El estrafalario e histério caso Matisyahu

                                               

El grito en el cielo una vez más. Están que rebosan, poddioh!. El festival de música Rototom, que se celebra en Benicassim cada verano, había invitado este año al cantante judeo-norteamericano Matisjahu para que actuase en él. 

Según cuentan los antecedentes de este personaje, se trata de un enamorado de Israel y de su política territorial, que, por supuesto, está totalmente en contra de Palestina según ha manifestado repetidamente en sus declaraciones. La reacción de una gran mayoría de asistentes, simpatizantes y participantes en el Festival fue la indignación ya que entre los habituales al evento la conciencia solidaria está muy despierta, así que ante la situación se desapuntaron alegando su objeción de conciencia. Entonces, la dirección del festival exigió al cantante que hiciese una condena pública de la política israelí en el tema de Palestina, y ante la negativa del Matisyahu el concierto programado se ha suspendido. 

Las reacciones se han desencadenado en serie. Y ofrecen distintas consideraciones reflexivas:

1) La indignación por lo que supone una censura a la libertad de expresión y de creación artística contra el cantautor y lo aberrante de exigirle que haga público algo con lo que no está de acuerdo forzando su conciencia, sus ideas y su voluntad.

2) La indignación que supone ir a aplaudir a alguien que está a favor de la represión política de los palestinos y a favor de las políticas de asedio que Israel ejerce con toda la crueldad imaginable contra los palestinos. 

3) Enfrentarse a un dilema en el que hay que decidir entre la solidaridad con los palestinos y el legítimo derecho a expresarse de un ciudadano cuyo trabajo consiste precisamente en eso, en expresarse, como es el músico y cantante contratado y después boicoteado. 

4) Considerar si lo que a un grupo reivindicador le parece justo y necesario, por muy ejemplar que sea, se puede imponer a la fuerza al resto de los ciudadanos, entre los que hay personas muy concienciadas y en sintonía con la causa palestina -entre las que yo misma me encuentro- y otras que tal vez sean indiferentes e incluso no estén de acuerdo, con todo su derecho a disentir, y piensen que los palestinos tampoco son unos santos canonizables, puesto que también cometen atentados terroristas y matan judíos inocentes, como cuando hacen estallar un autobús escolar, sin ir más lejos o montan una carnicería por la calle como represalia a los ataques israelíes, con lo que les dan motivos para un nuevo ataque vengativo que justifica su barbarie de ida y vuelta. 

5) No se sabe ni se ha explicado si este Matisyahu en sus conciertos hace apología del terrorismo israelí o solo es cosa de su opinión política. 

6) Tampoco queda claro que esa medida se ejerza con todos los intelectuales y artistas por igual. O sea que sea una medida justa y adecuada a todos. Por ejemplo, a Mario Vargas Llosa  nadie le censura por sus ideas devastadoras de terrorismo económico ultraliberal; leer  su "Pantaleón y las visitadoras" deja un mal cuerpo social y un asco profundo por la burla y el recochineo con que se divierte y regodea en  la miseria machista de un país aplastado por el caciquismo tradicional, la incultura y el abandono, en el que el autor hace acto de presencia para escarnecerlo mucho más que para regenerarlo, a pesar de haber nacido en él, y qué decir de su "Historia de Mayta" que pone los pelos como escarpias. No se sabe quién es más cruel y sanguinario, si el protagonista o su autor. Y ahí está el buen hombre, con su Premio Nobel y su Isabel Preysler paseando por el Hola y demás papel couché entre aplauso y apoteosis de la horteridad circundante. 

6) Ante estos desvaríos comparativos una se desubica al comprobar el poder mediático y manipulador por el que un comentario o una canción de los que no tenemos la menor reseña, puedan tener semejante transcendencia puesto que al tal  Matisyahu, la mayoría de ciudadanas afectados por el tsunami mediático  solo lo hemos conocido por este aluvión informativo a causa del susodicho incidente y no porque sigamos su trayectoria y mucho menos su ideología que nos resbalaba y nos sigue resbalando, a pesar de que las redes se hayan puesto al rojo vivo con el asunto haciendo parroquia mientras se aprovecha el cabreo y la rabia generadas por los tiempos pésimos que atravesamos, para aplicarlas a las causas más candentes y difundidas. Las redes, esa trama matrixística que es capaz de linchar universalmente a un hombre por abandonar un perro o por la excentricidad estúpida de matar un león con nombre propio, mientras se quedan tan panchas si se asesinan en todas las fiestas patronales doscientos toros, por ejemplo... o en cada temporada de caza centenares y miles de animales inocentes, con cuya muerte se negocia y se cobra un pastón, claro, que debe ser porque los toros y la piezas de caza son anónimos y no se llaman Cecil ni los nombran en twitter y en el feisbú.

7) Tal vez todo este pifostio -qué curioso, coincidente "por casualidad" ofcourse, con la noticia horrible de las vacaciones carísimas de Carmena, pagadas por su bolsillo particular a 600 euros al día para ocho personas frente a los 700 euros por noche de hotelazo para una sola persona, Rita Barberá, y pagados por los ciudadanos con facturas cargadas al Ayuntamiento- se habría evitado por parte del equipo de organización con el simple hecho de informarse mejor y con tiempo suficiente acerca del elenco artístico que se va invitar al Festival, o sea, preparando seriamente el programa y no dejándolo todo , a la española, para el último momento y a ver si cuela. Que el propio gobierno español se apresure a censurar la censura del Matisyahu cuando acaba de aprobar una ley mordaza estrepitosa e indecente, justo para censurar hasta la respiración de las ciudadanas y en temas mucho más acuciantes y próximos, como son el derecho a la manifestación ante unas instituciones que son propiedad de la ciudadanía que las paga, y el derecho a parar desahucios inconstitucionales, sin ir más lejos, atufa a cuenno quemao everywhere , osssea por toaspartes...Meter en el ajo a los partidos políticos que han mandado al pp a regar chufas al ganar las elecciones, mezclando en el rifirrafe a  las asociaciones pro-palestinas y hasta al propio Gobierno autonómico es de una desproporción tan descomunal y esperpéntica como absurda y borderline, tanto que parece un culebrón enfangado y orquestado (fatalmente) por el pp que, después de sus aventuras entre juzgados, tribunales, ministerios y púnicos viacrucis intercambiables, ya debía tener hace tiempo preparada la artillería maruhendesca e inda-obsesa para encender la traca, teniendo en cuanta que el "escándalo" está enraizado a tutiplén en la taifa Marinad'orqueguay, Oropesa, Benicassim, veraneos de Aznar gues star fashion , de gorra of course y no como Carmena que es tonta y se lo paga ella, y aeropuerto sin aviones tan a mano... Pero son tan zafios y bastos que van dejando huellas dactilares en  las copas y pringados los oros y desppintan esppadas de hojalata, como el tambor de Günter Grass, pero donde va a parar!!!
De traca. En Valencia es lo que hay. Un roto-tom ppara un descosi-dom. Ppara watergate nacieron ya ppredestinados, que de casta le viene a tanto galgo, aunque después solo se quedaron en saragüells, que la terreta tira mucho. A ver si no...Lástima que les acabe traicionando el pelo de la dehesa, el olor a alcantarilla habitual y el ritmo loco del ppo$tiguet. Ains!