sábado, 5 de agosto de 2017

La fé ciega en la religión tecnológica puede dar muchas sorpresas a favor del escepticismo analítico. Como la fé en el Vaticano

La biometría delató a Maduro




El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una imagen de archivo. REUTERS





Después de gestionar 3.700 millones de votos en 3.500 procesos electorales de todo el mundo, por primera vez en sus casi 15 años de existencia la empresa de recuento electoral Smartmatic ha tumbado unos comicios organizados por ellos mismos. Sucedió tras las elecciones venezolanas del pasado domingo a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela.
La multinacional, con sede central en Londres, no solo culpa a las autoridades bolivarianas de la imposibilidad de haber realizado unos comicios garantistas: “Nuestro sistema automatizado está diseñado para evidenciar cualquier manipulación, pero deben existir personas observando el sistema y esperando por esas evidencias: los auditores. En esta elección no hubo auditores de la oposición porque ésta no participó”, señaló la compañía en un comunicado hecho público a través de su web.
Esta circunstancia ha abierto una guerra entre las autoridades venezolanas y Samartmatic. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, enmarcó la denuncia de pucherazo “en un contexto de agresión permanente iniciado desde hace dos semanas contra el poder electoral venezolano”. Se acaba así un largo idilio que comenzó en 2004, cuando el entonces presidente Hugo Chávez, con el visto bueno de la Fundación Jimmy Carter, demandó los servicios de Smartmatic para garantizar ante la suspicaz comunidad internacional la transparencia del referendo revocatorio contra su mandato.
Desde entonces, la consultora organizó los quince procesos electorales del gigante caribeño, y convirtió el país en su principal laboratorio para aplicar innovaciones tecnológicas en los procesos censales y de recuento. La empresa montó sede estable en Caracas, que se une a las que tiene en EEUU, Brasil, Panamá, Reino Unido, Taiwán, Barbados, Países Bajos y Filipinas.
Smartmatic supervisó elecciones en Brasil o Uganda, pero, por primera vez denuncia un intento de manipulación en Venezuela
En aquel primer revocatorio de 2004, Smartmatic introdujo el comprobante impreso de votación, un método que desanima la tentaciones de pucherazo al permitir un recuento paralelo al oficial e igualmente fiable. En las de 2012, ya implementó la “autenticación biométrica del elector”, una técnica que hace imposible la suplantación del voto y que, según los expertos consultados, servirá en un futuro nada lejano para impulsar democracias más participativas y garantistas.
La biometría consiste en conjugar varios parámetros humanos en una identificación. Estos pueden ir desde los lectores de iris que ya todos conocen por las misiones imposibles y otras ficciones, hasta los menos sofisticados lectores del árbol venoso de los dedos o la medición de los ritmos de pulsación en un teclado.
Brasil, país “pionero indiscutible del voto electrónico”, también contrató los servicios de la casa londinense para garantizar, en las elecciones generales de 2014, el voto limpio en los 15 estados peor comunicados del país. En las elecciones generales filipinas de 2016 repartieron 92.500 máquinas de conteo entre los 36.800 colegios electorales. Estas máquinas VCM conjugan varios mecanismos de seguridad, como autorización multinivel, autenticación, firmas digitales y archivos cifrados con elevados niveles criptográficos que hacen imposible su hackeo.
El Partido Republicano del Estado de Utah también les encargó un experimento pionero en 2016 para sus elecciones primarias del 22 de marzo. La tecnología permitió que los afiliados no residentes pudieran votar desde 45 países distintos con facilidad y sin ningún riesgo de manipulación o suplantación, como se auditó posteriormente. Aquella experiencia permitió destruir el mito de la renuencia de las personas maduras a los procesos digitales: con una participación del 90%, la franja de electores de entre 56 y 65 años fue la menos abstencionista.
La autenticación al 100% con métodos biométricos se aplicó de manera universal el pasado año en Uganda. 32.000 dispositivos de identificación permitieron que la azarosa y revuelta república africana pudiera ofrecer a la comunidad internacional una hoja de comicios transparente tras convocar a urnas a 15 millones de votantes.
Ahora por primera vez, en Venezuela, Smartmatic denuncia un intento gubernamental de manipulación del censo: “El sistema automatizado utilizado en Venezuela está diseñado para que, en caso de manipulación, su detección sea inmediata y muy fácil de identificar. Dicha detección se logra gracias a los mecanismos de auditorías intrínsecos al sistema, que son imposibles de eludir”, señala la firma en un comunicado. El tiempo de los pucherazos toca a su fin. A Maduro le ha pillado el carrito de la biometría. 

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La seguridad a machamartillo del sistema cuentavotos Smartmatic tiene sus pies de barro como todas las infalibilidades que los humanos llevamos inventando desde que el mundo es mundo. Absolutamente nada es absolutamente infalible mientras las manos, los cerebros y las intenciones que fabrican todo sean humanas o robóticas pero igualmente creadas por humanos. La única posibilidad de acercarse a la infalibilidad es la ética, no la técnica per se por muy perfecta que sea. Y en casos como unas elecciones difíciles tal vez el sistema más seguro sea el menos complejo, menos maquineto y más transparente, con la presencia en el recuento de papeletas y levantada de actas, de representantes de todas la fuerzas políticas y sociales, como de los ciudadanos que lo soliciten, como de los funcionarios de la administración del Estado que certifiquen la regularidad de todos y cada uno de los trámites realizados. Precisamente en España ese funcionamiento rudimentario es magnífico, varias veces he sido apoderada en los colegios electorales y puedo garantizar la limpieza de cada mesa y de cada colegio electoral en los que he estado presente desde la previa reunión antes de abrir el colegio, a las 8 de la mañana, o sea, una hora antes de su apertura al público hasta el recuento final, la revisión constante de las actas, el sellado de las mismas y su entrega a la custodia del portador que en un furgón de la policía nacional se las lleva al juzgado. A eso de las 23'30 o las 24'00, que a veces se prolonga el asunto por algún incidente o fallos en el número final de los recuentos y hay que repetir la operación hasta que sobres y papeletas válidas coinciden. 

Lo que sigue después pertenece a otro nivel, a un protocolo esotérico seguramente, del que no sabemos más detalles, sólo que de comunicar los resultados en los medios de comunicación se encargaba el Ministerio del Interior a cargo del Ángel Marcelo, más el incansable Fernández Díaz y sus cloacas) mediante una empresa (en las últimas elecciones era una empresa implicada en la Gürtel por la justicia, pero eso son bagatelas improcedentes, ya lo sabemos) que se ocupa de hacer públicos los resultados, con particularidades bastante sospechosas: como comunicar un avance de los resultados a las 9 de la noche cuando se está en pleno recuento y no se tiene ni idea de lo que va a salir ni en los propios colegios electorales. Y lo que es aún más cañero: que el avance, dos o tres horas antes del fin del recuento y actas, acierta plenamente con las cifras y porcentajes exactos sin que le haya llegado ningún documento con los resultados fidedignos de los  Juzgados que recogen la información hacia la medianoche. ¿Un milagro tecnológico o un pucherazo que tal vez ya está en marcha antes de los comicios? Evidentemente los riesgos y fallos posibles no están en el recuento ni en las actas, están en la intermediación, en la maquinaria que realiza el transvase de los datos. Y esto es lo de España, donde no  existen tensiones internacionales con el apoyo descarado de los EEUU y la oligarquía de la pela contra un gobierno populista,  que es la puta ama de todas las tecnologías recontadoras y lo que haga falta.  


Viendo la que hay liada, cuesta trabajo creer que Maduro y la Asamblea Constituyente de Venezuela, votada legítimamente por el pueblo y ninguneada y boicoteada por la oposición que no ha querido votar en un acto supremo de peculiar democracia alucinógena, seguramente para no ser derrotada en las urnas, sean tan  lerdos y  subnormales como para contratar una empresa infalible hasta para Chávez, como la Smartmatic, sabiendo que es imposible el pucherazo y que además lo intenten. Al contrario, seguramente la contrataron -pecando de inocentes, ay!-, porque estaban seguros de que con su implacable recuento nadie podría acusarles de pucherazo. Y habrían asumido su fracaso si la ciudadanía no les hubiese dado nada menos que ocho millones de votos, demostrando que la base popular no apoya un parlamento facha en mayoría, como seguramente permitió un pucherazo anterior que inundó la cámara de opositores y la dejó tiritando en gobernabilidad precaria, y a pesar de todo, son muchos más los venezolanos que prefieren una Venezuela boicoteada por la fachocracia mundial antes que volver al redil de los yankies, del FMI y los enjuagues del BM. Falta saber si también el recuento lo hizo entonces la misma empresa, porque así cuadraría perfectamente el juego sucio de los que presionan al Gobierno y quieren mandarlo a casa para ponerse en su lugar con la ayuda de todo el coro internacional de los que se oponen desde lejos echando pestes y crónicas marcianas junto a los EEUU y todas las oligocracias de este occidente tan digno de crédito como de admiración y respeto a su ética y decencia archidemostradas en tantas ocasiones delicadas. Menuda mafia tienen montada.

Parece mentira que personas demócratas, cultas, inteligentes y con conciencia, viendo lo que llevamos viendo durante años, sean capaces de dar más crédito a los enjuagues indecentes que se trae el poder con un descaro y una desvergüenza sin límites, antes que a un pueblo oprimido y arruinado por el mejunje del capital insaciable, cruel, e hipócrita. Experto en liquidar sin remordimientos a pueblos y naciones enteras cuando se resisten a su expolio. ¿Ya se ha olvidado la desmemoria mediática y  con fé ciega en los artilugios mecánicos cuentavotos  infalibles, que Irak y Siria eran de los países más ricos, cultos y avanzados del mundo árabe y que Libia, igualmente, era próspera y sin problemas de miseria ni desempleo porque poseía petróleo a manta y un nivel de vida altísimo  como Siria, Irak... y Venezuela, donde el gobierno reformista y bolivariano de Chávez consiguió por primera vez en la democracia que esa prosperidad llegase a las clases medias y humildes, que hubiese escuela, sanidad, trabajo y comida e infraestructuras sociales justas para toda la población, y que eso hizo que pagasen los ricos unos impuestos más altos y que hubiese igualdad de oportunidades para todos y que eso acabase con los privilegios de unos pocos y que eso, junto con Ecuador, Bolivia, Paraguay hiciesen la cobra al sistema del FMI y EEUU, poniendo en evidencia el latrocinio de las deudas soberanas y el expolio del BM?

EEUU y los mercados del dinero no pueden consentir una sublevación de los esclavos, que, encima, poseen las materias primas del mundo y las quieren gestionar libremente con los demás países sin estar sometidos al sistema mafioso y oligárquico, el mismo que nos tiene pillados a todos los países europeos, que nos impone tratados horribles y nos obliga a aceptarlos por medio de políticos sometidos a sus negocios sucios como la guerra estratégica y el tráfico de armas, por ejemplo, que prefieren obedecer antes que servir a la ciudadanía que les votó, precisamente para que la sirvieran y no para que la vendieran como hicieron  Felipe González, Aznar, Zapatero y actualmente está haciendo Rajoy con los parabienes tácitos del Psoe y C's. 

España es el modelito ejemplar para taladrar Venezuela desde "la madre patria". Los EEUU lo saben y por eso nuestros ex-presidentes y jerifaltes se han lanzado estrepitosamente como buitres sobre el Gobierno de Caracas. Salta a la vista. En otros países latinoamericanos ha habido también problemas parecidos a lo largo del siglo XX y del XXI, pero con ninguno ha pasado algo parecido jamás ¿Es normal algo así? ¿Qué le habrán prometido Trump y la logia del parné mundial a la oligarquía política española a cambio de fundirse a Maduro y a la Constituyente? ¿Quién garantiza que la mano negra y larga que lo compra todo, no es también la dueña off shore clandestina de la empresa cuentavotos más exacta del mundo mundial? Esa posibilidad de timo completo y hasta "legal" es más probable que la posibilidad de un pucherazo ridículo y absurdo por parte del Gobierno venezolano, sabiendo a lo que se expone en ese plan y que hacer tal cosa sería atarse la soga al cuello de todas todas. 

El lumpen capaz de liquidar sin remordimiento alguno, países enteros, de provocar genocidios entre los bombardeos, los refugiados, las hambrunas y el expolio, las deudas impagables y los rescates de la banca fraudulenta de su propiedad, o los corralitos y  la amistad intensa con las dictaduras más sanguinarias en simbiosis de intereses, no creo que tenga ningún problema ni económico ni de conciencia para comprar y dar la vuelta a la mismísima biometría, si eso le facilita hacerse el puto amo de todo el cono sur de América, como ya lo es de la mitad del mismo, puesto que  tiene Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, como bastiones de su poderío expansivo y como marionetas, sus presidentes acaban de expulsar a Venezuela del tratado de comercio de la zona, seguramente por sugerencia del gran capo del Norte; el mismo que obliga a Méjico a financiar el muro de sus delirios racistas y xenófobos. 

Comprendo que la peña mediática precaria, subrogada por Prisa, Vocento y AtresMedia, se trague el sapo de la inquina contra Maduro y la mayoría de los venezolanos que no tienen dinero para pagarse un billete a España y alquilar o comprar viviendas de alto standing, donde refugiarse de las maldades del rojerío bolivariano, pero que también lo haga el periodismo libre y sin ataduras, no cuadra para nada. 

¿Por qué se pone como un trapo al gobierno venezolano, pero no se explica por qué la gente sencilla le quiere y le vota y por qué los jerifaltes caciques le odian tanto? ¿Qué datos concretos y comprobados, sin ser inventos ad hoc, hay para llegar a esas conclusiones? Por el contrario, la gente normal que ha ido durante temporadas largas a trabajar  o a cooperar hablan muy bien de ese gobierno y bastante mal de la oligarquía que lo intenta derrocar. Falta información directa antes de escribir en la prensa sobre algo tan grave.  Por deontología se debería ser cautos y justos a la hora de comentar a base de cotilleos a larga distancia, más que nada para ser dignos de crédito y confianza como informadores y analistas. 

Por parte de Podemos, precisamente, con la relación especial que tuvieron con ese partido en su origen y el apoyo que recibieron en los inicios de su andadura, resulta muy miserable su indiferencia hacia el sufrimiento y el linchamiento absolutamente injusto y cruel, sin nadie que  apoye al menos la presunción de inocencia, o la posibilidad de estar equivocándose al considerar que toda la culpa del problema venezolano lo tiene solo la persona de Maduro, como pasó en el caso de Brasil con el acoso y derribo al gobierno y al partido socialista, o con Allende en Chile, que nadie movió un dedo para pedir una explicación coherente. Además quienes toleran y tienen encima un gobierno como el del pp y Rajoy, y una oposición de acople como el psoe, incapaz de cooperar en la moción de censura porque no era una idea suya, creo que no están capacitados para descalificar a Maduro ni a nadie. 


España qué pena das, cuarenta años de democracia y conservas el mejor pelo de la dehesa franquista refinada y con lorzas; sigues siendo el As del cutrerío, la copa del rey del impudor, medalla de papel albal de lo ínfimo,  el basurero de la miseria moral y de la villanía, sobre todo cuando el caché se mete en politica para forrarse y jugar a las puertas giratorias. ¿Por qué no haces una ruta turística por los burdeles de la cochambre, para que los turistas de la gentrificación se informen bien de lo que han venido a disfrutar? Pero, eso sí, que lleven impermeable, botas de goma y mascarilla o si me apuras, escafandra. La mierda rebosa por todas partes. Y con tanta prensa digital apenas queda papel impreso para la higiene en el retrete de la información, como se hacía con los periódicos que siempre decían lo mismo en la España rural de los cincuenta. Ay, España, el tiempo no pasa por ti. Qué bien conservas las tradiciones, cariñet. Una joya eres. Ya te digo, patria querida (cada vez menos, lo reconozco. Ains!)

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