adelanto editorial
Iglesias: "Verstrynge fue un precursor de Podemos; nos enseñó a pensar con claves diferentes de la izquierda"
Andrés Gil (eldiario.es)
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
A ver, Pableritas, carinyet, se comprende que los profesores tienen mucha influencia sobre los alumnos y que despertar el espíritu crítico en ellos debería ser su obligación. Y es cierto que esa espontánea desenvoltura de Verstrynge resulta simpática y tan descarada que cae muy bien a los adolescentes insumisos por naturaleza y rebote, propio de esa etapa. Pero ya en la edad adulta ese mismo espíritu crítico que nos deberían haber despertado en la escuela, en el Instituto y en la Universidad, también nos afina la percepción cognitiva, la conciencia y la lógica. Y aprendemos a ver más elementos en el origen de los estereotipos de nuestro entorno, especialmente, de los maestros que nos acompañaron durante el período de formación escolar y universitaria.
Por mucho cambio que se produzca a lo largo de la vida, el curriculum de cada uno revela lo que hay y el talante personal (de personalidad aparente, no de individualidad real qu etantas veces está missing) que presenta el fenómeno, la manifestación conductual y práctica de cada uno. En el caso de Verstrynge, como en todos, hay una historia previa e indeleble: su base original se mostró al elegir su militancia en el pp, en un país que salía de una dictadura criminal en aquellos años, a esa edad en la que una y uno, elegimos lo que consideramos más noble y aceptable, más limpio, reivindicativo y sano socialmente; es la edad de lo espontáneo, de lo innato, en la que se elige lo que idealizamos naturalmente y mejor se acopla a nuestras tendencias naturales e idealistas. Verstrynge no sólo elegió el pp como camino y filosofía de vida, sino que, además, se convirtió en su secretario general. En la mano más derecha de Fraga.
Es cierto que pronto comprendió que allí nunca encontraría su lugar. Y tras abandonar el barco perdedor del pp, se pasó al bando triunfador de largo recorrido del Psoe. En el que tampoco halló lugar ni puesto político a su gusto. Y entonces comprendió que tal vez su sitio estaba en la Universidad, donde por lo menos tendría un puesto con el poder de influir y modelar mentes y aspiraciones del alumnado, cambiando el escaño por el púlpito.
La huella poco profunda que Verstringe ha dejado en la memoria del espectro político ha sido un mosaico de palabras y razonamientos un poco entre Valle Inclán y el surrealismo bretoniano, que para la literatura y el teatro sería adecuada y muy divertida por lo peculiar de sus formas, pero como legado de enjundia es insignificante, caótica y deslavazada. Entre lo ilusoriamente heroico y lo pírricamente estrambótico. Entre lo ecléctico y lo irracional. Una especie de caminos enredados que se embarullan y se cortan entre sí para llegar a su apoteosis, haciendo, por ejemplo, en pleno desastre climático y medioambiental, una fervorosa apología de las centrales nucleares como solución a la escasez del crudo, al mismo tiempo que es citado a juicio y absuelto por haberse liado a leches con la policía en petit comité, el día de la exaltación del nuevo rey, mientras reivindicaba su republicanismo completamente legítimo pero que se desligitimaba a sí mismo con la pérdida del oremus y una actitud violenta muy poco lógica en un maestro de futuros líderes políticos.
Si Verstrynge fue un pilar tan importante para el alma pater de Podemos, se explica perfectamente la confusión y desnorte que sufre esta formación con arrancadas de caballo alazán y espantadas de burro de noria que desconciertan a la ciudadanía a la hora de elegir qué votar. No a causa de la persona de Verstriynge, de la que ni se acuerdan, sino de los fundamentos verstryngianos que convierten Podemos en un guirigay sin fuste. No es ni será posible que ese proyecto en tales tesituras consiga unificar la conciencia y la sensatez de IU o de Equo y Compromís, Mareas o En Común, (Podemos no ha conseguido gobernar nada sin confluir y cooperar con la sensatez de otras fuerzas más creibles) con la genética intelectual de un sócrates como don Jorge, plasmada en el totum revolutum podemita, por mucha pluralidad en la que se pretenda camuflar el barullo entre rebeldía adolescente,hegemonía transversal, pluralidad uniformada o unidad de atrezzo y de emergencia asustada; estar encantado y alabar como un signo de democracia esencial la venta libre de armas en EEUU sin más consideraciones sobre los horrores que se derivan de ese peculiar concepto yanky-cuatrero de la democracia, Lenin con rastas circulares camuflado de nuevo impulso, navegar en la misma dirección que el Vaticano, regalar en el Parlamento Europeo un Juego de Tronos al rey y doblar la bisagra ante su potestad escénica, aceptando su presencia ilegítima como representante de los que nunca le han elegido, mientras fuera se reclama un cambio radical, de raíz y cosas por el estilo...argumentos contundentes que inspirados posiblemente en el verstryngismo tan admirado, recuerdan la sustancia política de cualquier sketch de Gabi, Fofó y Miliki. Tuerca y herramientas en general, que como instrumento político se desautoriza a sí mismo sin necesidad de que ningún ppero outsider o periodista afín, lo trate de criticar y embarrar.
Podemos, en este nivel en que anda, no necesita enemigos para machacarse, le basta con su propio pedigrí fundacional sin revisar ni sorpassar, como si padeciera el sídrome de Penélope, la mujer de Ulises, deshaciendo de noche lo que teje de día para desanimar a los pretendientes, o sea a los que podrían pactar y trabajar junto a Podemos en la misma dirección, sin enredos adheridos ni confusión de objetivos en nombre de lo transversal, según P.I y su maestro, claro.
Conste que no lo escribo porque no crea necesaria y urgente la existencia de un partido como pretende ser Podemos y que ojalá fuese real: diverso y unido, autocrítico, socialista de verdad, ecologista, democrático horizontal, generoso, limpio, libertario, honesto, plural y coherente, lo escribo porque Podemos hasta ahora no ha hecho nada más que hundir el futuro de ese proyecto deseable con su manía de colocarse como aparato de poder en su obsesión por arrasar en votos y ganar al precio que sea, como único objetivo, sin tener una oferta demostrable (ya han pasado tres años desde su aparición) y sí una respuesta tan repleta de ecos diversos como paupérrima y decepcionante en materia palpable y algo que edifique algo más que fanfarria y apego sillonil en grupos variados en las notas, pero tocando en la misma clave de Pi.
Con la enseñanza de Verstrynge, su ejemplo magistral de coherencia y su lúcida y serena visión de causas y efectos, se comprende el origen de la cal viva y de las boutades iglesísticas en las que cuenta más la pose y el glamour del disparate y la iconografía del ganador, que la sustancia inexistente. También se percibe lo verde que está el heredero del legado, en una única y primera persona en singular. Si Podemos fuese lo que pretende ser, sus bases en Vista Alegre II habrían votado en plural, como se hizo en las legislativas y habrían obligado a los gallos del gallinero a cantar juntos y en grupo. A entenderse por mandato de su claque afiliada más adicta que adepta. Así solo hemos podido distinguir apenas las siglas entre el fervor del pp y el de Podemos, en sus respectivos concursos de poderío, en los que paradójica y lampedusianamente se quiere renovar y remaquillar todo para que nada cambie. Toda invocación a la pluralidad de la democracia resulta un cuento chino cuando el resultado es una mayoría absoluta y hegemónica. Es el oxímoron que los demócratas deberíamos saber asumir, integrar y resolver en la conciencia individual y colectiva que vive y no es solo retórica.
¿Una coalición de izquierdas que frustró el psoe, según Iglesias y sus voceros? ¿Seguro? ¿Qué partido pactaría una coalición con otro cuyo líder ofende en el Parlamento y le restriega los trapos sucios de hace un cuarto de siglo a ese partido con el que pretende pactar aquí y ahora, un gobierno, tendiéndole la mano para estrangularlo incluso antes de que pueda llegarse a pactar algo?
Como decían en mi tierra cuando yo era chica, esto no se le ocurre ni al que asó la manteca. Pero a un P.I, alumno aventajado y admirador fervoroso de un Verstrynge, por lo visto, sí.
Además de arrasar en el escenario mediático hay que ser tan creíbles y solventes en inteligencia emocional y coherencia práctica como en acumulación de datos, más que nada para saber qué hacer con ellos a la hora de servir a la ciudadanía en vez de mangonearla a capricho del primer iluminado ideo-ilógico que se presente tocando la flauta de Hamelin. Si Podemos es un invento de P.I, en lo que coinciden completamente todos sus sostenedores y amigos de fundación, y todos están de acuerdo en que sea su único representante y factotum, ¿para qué molestarse en hacer fiestukis, movidas y peleas que parecen un montaje más que un problema real y hacen gastar una pasta a la peña para costear otro Vista Alegre? Que eso lo haga el pp, es pura coherencia solvente para sus seguidores, pero que lo haga Podemos es demoledor.
Claro que si la inspiración de Podemos fue Verstrynge, todo encaja.
El principio de Peter o principio de incompetencia de Peter1 está basado en el «estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas», o lo que Laurence J. Peter denomina «hierachiology» («jerarquiología»).2
Afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a
puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en
el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, y
alcanzan su máximo nivel de incompetencia. Este principio, formulado por el catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California en su libro The Peter Principle, de 1969,2 afirma que:
Como última reflexión en su libro, Peter manifiesta su esperanza de que algún filántropo le facilitará una cátedra de «jerarquiología» en una universidad importante: «Al haber demostrado, en mis empeños actuales, estar capacitado, estoy preparado para el puesto.»2
El principio de Peter forma parte de la llamada Literatura P, que abarca las obras de Peter, de Cyril Northcote Parkinson, de Potter y de Archibald Putt,4 y que pretende explicar cómo funcionan las jerarquías sociales.5
Principio de Peter
En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.Según algunas fuentes,[¿cuál?] el primero en hacer referencia a este concepto fue José Ortega y Gasset, quien en la década de 1910 dio forma al siguiente aforismo:
Laurence J. Peter
Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes.3Como corolario de su famoso principio, Laurence J. Peter deduce los dos siguientes:
- Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
- El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
Como última reflexión en su libro, Peter manifiesta su esperanza de que algún filántropo le facilitará una cátedra de «jerarquiología» en una universidad importante: «Al haber demostrado, en mis empeños actuales, estar capacitado, estoy preparado para el puesto.»2
El principio de Peter forma parte de la llamada Literatura P, que abarca las obras de Peter, de Cyril Northcote Parkinson, de Potter y de Archibald Putt,4 y que pretende explicar cómo funcionan las jerarquías sociales.5
No hay comentarios:
Publicar un comentario