domingo, 27 de mayo de 2018

Crónicas decentes

Resultado de imagen de pensionistas en la calle  Valencia fotos

Ayer sábado a las once de la mañana, las y los pensionistas de la comunidad valenciana teníamos una cita en la sede de CCOO de València cap i casal. Un encuentro para debate y reflexión compartida. Las bases sociales en movimiento consciente producen ese resultado que llamamos IU. Justo, al contrario de como funcionan los partidos al uso y abuso, que llevan la voz mediática cantante sobre una masa despistada y fácil de abducir.
En la izquierda, por sistema, esas facilidades rebañiles para el caciquismo ideológico no funcionan y cuando alguien lo ha intentado, sólo ha conseguido quedarse sin apoyo de los compañeros y más solo que la una. Al contrario que en la mentalidad derechil, en la que los líderes acaban siendo la sucursal del papado y rodeados de acólitos y sacristanes empresariales llenos de sobres y porcentajes que resbalan de las arcas públicas a los bolsillos privados, sí, privadísimos, sobre todo de vergüenza y de ética. 

¿Alguien ha visto alguna vez un debate entre el pp o c's y sus bases? Jamás he visto algo semejante. Allí nadie discute nada, nadie se plantea nada porque el planteamiento unívoco ya lo ha diseñado el Ibex35 y sus exponentes son los caciques de toda la vida, con el camuflaje necesario  a la  altura y bajura de lo que haga falta. Se mimetizan sin reparos con lo que huela a pastón, hasta apañan su catolicismo al floreciente negocio de la prostitución, que es un chollo para las alcantarillas del Ibex y para la bolsa de Hacienda y esa "legalidad" del forring  exonera al proxentismo de cualquier sombra de podredumbre social, patriarcal y esclavista. Su moral y su ética están al nivel de las mismas cloacas de la Gürtel,  ya sea en modo azul gaviota o en gaviota naranja. Los líderes ocupan todo el espacio diponible, uniformados con sus banderas, mental y emocionalmente militarizados y en fila por orden de importancia. La 'igualdad' de  destra cada vez más siniestra es esa uniformidad derivada del encefalograma plano y la disciplina del regüeldo colectivo bajo el mismo mantra: queremos mandar, aplastar pluralidades perniciosas y forrarnos absolutely fashion lo más rápido posible. Al precio que sea y caiga quien caiga, a por ellos, oé, porque soy ejpañol, ejpañol y ejpañol.

Por eso ayer, cruzando la ciudad en dirección a  la sede sindical y dejando a mano derecha una mani en naranjas de la China, reclamando atención no sólo para la València rural, sino también para los cazadores deportivos (¡qué delicia de objetivo!), se tenía la sensación de estar inmersas en una especie de Show de Truman, en el que Rivera, Rajoy y el Ibex35 eran los guionistas, directores y productores del engendro

 La veradad es que salir de esa fonda del postigo y entrar en la parte más sana de la sociedad produce un respiro terapéutico. Un gran alivio moral y una esperanza que lo acompaña.
En la izquierda, afortunadamente, la cosa no tiene nada que ver con el cortijismo organizativo y piramidal de las castas, porque la organización no parte de las tripas estimuladas por la cháchara sin sustancia, sino de una riqueza mucho más valiosa que el dinero y sus tramas de poder: de la inteligencia emocional colectiva que se viene despertando a base de golpes bajos y maldades aplicadas desde el pico de la pirámide, es decir, para la disposición empática de la escucha mutua y el respeto a la conciencia común y diversa, que es la manifestación social más necesaria y fundamental del espíritu humano. Inventarse C's, para solventar ese contratiempo no tiene futuro ninguno si no es solo como sucedáneo tuneado del pp. Y eso a la larga es muy chungo, aunque  en las distancias cortas anime puntualmente el cotarro derechón que usa la ignorancia popular como menú de su grandeur. El tiempo les acaba saltando el barniz y la purpurina. El fingimiento siempre acaba, o bien porque se descubre el pastel como en el caso del pp y se hunde en la miseria, o bien porque, a base de imitar durante mucho tiempo una virtud para parecer lo que no se es, el vicio se va diluyendo en la dinámica del hábito fingido y algo mejoran los imitadores, aunque sea por interés inicial y costumbre adquirida.
En el aprendizaje de las disciplinas orientales está la imitación del maestro como una herramienta mimética mucho más que intelectual del proceso: el discípulo imita los movimientos del Tai-Chi, del Chi -Kung o del Kung-Fu  sin entender nada al principio, pero con la práctica se van abriendo canales nuevos y el discípulo va comprendiendo el significado mientras se va transformando él mismo en alguien más sabio y mejor mientras imita. Esa esperanza también es un aliciente para casos como C's y Podemos. Al no tener sustancia propia desarrollada pueden mejorar o empeorar en la medida de lo que intentan reproducir. No están aún endurecidos como el pp y el Psoe ni tan sólidos como IU. O sea, que pueden aún ser maleables para mejorar y crecer en excelencia o para para petrificarse y arruinarse como expectativas políticas. En ésas está el futuro balanceándose entre la potencia y el acto. Entre quedarse en mera apariencia estética o desarrollar una ética  materializada en la realidad.


En esta quedada izquierdista del sábado, participan todas y todos, sin VIPS de por medio y en la palestra están Rosa, la joven responsable de convocar y llamar, Raquel Ruiz, una jubilada de pueblo que  se dedica a investigar causas, efectos y dinámicas de la política social en el ámbito de las pensiones y a compartir su trabajo generoso con todos y todas los y las que tengan  necesidad de orientación y  de información puesta al día sobre el tema de las pensiones.

Cuando Raquel termina su exahustiva, clara y conmovedora intervención, comienza la de otro compañero que está a un lado tras su ordenador portátil con una sonrisa y una bondad serena en la expresión de abuelo sabio que fluye con la vida. Es Cayo Lara. Ya jubilado también y fuera del Parlamento. Un agricultor de verdad y no de Instagram, que sabe  de primera mano aplicar la metáfora de su oficio, arar, sembrar, podar, abonar, cosechar, como canta el campesino protagonista en "La rosa del azafrán" (y no un señorito de cortijo maquillado  de naranja para la ocasión del carnaval demagógico), en paralelo, y sottovoce, la música y la letra de la entrañable zarzuela de aroma cervantino y manchego vibran en el alma de la palabra de Cayo y te viene a la memoria sin poder evitarlo:
 "No hay empresa más gallarda que el afán del sembrador
por sembrar en tierra parda soy a gusto labrador.
Vuela la simiente de mi puño, cae sobre tierra removida,
siente la caricia del terruño y abre sus entrañas a la vida.
Y el grano arrojo con tanto brío, que  me parece que el campo es mío"
 Mientras el coro de segadores y segadoras le acompaña
con un estribillo precioso:
"Sembrador que has puesto en la vesana tu amor,
la espiga de mañana será tu recompensa mejor,
dále al viento el trigo y el acento de tu primer lamento de  amor
y aguarda el porvenir, sembrador" . 

Ahí estamos todas y todos, con la cosecha del futuro en juego; a nosotros ya no nos pesa el quipaje del porvernir, pero sí nos preocupa lo que será de nuestros hijos y nietos. El estado de penuria en que estamos dejando el Planeta. Cayo nos anima. Si mejoramos la economía con un mejor reparto de bienes y tareas compartidas desde otra conciencia más justa y solidaria, el Planeta también mejorará con nosotras. Tenemos que intentarlo ahora.


Y así nuestro hermano labrador va desgrando las espigas del haz, una a una, en la pantalla sobre la pared del salón de actos. Es un trabajo de investigación paso a paso, que ha ido haciendo con paciencia de orfebre, buscando datos económicos y estructurales que  desmienten de la A  la Z, cifra a cifra, informe a informe, los infundios del poder político-económico-financiero y ese mito inventado sobre la imposiblidad de mantener el sistema de pensiones, que se han inventado y orquestado entre el FMI, el BM, el Club Bilderberg y que se ha convertido en argumentario del código gerontocida en el Ibex35 español. 
Una lección magistral, como las de Alberto Garzón o Julio Anguita, Rosa Pérez ,Monica Oltra, Joan Ribó, Berto Jaramillo o Teresa Rodríguez, de ésas lúcidas y aplastantes en lógica, casuística, análisis, decencia y certeza, donde sólo cabe la honestidad de la mejor inteligencia y de una transparencia demostrada en datos comprobables e irrefutables. Y eso como tarea de sencillo jubilado productivo a base de bien, y gratis, como la lluvia, la brisa entre el sembrado o la caricia de las olas al borde de la arena.

A continuación se abre el turno del debate. Las opiniones que aportan miradas diversas y puntos de vista creativos, las preguntas, las respuestas...Allí hay un salón de actos lleno de personas sin tiempo, no hay  viejos quejicas ni rezongones ni amargados...No es que sean marcianos y marcianas: es que saben  comprender y actuar, han aprendido a  mirar y ver al mismo tiempo, han empleado sus vidas laborales para no estancarse ante la tele y en el bar de las fuerzas en decadencia. Se han liberado de la miseria interior, de la tiranía del tiempo y las circunstancias contempladas como absolutos, de tal modo que en un momento histórico en que la miseria exterior inunda todo y la vacuidad amenaza a la juventud de un modo taimado y sutil, esas armas letales no consiguen acabar con su energía espiritual y cognitiva, imparable y autogeneradora de sí misma como arma comunitaria.

Lo decía Heráclito de Éfeso, lo pensaban Hegel y Marx: todo  fluye en esencia, nada se crea ni se destruye, todo se transforma. Todo resucita, se expande y se contrae en planos diversos. Es la eternidad del marxismo, su espiritualidad práctica inagotable, que no necesita de una religión alienante para descubrir que materia y energía son un producto universal de la misma fábrica incansable y que el ser humano tiene en su haber la capacidad de elegir cómo y en qué registro transformar ese todo para bien o para mal, para acierto o catástrofe y no sólo para su lucro egocentrista.

Reconforta descubrir, de cuando en cuando, que los abuelos y abuelas de hoy no sufrimos en vano una infancia y una juventud dignas de relatos de  Dickens, de Pérez Galdós, de Baroja y hasta de Poe, con moviola franquista de fondo y de forma. 
Lo intentaron, sí, y lo intentan, los guardianes de la noche, los esbirros del terror. Pero no pudieron con este pack  generacional de rebeldes con todas las causas pendientes, que no se rinden ni se resignan al paso de lo peor que da el tiempo cuando se vuelve tóxico, y que en vez de amarillear, se regeneran como la primavera tras el invierno, tras cada hachazo congelante del sistema depredador la vida sigue hermosa y abundante para quienes no conocen la palabra sumisión. 

Salimos sobre las dos de la tarde llenos de fuerza y de ganas de seguir en el tajo. Para entonces la ciudad ya se ha vaciado de cítricos bordes y el Show de Truman ha consumido su menú da trovatore mattutino, o sea, cantamañanas. Las calles han recuperado su imagen cotidiana de sábado de mayo. Y la vida imparable, canta como siempre su himno a la alegría, igual que  Beethoven musicando a Schiller. Nada más representativo de la democracia que la música coral. Voces individuales que libremente se alzan juntas y diversas en armonía, belleza y sentimientos hermosos, mientras la Idea dirige el canto.


Por la tarde, a partir de las 18'30, la calle vuelve a llenarse de pancartas, carteles, batucadas y gritos de reivindicación de los pensionistas; una jornada más de lucha por la justicia, la dignidad y la igualdad, entre el norte y el sur, el este y el oeste, cueste lo que cueste.
Aunque a veces no lo parezca, panta rei (todo fluye) Afortunadamente.

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