Mariano, vas aprendiendo...

Rajoy a Rubalcaba: “No entraré en el ‘y tú más’, y fíjese si hoy podía”

Anabel Díez Madrid 

PSOE e IU piden al presidente del Gobierno que dimita por “mentir” sobre la relación de Bárcenas con el partido.
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Por fin Mariano empieza a ver los límites de la ficción. Y se reporta. Se atiene a lo que hay por encima de las ilusiones que le gustaría ver realizadas. Lo ha intentado de verdad y con ahínco desde hace mucho tiempo. Y al final hoy se ha decidido, con determinación se ha escapado del plasma y ¡ha comparecido! tirando la toalla para recoger los charcos, que hay que ver estos edificios institucionales lo cascados que están, jopé!... Ha tenido que reconocer que ya no está el micro ondas para cierta clase bollos ni bizantinismos con retranca que se vuelven del revés en un plis plás y luego, el gafe se acentúa e inunda los techos del hemiciclo si se deja suelto; no se puede pasar el umbral del surrealismo sin atenerse a las consecuencias de la física cuántica.  De motu proprio y ejerciendo por esta vez ese shentido común que tanto le ponía en la campaña electoral y que desde que es presidente le ha dejado de poner. Lo ha dicho. Ya no cuela lo del "y tú mash". Andan en tablas, por eso ha decidido quedarse con el subliminal "y tú también" o con el sugerente "puesh anda que tú..."

Mariano se curte en lash funcionesh de la intencionalidad, porque la oratoria directa se le va agotando entre Bárcenas y sus dishcosh duros, entre las declaraciones de los portabrazos ppar-lamentarios, entre el oportunishmo y el plumero de la jueza apodíptica y del juez interino colocado a tresbolillo apócrifo, entre Gibraltar y Margallo, entre Madrid 2020 y el botellazo de Ana, entre tantas leyes acertadísimas y sublimes y el reconocimiento de la dedicación plena del pp a la emppresa, entre la caída en picado de los votantes hipotéticos...entre los eres andaluces y la gürtelidad pandémica genovesa, donde ya es tan familiar el "y yo mucho mash que tú, so pringao" y que un Don Vito muy profesional dé masters al personal de la tesorería. 

Mariano ahora mismo ya no es un ente como todo el mundo, más o menos, sino un "entre" epistemológico. ¿Un entre-cott, un entre-verao, un entre-pá, un entre-col y col lechuga, un entre-ceja y ceja, un entre-pintoyvaldemoro? Ah, chi lo sa! A base de esa "entredad", no hay forma de que salga por algún lado del pantano cenagoso donde va nadando a brazo partido y a brazo extendido a la falangista retro que lo persigue como una maldición gitana, igual que el guardia civil en plena toma del Congreso y cuando Fraga, al ver que se llevaban detenidos a González, Carrillo, Suárez, Gutierrez Mellado y a él no, desgañitado gritaba: "¡Llevenme a mí también, que yo soy demócrata!" le respondió: "Por Dios, don Manuel, no me pida eso, que es usted de los nuestros". 

Ashí, Mariano, hecho un lío monumental, pero siempre dispuesto a debutar en las ventas de lo que va quedando por vender...Que todo queda entre el tendido, la arena y el burladero. Sobre todo el burladero.