¿Qué vamos a hacer tú y yo a partir del lunes, sin elecciones?
Cuatro años sin
elecciones, sin campaña interminable ni cortoplacismo. Y tantas cosas
por hacer desde hace años, tantas urgencias, más todo lo que habrá que
ir anticipando antes de que se nos venga encima.
Isaac Rosa
EFE
El
próximo lunes, cuando hayan quedado atrás las elecciones municipales,
autonómicas, europeas (y las generales previas), nos vamos a mirar unos a
otros como esos matrimonios que se sientan en el sofá la primera noche
después de que el hijo se haya independizado, y se miran desconcertados:
¿y ahora qué? ¿Qué hacemos con el resto de nuestra vida? O en nuestro
caso más bien: ¿qué hacemos con los próximos cuatro años?
Si a ellos no se les
ocurre nada, les podemos pasar una lista de tareas. Todo lo que está por
hacer desde hace años, más lo que habría que ir anticipando antes de
que se nos venga encima. El problema territorial, por supuesto, pero no
solo nos pasa Cataluña. Hay urgencias que llevan años esperando, o que
se han ido cronificando: vivienda, precariedad, desigualdad, jóvenes,
pensiones. Sumen a ello una crisis ecológica para la que ya vamos tarde,
y un cambio tecnológico que para variar nos pilla con el pie cambiado. A
partir de ahí, vayan apuntando todo lo por hacer, tanto a gran escala
como en sus barrios.
Parece una tarea colosal, que
cansa y desanima solo de pensarla, pero ¿no llevamos ocho años gritando
que “sí se puede”? Pues venga, a demostrarlo. A todos los niveles, desde
el nuevo gobierno que se dice progresista, hasta el último
ayuntamiento, empezando por esos que se llamaron “ayuntamientos del
cambio” y que ya han tenido cuatro años para conocer los límites pero
también las posibilidades de la acción municipal.
A
todos esos alcaldes, concejales, diputados, consejeros y presidentes
autonómicos que vamos a elegir el domingo, yo les regalaría un libro que
se publica esta semana, a ver si se contagian de su lucidez y su
optimismo: Microcracia. Política para hacer un país desde su gente, de José Manuel López, el que hace cuatro años fuese candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, y que ha dejado la primera línea pero no su compromiso político.
Por
si les interesa, José Manuel dibuja un posible país de futuro donde a
muchos nos gustaría vivir: cohesionado, plural, participativo,
feminista, ecologista. Pero lo interesante es que no se queda en una
formulación teórica: a partir de experiencias sobre todo municipales,
tanto de aquí como de otros países, propone medidas muy concretas y
factibles, pensadas para la distancia corta, la cercanía, lo local. Lo
mismo un sistema para limitar las subidas del alquiler, que vecindarios
produciendo su propia energía. Medidas para reinventar el comercio de
proximidad, reorganizar la circulación conectando barrios, o generar
comunidad. Pero también experiencias piloto de renta universal en todo
el mundo. Y más importante aún que concretar medidas: explicar cómo se
paga todo eso. Y asegura que le salen las cuentas.
¿Qué
hacemos a partir del lunes? Yo me apunto al optimismo de José Manuel
López: organizarnos y transformar la sociedad, empezando por nuestros
barrios y ciudades, para vivir mejor.
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