martes, 22 de enero de 2019

Cacao mental absolutely

Captura del vídeo de denuncia de la diputada Marta Sibina | YOUTUBE

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A ver si nos aclaramos y si se adquiere un compromiso de representación política, aprendemos a discernir las diferencias entre un botijo y una bicicleta y si no lo conseguimos dejamos los encargos y nos vamos a casa, donde podremos hacer todo lo que nos cuadra sin tener que dar cuentas ni renunciar a nada que nos ponga en aprietos con nuestros legítimos argumentarios.
El caso de esta diputada catalana es un ejemplo muy interesante para la reflexión. 

No se está en el Parlament a la fuerza, sino por voluntad propia, pero una vez que una se ha comprometido a co-gobernar tiene el deber de apoyar o rechazar los decretos del Gobierno no desde sus criterios en exclusiva, sino considerando en particular la justicia y la necesidad de cada objetivo y si no está de acuerdo con algún punto concreto no puede ni debe hacer extensivo su rechazo a todo lo que proponga el gobierno, si el resto de objetivos son necesarios y justos para el bien común. Por ejemplo, este caso en concreto es de una inmadurez gestora y de una irresponsabilidad lamentable, de modo que si el Gobierno decreta una subida de pensiones, ayudas a la educación, iniciativas energéticas sostenibles, ayudas a la agricultura ecológica, reducción de la contaminación, desaparición de los desahucios o regulación de los alquileres y mejoras en la sanidad, se le niega el voto positivo porque el dichoso Gobierno no permite que zarpe el Open Arms...En fin, aparte de que no tiene el menor sentido, porque no es el Gobierno el perjudicado, sino la ciudadanía, tampoco va a ayudar a que zarpe el Open Arms con semejante despropósito. 

Se puede y se debe hacer una moción parlamentaria para pedir al Gobierno que permita  salir del puerto al barco para que salve las vidas de los emigrantes, se puede y se debe organizar y participar activamente en acciones concretas de denuncia pública, como concentraciones, ayunos colectivos, denuncias constantes, manifestaciones y todo lo que sea necesario, pero precisamente fastidiar con la abstención decretos que son buenos para la ciudadanía con la idea de perjudicar al Gobierno, es igual que aquella estúpida salida del soldado "rebelde": "Que se fastidie el capitán, y para humillarlo, no como rancho", un sin sentido total, pero hasta con más lógica que lo de esta diputada porque el soldado solo se castiga él mismo aunque sin que eso influya para nada en el capitán, pero en este caso es una estupidez completa: "Que se fastidie ese  Gobierno, no voto sus decretos, hale,  y perjudico a la gente en precario que necesita las mejoras propuestas porque lo hace fatal con  el Open Arms y así, aumentaremos las injusticias, cuanto más sufran mis conciudadanos mejor para mi ego solidario. O sea, que además de no solucionar lo del barco, con mi "no" voy a conseguir que el resto de propuestas justas se fastidie también...Jo, ni Agustina de Aragón ni la Monja Alférez tuvieron tanto valor como yo...es que soy la leche a la hora de responsabilizarme políticamente y  los precarios a los que digo representar que se jodan también así ya no se joderán solo los emigrantes, ea...Anda, pero si resulta que estoy a la altura expresiva de Andrea Fabra...en versión solidaria, claro... donde va a parar, yo soy de izquierdas, del lado catalán de Podemos, la mismita filosofía de Pablo Iglesias, xd!"

Hay que dar a Dios lo que es Dios y al Cesar lo que es del Cesar y no desnudar a un santo para vestir a otro. Y si eso no se entiende mejor no presentarse como candidata de nadie.

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