Foto: Astrologia médica / tinypic.com
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Para los antiguos sacerdotes-médicos caldeos y egipcios, el Zodíaco con sus doce signos era una representación del Cielo y tenía que participar de sus leyes. La imagen del Cielo zodiacal o macrocosmos tenía que estar representada en el cuerpo humano al que se consideraba como un microcosmos.
La imagen del Cielo zodiacal o macrocosmos tenía que estar representada en el cuerpo humano al que se consideraba como un microcosmos. De este modo, el primer signo del Zodíaco, que era Aries, se relacionó con la primera porción del cuerpo humano comenzando por la cabeza. A Tauro se le relacionó con el cuello; a Géminis con los pulmones; a Cáncer con el estómago y pecho; a Leo con el corazón y el hígado; a Virgo con el vientre o los intestinos; a Libra con los riñones; a Escorpio con los genitales; a Sagitario con los muslos; a Capricornio con las rodillas; a Acuario con las pantorrillas y a Piscis con los pies.
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Para poder relacionar el cuerpo humano con el Zodíaco son necesarias dos cosas:
  • Conocer bastante bien cómo funciona el cuerpo humano
  • Conocer muy bien la astrología, sus arquetipos, su simbología y sus principios
De este modo, se puede establecer una correlación entre las distintas partes del cuerpo humano y los 12 periodos anuales, o incluso con los diarios de 24 horas (12 periodos de 12 horas). Los médicos chinos relacionan los 12 ciclos de 2 horas del día con 12 órganos, de modo que cada órgano tiene sus 2 horas de máxima actividad. Los riñones, por ejemplo, tienen su hora de actividad a las 18-19 horas de la tarde (sector o Casa VII) dentro del periodo de 24 horas. En el año, dicho periodo de actividad de los riñones corresponde a la época de Libra, es decir del 22 de septiembre al 22 de octubre.
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Algunas relaciones
Para relacionar un órgano con un signo del Zodíaco hay que conocer su función y ver si coincide con algunas propiedades de dicho signo. Por ejemplo, la vejiga de la orina guarda relación con el signo de Escorpio, pues este signo se relaciona con las aguas estancadas y la vejiga de la orina retiene la orina hasta su expulsión por la uretra. En el caso de los riñones, ésto actúan de filtros haciendo que unas partículas salgan en forma de orina y otras no; de hecho, son como jueces que deciden quien entra o sale, funciones que guardan relación con el signo de Libra.
La relación de los órganos con los planetas se hace a través de los signos. Por ejemplo, Marte guarda relación con Escorpio y ambos se relacionan con el color rojo, con la sangre y con el hierro. En la Astrología Médica, Marte desde la antigüedad se ha relacionado con las operaciones quirúrgicas, con la sangre y las hemorragias, además de con el hierro. Curiosamente, bastantes siglos después la ciencia descubrió que los glóbulos rojos de la sangre contienen hierro.
Todas estas relaciones están basadas en la analogía, tal y como se hacía en la antigüedad con la Signatura Rerum (los signos de las cosas), base de las operaciones de la Alquimia en donde la Astrología jugaba un gran papel. Por otra parte, el estadístico francés Michel Gauquelín realizó investigaciones para ver qué había de verdad en la astrología. Sus estadísticas justificaban la continuación de sus trabajos. Entre las cosas que parecen confirmadas por la estadística está la relación de la posición del planeta Marte al nacer en el horizonte o en el punto más alto de la eclíptica con los deportistas de competición. O también la relación de posiciones de planetas entre los horóscopos de los padres y sus hijos. A la Astrología Médica le queda mucho por recorrer pero algunos de sus postulados parecen ciertos y comprobados.
Otra posibilidad de profundizar en ella es estudiarla en relación con otras disciplinas como la iridología, por ejemplo, pues ambas se complementan. El iris del ojo es un círculo que se puede relacionar con el Zodíaco, denominándose Iridología astrológica o astroiridología.
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Atribuciones de órganos a signos y planetas
El cuerpo humano es un reflejo del cosmos que le rodea. Veamos algunas de las relaciones entre órganos y signos.
ARIES: Cerebro medio. Vía piramidal. Zona Parietal. Piel.
TAURO: Cuello. Equilibrio del oído interno. Sueño.
GÉMINIS: Pulmón y su relación con el corazón.
CÁNCER: Pechos. Bronquios. Vesícula biliar.
LEO: Hígado y su relación con el corazón. Vena porta. Bazo. Páncreas. Ovarios-testículos.
VIRGO: Vientre-abdomen. Apéndice. Piernas. Intestino.
LIBRA: Riñones. Pene. Vulva. Glándulas suprarrenales.
ESCORPIO: Vejiga de la orina. Región Lumbar. Útero-próstata. Sangre.
SAGITARIO: Músculos en general. Columna vertebral dorsal. Muslos.
CAPRICORNIO: Rodillas. Glándulas tiroides. Dientes. Huesos en general.
ACUARIO: Tobillos. Ojos. Nariz.
PISCIS: Pies. Cerebro anterior (zona frontal). Glándula hipófisis anterior.



Foto: Astrologia médica / lacocinerademarix.com
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Los planetas también se pueden relacionar con las zonas del cuerpo humano:
MERCURIO: El habla. La respiración. El caminar.
VENUS: Los riñones. El equilibrio. El gusto por la estética.
MARTE: La sangre. Operaciones quirúrgicas. Sexualidad.
JÚPITER: Músculos. Muslos. Tendones.
SATURNO: Huesos. Rodillas. Dientes.
URANO: Nervios. Vista. Olfato.
NEPTUNO: Glándula Hipófisis. Pies.
PLUTÓN: El inconsciente colectivo. Glándula Pineal. Erupciones. Piel.
SOL: Hígado. La circulación de la sangre en relación con el corazón.
LUNA: La alimentación. Lactancia. Las grasas. La afectividad.
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¿Cómo se aplica todo esto?
En primer lugar, hay que realizar la carta astral del paciente. Posteriormente hay que ver las relaciones que los planetas guardan entre sí viendo cuales forman ángulos desfavorables y cuales favorables con el Sol o con el Ascendente. Pero lo más importante es mirar la carta natal en general y hacer una síntesis.
Las posiciones de los planetas en el momento en que comienza la enfermedad hay que valorarlas y hacer un seguimiento a lo largo del tiempo. Por ejemplo, si una enfermedad comienza cuando Saturno ha entrado en el signo al que pertenece, es probable que dicha crisis pueda durar unos dos años y medio puesto que Saturno está este tiempo aproximadamente en cada signo.
Pero si la carta natal está bien situada y es la Luna la que forma algún ángulo disonante (conflictivo) con el Sol, es probable que se trate de una crisis pasajera puesto que la Luna es muy rápida. Si fuera Marte el que hace un mal aspecto al Sol, la crisis puede durar de uno a tres o cuatro meses. Y así sucesivamente.
De todos modos, para el estudio de la astrología médica hay que tener unos buenos conocimientos tanto de medicina como de práctica astrológica. El propio Kepler se refiere a una enfermedad que padeció Tycho Brahe el 13 de octubre de 1601, cuando éste estuvo invitado a una de sus cenas habituales. Retuvo la orina tanto -relata Kepler- que posteriormente le fue imposible la micción y prosigue diciendo: “Al principio de su enfermedad la Luna se hallaba en oposición con Saturno…”. La carta natal a los dos o tres días del comienzo de la enfermedad es la del día 23 de octubre de 1601 (debido a la diferencia entre el calendario Juliano y el Gregoriano): La Luna acababa de pasar por Escorpio, signo con el que se relaciona la vejiga de la orina. Además, la Luna en Escorpio estaba en oposición (enfrente) a Saturno (que significa obstrucciones cuando está mal aspectado) en el signo de Tauro como se puede observar. Esta forma de levantar la carta natal se refiere el instante en que sucede el acontecimiento, pero de igual modo se puede y se debe relacionar, siempre que sea posible, el suceso en cuestión con la carta de nacimiento.

Orígenes de la Astrología Médica



Foto: Astrologia médica / maturasalus.it
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Los orígenes de la Astrología Médica se pierden en la noche de los tiempos. Quizá comenzó cuando el ser humano se dio cuenta de la importancia que tenía la existencia del Sol como fuente de luz y calor, y de la Luna como astro nocturno fuente también de luz. Desde muy pronto se describió el ciclo anual de 365 días o año, así como el ciclo lunar de 28 días.
Los orígenes del Zodíaco se remontan a Caldea y a Egipto y por lo tanto la astrología médica también. Así, para los caldeos, existían tres órganos muy importantes: el corazón, el hígado y los riñones.
Los egipcios conocían la existencia del movimiento del corazón a través del pulso y eso hizo, por comparación con el ritmo solar, que se relacionara el corazón con el Sol y por lo tanto con el signo de Leo. El corazón era el centro del organismo como el Sol era el astro rey. Poseía la fuerza del León necesaria para impulsar la sangre por todo el organismo.
Para los sacerdotes egipcios, que eran los encargados de averiguar el horóscopo, era fundamental observar qué había en el horizonte justo en el momento de nacer y relacionaban el astro que brillaba en el horizonte con las características del recién nacido. En el Antiguo Egipto (2700-2200 a.C.) reinó el Faraón Dyoser. Pero fue el visir de éste, Imothep, quién construyó la pirámide de Saqqara. Imothep era a la vez sumo sacerdote de Heliópolis, médico y escriba. Sus conocimientos fueron tales que posteriormente fue divinizado por los griegos con el nombre de Asclepio, y posteriormente por los romanos con Esculapio, dios de la medicina. Seguramente, Imothep tuvo unos grandes conocimientos de astrología médica.
Más tarde, en parte los griegos y en parte los árabes trajeron la astrología médica a la Península Ibérica. En la Edad Media, Alfonso el Sabio y la Escuela de Traductores de Toledo realizaron una gran labor de traducción y difusión de dicha disciplina hacia Europa. En la Edad Media aparece la figura del médico y astrólogo valenciano Arnau de Vilanova (1238-1311). Es en el Renacimiento cuando se produce el resurgimiento de la Astrología pero también el preludio de su separación de la Astronomía (parte matemática de la astrología) como hoy la entendemos, pues en la antigüedad los estudios astrológicos se denominaban indistintamente Astrología o Astronomía.
Grandes médicos astrólogos fueron por ejemplo: Cornelius Agrippa (1486-1535) quien fue maestro de los igualmente médicos astrólogos Miguel Servert (1511-1553) y Paracelso (1493-1541). En España, entre los siglos XVI y XVII, existe una cantidad extraordinaria de autores y obras de astrología cuyo estudio está aún por hacer.
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