viernes, 6 de octubre de 2017

El último toque de rebato de la amenaza: la estampida bancaria del dinero


Tienen que intentarlo todo: presiones, agresiones legislativas, mentiras a saco, amenazas, palizas, bulos y calumnias, conjuras y cloacas,  y ahora la estampida bancaria y descapitalización repentina,  como un atentado del ISIS. Todo menos dialogar. ¿Por qué? Muy claro, no tienen razones convincentes y Catalunya les importa lo mismo que España: nada; sólo valen la pena si obedecen y pagan, si se dejan explotar dócilmente comodioshmanda y haciendo lo que hay que hacer. 

Esta nueva modalidad de terrorismo disuasivo huele a chamusquina por  todas partes. Lo van a intentar todo menos sentarse a dialogar. No saben ni contestan y el montaje es tan superficial y chapuzas como todo lo que usan de tapadera chulesca de sus incapacidades, para que no se vea la carencia de sustancia, de argumentos y de razones asumibles desde una mínima coherencia intelectual, política de altura y moral. 
Pero tengo la sensación de que Catalunya ha sufrido y aprendido tanto a lo largo de su historia que se lo va a tomar con calma y ese humor de retranca e ingenio que tanto da de sí en las malas rachas, y acabará como sólo ella sabe hacer, sacando pan de las piedras, sí haciendo del pedregal intransitable de imposibles un emporio de recursos nuevos y encantadores. Y un pan buenísimo que se hará con el mercado internacional y creará escuela de virtuosismo panadero a la que acudirán a aprender alumnos y fans de todo el mundo, no sólo cómo se hace que las piedras sean pan, sino cómo con qué inteligencia, gracia y arte se llega a ello. Si conociesen a los catalanes aunque fuese poquito, se lo facilitarían todo para tenerlos en stand by y no les harían estas cosas tan estimulantes de la genialidad, porque les potencia la creatividad innata y así no habrá manera de pararles, todo lo contrario, una vez que se disparan en plan creador, se acabó la competencia y los jueguecitos de los miramientos. ¿Creeis que un Dalí, un Gaudí, un Boadella y unos Joglars, un Serrat, un  Vázquez Montalbán, un Albéniz, una Trinka o un Senyó Casamatjó, un Eugenio, un Peret, una Montse Caballé, un Josep Carreres, un Albéniz o un Francesc Tárrega, un Jordi Savall o una Doctora Solá Alberic, un Jordi Pigem, una Nùria Espert o un Jordi Évole salen de la nada? Pues, no, bonicos, no...salen de lugares como Catalunya y eso deberían tenerlo asumido las águilas imperiales y los buitres carroñeros que se reparten el botín de las Españas pero no acaban de camelarse a las Catalunyas con métodos tan poco inteligentes como fallidos. Les sobra arrogancia y zafiedad y les falta lucidez, agudeza y visión de futuro. Es lo que hay: catalanes, no frente a españoles, sino frente a patanes. Y mientras la cosa no cambie Patanilandia no es precisamente una bicoca para querer 'disfrutarla' de por vida sino para salir a escape sin mirar atrás. Tengo cuatro hijos y cinco nietos inmigrates a la fuerza y sé de lo que hablo: ni siquiera pueden votar por correo, no les admiten papeletas en consulados ni en la embajada porque no son residentes temporales, sino fijos y nunca cumplen los requisitos que cambian de una convocatoria a otra...No me extrañaría que con el tiempo y en vista de que no tienen derechos como ciudadanos españoles y de que allí les tratan como merecen y allí se educan sus hijos en una sociedad mucho más sana y despierta, se nacionalicen alemanes, y Alemania ganará la física nuclear, la arquitecta, la profesora, compositora y cantante, y el ingeniero informático y agrícola, que la escoria política de España echó, como a Catalunya.

Sacad a los bancos, sí, porque les vais a hacer un gran favor a Catalunya queriendo hundirla, tal y como están los mercados globales del dinero, y la oportunidad de oro para crear un sistema bancario propio y mucho más seguro, al estilo de la valenciana Caixa d'Ontinyent que a base de ser cooperativa y de no haber querido especular jamás en el extranjero, ha invertido siempre en el territorio nacional y ha conseguido maravillas dando créditos a nivel regional y local, e invirtiendo en riqueza de lo próximo y no en los bolsillos de los yankies de Wall Street e en Frankfurt. Así que de la crisis de 2008 se enteraron por los periódicos y mientras los clientes de otras entidades se vieron despojados de sus casas, allí no hubo problemas, sino solidaridad financiera con los parados y recortados.  
Recuerdo como criticaban las otras cajas de ahorros, en tiempos del despilfarro, la poca ambición y visión especuladora de aquella Caixa de poble, ¡i tant, no era de poble, era del poble! que sona paregut però no és ho mateix. ( Y disculpad que se me vaya la pinza lingüística cuando pienso en algo valenciano, catalán, italiano, francés, alemán o inglés, griego o latino. En realidad todas los idiomas son el mismo entrañable lenguaje del alma: amor. Me saben distinto pero me alimentan igual. Sólo varía la combinación de los mismos ingredientes.Como en la cocina) 
El caso es que esta sencilla historia la recogió el año pasado en un precioso librito titulado La desfeta del sistema financier valencià, el profesor y catedrático de Economía de la Universidad de València Joan Ramon Sanchis i Palacio, que además ha publicado varias obras que no tienen desperdicio como Emprendimiento, economía social y empleo, La banca que necesitamos, ¿Es posible un mundo sin bancos?, El model Consum i Caixa Popular, un model de banca cooperativa, social y diferent. Una verdadera enciclopedia de conciencia económica y ética. Y sobre todo tocando suelo y pueblo. Al estilo catalán, tal cual.
Cabe imaginar a los Ayuntamientos de la CUP, de Esquerra y a los Comunes, por ejemplo, documentándose y estudiando la aplicación de cosas así, y poniéndolas en marcha, ellos que son la pera, que no se cortan a la hora de mejorar lo que tocan. Lo mismo que imaginar los pueblos catalanes funcionando con energías alternativas de autoconsumo sin un gobierno depredador que cobra impuestos al sol...En fin, no sigo, ya está claro el mensaje. Cuanta más caña a Catalunya, más fortalecerán y facilitarán su jaque mate al mihura descerebrado de la Moncloa. Los españoles normales, cuando se produzca esa temida y horrible 'desconexión' no notarán nada, porque el corazón sigue unido y esos lazos son eternos. Sólo la notarán los incapaces de superar barreras impuestas por los traficantes de miseria, los que se creen las milongas que les cuenta un telediario o un programa especializado en alarmas y estruendos.
Por encima de los estados y demarcaciones geopolíticas y de los intereses mercantiles y peseteros, están las personas y su libertad para elegir como amarse y ser compañeros de viaje. Y yo mucho más que atar conmigo a Catalunya la quiero libre y feliz. Y le quiero cantar con versos de Agustín García Calvo, poeta y profesor de la Complutense castigado por Franco a perder su plaza de catedrático en los años sesenta junto a Tierno Galván, López Aranguren y Montero Díaz por ser libres e independientes en su conciencia y por no aceptar la legalidad de la tiranía y enseñar a pensar en vez de a obedecer... ¿qué coincidencias en el revival, a que sí, a que parece que cincuenta años no son nada?: 



Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.


Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.


Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.


Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.


Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.


Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.



No hay comentarios: