"Los ayuntamientos somos los más castigados por los planes de ajuste y los corsés de Montoro"
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, lanza una ofensiva contra el
Gobierno por una nueva financiación local con un encuentro de grandes
ciudades en el que participan cargos de todos los partidos
Representantes de 55 ciudades de más de 150.000 habitantes acuden este jueves y viernes a unas jornadas convocadas por
el alcalde de Valencia, Joan Ribó, para debatir sobre las finanzas y
las políticas fiscales de los municipios. Un manifiesto, la llamada Declaración de Valencia,
servirá de vehículo para canalizar la reivindicación ante el Gobierno
del Estado de la reforma de la Ley de Haciendas Locales y de una
financiación justa.
Ribó, de Compromís, que
gobierna mediante un acuerdo con el PSPV-PSOE y la plataforma Valencia
en Comú, es uno de los referentes de las nuevas mayorías de progreso en
las principales ciudades. Al encuentro asistirá la alcaldesa de Madrid,
Manuela Carmena, mientras que la de Barcelona, Ada Colau, ha excusado su
asistencia por motivos personales (la representará el primer teniente
de alcalde, Gerardo Pisarello). Participarán los alcaldes de A Coruña y
Zaragoza, Xulio Ferreiro y Pedro Santisteve; y también los regidores
socialistas de Castellón y Valladolid, Amparo Marco y Óscar Puente, o
Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, la capital más grande que
gobierna el PP, que interviene en una de las mesas redondas.
¿Cuál es el objetivo de las jornadas municipalistas?
Los ayuntamientos somos las instituciones más cercanas a la ciudadanía
y, por lo tanto, las que resolvemos un mayor volumen de sus problemas
del día a día. Las administraciones locales lo hacemos con mucho gusto, y
queremos continuar haciéndolo, pero prestando unos servicios de
calidad, y esto sólo será posible con una financiación adecuada. Los
municipios somos Estado, prestamos unos servicios y nuestros vecinos y
vecinas merecen un trato óptimo.
¿Es un encuentro de grandes ciudades o de alcaldías de las nuevas fuerzas de izquierda?
Cualquiera que vea el programa de las jornadas podrá comprobarlo. Hemos
invitado a todas las capitales de provincia del Estado, a las ciudades
españolas mayores de 150.000 habitantes y a los municipios valencianos
mayores de 25.000 habitantes. Vienen alcaldes de Compromís, del PP, del
PSOE, de candidaturas municipalistas de las nuevas fuerzas de
izquierda...
¿Se trata de formar un frente ante el Gobierno de Rajoy?
Se trata de que los vecinos y vecinas de cualquier municipio tengan
unos Ayuntamientos que los puedan servir adecuadamente. En todo caso,
estaríamos hablando de un frente municipalista, transversal
ideológicamente, que pide mejoras reales. La administración local es la
única que tiene superávit en sus cuentas, pero aun así es la más
castigada por el deficitario gobierno central, con los planes de ajuste,
los corsés de Montoro y la aplicación de la regla del gasto.
¿No podía haberse utilizado la Federación Española de Municipios y
Provincias como instrumento de una convocatoria de estas
características?
La Federación
Española de Municipios y Provincias está presente en estas jornadas. De
hecho, su presidente, Abel Caballero, está invitado desde un principio.
Estamos orgullosos de que Valencia lidere esta iniciativa de ámbito
estatal y por eso, como es natural, también está invitada la Federación
Valenciana de Municipios y Provincias, con su presidente Rubén Alfaro al
frente.
La reforma de
la financiación local, que es el tema de las jornadas, centrará la
prevista “Declaración de Valencia”. ¿Se incluirán otras reivindicaciones
como el cobro del IBI a la Iglesia?
Una financiación local justa es imprescindible si queremos que la
ciudadanía tenga un transporte público adecuado, una limpieza óptima,
unos recursos culturales como hacen falta y el largo etcétera de
servicios que prestamos los ayuntamientos. También hablaremos de la
necesidad de que las confesiones religiosas, sean las que sean, paguen
las correspondientes tasas municipales por sus locales que albergan
negocios. Si cualquier autónomo paga el IBI por su local, no entendemos
por qué una confesión religiosa tiene que quedar exenta de un inmueble
suyo donde haya instalada una empresa.
¿Cuáles son los objetivos mínimos a los que se tiene que comprometer el Gobierno?
A reformar la Ley de Haciendas Locales para que los ayuntamientos
podamos flexibilizar los tributos locales. Esto nos permitiría
adaptarlos a la realidad actual de los municipios, a la situación
ambiental, económica y social, que no es igual ahora que hace 30 años.
Las transferencias del Estado que recibimos los ayuntamientos tendrían
que ser acordes con las competencias que tenemos.
¿Qué continuidad tendrá la iniciativa? ¿Hay intención de crear algún órgano estable?
En el marco de estas jornadas, los diferentes alcaldes y alcaldesas firmaremos la Declaración de Valencia
por una financiación local justa, y no queremos que esto quede en papel
mojado. Continuaremos trabajando conjuntamente, todos los ayuntamientos
y la FEMP para cubrir las necesidades de los municipios.
¿Qué harán si el Gobierno no hace caso de sus demandas?
Es imposible que el Gobierno central sea insensible a las demandas de
todas las ciudades más importantes del Estado, siendo como somos la
única administración que cumple con el Plan de Estabilidad, y que
presentamos un superávit en nuestras cuentas.
¿Estamos ante la creación de un lobby de grandes ciudades?
Estamos ante una reacción lógica de las ciudades y, en general, del
municipalismo. Queremos mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y
vecinas, nos esforzamos para hacerlo cada día, pero al mismo tiempo
sufrimos la tutela del Ministerio de Hacienda que, por ejemplo, mediante
el Plan de Ajuste, no permite invertir el superávit de un Ayuntamiento
en lo que el gobierno local considere necesario.
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Observar detalles para el análisis:
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El alcalde podemita de Cádiz no participa en esa convocatoria, que ofrece un alcalde del cambio, pero no de Podemos.¿Acaso no se considera parte de ese cambio si no es el suyo propio? Ése es el modelo que ha ganado en Vista Alegre. O nosotros o nadie. Cooperar con los demás, si no es para ganarles, es un error. Como las manis solitarias de cuatro gatos de Podemos el 1de Mayo, fiesta del trabajo y de los trabajadores, para no contaminarse con lo que no es Podemos y dar a entender que no son terrestres, sino de Marte. La "unidad" con un solo punto de referencia dentro de un sistema se llama entropía (mirar solo hacia dentro). Una enfermedad social cuyo desenlace es la degeneración del propio sistema, (las dictaduras de cualquier ideología) que se pudre porque no tiene la ventilación plural necesaria y sólo sigue un camino previsto por una sola voluntad dirigente. Parece un dato importante que debería tomarse en cuenta como referencia para ir atando cabos. Esa entropía es una tara que se convierte en compulsión, que hace posible la barbarie y hasta el delito de espiar, controlar en las redes, tramar enredos, eliminar información o manipularla si no favorece a los intereses de la "unidad" y todo tipo de abusos e irregularidades se dan por buenos. Cualquier medio es utilizable para conseguir lo que se ha dado en considerar un buen fin según el criterio y los intereses de unos cuantos. La peor y más torpe lectura del crítico y sutil Maquiavelo. La unidad no siempre es tan buena como parece. El tope de su 'bondad' lo miden la ética, la justicia, la igualdad, la libertad de elección sin vetos y la democracia.
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