martes, 24 de octubre de 2017

¿Se puede ser comunista y catalanista? ¿Podría haber una Cataluyna comunista?


Lo primero y más urgente es quitar tabúes a nuestra conciencia y desde la hermandad universal tratar de comprender lo particular y viceversa, sin que tengamos que mutilar ninguna de las dos formas de intercambio, porque una atomización forzosa como una globalización forzada, acabaría por empobrecer, arruinar y hasta enfermar a las poblaciones humanas. Lo vimos con los nazis, con la antigua URRS  y lo estamos viendo con la OTAN y la UE. Para crear emporios hay que aniquilar las partes cuya valía  y diversidad enriquece el emporio, que dejará de serlo para convertirse en un granja el día en que consiga eliminar la riqueza de lo particular de  las distintas soberanías que contienen la conciencia del yo individual y colectivo, sano y necesario, la autoestima privada y pública. La dignidad, que si no se tiene individualmente tampoco se tiene como pueblo. 
Seguramente una UE construida sobre las soberanías sería muchísimo más rica y fuerte que la que tenemos ahora, sometida a un régimen de cúpula soberana en la CE y bajo el cetro de la BCE. O sea, bancodependiente. La política retrógrada que conocemos no contempla el factor felicidad social como un derecho y mucho menos como uno de los recursos más importantes para el progreso y hasta del rendimiento de nuestra especie, y por ello de nuestros estados.

Un ejemplo bastante claro es el cuerpo grande (universo) y sus órganos y sus células (galaxias, sistemas, planetas, asteroides, etc..) Para que todo el universo y todo el cuerpo  (mundus maior) funcionen coordinada y perfectamente, cada elemento que lo constituye debe estar sano, centrado y armonizado en su ámbito particular desde el principio de su existencia, que es su mundus minor; en el caso de los seres humanos además del funcionamiento mecánico fisiológico está el factor psicoemocional, imprescindible para su equilibrio y funcionamiento. Las raíces del territorio, su lengua, su cultura y su educación racional emotiva, su modo de alimentarse y relacionarse con la naturaleza, su historia, son tan importantes como el factor biológico, genético o el coeficiente intelectual. Y no digamos el factor político absolutamente dependiente de todos los factores anteriores.
Es importante que uno y una sepan quienes son, de donde proceden y qué raíces tienen, que se identifiquen y valoren ese ámbito que debe humanizarnos y hacernos empáticos con los demás ámbitos y seres, con los que damos forma y contenido al mundus maior.
Lo mismo que "los niños robados", aunque hayan sido adoptados desde bebés por millonarios que los adoran y los convierten en sus herederos, llega un momento en que les es imprescindible conocer y asumir sus orígenes biológicos y genéticos para que sus vidas tengan sentido y estabilidad psicoemocional. Las raíces son fundamentales para que el árbol humano exista y sea un canal de vida.

Desde la noche de los tiempos los seres humanos se agrupan por territorios y asentamientos naturales que por el clima, al altura, la vegetación, la situación geográfica y los recursos, desarrollan un lenguaje, unos hábitos, un carácter, una morfología para adaptarse al medio y una forma determinada de vivir, unos rituales existenciales con los que afrontar el tiempo y situarse en el espacio. Una diferencia, que lejos de ser un problema debería ser un don y un espléndido bagaje para la comunidad humana. 

Esa energía propia de las comunidades no sólo no debería eliminarse sino cultivarse y potenciarse en común y con todo el esfuerzo y el amor. Ése es para mí el sentido moral del socialismo y del comunismo, no les veo otro mejor, pero también observo sus deficiencias y sus tergiversaciones históricas y actuales. Sus inmaduras antinomias: si me siento catalán e independiente no puedo ser comunista.
Es un poco triste reducirse a las definiciones y quedarse en ellas por "seguridad" y para no perder el norte, que ya está bastante perdido cuando se teme al error ideológico y a la herejía tanto como a dar pasos liberadores.
Si Jesucristo no hubiese sido un 'hereje' para los judíos el mundo del Imperio Romano jamás hubiera podido evolucionar. Si Buda no hubiera roto los moldes de su herencia real la humanidad no hubiese podido desarrollar las cualidades que él descubrió y transmitió. Si Mahoma no hubiese desobedecido a los jeques  escapando de la Meca a Medina y haciendo caso a lo que su conciencia percibía, no habría habido un maravilloso florecimiento del espíritu, de la ciencia, de la astronomía, de la medicina, del arte y de la poesía. Si Lutero no hubiese sido otro hereje, no se habría enriquecido la humanidad con la conciencia, que desde el siglo XVI comenzó a influir en los trabajadores, operarios y artesanos de Europa y luego de América. Los primeros movimientos sociales y proletarios europeos comenzaron en las capillas protestantes en siglo XVII y siguieron en las tabernas inglesas de barrios humildes desde finales del XVIII (Trilogía de E.P. Thomsom La Formación de la Clase Obrera 1780-1832). Si Concha Arenal, Rosa Luxemburg, Marx, Gandhi, Mandela, Biko y Luther King, o Petra Kelly se hubiesen quedado en lo que les enseñaron sin superarlo ni aportar una revolución parcial, la humanidad estaría aún peor de lo que está. Y el ser humano más perdido que la lucidez de Rajoy, la ética de Jordi Pujol o el pudor de Donald Trump. 


Cuando los recipientes rebosan hay que buscar recipientes nuevos para que no se pierda el contenido. Es lo que sucede ahora. El volumen inmaterial de la conciencia humana crece exponencialmente, contra lo que quieren conseguir y demostrar los poderes económicos, financieros y empresariales. Precisamente es el índice de infelicidad social que el capitalismo ha creado lo que está provocando el fenómeno. El socialismo podría aportar mucho en ese sentido, el comunismo también, pero para eso además ambos sistemas deben cambiar de óptica y de mirada. Deben dejar a un lado, como los católicos, el dogma como fijación. Toda fijación (como por ejemplo la del Psoe con el 155) obedece a un miedo, hay que liberarse de ambos fardos, sin caer en la imprudencia. No es un equilibrio fácil, pero hay que afrontarlo si de verdad queremos que haya soluciones nuevas para problemas nuevos y viejos. Lo mejor es resolverlos primero y luego disolverlos para que no se repitan. Lo que se resuelve puede repetirse, lo que se disuelve no. 


¿Es posible romper el tabú y ser independentista y comunista a la vez? Modestamente, yo creo que sí, que lo cortés no quita lo consciente. De hecho ahí están los anticapitalistas de las CUPs, de genética comunista y libertaria. Los cristianos de base que cambiaron Nicaragua con la revolución sandinista (muy recomendable leer Iglesia: Carisma y Poder, de Leonardo Boff, y no sólo para cristianos sino también para ateos marxistas) No es un mal ejemplo para reflexionar. Trosky, Kropotkin, Bakunin o Proudhon tienen mucho que aportar si no estamos cerrados a sus luces. Hoy día el comunismo no puede cerrarse en su círculo sin consumirse en su propio jugo, Anguita lo comprende muy bien, Gerardo Iglesias también lo hizo, y por eso existe IU. Y el PC lo intenta con empeño, que su esencia es muy sana y generosa, la prueba ha sido que pudiendo hacer como Llamazares, una nueva taifa de izquierda tiquismiquis y a su bola, ha sido capaz de unirse al resto de izquierdas plurales en Unidos Podemos. Pues eso, a seguir esa tónica liberadora de grilletes íntimos que son los peores, y que no se cierren puertas y no para pillar votos, sino para que quien desee evolucionar sin perder su identidad territorial pueda hacerlo sin tener que renunciar a su ideología comunista. Para eso el comunismo cuenta con el espíritu republicano y federal que le otorga en este país de países la particularidad de ser celtíbero.


¿Qué es más sano y coherente, ser comunistas en pequeños territorios que se pueden gestionar desde abajo, articular y federar entre sí sin perder la conexión con los demás o ser comunistas maniatados por  la globalización impuesta desde Wall Street, el BM y el FMI que esclaviza totalmente a todos pasando de las personas y aprisionados por el euro y el dólar, como sucede en  el Parlamento de Bruselas que nos quiere a todos vestidos con el mismo uniforme si deseamos ser europeos? ¿Acaso no éramos europeas antes del consorcio del euro? ¿no hemos nacido y vivido en Europa desde siempre? Porque no ha sido el alma europea lo que nos ha convertido en la UE, ni siquiera unas asambleas territoriales que hayan debatido país por país si queremos o no formar parte del negocio que se montaron Alemania y Francia en su momento, sino que simplemente nos vincula una moneda de cambio, el euro, cuya incorporación en España fue un tijeretazo tremendo, no sólo a nuestra soberanía sino sobre todo a nuestro poder adquisitivo. Para empezar, todo lo que costaba 100 pst, se nos puso cerca de las 200, en 166.
Como las treinta monedas de Judas, fue el precio de una traición, como siempre a cargo del pp que era el que desgobernaba por entonces, aunque nunca se hubiera llegado a ese punto sin el apoyo incondicional del Psoe, que fue el iniciador del negocio mediante el tratado de Maastrich aceptando una Europa de dos velocidades que con el tiempo nos convertiría en este sublime eurobalneario en proceso de desertización y barbacoa, del que primero se fueron extirpando todos los recursos que hacían posible el autoabastecimiento, la industria y la metalurgia, el mueble, juguetes, calzado y complementos, astilleros, textiles, confección y agricultura, etc, etc...


El mercado se puso por encima de nuestra libertad,de nuestros derechos y de nuestros recursos, sin un previo debate público, sin una información adecuada, como se nos impuso la Constitución: votando porque sí, porque no hay otra, y si la hay os va a dar igual, porque entre nuestro cacicato y vuestra cómoda ignorancia  a domicilio, esto va a ser lo que tiene que ser, como mandan Francia, Alemania y Wall Srtreet, porque si no es el caos, hale! Que debatan otros, aquí se acepta todo sin rechistar. Y no os quejéis que tenemos una millonada por el morro en fondos de cohesión europeos con los que nos pagan el cutrerío que nos quitan para convertirnos en la Disneylandia- Baden-Baden transpirenaica, con unos JJOO, una Expo y un AVE que en vuestra puñetera vida habríais podido disfrutar sin un socialismo como este, tan europeo y espectacular que más que un socialismo de Pablo Iglesias parece escrito por Verdi tal que un nuevo   Ballo in maschera.

¿Es ése el mundo que pensó Marx para el futuro? Habría que planteárselo un poco al menos. Y no para encerrarse en una obstinación ni el daguerrotipo del ilustre tatarabuelo, sino para todo lo contrario, para abrirse a otras posibilidades mejores que a lo mejor hay que inventar entre todas como en el 15M o en su precedentes históricas: las acampadas del 0'7.


La situación del mundo no es la que Marx, Engels, Lenin, Gramsci, Mao, Fidel y el Ché conoceron. Pepe Mujica tendría mucho que aportar y aclarar a la visión del comunismo clásico, que era perfecta para el momento en que nació, pero que en el siglo XXI se queda al margen de la realidad en una evolución de los tiempos que Marx, fijo  en aquel presente del siglo XIX, no tuvo en cuenta ni conoció, porque tenía otra visión del mundo naturalmente adaptada a su tiempo en el que ni se imaginaba la capacidad antropológica que podría desarrollarse para cambiar el Planeta a toda velocidad adquirida por  la mente humana a lo largo del siglo XX, ni se imaginaba que existiese la Física Cuántica, ni el poder del hombre para remodelar, construir o destruir la biosfera y cargarse todo por medio de la ciencia y la técnica al servicio de un  "progreso" exclusivamente material y mercantil. a favor de los millonarios y en detrimento de los pobres del mundo. Don Karl Marx y don Fiedrich Engels, tendrían que haber consultado a Julio Verne o a Nikola Tesla para hacerse una idea pero, me da el pálpito de que tal vez les pillaban un poco lejos en casi todos los aspectos.


¿Qué hubiera pasado si Marx hubiese podido ver en una bola de cristal la era de Stalin, Hiroshima y Nagasaki, o el desastre de Chernobil? ¿Y qué habría hecho Jesucristo si hubiese visto las cruzadas, las hogueras de la Inquisición, la pederastia a saco o la cruz desfilando bajo palio en procesión con un genocida o a los curas castrenses bendiciendo la guerra, las banderas y los cañones, a la humilde y sencilla María, su madre, condecorada en los cuarteles y bendiciendo las palizas y malos tratos de sus bendecidores, que cada año se gastan una millonada del dinero público recortado de la ayuda social en peregrinar a Lourdes? (según dice la prensa la facturita del dicho presupuesto asciende  800.000 euros de nada)


Las soluciones del presente no  están escritas en lo heredado, sino que corren por cuenta nuestra, la herencia no es un código inamovible, solo una orientación de la que la conciencia humana puede extraer  una enseñanza importante, pero todo depende de nuestra inteligencia consciente, de la lucidez y responsabilidad con que nosotros gestionemos un presente que cada día cambia y aporta más dificultades y que apenas en nada recuerda  al pasado en que nuestra querida herencia se constituyó.


Quizás el mejor aprendizaje sea reconocer que no hay nada tan perfecto y absoluto que no pueda cambiar, mejorar  y adaptarse a las necesidades del desarrollo humano y del bien común, y que no es la idea, ni la ley, ni el dinero, ni el dogma, ni el poder ni el partido, ni la institución a lo que el ser humano debe servir como un esclavo intelectual y hasta material, para ser reconocido como fiel  e impecable seguidor de cualquier escuela, sino que todo ese conjunto de recursos debería estar siempre a disposición de la conciencia humana para servirla en su evolución y no para bloquear su presente o su futuro aunque sea en nombre del mejor pasado. Nuestro patrimonio humano está aquí con nosotras, no en el pasado ni en el futuro que dependerá, precisamente, de lo que hagamos ahora y no de lo que pensamos que deberíamos hacer si nos dieran permiso unas instituciones que van a la suya, que es la pasta, y que sólo nos quieren como felpudos para pisar en blando.


Esa liberación y no otra es la función del derecho natural, de la democracia, de la justicia, de la política y  de los DDHH. También lo es hacer compatible el comunismo con el amor a la tierra y a la lengua por encima de banderas y alambradas, sin excluir a nadie sino desde la convivencia fraternal que une y hace aun más hermosa y enriquecedora la diferencia. De modo que si consideramos que Gaza no es Israel aunque compartan la misma zona geográfica, que Estonia, Letonia, Lituania ni Finlandia son Rusia, ni Noruega es Suecia, y que Andorra no es España ni Francia, que Mónaco no es Francia y que San Marino no es Italia, no sé que impide considerar que Catalunya no es Castilla ni Galicia ni Andorra ni Francia. Es un hecho geográfico y cultural, y una verdadera maravilla ser capaces de convivir y de llevarnos genial; sólo hace falta que la casta política lo comprenda y lo acepte, escuche a los pueblos y les sirva que pare eso se les paga, y deje de envenenar emociones, de crear barreras mercantiles, de podar  estatutos y de inventar motivos para una xenofobia artificial con la que  sacar tajadas electorales creando fanatismos patrioteros donde sólo existe una variedad preciosa de plantas y flores humanas, como en un jardín, en un huerto o en un bosque .

Las ideas que separan y desunen, juzgan y alejan no nos sirven para lo más importante: aprender a convivir con todos y todas trabajando por el bien común también y sobre todo desde las diferencias que es lo más heavy y lo más pedagógico para nuestros egos personales y colectivos. Maravillarse y agradecer la vida en cada ser humano, venga de donde venga, aunque sea tan distinto que no encaje en nuestro orden clasificador. Si no es la idea la que sirve al ser humano y es ésta la que lo formatea a su aire, vamos fatal. Y así va el mundo: amb el cap per avall.



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