lunes, 30 de septiembre de 2013

Los entrañables años de la pera



Cómo olvidar estas canciones del año de maricastaña. Seguramente serán cuarenta como mínimo. Y es una extraña maravilla comprobar que cuatro décadas se van en un soplo pero perfuman siempre los mismos cielos y la misma tierra. Más heridos y gastados, pero en el fondo del alma esencial, siempre a estrenar. El tiempo cuando pasa tiene el detalle de difuminar los contornos y los horizontes. Les da ese toque, esa pátina sepia o blanco roto o marfil delicado que se tiñe de suaves tonos pastel como las fotos de los abuelos cuando se casaban y el fotógrafo coloreaba los labios, las mejillas y algún detalle estampado en un chal o en una blusa o en la corbata. Así veo ahora este video de Cecilia la poeta trovadora de una España cenicienta que entonces emergía del blanco y negro con timidez de neófita social, incluso del cliché en negativo, en aquellos años de desperezarse al aire nuevo de una imposible y desfigurada apertura al mundo. Primero los Beatles y luego Jeanette, Cecilia, Victormanuel, Serrat y el cine en Perpignan, el asalto a la calle del 68 y respirar al mismo tiempo miedo, esperanza y libertad,  la imaginación que se le escapó al poder y menos mal, porque así nadie ha conseguido estrangularla y sigue haciendo de las suyas por donde puede, que tampoco es que ahora esto sea Jauja, pero mejor sí está en líneas generales. Nuestros hijos están más sanos, son más receptivos y más ellos mismos que nosotros lo fuimos entonces...También es cierto que sin el paso entre el horror del túnel en tinieblas del pasado y una democracia en cabestrillo del presente, nuestros hijos estarían aún peor. Qué camino el fin de los 60 y los 70...!

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