domingo, 29 de octubre de 2017

Valencia reivindica la democracia y la libertad. Fora els feixistes dels nostres barris. Volem conviure en pau i pluralitat.

La masiva asistencia a la manifestación antifascista de Valencia espantó a los ultras

Miles de personas, más de 8.000 según los organizadores, han recorrido las calles de Valencia contra el fascismo y su impunidad, en repulsa por las agresiones nazis del pasado 9 de octubre.


Miles de personas se manifestaron ayer por las calles del centro de València contra las agresiones de la ultraderecha. EFE/Manuel Bruque




Hacía años que la ciudad de Valencia no acogía una manifestación transversal contra el fascismo tan importante y numerosa, nacida como respuesta a las agresiones nazis sufridas por los participantes en la accidentada marcha de la Diada del País Valencià, que dejó un elevado saldo de heridos, a los que en muchos casos el miedo les ha impedido denunciar.
La marcha estaba encabezada por una pancarta rosa con el lema Contra el feixisme i per les llibertats. No passaran!, que portaban inmigrantes, yayoflautas, una de las víctimas de la agresión nazi y que se enfrentó a los agresores para defender a dos chicas, así como históricos luchadores por los derechos sociales y vecinales.

Las amenazas ultras, abortadas

Las amenazas de las organizaciones de ultraderecha y nazis que, desde hacía días, habían estado convocando a sus para “volver a humillar” a los “rojos” y “salvar España”, se esfumaron.
Esta vez la Delegación del Gobierno de Valencia no estaba por la labor de que volvieran a repetirse las escenas de violencia injustificada que vio medio mundo gracias a los medios de comunicación presentes, y que en muchos casos fueron también víctimas de la ira ultra.
Agentes de la Policía Nacional se anticiparon a la convocatoria y aislaron a los pocos provocadores concentrados, a los que esta vez sí procedieron a identificar. Muchos de estos elementos, algunos de los que jalearon en la anterior ocasión al líder nazi de Yomus, “El Alfarrasí -que luce tatuado un enorme ACAB (siglas de "All cops are bastards", en español: "Todos los policías son unos bastardos")-, iban ya en retirada, al ver que estaban en minoría.
Entre estos elementos pudo verse a algunos de los personajes que ya habían sido identificados en los escenarios de las agresiones del 9 de octubre, cuyas imágenes serán aportadas -según informaron a Público los denunciantes- a la causa abierta en el juzgado de instrucción 15 de Valencia. También estaba en el lugar Pepe Herrero, el cronista fallero y convocante de contramanifestaciones, que también decidió cerrar la “paraeta” y alejarse de la zona.
Miles de personas se manifestaron ayer por las calles de València contra las agresiones de la ultraderecha del 9-O. JOAN CANTARERO

Apoyo de 280 entidades

La marcha contó con el apoyo de 280 entidades diversas, como organizaciones antirracistas, antifascistas, LGTBI, trabajadores diversos, agricultores, ganaderos, estudiantes, músicos, profesores de colegio, instituto o universidad, además de jubilados, como muestra del hartazgo social ante la bula de la que gozan coyunturalmente grupos y bandas de ideología nazi.
Fascismo e impunidad son conceptos que han acompañado históricamente el discurrir de la sociedad valenciana desde la Transición
En esta manifestación han participado personas portando banderas de todos los colores, antifascistas, esteladas, cuatribarradas, con la franja azul, españolas constitucionalistas, republicanas, comunistas, anarquistas y gente sin bandera. Pero todos unidos para hacer patente su rechazo a esta lacra social que ataca en las calles y que se está criando y financiando en los campos de fútbol. Y a los que les da igual humillar a un inmigrante, patear a una chica con rastas o acosar a un cargo público elegido por los ciudadanos para mostrarle de modo palmario su vulnerabilidad.
Fascismo e impunidad son conceptos que han acompañado históricamente el discurrir de la sociedad valenciana desde el comienzo de la Transición democrática, y que han dejado por el camino un importante número de víctimas, causando daños irreparables. No hay semana del año que no se produzca una agresión racista, homófoba, xenófoba, ideológica, estética o simplemente por ser diferente. Incluso es habitual que se desarrollen acciones delictivas criminales comunes en las que esté implicado o vinculado algún elemento de la ultraderecha ciclado en gimnasios. Algunas veces detenidos, varias procesados, pero raramente condenados.

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