sábado, 11 de mayo de 2019

Madremía, hay que ver lo que valen los médicos de verdad...Gracias, José Ignacio, Doctor Torres. Qué inyección de conocimiento y de empatía y qué aciertos homeopáticos. Puedo dar fe de la eficacia, de la normalidad y facilidad con que esa bendita homeopatía hace maravillas en el organismo humano. Muchas gracias, de verdad, por la orientación para los pacientes y por la generosidad de los especialistas en salud-salud, de la que se palpa, no en cuentos chinos y suposiciones teóricas.





Homeopatía para la lumbalgia


¿El dolor es una sensación, una emoción o una idea? ¿Es un producto de la biología o de la cultura?
Melanie Therstrom

El dolor lumbar: ese gran desconocido… por los médicos

La lumbalgia (dolor lumbar)1 es la sensación dolorosa circunscrita al área de la columna lumbar, teniendo como efecto final una repercusión en la movilidad normal de la zona, secundaria a la sensación dolorosa.
El dolor lumbar es un motivo muy frecuente de consulta en atención primaria y en las urgencias hospitalarias. El 80% de las personas tendrá dolor lumbar alguna vez en su vida1 y el 7-10% padecerá lumbar crónico.
En España, el dolor de espalda encabeza la lista de los problemas de salud crónicos más frecuentes. Según datos del Sistema Nacional de Salud 2, un 18,6% de los españoles padece dolor de espalda.
El dolor lumbar es un importante problema sanitario por sus grandes repercusiones económicas y sociales, y se ha convertido en una de las primeras causas de absentismo laboral. En la lumbalgia se produce una asociación entre factores musculares y psicosociales que generan conductas de evitación, miedo y atrofia muscular, provocando un círculo vicioso que favorece la cronificación y la incapacidad. Actualmente, se considera al dolor lumbar una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.

¿Cuál es la causa del dolor lumbar?

En el 80 % de los casos de lumbalgia, no se le puede atribuir el problema a una lesión específica alguna3-10 .Solamente en el 10-15 % de los casos es posible determinar la etiología.
Aunque se piensa que su origen está en enfermedades degenerativas o traumatismos, el porcentaje más alto de casos provienen de malas posturas o hábitos incorrectos adquiridos.
Por lo tanto, a pesar de la frecuente sobreutilización de pruebas complementarias, en el 80-85 % de los casos se establece el diagnóstico de lumbalgia inespecífica3, por la falta de correlación entre los resultados y la historia clínica.

Millones de personas en todo el mundo están recibiendo tratamiento incorrecto para el dolor lumbar

Aunque la mayoría de los episodios de lumbalgia son de corta duración, las recaídas y su cronificación condicionan11 que en las sociedades industrializadas su impacto en costes e incapacidades haya aumentado en los últimos 25 años, y se espera que la prevalencia de la enfermedad continúe aumentando con una población cada vez más obesa y envejecida.
Los estudios encabezados por Rachelle Buchbinder12 muestran que además de su incremento, la enfermedad es poco comprendida y está mal controlada desde un punto de vista médico lo que condiciona elevados costes sanitarios y en muchos casos sufrimiento innecesario a los pacientes.
Buchbinder, hace un llamamiento urgente a la acción global en todo el mundo y propone 5 puntos fundamentales en los que se debería trabajar si se quiere manejar adecuadamente este problema ya epidémico:
  1. Coordinación nacional e internacional para impulsar el cambio en los servicios de salud y sociales y los entornos laborales.
  2. Desarrollo de respuestas médicas basadas en la evidencia.
  3. Evitar los tratamientos médicos dañinos e inútiles.
  4. Promover campañas de salud pública para abordar los conceptos erróneos sobre las causas y el pronóstico del dolor lumbar, así como la efectividad de diferentes tratamientos.
  5. Financiación de una investigación rigurosa para prevenir el dolor de espalda.
La evidencia sugiere que el dolor lumbar debe manejarse en atención primaria, y la primera línea de tratamiento es la educación y el asesoramiento para mantenerse activo y en el trabajo. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Muchos pacientes reciben tratamiento en urgencias, se les aconseja reposo y dejar de trabajar, con frecuencia se les realiza pruebas de imagen generalmente contraindicadas y se les receta analgésicos, incluidos los opioides, desaconsejados para tratar el dolor lumbar cuando la mayoría de los casos responden a terapias físicas y psicológicas simples que mantienen a las personas activas y les permiten permanecer en el trabajo.

¿Por qué se cronifica el dolor lumbar?

En contra de lo que cabría pensar, los factores predictivos más importantes de cronificación de un dolor lumbar13 no están relacionadas con factores físicos y orgánicos ni con componentes degenerativos o traumáticos sino con factores psicosociales como son la baja clase social, las bajas expectativas de recuperación, el afrontamiento pasivo, las creencias negativas y la ausencia percibida de control sobre el dolor.
Y lo más sorprendente, es que en muchos casos las creencias negativas se originan al interaccionar con los profesionales de la salud, de modo que el dolor lumbar crónico incapacitante puede ser en parte iatrogénico14.
Desafortunadamente, este problema es muy frecuente. Lo atendemos casi a diario en nuestras consultas y a veces la falta de tiempo, de recursos comunicacionales e ideas preconcebidas y erróneas sobre los tratamientos condicionan la cronificación. Por eso, las mejores herramientas del médico en estos casos son la escucha activa, información apropiada y fomentar la autoeficacia del paciente para evitar la cronificación de la enfermedad.
Un sistema sanitario más amable con profesionales y pacientes, un entorno sin prisas ni medicalización, un encuentro menos cognitivo y más emocional ayudarían sin duda a prevenir la lumbalgia crónica, disminuyendo costes, pruebas innecesarias, tratamientos perjudiciales y sufrimiento innecesario.
Y para muestra, ejemplos reales de situaciones cotidianas en la consulta.

El medicamento eres tú

Primera hora de la mañana. Una joven de 25 años acude a la consulta porque está de baja por lumbalgia.
Le pregunto cómo se siente y por qué ha sido necesario que otro médico tramitara su baja. Me dice que le sigue doliendo pero necesita el alta porque lleva pocos días trabajando en el hotel y no puede seguir defraudando a su jefa.
La escucho. Lleva poco tiempo en Madrid, y tiene muy claro su vocación y el tipo de trabajo que desea. No, no le gusta nada su trabajo actual.
Después de una exploración física normal y ante la ineficacia de los analgésicos, le digo: Tu cabeza le ha dicho a tu cuerpo que necesitas que te duela la espalda para dejar este trabajo.
Después de un breve silencio me responde: es curioso, doctor, mi amiga Carmen me acaba de decir exactamente lo mismo.
Le doy el alta y nos despedimos con un cálido deseo mutuo de tener un buen día.
Como casi siempre, la solución a los problemas está en el propio paciente. Solo hay que escuchar activamente para encontrarla.

Una hernia discal puede ser un hallazgo casual

Aquel día no podía salir de mi asombro. Ese joven de 28 años con diagnóstico de lumbalgia estaba usando opiáceos a dosis elevadas, ansiolíticos también a dosis elevadas y AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) y seguía con mucho dolor.
Le conocía bien. Habíamos trabajado juntos un problema de ansiedad meses atrás cuando la enfermedad de su padre.
Pero ahora, entre la medicación, las pruebas médicas y su miedo, estaba bloqueado. Y eso, que se estaba perdiendo excelentes oportunidades en su trabajo.
Fue ardua la tarea de reducir una medicación a todas luces innecesaria y sin fundamento científico y hacerle ver que la presencia de una hernia discal no significaba nada con respecto a su dolor.
Entendimos juntos, que la mente es muy poderosa. Y que en esta ocasión la ansiedad se había quedado en su espalda. No en vano, el primer síntoma del cáncer que le había dejado huérfano de padre fue una metástasis en la columna lumbar.
Un tiempo quizás perdido. O quizás ganado. Porque le había servido para comprender que la causa de su mal no era una hernia discal y que el mejor medicamento era entenderse a sí mismo.
Lo más útil fue la actividad física, la fisioterapia y la escucha de un médico interesado en él como persona.
Sabía que era mucho más que un dolor. Que una espalda dolorida. Sabía de donde procedía su dolor. Había perdido a su padre.
Los profesionales de la salud necesitan ser conscientes de la asociación entre sus actitudes y creencias y las actitudes, creencias y el manejo clínico de sus pacientes con dolor lumbar15. Para mí era evidente, que los médicos le habían transmitido miedos con respecto a su dolor actual y pronóstico futuro. Sin embargo, sabemos que los hallazgos de la resonancia magnética (RM) son menos importantes16 en la predicción de dolor de espalda en el futuro que factores psicológicos.
Por eso, había que transmitirle seguridad, confianza y optimismo, basados en la evidencia científica para evitar crear otro enfermo crónico más.

Un dolor insoportable

A sus 87 años había pasado por todos los trances imaginables. Pero este dolor era nuevo para ella. Un dolor en la baja espalda que no se iba ni de día ni de noche.
Después de escuchar atentamente y comprobar la clara ubicación del dolor en su segunda vértebra lumbar le pregunté por la intensidad del mismo usando la escala visual analógica y me respondió lo habitual, que le dolía mucho.
La radiografía de su columna lumbar me permitió comprobar mi sospecha diagnóstica de aplastamiento vertebral.
Y es que aunque poco frecuente, a veces el dolor lumbar significa la presencia de un problema orgánico, más o menos grave como una fractura secundaria a un traumatismo o por osteoporosis como en el caso de esta paciente, un tumor, una enfermedad infecciosa o un proceso neurológico. Después de escuchar la historia del paciente y realizar una exploración física podrá el médico realizar el proceso diagnóstico y valorar la necesidad de las pruebas complementarias.
Y por ello, en esta paciente solicité una radiografía de columna lumbar que mostró aplastamiento de la vertebra lumbar tal y como sus síntomas y exploración física habían mostrado.
Sabía que nos esperaba un largo camino de dolor y de prevención de nuevas fracturas y estaba dispuesto a acompañarle y mejorar su dolor con la analgesia adecuada a sus necesidades. Porque este dolor lumbar tiene un componente orgánico.  Entonces, es cuando las pruebas y los analgésicos potentes son necesarios.

Tratamiento del dolor lumbar agudo y crónico

Algunas de las recomendaciones generales que deberíamos hacer los médicos a los pacientes con lumbalgia aguda y crónica basadas en los estudios actuales son:
  • Calor local y ejercicio físico. Proporcionar información adecuada.Contrariamente a lo que antiguamente se pensaba, el reposo está contraindicado, pues debilita y atrofia la musculatura de la espalda.Si el paciente es capaz de afrontar el nivel de dolor, lo mejor es continuar con el ejercicio habitual. Si el dolor es más de lo que se considera aceptable o se intensifica más allá de 24 horas después de la actividad, se aconseja disminuir la cantidad de ejercicio hasta que se sienta capaz de gestionarlo17 Muchos pacientes con dolor lumbar inespecífico no requieren ningún medicamento o terapia formal más allá de la educación, consejos sobre el cuidado personal y la revisión oportuna. La información y consejos más apropiados son:
    • El dolor lumbar agudo tiende a recuperarse rápidamente, independientemente del tratamiento.
    • La mayoría de los medicamentos que podría ofrecerle solo tienen un efecto leve sobre el dolor y todos tienen posibles efectos secundarios.
    • Hay dos cosas que podría hacer por usted mismo: mantenerse en movimiento y utilizar calor local durante el período agudo inicial. Su dolor de espalda se resolverá bastante rápido si hace esas dos cosas de las que hablamos. Creo que deberíamos dejar de poner otro tratamiento por ahora y podemos ver cómo está su espalda cuando le revise la próxima semana. ¿le parece?
  • No solicitar estudios radiológicos en lumbalgia inespecífica sin signos de alarma antes de 6 semanas18,19 porque:
    • No hay relación entre los hallazgos radiológicos y el dolor.
    • Produce iatrogenia directa e indirecta. En un estudio se observó que a los tres meses tenían más dolor y limitación funcional los pacientes a los que se les había solicitado radiografías20
    • Las pruebas de imagen para el dolor lumbar sin indicaciones de condiciones subyacentes graves no mejoran los resultados clínicos 21
    • Pocos resultados de la RM muestran asociaciones de gran magnitud22 con los resultados de los síntomas y además su práctica genera iatrogenia.
  • Tener en cuenta la poca eficacia demostrada de los analgésicos en la lumbalgia aguda. Los medicamentos solo deben considerarse para pacientes con dolor severo y / o incapacitante o aquellos que no han respondido a las modalidades no farmacológicas. El paracetamol no es efectivo en el tratamiento del dolor lumbar por lo tanto, no debe utilizarse como tratamiento en la lumbalgia aguda23. Los AINEs tienen una eficacia marginal y es necesario tratar a 6 pacientes para que uno mejore24. No obstante, deben considerarse como primera opción farmacológica a la dosis efectiva más baja y el menor tiempo posible. Considerar el uso de opioides débiles con o sin paracetamol si los AINEs no ha sido eficaz, está contraindicado o ha sido mal tolerado en la lumbalgia aguda25No deben recetarse opioides en el dolor lumbar crónico, ya que no han demostrado superioridad a los analgésicos no opioides25 y por sus graves efectos secundarios. Del mismo modo debe evitarse recetar opioides en el dolor lumbar agudo de forma rutinaria. No deben recetarse para el dolor lumbar crónico antidepresivos ni anticonvulsivos. Los gabapentinoides tienen la misma eficacia que un placebo26 y no deben usarse para el dolor crónico27 por sus graves efectos adversos.

Papel de los medicamentos homeopáticos en el tratamiento de la lumbalgia

Conocida la poca eficacia de los tratamientos farmacológicos, y considerando que en algunas ocasiones, tanto en la lumbalgia aguda como la crónica puede ser necesario el empleo de medicamentos, la elección del medicamento homeopático puede ser oportuna.
En función de la causa, las circunstancias del paciente y las características del dolor podemos usar en mi experiencia un amplio abanico de medicamentos28.
Medicamentos etiológicos: Arnica montana, Ledum palustre, Hypericum perforatum serían buenos medicamentos después de un traumatismo.
Después de situaciones de estrés prolongado o agudas puede ser de ayuda Nux vómica. Y en situaciones de traumatismo emocional con frustración y rabia contenida Staphysagria y Colocynthis.
Las circunstancias de mejoría o agravación (modalidades) y tipo de dolor nos ayudaran a elegir medicamentos como Rhus toxicodendron, Ruta graveolens, Causticum, Bryonia o Kalium bichromium.
En la lumbalgia de la mujer embarazada, a menudo es de ayuda el uso de Kalium carbonicum por su característica mejoría del dolor sentada con algo que presione la espalda como una almohada, entendible en este dolor que es reflejo de la hiperlordosis lumbar típica de la mujer durante su embarazo.
Cuando el dolor es espasmódico, sobre todo en lumbociatálgias medicamentos como Magnesia phosphorica, Dioscorea villosa o Colocynthis pueden ser eficaces. Como lo sería Chamomilla en caso de que la percepción del dolor sea muy intensa y el paciente precise moverse continuamente por la inquietud que el dolor le provoca.
Medicamentos como Ammonium muriaticum y Gnaphallium pueden tenerse en cuenta cuando el dolor mejore de pie y sentado respectivamente.
El tratamiento del paciente con lumbalgia aguda requiere escucha y dialogo. Información precisa para ayudarle a entender que en la mayoría de los casos el problema cede solo en pocos días haciendo vida activa y con calor local.
En la lumbalgia crónica inespecífica el medicamento más importante es fomentar la autoeficacia del paciente evitando al máximo la iatrogenia.
En ambas, el uso complementario de medicamentos homeopáticos puede ser de una interesante opción al individualizar la comprensión del problema y su tratamiento.

Bibliografía
  1. Humbría Mendiola, A. Carmona, L. Peña Sagredo, José L. Ortiz, AM. Impacto poblacional del dolor lumbar en España: resultados del estudio EPISER. Rev Esp Reumatol, 2002; 29: 471-478.
  2. https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/ESTRATEGIA_ABORDAJE_CRONICIDAD.pdf
  3. Kovacs F. Manejo clínico de la lumbalgia inespecífica. Semergen. 2002; 28: 1-3.
  4. Humbría A, Carmona L, Ortiz AM, Peña JL. Tratamiento de la lumbalgia inespecífica: ¿qué nos dice la literatura médica? Rev Esp Reumatol. 2002; 29:494-8.
  1. Waddell G. Low back disability: a syndrome of western civilization. Neurosurg Clin North Am. 1991;.2:.719-38.
  2. Carey TS, Evans AT, Hadler NM, Lieberman G, Kalsbeek WD, Jackman AM, et al. Acute severe low back pain. A population-based study of prevalence and care-seeking. Spine. 1996;21: 339-44.
  3. Spitzer WO, Leblanc FR, Dupuis M, Abenhain L, Belanger AY, Bloch R, et al. Scientific approach to the assessment and management of activity-related disorders. A monograph for physicians. Report of the Quebec Task Force on Spinal disorders. Spine. 1987;12 (Suppl 7): S1-59.
  4. Humbría A. Dolor lumbar crónico: la complejidad de lo cotidiano. Rev Esp Reumatol. 1999;26: 15-6.
  5. Sanz B, González AI, Galán A. Lumbalgia: guía de actuación basada en la evidencia científica. Revista de la SMMFYC 2001;3: 35-40.
  6. Deyo RA, Rainville J, Kent DL. What can the history and physical examination tell us about low back pain? JAMA. 1992; 268: 760-5.
  7. https://www.researchgate.net/publication/324245191_What_low_back_pain_is_and_why_we_need_to_pay_attention
  8. Buchbinder R, van Tulder M, Öberg B, Menezes L, Woolf A, Schoene M, et al. Low back pain: a call for action. The Lancet. 2018; 391:2384-2388.
  9. Chen Y, Campbell P, Strauss VY, Foster NE, Jordan KP, Dunn KM. Trajectories and predictors of the long-term course of low back pain: cohort study with 5-year follow-up. 2018;159(2):252-260.
  10. Lin IB, O’Sullivan PB, Coffin JA, et al. Disabling chronic low back pain as an iatrogenic disorder: a qualitative study in Aboriginal Australians. BMJ Open 2013;3: e002654. doi:10.1136/bmjopen-2013-002654.
  11. Darlow B, Fullen BM, Dean S, Hurley DA, Baxter GD, Dowell A. The association between health care professional attitudes and beliefs and the attitudes and beliefs, clinical management, and outcomes of patients with low back pain: a systematic review. Eur J Pain. 2012;16(1):3-17.
  12. Jarvik JG, Hollingworth W, Heagerty PJ, Haynor DR, Boyko EJ, Deyo RA. Three-year incidence of low back pain in an initially asymptomatic cohort: clinical and imaging risk factors. Spine (Phila Pa 1976). 2005 ;30(13):1541-8
  13. Smith BE, Hendrick P, Bateman M, Holden S, Littlewood C, Smith TO, Logan P. Musculoskeletal pain and exercise—challenging existing paradigms and introducing new. http://dx.doi.org/10.1136/bjsports-2017-098983
  14. https://seram.es/images/site/3._seram_no_hacer._pruebas_de_imagen_en_la_lumbalgia_no_complicada_y_sin_signos_de_alerta.pdf
  15. https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2016/05/Doc33RecomendacionesNoHacer.pdf
  16. Kendrick D, Fielding K, Bentley E, Kerslake R, Miller P, Pringle M. Radiography of the lumbar spine in primary care patients with low back pain: randomised controlled trial. BMJ 2001; 322 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.322.7283.400
  17. Chou R, Fu R, Carrino JA, Deyo RA. Imaging strategies for low-back pain: systematic review and meta-analysis. 2009 feb 7;373(9662):463-72. doi: 10.1016/S0140-6736(09)60172-0.
  18. Webster BS, Bauer AZ, Choi Y, Cifuentes M, Pransky GS. Iatrogenic consequences of early magnetic resonance imaging in acute, work-related, disabling low back pain. Spine (Phila Pa 1976). 2013 oct 15;38(22):1939-46. doi: 10.1097/BRS.0b013e3182a42eb6.
  19. Machado GC, Maher CG, Ferreira PH, Pinheiro MB, Lin C, O Day R, McLachlan AJ, Ferreira ML. Eficacy and safety of paracetamol for spinal pain and osteoarthritis: systematic review and meta-analysis of randomised placebo controlled trials. BMJ 2015; 350 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.h1225
  20. Machado GC, Maher CG, Ferreira PH, Day RO, Pinheiro MB, Ferreira ML. Non-steroidal anti-inflammatory drugs for spinal pain: a systematic review and meta-analysis. An n Rheum Dis. 2017 jul;76(7):1269-1278. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-210597. Epub 2017 Feb 2.
  21. https://www.nice.org.uk/guidance/conditions-and-diseases/musculoskeletal-conditions/low-back-pain#panel-pathways
  22. Mathieson S, Chiro M, Maher CG, McLachlan AJ, Latimer J, Koes BW et al. Trial of Pregabalin for Acute and Chronic Sciatica. N Engl J Med 2017; 376:1111-1120. DOI: 10.1056/NEJMoa1614292
  23. Wise J. Gabapentinoids should not be used for chronic low back pain, meta-analysis concludes. BMJ 2017; 358 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.j3870
  24. Díez Llambrich X. Tratamiento homeopático del dolor. prescribohomeopatía.com. Zaragoza. 2012

No hay comentarios: