jueves, 19 de octubre de 2017

Baños públicos, Wifi, carriles bici: los vecinos ya pueden votar o proponer inversiones para València

El Ayuntamiento ha iniciado una nueva consulta ciudadana para decidir el destino de 7 millones de euros correspondientes a los presupuestos de 2018.
Desde este miércoles, vecinos o entidades pueden votar entre 17 proyectos sugeridos por el Consistorio o proponer actuaciones por iniciativa propia.
La concejala de Participación, Neus Fábregas
La concejala de Participación, Neus Fábregas
Con muchos proyectos aún pendientes de ejecutar en las dos primeras consultas ciudadanas, el Ayuntamiento de València ha presentado este miércoles una edición de decidimVLC para determinar el destino de 7 millones de euros correspondientes a los presupuestos de 2018.
La concejala de Participación, Neus Fábregas, ha explicado las novedades de este nuevo proceso "más enfocado a proyectos de ciudad con el objetivo de hacerlo más ágil", en el que "los ciudadanos o entidades podrán votar entre los proyectos que ha propuesto el Ayuntamiento o sugerir otras actuaciones que consideren prioritarias".
Así, el Ayuntamiento ha hecho públicas sus propuestas este miércoles en el portal decidimvlc.valencia.es. Para visualizarlas hay que registrarse en la web, algo que solo pueden hacer personas mayores de 16 años empadronadas en València.
En total, son 17 las inversiones expuestas, entre las que destacan la instalación de baños públicos en el jardín del Turia, soterramiento de contenedores, mejora de eficiencia energética en alumbrado público, Wifi público en los pueblos de València, reurbanización de las avenidas Pérez Galdós y Giorgeta, creación de islas sonoras o conctrucción de carril bici en Serrería, Fernando el Católico y Ramón y Cajal.
Hasta el 8 de noviembre, se podrán votar todos los proyectos (máximo de cinco diferentes por persona), necesitando los propuestos por el Consistorio 200 votos para pasar el primer corte y 100 votos los sugeridos por los ciudadanos.
Del 9 al 30 de noviembre el Ayuntamiento hará estudios de viabilidad de las propuestas y del 1 al 15 de diciembre tendrá lugar la votación final de las que hayan pasado el corte, ejecutándose finalmente las más votadas hasta que se agoten los 7 millones presupuestados.
Fábregas ha explicado que la nueva web también permite consultar el estado de ejecución de los procesos anteriores y que de cara al año que viene, el proceso participativo se abrirá entre febrero y marzo y se hará por distritos, con el objetivo de que haya más tiempo para definir las propuestas que salgan antes adelante.

Críticas vecinales

En términos generales, el nuevo modelo que se pone en marcha este miércoles no ha sido del agrado de la Federación de Vecinos.
A grandes rasgos, desde la entidad han explicado que los proyectos de ciudad deben correr a cargo de las inversiones generales, mientras que los presupuestos participativos deben servir para realizar pequeñas mejoras en los barrios.
Según han manifestado algunos de los dirigentes vecinales asistentes, carece de sentido que un vecino del centro vote un proyecto de un barrio del extrarradio o de una pedanía, y viceversa, puesto que desconocen cuáles son las necesidades más urgentes. 

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En primer lugar, Valencia es una pionera en avances municipalistas desde 2015. La calidad del compromiso responsable social y vecinal aumenta exponencialmente desde que el tripartido gestiona el municipio.

En segundo lugar los presupuestos participativos municipales ya se pusieron en marcha el año pasado en los barrios, donde los vecinos votamos lo que propusimos en las juntas de distrito y lo hicimos con urnas incluidas. Las mejoras ya se han puesto en marcha. Nosotros mismos distribuímos y organizamos los fondos y los proyectos, eligiendo y calculando los presupuestos en las papeletas que contenían nuestras propuestas y el precio de mismas contando con el fondo de 447.000 euros destinados al distrito por el Ayuntamiento.

Este artículo de Carlos Navarro Castelló no informa sobre ni aclara el proceso doble de participación presupuestaria municipal. La primera iniciativa  del pasado año fue de las partes barriales y de distrito y la segunda de este año es para los recursos que comparten todos los distritos y barrios, por ejemplo mejoras generales que afectan por igual a toda la ciudad, y no solo a los barrios, que ya el año pasado pusieron en marcha el mismos sistema participativo, este año se hace en circulación, en accesibilidad, en sostenibilidad energética, en la gestión de residuos, en la implantación de energías renovables en edificios públicos, mejora de los parques como Jardín del Tùria, Viveros, Botánico o Monforte, Marxalenes, Benicalap, o las Rondas Nord y Sud, que superan el ámbito barrial. Es decir que forman parte de una estructura urbana global y no solo parcial.

Esas críticas vecinales deben ser producto de la desinformación de determinados vecinos con los que el articulista debe tener contacto, porque tienen el mismo tono y corte  de ls 'protestas' destarifadas y fuera de tiesto que hacen en las juntas municipales de distrito quienes jamás acudían a los plenos en época del gobierno del pp (nunca llegamos a ser más de media docena los vecinos participantes en los antiguos pplenos ; de todas formas, aunque hubiese habido cola para entrar no hubiese habido espacio que ocupar, porque la vieja junta municipal se reunía en un cuchitril donde había más regidores que vecinos y las sillas viejas de enea destinadas a los vecinos no llegaban a 10 y las convocatorias no se anunciaban con días de antelación, así que sólo quienes iban con frecuencia a preguntar a los funcionarios del distrito se podían enterar de la fecha). 

Con la llegada del nuevo consistorio se cambió aquel lugar cutrísimo, inhóspito y minúsculo, por un salón grande, con capacidad para unas doscientas personas, luminoso y nuevo, con sillas decentes, ascensores y servicios, acogedor y suficiente para todas, en un edificio  impecable con las últimas tecnologías pero cerrado misteriosamente a cal y canto desde su construcción, y que nadie sabía con qué finalidad se había construido hacía unos años por el gobierno de Rita Barberá aunque era soprendente que permaneciese abierta la mitad derecha de la planta baja del edificio, dedicada a un centro lúdico, con bar y terraza exclusivos  para los pensionistas y excluyentes para el resto del barrio, o sea para los grandes sostenedores del pp, por el miedo incomprensible y enfermizo al cambio que suelen tener las personas mayores por estos andurriales, algo inexplicable cuando ya el futuro para ellas es un suspiro y una preocupación menos. 
Se entendería que ese miedo lo tuviesen los jóvenes y los de mediana edad, futuros pensionistas con un porvenir medianamente consistente y ahora en el aire, pero los abuelos contemporáneos, cuyo única seguridad es el hoy, deberían ser los más exigentes y reivindicativos con el poder y los más generosos, los que tuviesen una conciencia más libre y solidaria, precisamente porque han vivido más y han pasado, -y superado-, por todo tipo de vicisitudes. Pero no se sabe por qué en España especialmente, tantos viejos se encogen y se aferran a al miseria moral, en un momento espléndido de la vida, en el que libres de ataduras, se puede servir al bien común con toda libertad, ya no hay que cuidar de nadie ni trabajar en nada, has pagado durante toda la vida para llegar a ese momento espléndido que te permite volar con los pies en el suelo y currrar feliz para mejorar las cosas en lo que se pueda. 

Solamente el forring office del pp tiene explicación para casos como éste, de la calle Salavert nº 13 de Valencia. Pero seguramente como el caso ya es agua pasada -y C's no existía en los tiempos del cólera como palmero del pp-, no es noticia sino historia. 
Es el principal problema español causa de todos lo destarifes: la amnesia que convierte el presente y el futuro en un regreso constante a los tics sociales, mentales y emocionales del pasado, acompañados, para más inri, por las últimas ocurrencias tecnológicas, nuevas generaciones y nuevas siglas innovadoras del ayer, degenerando las posibilidades del hoy. Vieja materia y nuevas formas>conciencia missing. Un neohilemorfismo desastroso, que debemos superar sin apegos de ningún tipo, con salud democrática y no convirtiendo la democracia en patología social. 
La libertad y la ética son energías limpias que no pueden estar  sujetas al mercado. Si pierden esa cualidad, se convierten en polución contaminante. Y ya no existen.

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