Atentados yihadistas El director de la Inteligencia antiterrorista dirigió el boicot informativo a los Mossos
Eran los tiempos del ministro Jorge Fernández Díaz y de sus conversaciones grabadas en su despacho oficial de Interior –que Público desveló en exclusiva–,
de la conspiración contra políticos y partidos independentistas
catalanes –que confirmó hace poco la comisión de investigación del
Congreso de los Diputados–, de la consulta popular del 9-N contra la que
la brigada política organizó la denominada Operación Cataluña...
Mientras todo eso ocurría, un hombre de la
máxima confianza del ministro dirigía el Centro Nacional de Coordinación
Antiterrorista (CNCA), y bloqueaba
el acceso de los Mossos d'Esquadra a los bancos de datos policiales
sobre las tramas yihadistas internacionales de Europol (SIENA o SIRENE) y
de la Interpol. Incluso, les negaba la integración en el propio CNCA y hasta boicoteaba las investigaciones de la policía autonómica catalana contra el yihadismo, como las de la Operación Caronte.
"Es un despropósito que se aislase así a una de las fuerzas de seguridad", subraya a Público un
comisario con larga experiencia en la lucha contra el terrorismo
islamista. "El responsable del CNCA tenía que haberle dicho al ministro
que esa estrategia era enormemente contraproducente, porque si un cuerpo
policial no puede consultar una base de datos, tampoco va a introducir
sus averiguaciones en ella, como respuesta muy humana de rechazo, y se crean compartimentos estancos que sólo conducen a la duplicidad de esfuerzos y a la descoordinación".
"Olivera siempre le decía 'sí' al
ministro porque así se abría el camino hacia otro ascenso", dice un alto
funcionario de Interior
Pero el
entonces responsable de la coordinación antiterrorista, José Luis
Olivera Serrano, "siempre decía 'sí, ministro' porque sabía que así se
abría el camino hacia otro ascenso", afirma un alto funcionario del
Ministerio del Interior que conoció desde dentro esa etapa y es muy crítico con la estrategia de hacerle el vacío a los Mossos en un campo tan sensible. Fue en aquella etapa cuando Fernández Díaz proclamó, en referencia a la policía autonómica catalana: "La
lucha y la política antiterrorista deben ser de Estado, y no se puede
dejar en manos de los que no tienen el más mínimo sentido de Estado" (14 de mayo de 2015).
Para esa última fecha, Olivera ya había sido
ascendido a la dirección del recién creado CITCO (Centro de
Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), producto de
la fusión entre el CNCA y el Centro de Inteligencia contra el Crimen
Organizado (CICO), convirtiéndose así en el auténtico Zar de la
lucha contra el yihadismo. Un puesto que ostenta en estos momentos y
desde el que hace poco más de dos meses aseveró, en una entrevista a
OKdiario: "El
Daesh [el autodenominado Estado Islámico que se ha atribuido la matanza
de las Ramblas de Barcelona] puede tener, si no los días, a lo mejor
los meses contados"
Olivera –quien también afirmó que este verano "se puede estar muy tranquilo [sobre la amenaza terrorista global] dentro de España"–
empleaba en esa desafortunada profecía el acrónimo árabe (Daesh) del
más conocido como ISIS (siglas en inglés de "Estado Islámico de Irak y
Siria"), correspondiente a "Al-dawla al-islâmiyya fi l-'Irâq wa l-shâm". Pero la realidad es que no es en absoluto un especialista en terrorismo islamista,
como subraya el comisario antes citado, quien domina el árabe clásico y
el árabe dialectal de la región de Siria y Jordania al haberse formado
durante meses en la zona con los servicios de inteligencia israelíes.
El grado de Olivera en "Criminología" fue calificado de "insuficiente a todas luces" por la Secretaría General de Universidades
De hecho, el
único título con que cuenta Olivera para dirigir el más alto cargo de
lucha contra el terrorismo es el de "graduado en Criminología" que concedía la Universidad Rey Juan Carlos, tras un seminario a distancia on-line de un año
de duración y sólo 60 créditos. Un grado que ya no se imparte porque la
Secretaría General de Universidades calificó el contenido del mismo de
“insuficiente a todas luces” siquiera para obtener un título de
diplomado.
Por ello, el inspector de la Policía
Nacional Jesús Andrés de Dios presentó un recurso contra su nombramiento
como director del CITCO, que finalmente fue desestimado por el Juzgado
de lo Contencioso Administrativo número 3 de la Audiencia Nacional,
aduciendo que en las bases de la convocatoria para opositar a ese nuevo cargo de Zar del Antiterrorismo "no se exigía efectivamente ningún título específico o cualidad de doctor, licenciado, ingeniero, arquitecto o equivalente para su provisión".
Un altísimo cargo que se inventó el ministro Fernández Díaz hacia el final de su mandato y con el que recompensó
a Olivera por su lealtad y su participación –como anterior director de
la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)– en la brigada política de Interior. Ya antes de la llegada de Rajoy al poder, Olivera había ayudado
desde la UDEF a altos dirigentes del PP a zafarse de escándalos como el
del espionaje entre sus líderes políticos en la Comunidad de Madrid.
Diversas fuentes policiales y de inteligencia coincidentes aseguran a Público que Olivera fue el ejecutor, tanto desde el CNCA como después al frente del CITCO, de la política de aislamiento de los Mossos de las redes policiales internacionales sobre terrorismo islamista. Estrategia que envenenó
las relaciones entre la Generalitat y el Ejecutivo de Rajoy y que fue
airadamente protestada desde el Parlament de Catalunya y en el Congreso por el portavoz de Esquerra Republicana Gabriel Rufián.
No tener vigilado al imán de Ripoll fue un clamoroso fallo de la Inteligencia Antiterrorista que dirige Olivera
Tras
los atentados de Catalunya ha estallado de nuevo la polémica en torno a
ese boicot nacional e internacional a los Mossos –que por fin el nuevo
ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha prometido levantar– a
causa del clamoroso fallo de inteligencia que supuso no tener vigilado
al imán de Ripoll que era el cabecilla del comando. Un imán
extremista que estuvo preso en Castellón y años antes había sido
vinculado con el jefe de otra célula islamista... hechos de los que no
tenían información los Mossos.
Interior incluso ha contraatacado acusando a
los Mossos de haber desestimado una advertencia de las autoridades
belgas sobre ese imán. Pero la comunicación de un policía belga con los Mossos era en realidad una petición de información –de la que los agentes catalanes no disponían porque tampoco tenían acceso a la base de datos del CITCO– y tuvo que ser necesariamente a extraoficial y a título personal porque la policía autonómica no está integrada en la Europol.
Otra polémica sobre la falta de acceso de
los Mossos a información internacional sensible sobre grupos terroristas
se desencadenó tras publicarse que la mismísima Agencia
Central de Inteligencia (CIA) de EEUU les había informado directamente
de que habían detectado una amenaza yihadista concreta contra las
Ramblas de Barcelona. El propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, lo desmintió en el programa El Objetivo
de Ana Pastor: "Las policías tienen relaciones con otras policías y las
agencias de inteligencia tienen relación con otras agencias de
inteligencia”, explicó a la periodista. “A una policía como los
Mossos d’Esquadra ya nos gustaría tener relación directa con la CIA,
pero evidentemente eso no ha ocurrido”.
Avisos y amenazas internacionales contra Barcelona
Pocos minutos después, Ana Pastor le
preguntaba directamente a Olivera si se había transmitido a los
Mossos alguna alerta de atentado, procedente de servicios secretos
extranjeros, sobre una amenaza yihadista contra Barcelona, y su respuesta resultó evasiva e inconsistente (véala a partir del minuto 1:04:00 de este enlace).
Fuentes cercanas a los servicios secretos españoles han confirmado a Público que tanto
la CIA como otras agencias de inteligencia de países aliados habían
advertido desde hace meses de que Barcelona era un objetivo prioritario
de los grupos yihadistas. Incluso se produjeron amenazas directas en
páginas web islamistas, con ilustraciones alegóricas como la que
encabeza este artículo, en la que aparece la Sagrada Familia, que se acaba de identificar como el blanco contra el que inicialmente pretendía atacar el comando,
un plan frustrado por la explosión accidental de su arsenal en Alcanar
(Tarragona, a 200 kilómetros de las Ramblas), que causó la muerte del
imán.
Esas alertas de la inteligencia
internacional sobre la amenaza yihadista contra Barcelona sí acabaron
llegando a conocimiento de los Mossos, pero siempre por vías
extraoficiales e informales, ya que el CITCO no les proporcionaba
información.
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