Los motivos de Unidos Podemos para no apoyar la comisión de reforma constitucional más allá del artículo 155
Catalunya es la justificación para no acudir a la comisión de
estudio planteada por Pedro Sánchez, pero no es el único desencuentro
con los planteamientos. Podemos e IU apuestan desde 2015 por un proceso
constituyente más amplio
La comisión parlamentaria
no permanente para abordar la reforma territorial impulsada por el PSOE
en el Congreso nunca fue del agrado de Unidos Podemos-En Comú-En Marea.
Ya mostraron sus reticencias el pasado mes de julio, cuando se anunció la iniciativa.
Los tiempos, el formato y el contenido que preveían no colmaba las
aspiraciones del grupo confederal. Con todo, la dirección decidió apoyar
su creación dentro del intento de mejorar las relaciones con los
socialistas. Pero la aplicación del artículo 155 contra la Generalitat
de Catalunya con el apoyo explícito de Pedro Sánchez ha terminado
de decidir a quienes dudaban sobre la conveniencia de participar en la
comisión.
El martes comenzaron los rumores y
el miércoles se confirmaba: Unidos Podemos-En Comú-En Marea "suspende"
su presencia en la Comisión de estudio para la evaluación y
modernización del estado autonómico. Si se aplica el artículo 155, algo
que parece inevitable salvo una sorpresa de última hora, el tercer grupo
del Congreso no acudirá a las sesiones de una comisión cuya composición
se cerrará el próximo lunes 23 de octubre.
La decisión se anunció este miércoles pero
estaba tomada desde antes. Al menos de una parte del grupo que es
fundamental, sobre todo en la cuestión catalana: En Comú. Fuentes del
grupo catalán integrado en Unidos Podemos confirman que el anuncio del
presidente del Gobierno hace ahora una semana de que iniciaba los trámites que exige el artículo 155
de la Constitución fue determinante. "El PSOE no puede abrir el melón
constitucional desde el apoyo al 155", aseguraba Domènech el mismo
miércoles en una entrevista en La Vanguardia.
El pacto entre Sánchez y Rajoy, con el reticente apoyo de Albert
Rivera, para utilizar esta comisión como plataforma para una reforma de
la Constitución en su ámbito territorial mientras se plantea intervenir
la Autonomía de Catalunya decantó la decisión de la dirección del grupo
confederal.
Pese a los debates internos
sobre cuándo y cómo hacerlo, y pese a que Domènech intentó convencer a
Podemos de que sí participaran por miedo a la pérdida de votos que
vaticinan las encuestas, la cuestión estaba clara: Unidos Podemos no va
a secundar una comisión que anticipe la reforma constitucional en los
términos en los que está planteada esta.
La
cuestión catalana es clave. Desde la dirección del grupo parlamentario
aseguran a eldiario.es que no tiene lógica abordar la evaluación del
sistema territorial si una de las piezas fundamentales del puzzle no
está presente. ERC y PDeCAT ya han anunciado que no asistirán. Tampoco
el PNV. "Si la comisión trata de resolver un problema con Catalunya,
¿cómo va a ser posible dialogar si no están los catalanes?".
La cuestión catalana ha sido el detonante, pero las reticencias a la
comisión tienen otros motivos. Tanto Podemos como IU, las dos patas
principales de Unidos Podemos, han defendido en los últimos años la
necesidad de abrir un amplio proceso constituyente.
Lo explicaba este mismo martes el diputado Manolo Monereo, exdirigente
de IU, con mucho peso en la época de Julio Anguita, y que concurrió en
las elecciones del 26 de junio en las listas electorales por expreso
deseo de Pablo Iglesias.
Monereo defendió la
posición de Unidos Podemos durante el debate de una proposición no de
ley para multiplicar los homenajes a la Constitución por su cuadragésimo
aniversario el año que viene. El veterano diputado pidió no "idealizar
la transición" y recordó el clima de "violencia" en el que se negoció. Y
zanjó: "Una constitución debería durar lo que dura una generación, los
muertos no pueden estar dirigiendo eternamente a los vivos".
En la dirección de Unidos Podemos se preguntan por qué el PSOE solo
quiere hablar del modelo territorial. "Sería un engaño para los
ciudadanos si abrimos la Constitución solo para hablar del modelo
territorial: "¿Y la reforma para prohibir puertas giratorias? ¿O para
blindar los derechos sociales? ¿O para hacer una Ley electoral más justa
y proporcional?".
En la noche electoral del
20 de diciembre de 2015 Pablo Iglesias puso sobre la mesa las
condiciones para que su partido apoyara a un candidato a la Presidencia
del Gobierno. Además de un nuevo acuerdo territorial,
el secretario general de Podemos habló de "blindaje de los derechos
sociales", como el "derecho a vivienda", con la "paralización de los
desahucios sin alternativa habitacional" como medida fundamental, además
de garantizar en texto constitucional la "sanidad y educación
públicas".
Podemos también abogaba por una
reforma del sistema electoral para hacerlo "más proporcional", una idea
defendida también por Ciudadanos. Como la de terminar con las "puertas
giratorias". Podemos apostaba por introducir los revocatorios ciudadanos
mediante referéndum.
También IU apostó entonces por un "proceso constituyente",
con ideas similares a las defendidas por Podemos en materia de
regeneración democrática y de defensa de los derechos sociales, aunque
con una apuesta clara por la república federal como forma de Estado.
La ausencia de un grupo que representa a más de cinco millones de
personas hace difícil plantear una amplia reforma constitucional. Si se
suman las bajas de ERC, PDeCAT y PNV, casi inviable desde un punto de
vista político, no numérico. PP y PSOE cuentan con una mayoría
suficiente. Y si Ciudadanos lo apoya, más aún.
Por eso, desde Unidos Podemos advierten de que utilizarán su fuerza en
el Parlamento para impedir una reforma medida que no suponga recurrir al
procedimiento agravado (es decir, con disolución de Cortes Generales y
referéndum vinculante) se haga sin consultar a los españoles. La propia
Carta Magna establece que 35 diputados pueden forzar un referéndum que ratifique cualquier reforma. Unidos Podemos tiene 67.
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