domingo, 16 de agosto de 2015

Fracking ¿fractura hidráulica y social?



Las plataformas antifracking consiguieron recoger más de 100.000 firmas para elevar una Iniciativa Legislativa Popular al Parlamento Vasco, que aprobó una ley que evita el uso del fracking en Euskadi.

Fracking: ¿fractura hidraúlica y social?

 La fracturación hidráulica o fracking, es la técnica que ha revolucionado el sector energético. Inyectar agua, arena y aditivos químicos a gran presión para romper a varios kilómetros de profundidad las capas de pizarra, permite aprovechar nuevos depósitos que hasta hace poco eran inviables.
 Sin embargo, el uso de esta técnica durante más de una década ha demostrado todos los riesgos que tiene: contaminación de aire, de aguas subterráneas y de los ríos, sequías asociados al alto consumo de agua, el aumento de terremotos debido a la reinyección de aguas residuales y una ocupación importante del terreno.
 Recientemente el gobierno introdujo incentivos económicos para los municipios que promuevan el uso de la técnica del fracking en la modificación de la Ley de Hidrocarburos. En concreto la norma crea el Impuesto sobre el Valor de la Extracción de Gas, Petróleo y Condensados, que establece un gravamen de entre el 1% y el 4% sobre la producción de gas no convencional, y fija un canon de 125.000 euros por cada sondeo de exploración y cada pozo de producción en tierra, que deberán revertir con especial intensidad en las Comunidades Autónomas y en los municipios donde se ubiquen los pozos.

Las 3 claves que debemos abordar son: contaminación, beneficios y empleo.En muchas ocasiones, la mala calidad de la roca, obliga a realizar una gran cantidad de pozos de extracción, entre 6 y 10 pozos cada 2 km. Todo esto deja una importante cicatriz en el territorio, para la corta vida media de estos pozos, que suele ser de 5 años. Además, una vez terminada la explotación, las contaminación de subsuelo queda como legado para el futuro. La evidencia científica lo certifica: el 96% de las publicaciones científicas sobre fracking demuestran riesgos potenciales a la salud, el 73% contaminación de agua, y el 92% contaminación de aire. Los habitantes de la zona presentan un aumento importante de enfermedades respiratorias, dermatológicas, cardiovasculares y neurológicas. Las empresas que promueven el uso de esta técnica prometen grandes beneficios económicos, y la generación de puestos de empleo. Pero la realidad de EEUU, donde esta técnica está muy extendida, es que el mayor coste que supone esta técnica, y el gran número de perforaciones que son necesarias, ha provocado que las empresas que explotan el gas de fracking estén perdiendo más de tres dólares por cada dólar facturado, y la deuda que tienen contraída las están asfixiando.  Se generan de media dos empleos por pozo, la mayoría exige una cualificación técnica específica, que no tenemos en España; lo que supone con seguridad contratar en el extranjero. Respecto a los puestos de 
empleo, se generan de media dos empleos por cada pozo, y la mayoría de ellos exigen una gran cualificación técnica muy específica, que hasta ahora no tenemos en España más que de manera residual; lo que supondría con alta probabilidad contratar en el extranjero. A esto hay que añadir que el empleo local creado se va a dedicar sobre todo a labores de vigilancia de los pozos, durante la corta vida útil de los mismos. Se trata por lo tanto de empleo de escasa calidad, con poca estabilidad y baja cualificación. Aún así, en estos análisis siempre se elude evaluar el empleo perdido por incompatibilidad con otros sectores, como la agricultura ecológica o el turismo rural.   No es de extrañar por lo tanto, que allí donde se ha propuesto el uso de esta técnica, se hayan alzado movimientos locales de respuesta, y las comunidades locales se han alzado para impedir el uso de una técnica. En el estado se han creado movimientos que han conseguido la aprobación de leyes autonómicas contra el fracking, leyes que han sido rápidamente recurridas por el gobierno central.   La última de ellas, en Euskadi, donde las plataformas antifracking vascas consiguieron recoger más de 100,000 firmas para elevar una Iniciativa Legislativa Popular al Parlamento Vasco, que aprobó una ley que evita el uso del fracking en Euskadi. 
A nivel europeo, se ha conseguido articular un movimiento que se ha hecho escuchar en varias ocasiones en el propio Parlamento Europeo, obligando a la Comisión a pronunciarse mediante unas recomendaciones a los estados miembros, aunque de momento se están directamente ignorando, o implementando de manera muy negligente. De todos modos, la pregunta que subyace a este conflicto es evidente: ¿por qué asumir a los riesgos que implica el uso de esta técnica, por unos beneficios pírricos en manos de unas pocas empresas, teniendo en cuenta que la Agencia Internacional de la Energía advierte de que tenemos que dejar bajo tierra el 80% de los combustibles conocidos, sino queremos desencadenar un cambio climático imparable?                              ¿Qué temas te preocupan? Participa y ayúdanos a hacer oír la voz de la ciudadanía.'Programa Ciudadano' En colaboración con: HAYSALIDA.org y QUONERS.es

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