jueves, 17 de agosto de 2017

Sistema y terror


Lo llevo viendo muchos años, pero nunca tan claro y patente como esta tarde.
Me refiero al estrecho vínculo que enlaza el sistema devorador fascio-capitalista con el terrorismo fantasma ya convertido en una plaga mundial. 
El cruento episodio de esta tarde en La Rambla de Barcelona, como todas las desgracias similares que sacuden el mundo y especialmente Europa en estos últimos tiempos, es la consecuencia de una historia tan larga como terrible.

A base de opresión y de injusticias globalizadas y sin saber donde está el freno que pueda parar la inercia de su caída imparable, el sistema ha perdido el oremus. Por completo. Las masas humanas huyen despavoridas de un continente a otro, debido a las guerras y ataques sistémicos para controlar el mundo y sobre todo las materias primas y territorios estratégicos, el mismo resultado de esas invasiones enloquecidas y patológicas está provocando el boomerang lógico y amenaza con aplastar a base de migraciones el status de un Occidente cada vez más knoqueado por su propia avaricia sin control a lo largo de siglos y siglos. 
Gracias a la misma causa, los países y naciones se dividen y algunos intentan recuperar la soberanía y autodeterminación que los mercados les han arrebatado comprando políticos y partidos en la subasta del FMI y del rating. Un par de ejemplos son ahora mismo en Europa, Inglaterra y Escocia,  España y Catalunya. Y todos los países latinoamericanos del Cono Sur que un día decidieron que ya basta de ser el patio trasero de Yankilandia, y recuperaron soberanía y gestión económica y monetaria, como han hecho además de la cercada y castigada  Cuba, Ecuador, Venezuela y Bolivia, que inmediatamente de salir de las garras del FMI comenzaron a mejorar y a obtener una calidad de vida mucho más humana e igualitaria en oportunidades y recursos para toda la sociedad.

Un flujo natural entre causas y efectos: la prosperidad y el buen gobierno justo de los estados democráticos genera el bien común y éste a su vez facilita el acuerdo, la convivencia y la unidad de criterios entre estado y ciudadanía que se funden en un mismo funcionamiento, si desde fuera les dejan en paz, obviamente y no les boicotean las exportaciones y les retiran las importaciones por medio de los bloqueos y las tramas políticas de otros países parásitos. 

Pero, héte aquí, que de repente la avaricia, la competitividad y las ansias de poder sin límite, se acumulan sobre el mundo y acaban por hundir el techo y el suelo de la civilización sobre esa regularidad que durante unas décadas de bonanza en el siglo XX de la segunda entrega de postguerra mundial armonizaba estados y pueblos, de Occidente, claro. Donde casi nadie era consciente de que la deuda soberana no era con el BM como pretendía el trust mundial de la pasta, sino con el expolio en el  Tercer Mundo. 
Y el Tercer Mundo comenzó a quejarse, a darse cuenta de que el  origen de sus desgracias no era su pobreza, sino el secuestro y saqueo de sus riquezas naturales que constituían la base más importante del bienestar de ese Occidente depredador que sólo con sus recursos y sin robar los recursos ajenos jamás habría llegado a tan altas cotas de bienestar y riqueza. 

Al ver el panorama, Occidente, con los EEUU a la cabeza, se dedica a crear dictaduras tuteladas por el mundo y a invadir y arrasar los países desconsiderados y desagradecidos que osan rechazar su generosa ayuda, primero los esquilmaron los euroimperios de los que  la Commonwealth fue el último mohicano, y luego ocuparon su lugar los cascos azules de la ONU, los marines, los portaviones y tropas del ejército USA urbi et orbe, y al mismo tiempo acompañados por las misiones religiosas, que iban minando las culturas aborígenes y sustituyéndolas por el esclavismo cultural y religioso, en el que Dios es blanco, Jesucristo, la Virgen, los santos y los ángeles también lo son. Ergo, lo de la supremacía blanca y  aria, sobre todo, era y es una consecuencia de lógica aplastante, si ese esplendor de la blancura racial llegaba acompañado de cañones, carros de combate, aviones con misiles y bombas nucleares, un dios tododeroso y tan capaz de los peores castigos si hacía falta y una corte de ricos inversores, que si no eran demasiado ricos a su llegada, se hacían de oro en cuanto ponían sus agencias e iniciativas a esquilmar a saco, tanto los territorios, como los recursos, como las personas anuladas, humilladas y completamente indefensas ante algo tan poderoso, soberbio y cruel, como desconocido y sorprendente, sobre esa ética y empatía social se forjó la grandeza del Occidente Cristiano(¡!¿?) y por supuesto su infinita e ilimitada bulimia en un mundo finito y limitado. Claro, que el listísimo y voraz Occidente en ese detallejo insignificante no había caído.
Mientras siga viendo limones y naranjas a su alrededor y disponga de un exprimidor bélico  e imperial, seguirá en sus trece, apretando las cortezas de naranjas y limones humanos hasta el fin. Con el agravante de que le han salido imitadores entre sus antiguos esclavos y ahora convertidos en peligrosos competidores, como China, Corea o la India. A Brasil, que era otra potencia fuertemente emergente la tiene en el bote de nuevo. Como si aun fuese parte del clan esclavista e imperial del pasado, cada vez menos remoto.

Pero ya puestos a consumirlo todo, el sistema siempre tan a la que salta para sacar tajada, aunque falto de ideas y recursos creativos de verdad y no de pegatina, ha recurrido a Orwell para inspirarse. Y ha copiado al pie de la letra el funcionamiento del modelo Gran Hermano. Ha organizado la sociedad en celdas hipotecadas o de alquiler subrogado, habitables en petit comité e incomunicadas entre sí si no es por medio de las pantallas. Cuanto menos roce haya entre humanos, más rápida avanza la gran deshumanización exponencialmente. Se compra, le lee, se habla, se discute, se planifica y hasta se liga virtualmente por internet. Se puede hasta obtener materia sólida por medio de la tecnología. De vis a vis, nada. El Ojo global controla todo desde los billetes de dolar hasta el mismo internet en subasta permanente y evasión de impuestos constante.
Pero las redes tienen también un peligro en su globalidad emocional y mediática: mueven conciencias y activan revoluciones indeseables y pueden crear graves problemas de masas cabreadas que hartas del truco aislante se unan por twits, fb, y monten una huelga general de aeropuertos, por ejemplo, o una secesión territorial, la líen parda y de ese modo todo se le iría de las manos al sistema en un plísplás. Y eso junto a las avalanchas de migrantes sin tierra que no tienen nada que perder porque el sistema ya se ha encargado de dejarlos en la ruina y a la belle etoile , son terribles amenazas, así que se han puesto manos a la obra, de Orwell, claro, y han creado la reproducción de un enemigo igualito que en la novela-profecía 1984, que de cuando en cuando se encarga de atacar las grandes ciudades del Occidente Europeo; contra América, nada, ni contra China ni Japón, ni Rusia, ni Italia, ni los países nórdicos...tampoco.
Es un enemigo muy selectivo o muy teledirigido vía mediática comecocos y con dedicatoria, como los regalos. Un buen día sin que pase nada diferente del día anterior, el tecno-enemigo se levanta con el pie cambiado y ¡zás! agarra un coche o una furgoneta de alquiler, preferiblemente, e invocando a Allah, se tira a la calle y hace una escabechina como la de esta tarde en Barcelona o la del otro día en Francia o en Bélgica, en Londres o en Alemania... o en alguna mezquita o iglesia copta, o de Siria o de Yemen o de Burkina Fasso, ya da igual, el caso es matar y dar motivos para el miedo, que es de lo más rentable política y económicamente. Y también una manera de rentabilizar los efectos y sacar tajada de las canalladas colonialistas.

En realidad no es que Orwell fuera un genio futurista ni la versión literaria de la Pitonisa Lola o del Oráculo de Delfos, es que simplemente le copian todas sus ideas y argumentos para convertirlos en "soluciones" políticas. Así está de mal el sistema. Lo mismo ha pasado con los argumentarios de Shakespeare o de Cervantes, con Aldous Huxley o con Nietzsche y las óperas de Wagner o de Verdi. El sistema no es inteligente, ni culto, ni creativo, es un loro, una cacatúa repetidora, una computadora telefónica con formas humanas de teleoperador, pero es  literalmente y a pie de línea, un copista excepcional, hay que reconocerle el mérito; copia que es un primor. Lo único que le falla es el discernimiento: lo aplica todo pasado por el mismo rasero, el suyo.
El problema es, que como todo clon autómata, no es capaz de salir del bucle de su mediocridad perversa hecha costumbre, y no tanto por mala, como por mediocre al estilo del ensayo y teorema cipollesco Allegro ma non troppo, -perdón por el palabro; en su italiano de origen, cipolla sólo es una inocente cebolla, disculpen la cacografía- son  bromas del lenguaje que tiene el mismo origen fonético y gráfico pero distinta semántica, lo que en Francia llaman des faux amis. Suenan igual o parecido, pero para nada significan lo mismo. Mas o menos como algunos políticos y sus discursos cuando dicen democracia, libertad, recuperación, justicia o déficit...más falsos que Judas.

En un momento de tanta indignación por la pérdida de soberanías, de autonomías económicas al servicio del nuevo desorden mundial, el desempleo, los desahucios, los salarios y contratos justos en vías de extinción, la sanidad y las pensiones que los ciudadanos de Occidente se iban pagando durante años con sus impuestos, volatilizadas ahora  junto con la dignidad del trabajo; y los derechos que eran universales hasta hace poco, se han convertido en privilegios para ricos y enchufados por el sistema; unido todo ello a la avalancha migratoria en aumento, en la medida en que arruinan y arrasan los continentes que no son Europa y EEUU... pues, eso, que ya tenemos el marco ideal para las guerras de baja intensidad pero intermitentes, por quí y por allá, válvulas de escape de la presión financiera asfixiante sobre el tejido social, y así no provocar una guerra gorda que sería el finiquito total, porque las armas nucleares que los USA estrenaron en Hiroshima, ahora también las tienen los rusos, los coreanos , los iraníes, los indios y cualquier millonetis como el loco de Trump...la pasta ahora es dios. Y como no hay dios sin tres, pues eso...van siendo demasiados y hay que podar de vez en cuando.

Mucho mejor que una guerraza que les destroce las towers, -¡donde de va a parar!- estos episodios imprevisibles de susto o muerte, en territorios lejanos, que como vienen se van, que hoy son horrible actualidad y mañana humo y olvido, porque la red de redes mediáticas traerán sangre fresca y alarma a espuertas en otros lugares y chismes indignantes en nuestros países, que nos pondrán de muy mala leche y nos impulsarán a meternos en las redes para vomitar indignación y desahogar la rabia del momento. No es con mala intención, -¡qué va!- es solo para que no nos aburramos y tengamos nuestra ración de pan duro, juegos del hambre trucados con dopping y algo en qué pensar que no sea lo que está haciendo el sistema mantenido entre todos tan ricamente. Con tanta obediencia y shenshatez. Y luego, a vivir y a consumir como locos, que la vida son cuatro días y a lo mejor mañana aparece más cerca otro episodio de la guerra de Orwell y les busca la ruina de verdad, no como ésta de poca monta...Así que nos quiten lo bailao. Y virgencita, que nos quedemos como estamos.

Después de todo ¿qué más da quién gobierne, qué más da que Eulen gane un pastón a costa de los trabajadores y les pague una miseria por trabajar como bestias en medio de otra invasión tremenda e incontenible: la del turismo low cost marca España fashion?¿Qué más da que la Guardia Civil que pagamos todos,  sea la chacha y el lacayo de los caciques?¿ Qué importa después de esta carnicería un referendum ni una secesión, que son una tontuna frente a la muerte por atentado de los malos contra los buenos, que siempre somos nosotros...? ¿Qué importa un Rajoy más o menos, ante un Estado Islámico made in América vía Israel, pasando por la pasarela de Europa, si comparado su sabio sentido del exterminio en las fronteras de Ceuta y Melilla, resulta un ejemplo de humanidad y no un terrorista? ¿Qué importan los recortes y la deuda impagable si la plana mayor va y se reúne con solemne dolor de atrezzo  en Barcelona para honrar a los muertos en unidad mientras aplasta a los vivos en todo lo que puede?
Visto lo que puede pasar en cualquier momento, somos unos quejicas que deberían dar gracias al dios de los blancos por seguir vivos y cobrar  600€ por trabajar doce horas diarias. Es que estamos muy mal acostumbrados; fíjate como están los refugiados...eso sí que es pasarlo mal...Venga, otra ronda, y carpe diem! que esta vez a lo mejor, paga Montoro que está en todo con su ojo sin párpado. Como el del dólar.

Así el sistema nos reeduca y nos domestica, nos adapta a los nuevos tiempos, que  en realidad son viejísimos, se remontan a la antigüedad de toda la vida, a la esclavitud, a los siervos de la gleba en el feudalismo, a los negreros del siglo XVII y XVIII y en USA hasta finales del XIX, (y con cola racista hasta el XX-XXI, gracias a Trump que es un iluminado) que en realidad es lo guay, lo nuestro, lo seguro, lo que nunca falla...lo de Charlotesville...El sabio gobernar de ese faro de sabiduría práctica: la vigilancia eterna y el desvelo continuo de El Gran Hermano Global que tan rebién nos cuida y tan mal se lo pagamos. Habrá que ir a confesarse, esta ingratitud es un pecado mortal. Kyrie eleison, yo pecador...dies irae dies illa, solvet saeclum in favilla...Amén!

Pues eso es lo que hay, brothers & sisters: el imperio del miedo en todo lo suyo jaleado unívocamente desde los medios y el ppoder. Y la ppublicidad gratis y generosa para ese terrorismo made in bussines.
Esta tarde se han interrumpido todos los programas en los medios para sintonizar todos juntos en hacerle la cama al terrorismo, ¿de Al Qaeda, del Isis, del DAESH, de una célula desconocida, lobos solitarios...? nadie sabía a quien dedicar el incienso noticiable. El caso es que les han regalado gratis un montón de horas de marketing y protagonismo en primera plana. Horas enteras sin una sola palabra de los representantes del Estado, nadie sabía ni decía nada desde el Gobierno, nada de  nada, todo flotaba en ese estado crónico  amebiforme rajoyista ya tan habitual, y lo más grave es que todos lo asumían en los medios con un naturalidad absoluta. Mientras los terroristas fantasma nadie sabía si estaban camuflados  en un bar de La Boquería o bailando sardanas en alguna tasca de barrio periférico que aún no se había conectado a la tele y no sabían quienes bailaban con ellos.
Es lo que tienen las guerras de Orwell, que nunca se sabe quienes son los malos ni los buenos, solo se puede saber, por los resultados, quienes son los listos y quienes los tontos. Quienes se ponen las botas  y quienes pagan los platos rotos.
Aisn!

Que las víctimas descansen en paz.



No hay comentarios: