¿El principio del fin? Radiografía de lo que es (o fue) Podemos
- El movimiento de Errejón se tiene que leer en clave de sus objetivos políticos, más allá de Madrid
- Se desvincula de la dirección que no le era afín, pero también de Podemos
Dos formas de ver la política, dos campos ideológicos diferenciados, estilos de vida, formas de vestir, referentes teóricos y culturales, componentes de clase… Hoy, está claro, lo único que mantenía unido al enorme batiburrillo que hasta ayer conformaba Podemos era el haber apostado, hace justo cinco años, por entrar a romper el tablero político español en un momento en el que el bipartidismo era insuficiente para representar los anhelos de amplios sectores de la sociedad española tras la sacudida histórica del 15-M, lo único que les mantenía unidos era el haber compartido génesis un 15 de enero de 2014 sobre las tablas del Teatro del Barrio de Madrid. Quizás poco después del Génesis, ya habían pasado página hacia el Éxodo.
La radiogradía de hoy es más clara, tras los vaivenes de un día, el de ayer, en el que la secuencia de acontecimientos no permitía observar con perspectiva la magnitud de lo que estaba ocurriendo. La foto la dibujó Iglesias, el secretario general, el líder, el elegido por las bases, en su comunicado, tras largas horas de silencio de la dirección: Errejón está fuera de Podemos, ha iniciado su propio camino, hasta tal punto que desde la dirección del grupo parlamentario de Unidos Podemos le invitan a que abandone el acta de diputado y continúe haciendo política desde su “nuevo partido”.
Errejón se niega a cargar sobre sus hombros con la responsabilidad de haberse ido de Podemos, la marca que consiguió transformar el tablero político español todavía hoy pesa mucho. Errejón no quiere asumir esa responsabilidad (“soy el candidato de Podemos”), igual que la dirección no quiere asumir la de expulsar del partido al que fuera su muy influyente número dos. Los previsibles malos resultados de las izquierdas en mayo conllevarán un indiscutible reparto de culpas: tú te fuiste, tú me echaste… Ninguna de las partes quiere cargar con la culpa de un posible fracaso electoral con la mirada puesta más allá de las curvas, con las luces largas. Los movimientos que tuvieron lugar ayer preparan un escenario posterior a Podemos, los distintos grupos toman posiciones para el medio plazo.
Compromís, Actúa… Los futuros socios del proyecto Más Madrid que, todavía hoy, es un embrión, ayer empezaron a apuntarse a la lista de los pronunciamientos en Twitter, lo que demuestra que la batalla de la izquierda madrileña es una batalla estatal, es una batalla ideológica, dos formas de entender la política, campos ideológicos diferenciados, formas de vestir… Mientras, Alberto Garzón, coordinador federal de IU, marcaba la línea a seguir de la coalición, una coalición que ve cómo crecen las tensiones internas, precisamente, por el modelo de confluencia con Podemos. IU Federal apuesta por el acuerdo marco federal de confluencia firmado con Podemos: Unidas Podemos IU Equo.
Sin embargo, IU Madrid recuerda que es una federación autónoma y que las decisiones sobre cómo y con quién confluir en el ámbito madrileño dependen exclusivamente de sus decisiones. Esta tarde se reúne la Coordinadora Regional de IU que debatirá sobre el nuevo escenario. Un nuevo escenario, el madrileño, que está, ahora, totalmente abierto. De momento, de cara al Ayuntamiento parece que todavía existe la posibilidad de que se mantenga la unidad electoral de las izquierdas, pues Iglesias anunció ayer que no competirá con Carmena. Pero IU Madrid lo deja claro, el escenario es abierto y no descartan presentar su propia candidatura. Lo decidirán las bases.
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El terremoto se nota más allá de Madrid. Y las candidaturas para las próximas autonómicas y municipales pueden bailar. También en las de las europeas. Con Podemos roto, el cabeza de lista de las europeas de Unidas Podemos IU Equo es Pablo Bustinduy, de tendencia próxima a Errejón aunque con un perfil propio muy trabajado. ¿Afectará la ruptura también a las elecciones europeas?
El medio plazo es el punto de fuga en el que todas las partes centran la mirada. Iglesias se apresuró el año pasado en dejar cerrada la candidatura de Podemos para unas supuestas elecciones generales, ante un posible adelanto electoral. Gran parte del errejonismo, así como del sector Anticapitalista, quedaron fuera de las próximas listas para el Congreso. La implosión de ayer hace que personas que se vieron fuera de las candidaturas tengan posibilidades de ver sus anhelos de ser candidatas para las generales cumplidos. Unidos Podemos, el principal aliado de un débil gobierno de Pedro Sánchez, está tocado internamente. La convulsa legislatura sigue pendiendo de un hilo.
En mayo, se podrán leer los resultados de las autonómicas y municipales. Parte del espacio del cambio mira más allá de Podemos y todas las partes toman posiciones. Más allá de Madrid, desde algunos territorios pueden surgir nuevos liderazgos que aspiren a ser referentes de las izquierdas estatales en un momento de crecimiento de las derechas.
De momento, Errejón se desvincula de una dirección regional (y estatal) que no le era afín, también de Podemos. Pero, al mismo tiempo, tira por la borda las decisiones democráticas que Podemos había ido adoptando al elegir dirigentes en Madrid y candidatos en primarias. Aspira a lanzar su proyecto propio que podría tener éxito y conseguir catapultarle como referente en un medio plazo de las izquierdas, o podría fracasar y hacerle desaparecer, pese a resistencias, del panorama político. Todo o nada. El Ayuntamiento de Madrid y la reedición de la Alcaldía de Carmena será la clave en este sentido.
Ayer, los titulares comenzaban el día hablando de la construcción de un proyecto entre Carmena y Errejón. Pero, por la noche, los periódicos hablaban de ruptura, de destrucción del proyecto Podemos. Estas dos posiciones entran en en el campo de batalla. ¿Cuál conseguirá hacerse con la delantera en el relato? ¿Podemos o Más Madrid? ¿Iglesias o Errejón? Errejón ayer levantó las cartas, pero Iglesias las vio y subió la apuesta. División en la izquierda, en un momento en el que la división de las derechas les ha ayudado, precisamente, ganar la Junta de Andalucía. Muchas dudas sobre la mesa. ¿Era esto la competición virtuosa?.
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