Una buena noticia, por fin

EE UU pacta con Rusia el desarme sirio y renuncia al uso de la fuerza

Antonio Caño Washington 

Bachar el Asad debe informar en una semana sobre su armamento, que será destruido en 2014. "Hemos acordado que no hay una solución militar; la solución tiene que ser política".
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Sí, es una buena noticia para todos que EEUU haya encontrado un hueco para la sensatez. Y que Putin, a pesar de todas las corrupciones mafiosas, conserve  aún rastro de la decencia socialista , vieja, desgastada, olvidada, pero siempre mucho mejor y más inteligente que el fascismo conductual de la política salvaje. Así como en el capitalismo el centro vital es el dinero, en el socialismo real, ese centro lo ocupa el ser humano y sus derechos. Y ahora mismo se puede comprobar, que cuando las actitudes totalitarias toman el mando de lo que sea el factor humano es lo que menos importa. Obama, por debajo de la coraza del poder y sus traiciones maquiavélicas y pastabélicas, conserva también el toque demócrata y civilizado de una infancia en el tercer mundo y el gen pacífico de una madre hippy. A veces son esas notas imperceptibles las que salvan al mundo de un crack. El efecto mariposa.

¿Y Siria? Un país arrasado y perdido en el caos. Y en el vacío de sí mismo. Masacrado por el odio y por el negocio del armamento. Un país de cultyuara milenaria, un emporio de cultura y antigua sabiduría. Con industria más que aceptable, comercio, instituciones...reducido a escombros y muerte por el veneno del ego de una familia de tiranos hereditarios. Ni siquera es ya protagonista de su historia sino un peón irrelevante en el tablero internacional, al que tienen que "salvar" de su propio abismo los demás países, negociando para parar la máquina de la locura y poner en su sitio la sensatez. Bloqueado por su rencor, su rabia y su violencia, por la sed de poder de quien no quiere perder el chollo de su vida ni soltar las riendas del estado de ruina, con el  mismo tic político de Luis XIV. "L'Etat, c'est moi" y si me lo quieren quitar dejaré que lo destrocen antes que soltarlo. Es el caso más grave de egopatología dictatorial: la identificación de sí mismo con lo que sólo es, o debe ser, un servicio a su pueblo y a su gente. A sus conciudadanos. Por el miedo a lo que podría ser su vida fuera del bunker. Perder el estatus y posiblemente tener que rendir cuentas en un tribunal internacional o ser ajusticiado al estilo árabe: con el linchamiento tal que Gadhafi o el fusilamiento como Sadam Hussein. Todas las tiranías, sean de donde sean, hacen lo mismo y presentan los mismos síntomas: 

* Les importa un bledo la ciudadanía o el pueblo que gobiernan, no ven personas, sino impuestos que cobrar y esclavos que explotar. Desprecian a los que les mantienen en el poder, sabiendo los tiranos que no merecen lo que reciben no pueden respetar a los idiotas que les aplauden, les temen, les admiran y hasta les votan y les engrandecen con obediencia, es el caso de las democracias bufas que se arruinan por error de urna, como la nuestra, sin ir más lejos.

* Mantienen el derecho de pernada justificado por "leyes" que se sacan de la manga y que convierten en "legal" lo que a ellos les conviene y en "ilegal" los derechos de los ciudadanos que ponen límite a los atropellos del poder absoluto.

* Sólo les importa salirse con la suya, que suele ser el poder y el dinero que les da el poder, y si para eso tienen que sacrificar a los ciudadanos, dejarlos en la calle, en el paro, en la miseria y en la marginación, lo hacen encantados y convencidos de que cualquier medio por repugnante y corrupto que sea, sirve al fin de su propio enriquecimiento y de su bienestar egocéntrico.

* Crean partidos políticos en las sociedades democráticas para poder minar y destruir la democracia desde dentro, como el Imperio Romano hizo con la cristiandad primitiva para montarse en el caballo del poder religioso y seguir vigente con métodos mucho más sibilinos, ya que el poder militar decaía por lógica y desgaste temporal, las fronteras imperiales eran tan extensas por la avaricia conquistadora, que llegaron a ser insostenibles. Así la misma "fe" transporta hasta nuestros días, en su mecánica temporal, los mismo valores jerárquicos del Imperio: obediencia ciega bajo amenaza de excomunión y desprecio social, estupendas relaciones trueque con los demás estados del poderío que le pagan tributo en concordatos, le respetan y le acogen porque además de ser un estado político es un pozo de tradiciones y ritos tranquilizadores y adormideras de conciencias que lleva el marchamo de la "tradición", de ser los administradores del "pecado y la gracia del perdón" y los antecedentes del diván del psiquiatra al mismo que los cómplices de la injusticia a base del "secreto de confesión" que permite a los tiranos como Videla, Franco o Pinochet, ser al mismo tiempo devotos comulgantes y asesinos genocidas sin el menor remordimiento y con la bendición hasta papal. Para eso ha tenido que traicionar desde el principio el mensaje y el sentido real del Evangelio. No ha sido la Providencia ni "la mano de Dios" lo que ha hecho que el pastiche dure dosmil trece años hasta la fecha, sino la mímesis interesada y torticera del mismo poder imperial que se perpetúa por generaciones de dormidos, y permite que en cada época haya un Imperio manipulador bendecido por la tiara de Mitra, el báculo que es el cetro del pontifex romano o su trasunto al budismo o al Islam, con sus Dalai Lamas y sus imams y ajatolahs todopoderosos. Mucho más podr que el de cualquier dios inventado, que nada tiene que ver con los planos superiores de la esencia ontológica. Los tiranos presentan un síndrome narcisista que les impider verse como son en realidad y eso lo mismo vale para lo individual como para la colectividad de un partido puesto al servicio de la causa totalitaria, sea política. ideológica, religiosa o económica, como ahora pasa en Esaña, donde sufrimos un síndrome dictatorial contra la ciudadanía camuflado de democracia burlada por el engaño en las urnas y el fiasco como resultado.

Salvando el estado de guerra civil declarada, el parecido entre Basir al Assad y el pp tiene muchísimas coincidencias, como también las tiene con el partido nazi que fundó Hitler entre los años 20 y 30 del siglo pasado, aprovechando las urnas y las mentiras para formar un horror sobre el estado de ruina alemán tras la primera guerra mundial. Como hizo Mussolini, que también entró al trapo de la "democracia" monárquica italiana. Rey títere y/o corrupto + locura ambiciosa de unos tarados manipuladores y delincuentes corrompidos= dictadura segura. 

Nos conviene aprender a mirar con lupa y telescopio los mapas históricos para que no se siga repitiendo la misma desgracia. Para que nos enteremos de una vez de que los hilos de la trama los mueve la Reserva Federal de USA transmutada en BM, FM, bolsa de valores y agencias de rating, mano a mano. Bonos basura comprando la cochambre de estados previamente arruinados virtualmente, no en la realidad. Así se sostiene el Imperio Romano en el siglo XXI bendecido por esa grandísima ramera que se adapta camaleónicamente a todo: la religión que debería ser el despertador de las conciencias y no la adormidera global. El cártel de narcóticos más peligroso. Porque se infiltra en las mentes y en las almas hasta formatearlas y deformarlas a su voluntad. 

Por eso el mundo está tan atrasado en despertar y tan avanzado en autodestruirse por la mecánica de sus comportamientos automáticos, atontados por las repeticiones y los mantras "sagrados", que en vez de conectarnos con la divinidad luminosa que llevamos dentro y que es la vida eterna evolutiva en todo lo visible y lo invisible, bloquea ese potencial divino y real para sustituirlo por el ídolo ficticio del miedo y del sometimiento rutinario a los poderes de la muerte. Como millones de seres que son dios en potencia no desarrollada mueren y se disuelven en la ignorancia, su energía que es indestructible, se acumula en ondas sutiles y "salvajes" que vegetan en el mismo aire que respiramos junto a la fuerza del aliento vital supremo -que las religiones llaman tao, prana, espíritu santo, etc..., pero con lo que en realidad muy pocos tienen un trato familiar y personal, sino sólo la información incomprensible para ellos de los místicos, que en vez de ser lo más natural son rarezas irrisorias- lo respiramos todo junto: la fuerza para crecer y evolucionar y el veneno para seguir atados a la misma rueda de molino por eones. Sólo rompe esa inercia la consciencia despierta por el amor, la solidaridad, la justicia y la compasión, no como limosneo sino como fuerza equitativa y justa, acompañada por el sentimiento de la belleza ética y conductual. La elegancia práctica del sabio. No la pedanteria teórica del pedante. El esplendor esencial del fondo que transmuta la apariencia material de la forma y une las partes en un todo infinito, que sí  es posible disfrutar en esta vida como en todas, porque todas las vidas posibles están contenidas de verdad en ésta, en el presente que es la potencia genuina y modificadora de la creación ininterrumpida. Dios no es un enorme e infinito tocho todopoderoso e inasequible pidecuentas, sino la fuerza inteligente, amorosa y dinámica que permeabiliza todo. Y nosotros, si queremos despertar y dar el salto cuántico a lo cualitativo, podremos comprobar lo que somos sin necesidad de marearnos con el bosón de Higgs.

Todo lo que estamos viviendo y padeciendo es consecuencia del sopor y de malvivir en un Hollywood imaginario y personalizado por el que nos escapamos de nosotros mismos para flotar en las ilusiones. Respirando libremente con consciencia y verdaderas ganas de salir del laberinto hasta que la mente quede liberada y el alma se despierte y nos descubra la realidad, conectaremos con el Ser y entonces ni miedo, ni mentiras ni deseos irreales contenidos en la "herencia" respirada y viciada de  la especie, se apoderarán jamás de nosotros .

A los seres libres y conscientes no los somete nadie. Porque no temen a nadie no odian a nadie no desean nada que no tengan dentro de sí. Y si lloran nunca más lloran por causa propia sino por amor a todos. Un amor sin fronteras y sin apegos ansiosos. Sin principio ni fin. Nada que ver con el enamoramiento ni el aquí te pillo aquí te mato. Es otro cantar.