sábado, 5 de agosto de 2017

Crónica de un verano donde no todos veranean









Maduro pide la renuncia de Almagro para evaluar el retorno de Venezuela a la OEA
Nicolás Maduro EFE
Es uno de esos días en los que no sabes si romper el amago de vacaciones o no escribir nunca más. Has desconectado los principales enlaces a España, capital Caracas. No pones ni las radios, ni las televisiones, y pasas deprisa por las webs encabezadas a toda hora por la furia ciega de la desproporción, como si quisieran matar los restos de pasados prestigios en una orgía de insultos desorbitados.
Cuesta desconectar por completo. Por si te pierdes lo que importa. Que se nos ha muerto Ángel Nieto, el valiente piloto, el pionero, el luchador, el amigo llano de quienes le trataron. O los asesinatos machistas que se ceban en la mujer como en todo tiempo. O los atropellos que no cesan en nuestra anómala democracia. O el Trump que acrecienta la tensión a un palmo de los mandos de destrucción en la Casa Blanca, mientras los establecidos lo citan como solución. Hasta para montarle un golpe de Estado oficial a Maduro. Lo dijo el Secretario de Estado de EEUU. Verán entonces lo que cuesta un peine. 




Pero todo parece algo más lejano si intentas distanciarte por vacaciones. Aunque, verán, es que no todos las tienen, no con viajes. Se nota. Este año, en Madrid, no es fácil encontrar aparcamiento ni en el barrio de Salamanca, tradicional feudo de la derecha más arraigada.  Era un mito: Te quedas en la ciudad en Agosto y dejas el coche donde quieres. O vas como un rey en el transporte público. Pues tampoco. 
Lo que sí han aumentado son los mendigos. Se apostan a la entrada de las tiendas de saldos, mucho más baratas si cabe. En la calle Goya se han instalado los de ropa interior. Uno tras otro. Y allí andan señoras de todo peso —todo— buscando "braguitas". ¿Cuándo las bragas pasaron a llamarse braguitas y por qué?
Se colocan precisamente a las puertas de los comercios. El otro día vi, en una calle perdida, sin tránsito, al hombre más triste que jamás me haya encontrado. No por un impacto concreto, era como una actitud de estupefacción y derrota. Tenía al lado La Farola, y ni siquiera miraba las monedas. 
Menos mal que la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha quedado sin vacaciones, según ha dicho. Para ver si el ultraliberalismo merma también este derecho. Y claramente para activar su campaña electoral, no vaya a ser que se vea la conveniencia de un relevo. Campaña desbocada, de trumpismo tuitero. Venezuelas sin cuento. Aún hubo un pleno. Enfermeros de la residencia de Arganda donde murió una anciana desangrada al quedar atrapada en la cama, denuncian una precariedad extrema. Sin personal, no hay cuidados. Pero si hay dinero para activar un curso de tauromaquia y que críos de 8 a 14 años aprendan a disfrutar torturando. En el fondo, encaja. Menos  cuidados, más muerte, menos gastos.  Insensibilidad y crueldad como siembra de futuro.
El verano, para quien no puede ir de vacaciones —y casi el 40% de los españoles se encuentra en ese caso—, es mal tiempo para los ancianos, los enfermos, sus familias, los débiles de toda condición. Y también para quienes se acomplejan en la diferencia como un demérito. No al punto de plantarse. Miren al ex ministro Soria, la policía lo escolta hasta la playa y hotel de sus amistades y pufos peligrosos.
Tiempo, el verano, que intensifica los contrastes. A grandes niveles, los podemos seguir e intuir por las puntadas de un "collage". No he sido capaz ni de entrar en una oficina de correos esta mañana. Barrio emigrante, había mucha gente haciendo envíos. Esta tarde he coincidido con un joven en otra oficina, cerrada, en zona de más posibles. Era un Ciudadanito. "Luego se quejan de que ataquemos a los funcionarios", me ha comentado.  Yo me había equivocado, era en otras direcciones donde había abiertas. Se lo he dicho. Más en el centro, no era preciso coger ni número para que te atendieran. No me ha dado tiempo a contarle que los mismos recortes por vacaciones o mayores los han hecho en sanidad. Y no los funcionarios, los que mandan más arriba. Debería saberlo y tener cuidado.
Hace un calor tórrido. En Mallorca o Alicante se han superado todos los récords, no baja el termómetro de los 31 grados ni de noche. Lo pagaremos. Madrid, sin llegar a tanto, muy lejos no anda. Es un efecto acumulativo, como de pila que se carga. El agua, en larga inmersión, lo alivia. Los aires acondicionados de edificio completo también. Se trata de entrar en tiendas a rebajar la temperatura, entrar y salir, como estaciones de aliento.
Me dirigía a devolver dos sobres de jamón de york en mal estado. "Este calor...", o no tener suficiente personal para mantener la cadena de frío. En Zara Home —con un aire acondicionado excelente y muy útil para estos trayectos— he atufado un poco al personal con el hedor que traspasaba la bolsa. Pero luego me han hecho el cambio en el supermercado sin problemas. Es que lo vas dejando y, mientras, te duplican y triplican los precios de algunos hoteles para escapadas. Y no da para todo. Si da. 
He vuelto a encontrar a otra ex compañera de TVE trabajando en una ocupación menor a la que tenía antes de los ERE y despidos. Hicieron tanto daño. Hace poco una periodista, de cajera. Hoy, una voz maravillosa que contaba los buenos programas. Allí, en TVE, mandan otros, muy alejados de lo que debe ser el trabajo riguroso de un medio público. De un medio, sin más. Y ahí siguen, ahí sigue todo. Y ya pocos buenos programas por contar.
Las miradas perdidas de pobreza y estupor también continúan. La injusticia y los fantasmas que crecen y se quitan la sábana. Dudas, una cierta impotencia. Aun sintiendo el privilegio de cuanto somos y  nos podemos permitir.  Y siempre luces sólidas de afectos, de esfuerzos, de dignidad que es lo que de verdad vale la pena. 

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Gracias, Rosa Mª, porque con esto del calor sigas ahí sin tirar la toalla a pesar de las inclemencias del termómetro, que aún con la 'torraera' siempre resultan menos agresivas y crueles que los gobiernos en manos de cínicos desalmados y  cleptócratas.

Donde hay una voz limpia siempre hay una conciencia y si los medios politizados no se interesan por las voces limpias es porque en realidad el pueblo que ha hecho posible el disparate actual, no se merece esas voces aunque las necesita más que el comer. Su mayor desgracia es no caer en la cuenta de las verdaderas necesidades que tienen y dejarlo todo a nivel Sálvate de luxe, si puedes, so mindundi, que a nosotros nos da la risa floja, paganini de mierda! Porque vas a pagar años y años el capricho que te diste votándonos el 27 de Junio del año pasado o dejando de votar con la copla publicitaria de que todos son iguales, y ya ves lo que hay y que todos los límites son superables...se puede llegar a ser muchísimo peor que lo conocido hasta el momento presente.

Pero bueno, como en Casa Blanca, siempre nos quedará ese París revolucionario de las asambleas, la toma serena de la Bastilla parlamentaria, el renacimiento del alma ciudadana, del  mayo del sesenta y ocho y del 2011 y  el valor potencial de nuestros pueblos, que cuando por fin vayan despertando será otro cantar, el de tu paisano, el entrañable profe Labordeta Habrá un día en que todos al levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad .

Y estaremos allí para vivirlo y contarlo, Rosa Mª, no lo dudes. Y ahora disfrutemos transmutando las tiranías en posibilidades y respiraderos para la salud colectiva y si no es mucho pedir, también para la alegría de estar vivas, despiertas y dando caña por el mundo. Poniendo gotas de amor de madres por donde pasamos, en una ruta histórica de cambios fuertes y necesarios en que los hombres sanos también son madres a la hora de ser, estar y hacer, y también se agradece que estén ahí como signos y prueba de que sí se puede.

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