Hace unos días, la prensa israelí informaba de que las autoridades israelíes tienen la intención de revocar los permisos para nuestras escuelas en Jerusalén Este.
No es la primera vez que nos llega la amenaza del cierre de nuestras
escuelas, especialmente tras las decisiones de Donald Trump de trasladar
su embajada a la ciudad y, posteriormente, de eliminar la financiación
que EE.UU ha concedido históricamente a UNRWA.
Esta amenaza, en realidad, va mucho más allá: Israel ha manifestado en varias ocasiones su intención de expulsarnos de Jerusalén.
Aunque en UNRWA todavía no hemos recibido ninguna notificación al respecto, queremos insistir en el hecho de que nuestra presencia en la ciudad no es una concesión de Israel. Prestamos servicios y mantenemos instalaciones en Jerusalén Este desde 1950 bajo nuestro mandato de la Asamblea General, que aplica las decisiones
tomadas por la comunidad internacional. Este mandato incluye a Jerusalén Este como parte de nuestra zona de operaciones.
Este tipo de informaciones y “amenazas” no hacen más que generar miedo, incertidumbre e inseguridad a una población que ya está sufriendo la vulneración de sus derechos fundamentales.
Para
nosotros, es muy importante transmitirles la certeza de que vamos a
seguir prestando educación desde nuestras escuelas, atención sanitaria
desde nuestras
clínicas y ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades. Ahora más que nunca, nos necesitan a su lado. Díselo tú también, hazte socio de UNRWA
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