de las que también acabaron siendo cómplices nuestros compatriotas Felipe González y Alfonso Guerra. Era muy difícil revertir esa situación.  
No vamos a discutir ahora sobre las causas de que ni siquiera veinte años de bonanza chavista lograran cambiar sustancialmente esta brecha económica. Hay una foto que circula por internet que es muy ilustrativa: una autopista separa un barrio residencial de un océano de chabolas interminable, con un título que pregunta “¿quién dividió el país?”. Quizás para solventar ese desastre social no bastaba con ganar elecciones, quizás no bastaba el precio del petróleo o quizás no se supo dar con la solución y se tomaron decisiones muy equivocadas. Ese es el tema a discutir.
Ahora bien, no es de eso de lo que se está discutiendo ahora, ni mucho menos. Ni siquiera se está pensando en eso. En realidad, ni siquiera se está pensando. Se está conspirando para dar rienda suelta al ansia de venganza y la sed de sangre. Y lo que no se puede perdonar ha sido la democracia. Lo imperdonable, lo más grave de lo que ha ocurrido en Venezuela para los que hoy están alentando la vía golpista de ese señor autoproclamado, es que durante veinte años, unos millones de desarrapados muy pobres han ganado las elecciones y han pretendido ser ciudadanos de una república, con un protagonismo político con el que jamás habían soñado. Esta ha sido la gran anomalía venezolana: que durante veinte años ganaron las elecciones los más pobres (para bien o para mal, eso es otro problema). Las élites venezolanas no podían dar crédito: una marea de millones de desheredados que, en una gran mayoría, antes de Chávez, ni siquiera estaban censados, les ganaban electoralmente una y otra vez.

Esa gente nunca había existido, era tan invisible en Caracas como invisible nos resulta a los europeos el océano de miseria que se extiende al otro lado de la valla de Melilla. La fractura social era del mismo tenor. Había muros suficientemente altos para mantenerlos al margen. Las alambradas que separan a Europa del tercer mundo, atravesaban (y atraviesan) todo el interior de Venezuela, separando barrios, blindando avenidas, fortificando residencias adineradas. La diferencia es que ese tercer mundo interior, aunque no votaba, podía votar, y de pronto empezó a hacerlo y a ganar elecciones, eligiendo una y otra vez a un presidente al que la oligarquía calificaba de negro o de mono. La cosa tenía algo de onírica, como si se tratase de un sueño relatado en una novela de Houellebecq: imaginemos que por un accidente electoral surrealista, los emigrantes magrebíes, los pakistaníes, los dominicanos, todas esas asistentas latinas que cuidan de nuestros ancianos, todos esos africanos manteros que viven en pisos patera, todos esos chinos que venden en pequeños comercios y restaurantes, todas esas temporeras que recogen la fresa en los invernaderos, todo ese tercer mundo que ha llegado en pateras hasta nosotros, de pronto, fueran reconocidos como ciudadanos por un capricho onírico freudiano y comenzaran a ganar las elecciones, desplazando a los viejos partidos políticos de nuestra Europa fortaleza.
Esa es la pesadilla que, cada vez más, le quita el sueño a la extrema derecha europea. Y para la parte más adinerada de la población venezolana, esa es la pesadilla en la que llevan viviendo desde hace veinte años. La reacción, desde el principio, también fue de ultraderecha: la oposición se alineó con la vía golpista y violenta, organizando las famosas guarimbas (la “kale borroka” venezolana), y procurando colaborar lo más posible en el hundimiento económico del país, en un intento de asfixiar al gobierno, matando de hambre a la población.

El problema no era el socialismo, porque no hubo ni hay socialismo de ningún tipo en Venezuela(*). Oportunidades para los negocios e incluso para la corrupción no faltaban en absoluto (de hecho, hubo toda una “boliburguesía” que, vestida de rojo, decidió seguir saqueando el país como si no pasara nada).
Si el problema fuera la anonadante ineficiencia económica (que es real) o la corrupción generalizada (que también es real), lo lógico sería que se hubiera organizado una oposición de izquierdas y otra de derechas al gobierno de Maduro, y que se hubieran ganado limpiamente las elecciones, o que se confiara en ganar un revocatorio con todas las de la ley. Pero para entender por qué no ha sido esto posible, por qué ni se plantea, hay que tener un poco mentalidad de antropólogo, o incluso de psicólogo. No es eso lo que se desea. Lo que hay es sed de venganza, sed de sangre, porque no hay manera de administrar emocionalmente la humillación que durante veinte años ha dado la palabra a los más pobres del país. Y por parte de estos, la cosa no es muy distinta: no han ganado mucho, no han ganado tanto, incluso muchos no han ganado nada. Excepto el orgullo y la dignidad de saber que han tenido palabra, que han sido ciudadanos, aunque fueran pobres. A eso es a lo que se aferran las bases electorales que todavía tiene el chavismo. Incluso cuando reconocen que todo ha sido un fracaso, no pueden olvidar que, de todos modos, en el curso de ese fracaso, se les dio la palabra con dignidad, o, por lo menos, se les reconoció, simplemente, que existían (un logro increíble, porque hasta el momento nadie se había preocupado siquiera de censarles).
Este sentimiento popular es el que tanto cuesta revertir electoralmente. Y es el que despierta tanta sed de sangre y de venganza en la oposición. El hecho incontrovertible es que la oposición al chavismo no ha logrado imponerse por la vía democrática. Entre otras cosas, porque jamás han conseguido ponerse de acuerdo en un candidato unitario. Por eso no se presentaron a las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018, y no porque tuvieran nada de ilegítimas (que no lo fueron, como atestiguaron los observadores internacionales, entre los que se contaban el expresidente español Rodríguez Zapatero, el expresidente del senado francés Jean-Pierre Bel y el excomisario europeo Markos Kyprianou). Escuchen aquí las declaraciones de Rodríguez Zapatero durante el proceso de las famosas elecciones presidenciales, merecen la pena. Pedro Sánchez debería consultar un poco a su antecesor en el cargo. Y también toda la legión de periodistas que están tan seguros de cómo fueron de ilegítimas esas elecciones.
La oposición no tenía un candidato unitario. Pero reconociendo a Guaidó, Donald Trump (y la ultraderecha internacional) ha elegido por ellos quién debe ser ese candidato. Y no se puede decir que estén todos precisamente satisfechos (Henrique Capriles está lógicamente desquiciado). Pero es cierto que ahora tienen una oportunidad electoral, si tienen paciencia. Aunque no se inclinarán por ella, sino por alentar una invasión, un golpe, una insurrección violenta o una guerra civil, alentados por un personaje como Trump y aplaudidos por otro como Bolsonaro, a los que, al parecer, la Unión Europea no se atreve del todo a llevar la contraria.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

(*) Nunca es recomendable pontificar y reducir el concepto de socialismo solo a lo que nos resulta adecuado a nuestra cultura y mentalidad. Aunque no nos gusten las maneras de otras  culturas políticas porque no sean semejantes a lo nuestro, las medidas sociales de Chávez se parecen mucho más al socialismo que las del Psoe y la calidad de vida de las clases sociales más castigadas de Venezuela  ha sido, con el llamado chavismo, mucho mejor de lo que lo son las condiciones de vida para esas mismas clases olvidadas de la mano de dios y de los hombres, en EEUU e incluso en países europeos como Grecia, Italia y la España trabajadora y de clase media, por no decir, la clase precaria, dependiente por discapacidad y mendicante no solo de un bienestar normal, sino además carente de derechos humanos y apaleada por el pp. 

Quienes por edad conocimos los casos de Chile , de Nicaragua y del Salvador, de Honduras...reconocemos en el caso de Venezuela los mismos zarpazos capitalistas depredadores y sus estrategias sin escrúpulos ni límites. Primero rodean la presa, le colocan trampas por todos partes, después la arruinan y cuando la presa intenta defenderse la acusan de violenta y malvada, la dejan sin recursos y entonces la acusan de manirrota y caótica, le niegan la ayuda y la acusan de ser un desastre, la tiran al suelo, la pisotean y luego la re-acusan de ser perezosa, malvada, estúpida e incapaz de organizarse. Y ya cuando la han dejado absolutamente, K.O, le tienden la mano para "salvarla", le dan dinero a fondo perdido y así la compran con sus recursos naturales incluidos, para siempre dejando en su memoria colectiva la impronta contraria a la realidad: quienes en apariencia la trataron mejor, fueron los causantes de su desgracia, y quienes la han rescatado del desastre son "los buenos".
Es el método de la guerra encubierta, económica y psicológica, del sistema capitalista, enfermo de sí mismo, que ha dejado de ser humano desde que se olvidó de Adam Smith para convertirse en un infierno poblado por autómatas  in crescendo, donde solo los orcos sobremueren bajo el control de un Mordor decrépito y estúpido y cada vez más suicida y más loco. Sólo hay que ver qué clase de líderes políticos se exhiben como "salvadores", se votan y se prefieren y confrontar sus maneras políticas y económicas,  con los resultados en la realidad social del Planeta. De medidas educativas, sanas, éticas, lúcidas, necesarias y humanas, no se puede decir nada, porque en ese submundo de barbarie globalizada convertida en "normalidad", sencillamente, ese nivel de vida ya no existe como referente. Mordor y sus orcos lo están barriendo del mapamundi.

No se les vence combatiendo, porque la lucha, la rivalidad, la competitividad  y la guerra son el caldo de cultivo de esa atrocidad deshumanizadora y solo se puede conseguir que vayan cambiando las cosas, si los humanos más despiertos y sanos viven y se expanden  de tal modo que los orcos acaben por cambiar su primitivismo letal por una conciencia humanizada, cuando puedan comprobar in situ que la verdadera riqueza es la felicidad comunitaria y no la sin sustancia de quedar por encima de todos mientras por dentro se es una verdadera mierda. Que el escorpión que intenta matar a la rana que lo está salvando del naufragio, se suicida si consigue su objetivo y que además es muy posible que la rana salga ilesa y se salve porque el escorpión se esté clavando la uña a sí mismo creyendo otra cosa.
No hace daño quien quiere, sino únicamente aquel o aquellos a quienes damos y cedemos el poder y la energía que es nosotras y nosotros, repartida en el "yo" más despierto, equilibrado y sano de cada una y uno. El poder del SER que permite VER,COMPRENDER, CREAR  y EMPRENDER...el bien común, que evidentemente, incluye el propio bien y su riqueza incalculable y siempre sorprendente.

La casa por los cimientos. Sin pueblos y naturaleza no hay vida posible, sino momias histéricas perdidas en el caos urbano, creyendo que viven mientras nadan en tóxicos. Hay que volver a Casa, a repoblar la inteligencia vital cuanto antes


Los territorios lastrados por la despoblación empiezan a decir "basta". El hartazgo por la falta de políticas públicas para paliar la sangría demográfica y el alarmante déficit en infraestructuras están en la base de la reivindicación que abanderan plataformas como Teruel Existe y Soria Ya. Ambas entidades, con dos décadas de antigüedad, han decidido unir sus fuerzas para abanderar la “revuelta de la España vaciada”, en palabras de sus impulsores, lo que se traducirá en movilizaciones en Madrid durante los próximos meses.
La Otra Guadalajara, la plataforma social de la Comarca de Molina de Aragón (Guadalajara), ha decidido sumarse a este movimiento, cuyo objetivo es aglutinar los máximos esfuerzos posibles de cara a visibilizar lo que consideran un problema nacional y, por tanto, de Estado: el abandono del medio rural y el impacto negativo que acarrea el proceso de despoblación, que sigue sin ser frenado a la vista de las estadísticas de población.
Diego Sanz, portavoz de La Otra Guadalajara, confirma a  eldiarioclm.es que este colectivo ha decidido adherirse a la revuelta de sus compañeros turolenses y sorianos. “Nos sumamos al manifiesto de Teruel Existe porque la unión hace la fuerza y compartimos un objetivo, la España vaciada”, asegura. Además, sostiene que “la despoblación se ha convertido en una moda. Se habla mucho, pero hemos llegado a un extremo de despoblación que requiere de voluntad política y acciones inmediatas como autovías, comunicaciones y otra fiscalidad para desarrollar nuestras comarcas”.
Reunión conjunta de las plataformas el 26 de enero en Soria
Reunión conjunta de las plataformas el 26 de enero en Soria Foto: La Otra Guadalajara
Los responsables de Teruel Existe y Soria Ya se reunieron el pasado fin de semana en la capital numantina. Acordaron un manifiesto reivindicativo y organizar una jornada de protesta en Madrid en abril, en fecha por determinar. En cualquier caso, tal como puntualizaron, será antes de las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo. Los dos movimientos ciudadanos mostraron su convencimiento de que la protesta superará los 20.000 manifestantes que acudieron en 2003 a Madrid para clamar por el desarrollo de estas dos provincias.
Lo que pactaron ambas plataformas es una estrategia común para poner encima de la mesa la lucha de “la España vaciada, no de la España vacía”. Preconizan una “revolución provincial”, denuncian que son provincias “olvidadas en el cajón del Ministerio de Fomento” y exigen medidas que garanticen la “cohesión social y territorial”. Además, a la Comisionada del Gobierno para el Reto Demográfico le piden que pase “de las palabras a los hechos”.
“Se ha producido un desmantelamiento progresivo de Teruel y de Soria. Están matando a las dos provincias. Nos roban las oportunidades. Las gentes de nuestros territorios se ven abocadas a la emigración”, subrayó Francisco Juárez, uno de los portavoces de Teruel Existe. Lo cierto es que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), alrededor de 4.300 municipios de España –la mitad del total- están afectados por la despoblación.
La incorporación de La Otra Guadalajara a la sublevación de la España interior se produce justo después de la invitación cursada por las plataformas de Teruel y Soria a otros colectivos de la España interior para hacer “causa común” en un asunto como la despoblación, que excede los límites provinciales y regionales. Recientemente, la plataforma molinesa hizo llegar a la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara un plan comarcal para combatir la alarmante pérdida de habitantes, que incluye la exigencia de una fiscalidad adaptada al medio rural y la reactivación del proyecto de la Autovía entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo, una vía imprescindible no sólo por la Tierra de Molina sino para las conexiones de Teruel.
Miembros de la plataforma La Otra Guadalajara entregando hace escasos días un plan comarcal contra la despoblación en la Subdelegación del Gobierno
Miembros de la plataforma La Otra Guadalajara entregando hace escasos días un plan comarcal contra la despoblación en la Subdelegación del Gobierno Foto: La Otra Guadalajara
Los datos recabados por el instituto Serranía Celtibérica y la profesora Pilar Burillo, encargada de cartografiar el mapa de la despoblación, arrojan la conclusión de que España es el país más despoblado del sur de Europa. El estudio ‘Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa o SESPAs y la Política de Cohesión 2021–2027’, el 5% de la población española vive en el 53% del territorio nacional. La comarca de Molina tiene una densidad de población de apenas 2,6 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las más bajas de España y de Europa.  
Según el INE, en 2016 había en España 3.225 núcleos de población en los que no vivía nadie. Galicia y Asturias son las dos comunidades autónomas con más localidades abandonadas: entre ambas suman 2.304, el 71% del total. En las provincias de Soria, Teruel, Zamora, Ávila, Burgos y Salamanca más del 90% de los municipios tiene menos de 1.001 habitantes. En todo caso, la ‘zona cero’ de la despoblación se localiza en el territorio que abarca la Serranía Celtibérica, denominada la Laponia del Sur, que afecta a cinco comunidades autónomas. Con una extensión doble de Bélgica sólo tiene censada una población de 487.417 habitantes y su densidad es de 7,72 habitantes/km2. Cuenta con el índice de envejecimiento mayor de la Unión Europea y la tasa de natalidad más baja. Este desierto, rodeado de 22 millones de personas, está “biológicamente muerto”, según los promotores de la mencionada asociación.

Uyuyuyuy...qué marronaco, señorías!

El grito en el cielo


Venezuela
por Ana Terradillos

Vayapordiós, aquí no hay reporteros de la Cadena SER. ¿Dónde estarán? Pues dónde van estar, en Venezuela con los constitucionalistas españoles.Porque esto es una minucia, que con estos mindundis no hay petróleo que rascar...Y eso que el autor emboscado del muro de fondo es el mismo que secuestra los guantes sanitarios a las matronas de Caracas y deja sin luz los hospitales venezolanos...Ay, ¡¡¡¡LA VENDA!!!!




Cerca de 400 migrantes murieron al intentar llegar a EE. UU. en 2018

Cifra del año pasado podría suponer una reducción con respecto a las registradas en 2016 y 2017.


Inmigrantes en la frontera con Estados Unidos

Esta cifra incluye el fallecimiento de 214 hombres, 20 mujeres y 4 niños, a los que hay que sumar 138 restos humanos de los que no se ha identificado su edad y género.

Por: Efe
03 de enero 2019 , 06:49 p.m.
Cerca de 400 migrantes indocumentados murieron al intentar cruzar de manera ilegal la frontera de Estados Unidos con México en el 2018, según datos de la organización Proyecto Migrantes Perdidos.
Este grupo, que rastrea las muertes de migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, en rutas migratorias a nivel mundial, contabilizó 376 muertes en la frontera estadounidense, según cifras recogidas este martes por el medio conservador Breibart.

Esta cifra incluye el fallecimiento de 214 hombres, 20 mujeres y 4 niños, a los que hay que sumar 138 restos humanos de los que no pudieron identificar su edad y género.




Migrantes en Tijuana

Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Informó que este lunes detuvo a 25 inmigrantes, entre esos dos adolescentes, por intentar cruzar la frontera de manera ilegal.
Foto:
Mohammed Salem / Reuters




Migrantes en Tijuana

Agentes de la frontera de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos contra un grupo de inmigrantes para impedir que cruzaran la frontera, en la madrugada de este martes.
Foto:
Guillermo Arias / AFP




Migrantes en Tijuana

Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Informó que este lunes detuvo a 25 inmigrantes, entre esos dos adolescentes, por intentar cruzar la frontera de manera ilegal.
Foto:
Mohammed Salem / Reuters




Migrantes en Tijuana

Agentes de la frontera de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos contra un grupo de inmigrantes para impedir que cruzaran la frontera, en la madrugada de este martes.
Foto:
Guillermo Arias / AFP
1 2
Las 376 muertes fueron registradas hasta el pasado 21 de diciembre, debido al cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos por la falta de un acuerdo presupuestario, por lo que se espera que puedan aumentar cuando se contabilicen las producidas hasta el día 31 del citado mes.

Según esta organización, de los 376 occisos, 90 se presume que procedían de Suramérica y el Caribe, 100 de Centroamérica y 2 de Asia, mientras que se desconoce el origen de los 184 restantes.

Breibart indica que 230 de estas muertes se produjeron en la frontera de Texas, de las cuales 48 fueron en el condado de Brooks, situado a 128 kilómetros al norte de la divisoria con México.
La cifra provisional de 2018 podría suponer una reducción con respecto a las registradas en los dos años anteriores, con 415 y 401, respectivamente, aunque sería sensiblemente superior a las de 2015 (339) y 2016 (306).

La investigación de Proyecto Migrantes Perdidos comenzó con la muerte de al menos 368 inmigrantes en octubre de 2013 en dos naufragios cerca de la isla italiana de Lampedusa, indica la organización en su web.

La frontera sur de Estados Unidos ha visto crecer la llegada de inmigrantes indocumentados en los últimos meses y en el pasado año fiscal, que concluyó el 30 de septiembre de 2018, la cifra fue de 521.090 personas, mientras que en el año fiscal anterior fueron 415.517.

En octubre y noviembre pasados, últimos dos datos de los que se tienen registro oficial, fueron detenidos en la frontera con México 123.228 migrantes, muchos de ellos unidades familiares y menores no acompañados, lo que supone un notable aumento con respecto a los 73.992 de los dos meses homólogos de 2017.




Llegan a EE.UU. los primeros migrantes de la caravana que partió de Honduras




Llegan a EE.UU. los primeros migrantes de la caravana que partió de Honduras
Foto:
bbcnews
Este lunes, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), Kevin McAleenan, aseguró a la prensa que el incremente de la llegada de familias de migrantes está creando una "crisis sin precedentes".

Aseguró que muchos de los indocumentados llegan al país enfermos de dolencias como gripe, neumonía o tuberculosis, lo que obligó a hospitalizar a seis niños y once adultos.

En el día de Nochebuena, un niño guatemalteco de ocho años murió en un hospital del estado de Nuevo México tras haber estado bajo supervisión de la Patrulla Fronteriza durante más de una semana.

Fue el segundo niño que murió en el mes de diciembre bajo custodia de las autoridades estadounidenses, después de que el día 8 una guatemalteca de 7 años perdiese la vida en un hospital de Texas después de haber cruzado ilegalmente la frontera desde México junto a su padre.

Es natural que nuestros constitucionalistas no tengan tiempo ni ganas de defender la democracia española: están ocupadísimos con salvar la de Venezuela;así se comprende que tantos catalanes quieran pirarse, seguro, que si lo consiguieran nuestra casta a tutiplén se volcaría en arreglarles la democracia. Y por la justicia española no hay que preocuparse, que ella solita se lleva desligitimando desde...UUUUUHHHHHHHH!!! ¿Te acuerdas, Iñaki, del 'Hermano Lobo' ¿Y de 'La Codorniz'? Son plena actualidad. Pleno revival. Y si no, mira tú mismo la primicia informativa en la página de La Cadena SER...¿Defender la democracia? Ah, sí, al fondo a la derecha, y en Venezuela, y si puede ser que lo vayan arreglando Andrés Iniesta, Pepu, Manolo el de bombo, Aznar o Abascal mismo, si Maduro se empeña en su daily que daily, que aquí ya está todo arreglado, por sus puestos, of course...



¿A quién le toca defender a esta democracia?

No consigo entender la indiferencia con que asisten los partidos constitucionalistas a la campaña de deslegitimación que hacen los independentistas de la justicia española y de la democracia española


VÍDEO: PABLO PALACIOS






Me resulta inexplicable la nula conciencia de responsabilidad de Estado que tienen los partidos que se definen a sí mismos como constitucionalistas. En muchas ocasiones, he expresado mi sorpresa por su incapacidad para poner en común alguna iniciativa o algún intento al menos durante los años en los que crecía el independentismo catalán, que él sí había concertado un plan de acción y una hoja de ruta a pesar de sus diferencias.




Tampoco consigo entender ahora la indiferencia con que asisten a la campaña de deslegitimación de la justicia española y de la democracia española, que desde las cuatro esquinas del independentismo se ha lanzado a escala internacional y a tambor batiente ante el juicio de la semana que viene y que, por cierto, está teniendo una repercusión notable. Se prepara un juicio sin garantías, dicen, se juzga a un pueblo, esto no es una democracia. Son afirmaciones gravísimas.
¿No les parece llamativa la impavidez de los partidos constitucionalistas ante dicha campaña? Se comportan como si la defensa de la dignidad de esta democracia fuera tarea sectorial que compete al ministro del ramo, el de Exteriores, tal como apagar los fuegos competen en exclusiva a los bomberos. ¿Los partidos pomposamente llamados constitucionalistas no se sienten concernidos? ¿No deberían haber intervenido conjuntamente para tratar de contrarrestar esta campaña internacional? ¿A quién le toca defender a esta democracia?

miércoles, 30 de enero de 2019

La mejor cara del cambio: la eficacia reconocida de la protección social como un derecho básico. En cuanto a las críticas del pp, sólo cabe decirles, que si tenían mejores propuestas para esta ley ¿por qué nunca las propusieron cuando des-gobernaban? Ah, claro, estaban tan ocupados robando y corrompiéndose, que se les fue el santo al cielo...Queridos peperos/as, calladitos/as al menos disimuláis la rebosante estulticia innata que os caracteriza. ¡Válganme el senyor i la xeperudeta!

Las Corts Valencianes aprueban una ley que declara los servicios sociales como un derecho

El texto reconoce y garantiza el acceso al sistema público valenciano de servicios sociales a todas las personas con residencia en la Comunitat y que necesiten de los servicios, adaptándose este a las personas y no viceversa.
Imagen de archivo de las manos de una anciana - EFE


El pleno de Las Corts Valencianes ha aprobado este miércoles la Ley de Servicios Sociales Inclusivos, gracias a la cual la Comunidad Valenciana se convierte en la primera autonomía de España que los declara por ley como servicios "de interés general y esencial".
La ley ha sido aprobada con los votos a favor del PSPV-PSOE, Compromís y Podemos, mientras que Ciudadanos se ha abstenido y el PP ha votado en contra y ha anunciado, además, un recurso al Tribunal Constitucional por "falta de transparencia" en la tramitación de la norma si la Mesa de Las Corts no acepta su recurso de reposición.
El texto reconoce y garantiza el acceso al sistema público valenciano de servicios sociales a todas las personas con residencia en la Comunitat y que necesiten de los servicios, adaptándose este a las personas y no viceversa.
Reconoce y garantiza el acceso al sistema público valenciano de servicios sociales
También incorpora el derecho subjetivo de acceso al sistema de servicios sociales, garantizando crédito presupuestario, delimita las formas de colaboración entre las diferentes entidades locales y la Generalitat y crea el Instituto Valenciano de Formación, Calidad e Investigación en Servicios Sociales para promover la calidad en los servicios, prestaciones y recursos humanos de la red pública.
La nueva legislación apuesta por el sistema público de servicios sociales, pretende superar el marco asistencial de épocas anteriores, garantiza los derechos de las personas mediante un catálogo de prestaciones.
Gracias a esta norma, se creará la historia social única y compartida, que reducirá la burocracia; se estructurarán los servicios sociales en atención primaria y en atención secundaria; y se establecerá un mapa de servicios sociales en el que se identificarán las necesidades y su cobertura.
Mónica Álvaro, de Compromís, ha destacado que con esta norma se "cierra la ventana de una ley que estaba obsoleta y era caritativa" y se "abre un portón más grande a una ley que otorga derechos intocables a las personas". A su juicio, es "la mejor ley que han aprobado Les Corts" y que es "universal, accesible e inclusiva". "Esto es el amanecer de los servicios sociales", ha remarcado
Pretende superar el marco asistencial de épocas anteriores
Asimismo, Concha Andrés del PSPV ha puesto en valor que es un texto "garantista de derechos fundamentales" tanto para los nacidos en la Comunitat como para "los recién llegados" y "reconoce la dignidad de todas las personas". "Esta ley valora la diversidad como parte de lo cotidiano y a cada persona por lo que aporta y representa principios y valores", ha afirmado para señalar que el catálogo de prestaciones y servicios que recoge "da respuesta a lo que cada persona necesita en cada momento".

El PP, en contra

Para Sagrario Sánchez, del PP, llega con "muchas prisas" y es "inmadura" y "no va a tener ninguna eficacia para los servicios sociales ni va a solucionar los problemas de los ciudadanos". Además, ha criticado las "irregularidades en su tramitación con convocatorias sin rigor y con trampas" en las que no ha habido "cumplimiento de los plazos ni del reglamento de Las Corts.
 

A su juicio esta ley es "importante y fundamental" y es "buena como concepto" pero "mejorable" en muchos aspectos como es que las competencias las tiene la Generalitat pero la carga financiera es de las Diputaciones y los Ayuntamientos". Además, se ha preguntado si da solución a las "4.500 plazas de centros ocupaciones que se necesitan o a las 1.500 para personas con discapacidad".

Angelo Branduardi - I santi

Desde Palestina, amenazas contra los permisos para las escuelas de UNRWA en Jerusalén Este. EEUU con Trump por delante, quieren eliminar la financiación que USA ha concedido desde 1950 a las escuelas palestinas en Israel. No tiene bastante con arruinar Venezuela. Cuanto más ruina, más glamour para el serial killer del bisoñé oxigenado. ¡Qué vergüenza antropológica da esto, xd!

Represento a más de medio millón de alumnos y alumnas refugiados de palestina.
Hace unos días, la prensa israelí informaba de que las autoridades israelíes tienen la intención de revocar los permisos para nuestras escuelas en Jerusalén Este. No es la primera vez que nos llega la amenaza del cierre de nuestras escuelas, especialmente tras las decisiones de Donald Trump de trasladar su embajada a la ciudad y, posteriormente, de eliminar la financiación que EE.UU ha concedido históricamente a UNRWA. 
Esta amenaza, en realidad, va mucho más allá: Israel ha manifestado en varias ocasiones su intención de expulsarnos de Jerusalén.
Aunque en UNRWA todavía no hemos recibido ninguna notificación al respecto, queremos insistir en el hecho de que nuestra presencia en la ciudad no es una concesión de Israel. Prestamos servicios y mantenemos instalaciones en Jerusalén Este desde 1950 bajo nuestro mandato de la Asamblea General, que aplica las decisiones tomadas por la comunidad internacional. Este mandato incluye a Jerusalén Este como parte de nuestra zona de operaciones.
Este tipo de informaciones y “amenazas” no hacen más que generar miedo, incertidumbre e inseguridad a una población que ya está sufriendo la vulneración de sus derechos fundamentales.
Para nosotros, es muy importante transmitirles la certeza de que vamos a seguir prestando educación desde nuestras escuelas, atención sanitaria desde nuestras clínicas y ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades. Ahora más que nunca, nos necesitan a su lado. Díselo tú también, hazte socio de UNRWA

Noticias geniales. ¡Bravo por todos y todas!

Comer saludable Comedores escolares ecológicos: del campo al plato

El proyecto Alimentar el Cambio promueve que los colegios y escuelas madrileños destierren la comida procesada y sirvan a los alumnos productos saludables de proximidad, como vegetales, legumbres, pastas, carnes y frutas producidas en la región


Una alumna deposita su bandeja en la cocina del comedor escolar de Hipatia, en Rivas Vaciamadrid. / PÚBLICO



Los alumnos de hostelería de FP básica sirven, uniformados de riguroso negro, un menú degustación elaborado por sus compañeros de ciclo medio, quienes sonríen a la cámara tras finalizar el servicio en el restaurante-escuela Bitácora. Antes de esa estampa, muchas otras imágenes jalonan el itinerario que han seguido los alimentos degustados aquí y en el comedor escolar anexo del colegio Hipatia, ubicado en el municipio de Rivas Vaciamadrid. La primera foto muestra a Jon, Nieves, Mario y Usman en la vega del Jarama, a las afueras de la capital, donde cultivan hortalizas ecológicas. Todos ellos forman parte de una cadena humana que trata de fomentar una alimentación saludable, donde la comida procesada ha sido desterrada y los productos de proximidad cobran protagonismo.
“Nuestro objetivo es que los comedores escolares agroecológicos ganen peso en el sistema educativo”, explica Abel Esteban, quien promueve prácticas de consumo sostenible y colaborativo desde Garúa. Una cooperativa que ha impulsado Alimentar el Cambio, un proyecto que persigue la transición alimentaria a través de las aulas. “Madrid, en ese sentido, es un erial, aunque cada vez vamos aumentando las experiencias en la enseñanza pública”, explica este licenciado en Ciencias Ambientales. Su labor de concienciación ha abarcado en los últimos cinco cursos más de veinte centros educativos, a los que ayuda en la sensibilización de padres y alumnos, al tiempo que presta asesoramiento al profesorado para vencer las trabas administrativas.
“Estas iniciativas no pueden depender sólo de las familias, por lo que luchamos para que la Administración regule la normativa que rige en Madrid”, añade Esteban, quien lamenta que muchos colegios públicos “estén obligados a externalizar el servicio”. Alimentar el Cambio denuncia que el sector se ha convertido en un gran negocio, pues diez empresas gestionan la mitad de los comedores colectivos —incluidos los de hospitales o residencias de ancianos—, lo que redunda a su juicio en una oferta de peor calidad, donde abundan los alimentos procesados y conservados en cámaras. Su cooperativa, en cambio, apuesta por productos ecológicos de proximidad, una forma de apoyar la agricultura local, fijar población en el rural y preservar el medio ambiente. En definitiva, una economía social que favorezca el desarrollo de modelos inclusivos.
Cocineros y cocineras del restaurante - escuela de hostelería Bitácora. / HENRIQUE MARIÑO
Mientras, Garúa pretende no sólo cambiar la dieta de los estudiantes, sino también que en los colegios se vuelva a cocinar, pues se han extendido los caterings que sirven comida elaborada en otros lugares y menús recalentados. Un propósito que trasciende el producto y los fogones, pues la alimentación saludable se convierte en objeto de estudio para los alumnos. Aunque sea jugando, como sucede en la escuela infantil La Jara, en el barrio madrileño de Usera, donde los pequeños desayunan, comen y meriendan, si bien el menú ha variado sustancialmente. Ahora, los niños que acuden a primera hora ya no toman cacao en polvo, sino leche sin azúcar, un ingrediente vetado en los yogures. Disponen, eso sí, de galletas ecológicas y pan con aceite, a los que sumarán a la hora del almuerzo legumbres y pastas ecológicas, así como verduras y frutas de temporada.
“Introducimos unos nuevos hábitos alimenticios impulsados por Asociación de Familias de Alumnos y por el equipo educativo, que ya estaba muy concienciado con una dieta saludable, incluida en el proyecto educativo”, asegura la directora, Elena Puch, quien presentó un proyecto para formar parte de los centros que optan por un menú ecológico, preparado en la cocina y servido por las tutoras en las aulas. “El producto es más caro, pero la diferencia la asume el presupuesto de la escuela, pues los padres siguen pagando lo mismo que en otras escuelas”, añade Puch. Son 96 euros al mes por la comida, pues sólo reciben el desayuno y la merienda los críos que acuden durante la ampliación de horario.
Después de tres años, la experiencia ha sido muy positiva. “Los niños lo han aceptado sin ningún problema y las familias están encantadas”, según la secretaria, Azucena de Juan. “Teníamos ciertos miedos, como que rechazaran la lechuga, pues tiene otro color, otro sabor y otra textura. Pero aceptaron de buen agrado el nuevo menú, por lo que podríamos decir que las reticencias iniciales partieron más de los padres que de los menores, aunque hasta ahora no ha habido ningún problema”, corrobora Almudena Abellán, educadora de la escuela infantil La Jara.
Un empleado en la cocina del comedor del colegio Hipatia. / PÚBLICO
Marina Redondo distribuye su mercancía desde hace cinco años a centros educativos con el objetivo de diversificar la clientela, aunque ha tenido que bajar los precios para adaptarse a sus presupuestos. Trabaja en Vaca Negra, una empresa familiar ganadera de Cenicientos que cría ternera ecológica de raza avileña, y se muestra satisfecha con el resultado. No obstante su intención es llegar a más consumidores. “Es muy importante que los niños coman bien, por lo que los padres están contentos con el producto y nosotros, con los resultados obtenidos”.
Secunda su apreciación Beya Mouakhar, madre de dos mellizos, una niña y un niño de cinco años. “Estamos muy contentos porque ha supuesto un progreso en su alimentación. A mis hijos no les costó acostumbrarse, porque la comida está más sabrosa. De hecho, nosotras la hemos probado y la calidad es muy buena. Cuantos menos pesticidas y fertilizantes químicos, mejor, sobre todo en esta edad de desarrollo”. Pedro de Andrés subraya que tienen que limar los precios del aceite de oliva que produce en Titulcia, mas la contrapartida es clara. “Nos amoldamos para ayudar a las escuelas a alcanzar un fin más comprometido, aunque también redunda en nuestro propio beneficio y satisfacción personal”, reconoce el responsable de La Aceitera de la Abuela, convencido de que “hay que recuperar la dieta mediterránea y llevarla a los comedores infantiles”.
Uno de los atractivos para muchos progenitores a la hora de elegir un centro, como reconoce Ana Paniagua, madre de un niño de cuatro años. “Lo que más nos gustó fue el comedor ecológico. Tanto por el menú equilibrado, con menos proteína animal, como por los productos de origen ecológico, que pueden suponer un 70% del total”, estima Ana, quien tira de ironía para mostrar su entusiasmo con el menú. “Ahora come más fruta y ensaladas. Me da tanta seguridad que, a veces, le doy de cenar un huevo frito y me quedo tan a gusto”. En La Jara, la cocina está integrada en la escuela y forma parte de la educación, explica Abel Esteban. “Cuando los padres o las cooperativas pueden gestionar el comedor, si hay voluntad, es fácil trabajar con ellas”, añade el portavoz de Alimentar el Cambio, quien subraya que “el avance se ha dado en centros infantiles de Madrid y en colegios concertados”, por las dificultades que entraña el cambio de modelo en los colegios públicos.
Águeda Ferriz y y Abel Esteban, de Alimentar el Cambio, flanquean a Isabel Fernández, de Ecocomedores. / PÚBLICO
Isabel Fernández, portavoz de la plataforma Ecocomedores, recuerda que en los inicios la inquietud de algunas familias llevó a modificar la dieta. “Querían saber que comían sus hijos y, si bien al principio primaba la salud de los niños, luego comenzaron a valorar los aspectos ecológicos y medioambientales, fomentando la compra de proximidad”, añade esta madre madre del CEIP Emilia Pardo Bazán, cuya asociación ayuda a quienes lo solicitan a mejorar la alimentación de sus vástagos. “Nuestro objetivo, además de fomentar los comedores escolares sostenibles, es poner en valor los productos de la región”, añade la miembro de Ecocomedores, que ha promovido un manifiesto junto a Garúa y una petición de firmas a través de Change.org. El objetivo es exigir a los grupos políticos de la Asamblea de Madrid “desarrollen las iniciativas legislativas necesarias para promover la compra pública con criterios de sostenibilidad, salud y desarrollo rural”.
Fernández pretende que el Gobierno regional posibilite la gestión directa de los comedores. “Las familias estamos atadas. Somos consumidores cautivos, porque pagamos, pero no podemos elegir la alimentación de nuestros hijos”, critica la portavoz de la plataforma, que estima que “las Administraciones españolas gastan en compra pública de alimentos entre 2.000 y 3.000 millones anuales en servicios de restauración y suministro”, según datos de la organización Justicia Alimentaria. Un 57% de ese dinero, según ella, corresponde a escuelas y colegios, mientras que el resto se repartiría entre hospitales, centros de día, etcétera. “Pedimos un cambio de modelo. No es un gasto, sino una inversión, porque mejor la salud, pues se reduce el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades asociadas, que se cronifican en la edad adulta. Urge cambiar nuestra alimentación desde la base”.
Ecocomedores aboga por un menú equilibrado, libre de fritos, procesados, envasados y enlatados, así como por abolir los productos de gama baja y apostar por los productos de temporada. “Pero no queremos que la transformación llegue a los hijos de las madres luchadoras, sino a todos, porque somos conscientes de que la salud de los niños varía en función de la formación y los ingresos de las familias”, concluye Fernández, quien advierte de que en España han desaparecido los fogones de algunos centros y los existentes no siempre prenden la llama. “Muchas veces se recurre a una cocina central y a los caterings de línea fría, de modo que tras preparar los alimentos se conservan a baja temperatura. Luego, se calientan in situ y llegan a servirse hasta veinte días más tarde de su elaboración. En Madrid no abundan, pero los hay”, denuncia la portavoz de la plataforma. “Por ello, queremos que en la compra pública no sólo influya el precio, sino también la calidad”.
Agricultores de una finca ecológica en el Parque Agrario del Soto del Grillo, en Rivas Vaciamadrid. / PÚBLICO

Huertos ecológicos a veinte kilómetros de Madrid

Nieves y Mario tratan de montar una cooperativa entre los agricultores ecológicos que se afanan en el Parque Agrario Soto del Grillo, entre Velilla de San Antonio y Rivas Vaciamadrid. Los encargados de La Huerta de Leo pretenden así aumentar la producción, diversificar la oferta y, a la postre, llegar a más clientes. “El objetivo es abastecer a la población de un producto sostenible, saludable, solidario y respetuoso con el medio ambiente”, afirma Nieves Pérez. La dificultad reside, según su compañero, en que “prácticamente no hay comedores escolares que compran alimentos de cercanía”, por lo que aboga por “adaptar los menús a las hortalizas de temporada”, pues a su juicio carece de sentido comer vegetales fuera de la época natural de cosecha. “No tiene sentido servir en invierno una crema de calabacín, cuando puede haber calabaza, o una ensalada de tomate, si dispones de alternativas como la lechuga o la remolacha”.
Además de la lógica que imponen las estaciones, hay otros factores a tener en cuenta, le secunda Abel Esteban: “Si reducimos las distancias, reduciremos la huella ecológica”. Las producciones familiares, añade, eneran más empleo que las explotaciones intensivas, lo que implica también una apuesta por el territorio. “Aquí, en sólo once hectáreas, trabajamos nueve personas”, ejemplifica Mario Chacón, quien defiende que su modelo contribuye a luchar contra la despoblación del rural. Porque, a veinte kilómetros de Madrid, sigue habiendo campo, donde han encontrado su refugio Jon Lázaro —bilbaíno de treinta y seis años que antes trabajaba como capataz forestal— y Usman Camara —mauritano de cincuenta y cuatro que se vio centrifugado del sector de la construcción cuando arreció la crisis del ladrillo—.
Agricultores de una finca ecológica en Soto del Grillo. / PÚBLICO
“Hay muchos proyectos que nacen y desaparecen, porque los urbanitas tienen mucha ilusión, pero esto es muy duro. Montarse la vida en el campo es utópico, mas algunos lo seguimos intentando, porque tenemos que demostrar que esto puede funcionar”, afirma Jon, al frente de la cooperativa Ecosecha.
Al igual que él su compañero, responsable de El Huerto de Usman, vive en Madrid. “Gano menos dinero, aunque me da igual, porque trabajar en este entorno resulta más agradable y saludable”, reconoce Camara, preocupado por poder pagar cada mes la cuota de autónomos: “Al final, tienes muchos gastos, pero seguimos luchando para sacar lo justo”. Jon lo tiene claro: “Mi anterior empleo era más cómodo, si bien no volvería. Creo en esto, pese a que sea como escalar una montaña. Estás rodeado de vida y, cuando llegas a la cima, merece la pena”.

Un comedor escolar ecológico y de proximidad

Carlos Carricoba, coordinador del comedor del colegio Hipatia, reconoce que los comienzos no fueron fáciles. Desde hace cuatro años, fueron introduciendo progresivamente productos ecológicos en el menú escolar, a excepción de la carne, el pescado y los lácteos. “Es una cuestión de presupuesto, aunque sí son de proximidad. Aquí lo que viene de más lejos son los plátanos canarios”. La iniciativa no fue debida a una demanda de los padres, sino que partió de los responsables del centro educativo, ubicado en Rivas Vaciamadrid, a unos siete kilómetros del Grillo. “Al principio costaba que los niños acostumbraran su paladar a los nuevos productos porque, por ejemplo, decidimos sustituir el azúcar por alimentos que ya lo contienen. No obstante, los días más complicados son cuando no servimos proteína animal”.
Un alumno, en el comedor del colegio Hipatia. / PÚBLICO
El comedor sirve unas mil comidas al día y cuenta con más de sesenta menús diferentes, adaptados a vegetarianos, diabéticos, celíacos, veganos, musulmanes y niños con alergias e intolerancias diversas. En la cocina trabajan doce personas y en el comedor, casi cincuenta monitores, encargados de “transformar las costumbres” de los estudiantes. Entre sus retos, reducir los desperdicios, comenzando por los restos de las bandejas, por lo que los alumnos de quinto y sexto de primaria se sirven ellos mismos la cantidad que consideran adecuada. Y, para concienciarlos, en las paredes hay carteles que explican las bondades de los productos de cercanía. “Ahora no servimos tomates, sino ensaladas de lechuga, escarola o zanahoria”, puntualiza Carlos Carricoba, quien reconoce que la carga de trabajo en cocina es superior, pues “no se trata de abrir bolsas, sino que hay que estar pelando y limpiando continuamente los alimentos”.
Quizás tenga algo que decir Daniela, una niña de once años que estudia sexto de primaria. Hoy ha comido de primero lentejas con verduras y patatas: “Estaban buenas”. De segundo, pollo con patatas y zanahorias: “Estaba bien, mejor que las lentejas”. Sin duda, lo prefiere frito o empanado, pero lo que más le gusta del comedor es sentarse junto a sus compañeros. “Antes había hamburguesas de carne con kétchup y mayonesa. Las echo de menos, aunque ahora hay pastel de carne y san jacobos”. Cuando va a decir cómo están, los críos que la rodean gritan al unísono: “Están buenísimos”.
Cocineros del comedor escolar de Hipatia, en Rivas Vaciamadrid. / PÚBLICO
Los menús escolares han supuesto un reclamo para muchos padres, asegura Gustavo Sáez, gerente del colegio. “La gente suele ser comodona con la alimentación de sus hijos, aunque hay familias que han optado por este colegio porque valoran los productos ecológicos. Al menos, les garantizas una comida saludable al día. Luego, en la cena, que los padres hagan lo que quieran”.

Un restaurante que no parece una escuela

En un edificio anexo del colegio Hipatia, perteneciente a la fundación Fuhem, abrió sus puertas en 2012 el restaurante-escuela Bitácora, donde los alumnos de FP de Cocina y Gastronomía realizan sus prácticas. Ahora bien, más que una simulación, es un servicio en toda regla, pues los viernes el local sirve un menú degustación a sesenta comensales. Dentro manda el profesor Alfonso Sánchez, mientras que el servicio de sala corre a cargo de los estudiantes de FP básica de Cocina y Restauración, supervisados por el profesor Iván Muñoz. Nadie diría, si no fuese por la juventud de los camareros, que se trata de una escuela, pues la elaboración de los platos está hecha con mimo y cuidado.
Los camareros del restaurante Bitácora son alumnos de hostelería del colegio Hipatia. / PÚBLICO
“Algunos chavales se ilusionan y terminan matriculándose en un ciclo medio o superior, mientras que los mayores hacen tres meses de prácticas en empresa. Me hace mucha ilusión cuando los exalumnos vienen a visitarte y ves que se han convertido en unos profesionales”, afirma Alfonso Sánchez, quien reconoce que la dificultad estriba en ofrecer un menú asequible con un producto que resulta “un 50% más caro porque es ecológico”. Entrante, primero, segundo, postre y bebida, por nueve euros, un precio imbatible para los platos que circulan por las mesas. “Y eso que este curso lo hemos subido, porque llevábamos años cobrándolo a ocho. Lógicamente, para comer aquí hay que reservar”. El secreto está, lógicamente, en que los cocineros y los camareros son estudiantes y no cobran. Aunque el aforo limitado también permite ofrecer un servicio correcto, sin que los alumnos —veinte en cocina y otros tantos en sala— se vean saturados por la afluencia de público.
“Uno de los techos a los que nos enfrentamos es la falta de apoyo institucional”, concluye Águeda Ferriz, portavoz de Alimentar el Cambio, que asesora a este centro escolar en su transición agroecológica. Licenciada en Químicas, aboga por una “transformación social”, porque el sistema alimentario necesita, a su juicio, un cambio en profundidad. “Desde cómo se produce hasta cómo se distribuye, por no hablar de las dificultades para acceder a una alimentación sana, porque está claro que las familias con rentas más bajas se alimentan peor, lo que provoca sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades coronarias”, razona Ferriz, quien considera que ese giro radical no pasa por cooperativas como la suya, sino por “políticas comprometidas con la salud, con el medio ambiente y con el desarrollo rural productivo”. Un cambio que podría comenzar sobre el mantel de hule de un comedor escolar.