martes, 22 de enero de 2019

"Que va a ser de este pais.." _ Julio Anguita



Una pregunta, querido Julio, a quien estimo, respeto y admiro desde siempre: ¿Qué hacemos cuando Podemos se decanta como casta y se enreda en sí mismo, entra en el bucle del poder por el poder como un capitalismo politizado y "empresarial", olvidando su responsabilidad y su compromiso ético y político, que no solo consiste en reclamar desde el escaño lo que es justo e imprescindible para un estado democrático y decente, sin poner en marcha proyectos comunes con las mejores ideas y propuestas ya vengan de IU, de Equo, Compromís, Feminismo, Pensionistas, o Psoe o ERC o PNV,  en definitiva, de cualquier partido que presente planes concretos que construyan el bien común, y ese Podemos que acogimos con determinación, entusiasmo y tanta esperanza, se nos vuelve del revés y juega con nuestros votos a favor de su Juego de Tronos, como lo haría cualquier grupo politicastro de la peor 'casta'? 

En cuanto a la valoración que haces del 15M, debo decir que ese movimiento no fue ni es, -aun lo es porque su obra sigue existiendo en proyectos barriales y sensibilidad ciudadana constructiva-, ni solo un estallido emocional, sino sobre todo una toma de conciencia radical (de raíces) en medio del caos, el asco y la indignación, que, efectivamente, no bastan para construir, pero que son semilla y material de y para la construcción. 

Esa revolución nació desde la base y no impuesta por las ideologías. Eso también es innovar lo de siempre. Fueron las ideologías las que al ver el panorama del 15M tan fértil y facilón en apariencia, las que comenzaron a infiltrarse como "rectoras" del cambio. Ellas, las ideologías, en vez de reconocer sus socavones históricos y remediarlos con la humildad de la inteligencia, hicieron todo lo posible por tomar las riendas y sacar tajada directiva de un movimiento que consideraron pasajero y simplemente instrumental, no nada digno de tomarse en serio, ya que no habían sido ellas las almas matres del invento sino un fenómeno nuevo y desconcertante: la conciencia colectiva como implosión de la misma evolución humana, no como otro episodio revolucionario que no iría a ningún sitio sin un partido organizador como dios manda (el dios del poder obviamente, que esta vez no estaba invitado a la fiesta cortacabezas y destroza todo lo que no le cuadra), un movimiento que sustituye lucha y guerra de ideas por cooperación, diálogo entre lo diverso, escucha sin pre-juicios  y apoyo mutuo para construir el bien común sin machacar la individualidad, sino considerándola un potencial básico para educar, fomentar y ayudar a que crecimiento personal signifique al mismo tiempo crecimiento colectivo, no solo en recursos materiales, sino por encima de todo, de conciencia despierta y compartida, ya que esa energía y potencial es la garantía evolutiva de que una vez despierta en mayoría una sociedad no tiende a la marcha atrás, que solo es posible, cuando los cambios solo son organizativos y responden a la necesidad concreta y puntual del momento histórico. Buenos ejemplos, precisamente, son las revoluciones comunistas del siglo XX. ¿Qué queda de ellas en Rusia y sus satélites de la URSS? ¿Y en Cuba? ¿Y en China? (entre los inmigrantes del centro en que ayudo, hay mayoría entre esas procedencias, qué casualidad) No queda de aquella historia que conmocionó el mundo en tantos lugares, nada más que un capitalismo vergonzante. ¿Por qué? Precisamente porque aquellos cambios fueron solo materiales, perentorios, solucionadores momentáneos de problemas acuciantes, pero no cambiaron nada en la conciencia humana, la dejaron intacta. Solo le dieron la vuelta a los dogmas viejos para cambiarlos por los nuevos. Por eso suspendió el examen final de la historia. Y lo que fueron valores entonces hoy están en la papelera de la memoria colectiva.


Tras las revoluciones emocionantes y valientes, el ser humano seguía excluído de lo mejor de sí mismo, seguía siendo un objeto y un complemento pero no un sujeto ético ni un verbo adecuado capaces de desarrollar un imperativo categórico personal y colectivo, donde la ética y la inteligencia empiecen a dar sentido a la propia vida sin tener que aferrarse a dogmas y fanatismos "religiosos", aun sin religión, donde el credo es político y sigue siendo el opio del pueblo, a la vista está. Simplemente se ha cambiado el concepto de "santidad" por el de hegemonía ideológica y política; aunque sea mejor que el capitalismo aparentemente, el comunismo goza del mismo peligro todopoderoso y fanático si  no es capaz de afectar a la mente, al alma y al espíritu, a los sentimientos, a la voluntad y las acciones concretas individuales  y personalizadas en forma de conciencia. Se hizo de la inteligencia marxista un derivado comunista, pero en realidad tan totalitario como para instituir dictaduras del pueblo. Una falacia, obviamente, porque el pueblo, seamos sinceros, solo es el convidado de piedra en cualquier sistema de poder, no nos engañemos.

El 15M ha traído y dejado en la sociedad un mensaje tan imborrable que aun permanece como valor indestructible y demostrando que:
Sin un cambio ético personal compartido e implementado en común, no es posible que nada cambie a mejor en la sociedad.
Tenemos muy cerca el ejemplo de Túnez, donde el eco del 15M ha logrado el cambio de verdad y la primavera árabe sigue dando frutos espléndidos. El pueblo entero salió a la calle, paró el país, sin violencia, sin lucha, las mujeres igual que los hombres saltaron del Corán al siglo XXI y ahí están, ahí siguen, a tope. Los islamistas que gobernaban en aquel tiempo, en vez de dar hostias a saco y reprimir al pueblo y hacerlo picadillo, dimitieron en el Parlamento, lamentando no estar a la altura de los tiempos y de la exigencia de sus ciudadanos, se dedicaron a aprender la asignatura de la democracia, a reconocer la laicidad del estado que todos exigían y a colocar la religión en el ámbito privado de cada persona. Y qué poquitas referencias mediáticas nos llegan de allí ¿verdad? ¿Será que no interesa que cunda tan mal ejemplo?

¿Qué pasó en Túnez que no pasó en España con el 15M? ¿Qué pasó en Portugal con la Revolución de Los Claveles, cambiándolo todo sin pegar un solo tiro ni pegar un palo, con una dictadura tan larga e impresentable como la española? ¿Qué ha vuelto a pasar en Portugal hace unos años con el acuerdo de izquierdas que le ha permitido remontar la crisis económica y acabar con la precariedad social y convertido en paradigma hasta para la misma UE tan neoloberal?
No nos valen las excusas. En España hay una enfermedad social endémica, se llama "sacartajadismo" y eso está inscrito en el ADN de la miseria espiritual de la mayoría de los pueblos ibéricos, en un país que jamás se ha preocupado por su salud moral e incluso por la existencia de su conciencia sino por llevarse crudo y sacar beneficios cortoplacistas de todo lo que pilla. Lo tiene tan asumido que la misma iglesia católica, como muy bien citas, compañero Julio, es una choriza estatal sin que sus fieles adeptos se ruboricen ni se avergüencen lo más mínimo, ni se planteen qué clase de dios puede estar al cargo infinito de semejante descomposición humana. Y desde los reyes a los gerifaltes, de los ricos a los más pobres, todos aceptan y tragan encantados sin plantearse el menor indicio de asombro, por lo menos.


Ahí está la madre del cordero. Nace el 15M con un impulso de conciencia desconocido hasta entonces , que no solo se basa en protestar, como creen aun muchas personas que no lo han conocido desde dentro, sino solo por referencias y por la tele. Y rápidamente las pirañas cortoplacistas, que aunque no son inteligentes, sí son más listas que el hambre, se presentaron bajo distintos formatos como indignadas y enteradísimas maestras, arquitectas  e ingenieras para reconducir hacia el mejor rendimiento propio electoral aquel chollo político que representaba el plantel de asambleas ciudadanas en todas las plazas de nuestra geografía. Había que enfocar el capital humano hacia la banca política de siempre donde los banqueros de siempre sabrían mejor que nadie distribuir e invertir  el nuevo tesoro público en humanidad disponible al mejor postor, que no se puede dejar jamás, bajo ningún concepto en manos de los mindundis que lo han puesto en marcha, porque seguramente ni siquiera darán pie con bola si no están ellos para decirles como tienen que organizarse, naturalmente desde sus siglas y sus esquemas infalibles. 

Aun así el 15M duró cuatro años como titular de prensa, pero consiguió mucho más: unos resultados como la aspiración  sana y limpia a la democracia consultiva y asociativa, una atención básica de los ayuntamientos a las necesidades de la ciudadanía a base de participación en vivo y directo en los plenos, constituir los observatorios municipales, asociaciones como Legal Sol, que se ocupan de atender y orientar gratis a las personas con problemas jurídicos, de potenciar y asumir la atención de los desahuciados, asesorándolos  profesionalmente sin tener que pagar por ello, haciendo caja común para el mutuo apoyo, haciendo bancos de tiempo y mercaditos del trueque, creando asociaciones barriales donde reunirse para debatir, leer, exponer trabajos, ideas, músicas del mundo, habilidades, apertura a los inmigrantes, participación activa en las problemáticas sociales, como el acompañamiento en   apoyo de los parados, de las víctimas del maltrato en tantos niveles, el estímulo del pequeño comercio, del cultivo biológico y los huertos urbanos, la venta directa del agricultor al consumidor, talleres sobre tantos temas, y muchas ideas más que ahora no recuerdo con exactitud pero que de teoría y rabieta enfurruñada tienen mucho menos que de solución práctica.
Pues bien, ¿sabes Julio, qué pasó con esa fuerza social magnífica? ¿Lo de Túnez? Pues no. Lo de España, la campechana y "séneca", la eterna juerguista amargada a posteriori por la resaca de sus desvaríos renuentes y su jartá de pantallas, faks news y estupidez al por mayor. Que se convirtió en boccato di cardinale para la vieja política que no estaba dispuesta a aprender de la sencillez y descomplejización de los 'necesarios' problemas en los que las estructuras de partido se basan siempre convirtiendo en galimatías irresoluble lo que en asamblea se soluciona con mucha más fluidez y salud social. Pero, claro, ¿a qué se dedicarían miles de personajes que viven de la política si de repente el pueblo descubre que sin ellos se las apaña divinamente y ahorra un pastón que se puede invertir en bienestar y bien atender, si descubre que solo con un portavoz por materia trabajable se puede gestionar un estado democrático de verdad y que los partidos políticos como las religiones se mantienen a sí mismos  con la cooperación financiera de sus integrantes sin que el estado les mantenga a la sopa boba? 

Todo eso era y es el 15M. La labor de zapa ideológica ha sido de lo más hábil. Al contrario que en Túnez, aquí los políticos se atrincheraron acojonados ante un pueblo nada violento, pero con todas las de ganar por su propia apertura al tiempo nuevo y harto de que le tomen el pelo en asuntos que él mismo saca adelante estupendamente con sus nuevas iniciativas adecuadas a sus necesidades comunes e individuales, sin depender  de hadas madrinas y hados padrinos. Había ocupación de espacios públicos abandonados que se fueron gestionando con inteligencia para ser utilizados como centros sociales (p.e, la EKO de Carabanchel), de tierras públicas sin cultivar que se pusieron al servicio de actividades agrarias comunes para desempleados rurales y jóvenes sin futuro, como en Guadalajara, por ejemplo, y que han acabado siendo destruidos por el pp primero y el psoe después.
Es una pena que IU  y Podemos no digan ni una palabra de todo ello en el Congreso. Y me da la impresión de que no es a mala fe, es que seguramente no tienen ni idea de que esos problemas existen y es natural que así suceda cuando una tiene que estar tan ocupada en y preocupada por su propio partido para que no se lo coman con patatas los poderosos y más aun si de ese curro depende su sueldo y su sustento e incluso el pago hipotecario de un casoplón megacuqui. Que también es legítima la propiedad privada, faltaría más, sobre todo cuando falta la conciencia con su luminotecnia y todo está oscuro si no hay pasta para pagar la luz...Aisn! 

En fin, que es muy lógico que la misma política que se dedica a reventar desde dentro los movimientos sociales incómodos y marcianos para el sistema, vea con preocupación el crecimiento de revoluciones distintas a las suyas y encima que no sean violentas y que más que gritar construyan cosas tan raras que hasta parecen anarquistas y pacifistas, como la romántica e ilusa total Rosa Luxemburgo, por ejemplo, solo faltaría que se las deje sueltas y sin freno ideológico certificado en origen.
A ver, ¿quién habrá  sido el ideólogo del puñetero 15M? Por más que lo buscaron no apareció por ningún sitio. Porque Marx no era, a él le gustaba mucho el orden que para eso era alemán y filósofo. Lenin, tampoco, porque él iba a la suya, a fundar su método y el pueblo era el coro de la tragedia rusa que le arropaba por el camino, pero que luego se quedaba igual: pringado en su condición proletaria por los siglos de los siglos y las guerras de las guerras, aunque eso, sí, con el pan y el trabajo asegurados a cambio de una libertad que sin manduca de nada sirve, más el añadido de ser dictadura popular, que mola mazo, aunque sea más de lo mismo formulado con otras palabras.
Tampoco ha sido Gramsci el inventor del 15M, aunque la izquierda se apresuró a ponerlo en la cabecera de todas las redes sociales como el patrón y armador del extraño invento. Y no digamos el dichoso Laclau y señora, haciendo el trasunto entre Perón y Chávez...hasta rematar en Podemos, el "partido instrumental" nacido para salir del paso y lograr una izquierda potable que parase los pies a la gentucilla revoltosa, ingenua y chisgarabís, que encima se cree que puede hacer algo sin ellos, los eternos. Y entonces, oh, magia potagia, los infiltrados selectos entre jóvenes licenciados en Políticas (muchas) y Filosofía (más bien poca), Historia, Sociología, Económicas, etc, etc...se van haciendo con el mando subliminal, porque un nuevo movimiento necesita jóvenes, si puede ser muy preparados y precarios, que le den tronío y enjundia a la protesta e implementen las técnicas adecuadas para barrer en los medios y en las urnas. Pero también tirando de abuelos pensionistas en riesgo colando a la vieja guardia comunista como Yay@sflauta, que enseguida detectan traidores en los grupos y les colocan el cordón sanitario alrededor para que griten mucho y piensen poco, que ya piensan por todos el comisario político y su mujer, tomando el poder a mano armada si es preciso y con cualquier método que dé el resultado ad hoc.
Con ese tirón estaba asegurado de requetesobra que el movimiento mindundi del 15M estaría en cuatro días destinado al fracaso político. Sólo era necesario que la organización y el calendario de convocatorias lo gestionase la viejoventud gerontorevolucionaria sin concesiones a las modernidades traidoras y cantamañanas que siempre acaban, por fortuna, empotradas como  tablas en el armario inútil pero muy bien barnizado, de la utopía.
¿Qué hay una convocatoria para manifestarse contra la corrupción, o contra la mordaza o contra el paro o los malos tratos de género, que no viene de la izquierda con pedigrí?, pues, nada, a la misma hora en otro punto de la ciudad, se convoca una asamblea de Podemos en la que la estrella será Pablo Iglesias y su oratoria arrebatadora, con su corte de jóvenes universitarios adiestrados para ganar...¡un buen puesto de trabajo en las instituciones del estado! Mucho mejor que emigrar ¿no?
Y así, pasito a paso, la misma organización 15M verá que lo mejor es arrimarse a los que ya tienen un rodaje y saben tanto y han leído tanto...aunque su experiencia real en la política no pase del Juego de Tronos, Monopoly o el Parchís. Pero eso sí, detrás siempre llevarán el aval de la experiencia de una izquierda que en realidad ya no sabe lo que es porque  sufre una dislexia galopante y un baile de principios dignos de Marx (Groucho, claro). 

Es cierto que como organización visible el 15M ahora está missing, en especial en los medios, gracias sobre todo a la laboriosidad de los aprovechateguis , (como llama Rajoy a su propia familia política en la que él mismo está incluído como padre fundador junto al resto de cappitostes)  y manipuladores a sueldo y prebenda. Pero la invisibilidad callejera no significa para nada la no existencia de esa fuerza cósmica incontenible y a salvo de la destrucción, porque, afortunadamente,  aun no es visible; en realidad el 15M como semilla y brotes de vida, está creciendo en la conciencia de todas, precisamente, porque la misma vida nos está demostrando que la vieja política no sirve nada más que para prolongar la agonía de un sistema más muerto que vivo, que se está autoderrumbando. Absolutamente demencial, mediocre, corrupto y estúpido. Y por ello, inútil.
Contra lo que pueda parecer a simple vista, es muy bueno que esta vez no haya una revolución violenta que imponga sus criterios, que no haya vencedores ni vencidos, porque así, desde la ranciedumbre devastadora de la "lucha" no se cambia nada que dure, sino que sea , ya que  así se ha elegido, la misma inercia destroyer la que acabe por derrumbar lo que es obra suya. Que ellos mismos se destrocen, se desencuadernen, se reduzcan a escombros y se quiten unos a otros las máscaras. Las instituciones desertizadas por la indecencia. El estado sin credibilidad. La patria una pantomima que  a la hora de la verdad solo es un negocio para ricos y una prisión incondicional para el resto, con celdas de castigo para los más pobres y afligidos. Así llegará sola la necesidad de ser 15M. Se pudo conseguir hace años, como en Túnez, pero entonces quedó claro que en España no había salud social disponible para lograrlo ni el pueblo estaba tan despierto ni por la labor como para valorar el tesoro que tenía en sus manos. Le pudo la comodidad, la frivolidad de la estulticia y del tópico, y, cómo no, el síndrome del Flautista de Hamelín.
Pero nunca es tarde si la conciencia es buena y decide permanecer despierta aunque sea obligada por las circunstancias, aunque sea para arrepentirse, pedir perdón y concederlo. Pero sobre todo para rectificar. Todo es para bien si nos empeñamos en que sea así.
Así que , la esperanza, como en la caja de Pandora, sigue viva y dispuesta. Pese a quien pese.


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