La castración del nacionalismo catalán
La activación del 155 es una operación dirigida a convertir al nacionalismo catalán en una opción políticamente estéril
La dirección del PSOE debe saber que los nacionalistas catalanes van a ser los primeros damnificados, pero que ellos serán los segundos
La dirección del PSOE debe saber que los nacionalistas catalanes van a ser los primeros damnificados, pero que ellos serán los segundos
Que nadie se llame a
engaño. La operación que se va a poner en marcha con la activación del
artículo 155 CE tiene como objetivo la castración del nacionalismo
catalán. Es una operación dirigida a convertir al nacionalismo catalán
en una opción políticamente estéril.
En realidad, se trata de una prolongación de la operación que el PP
puso en marcha contra la reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya
en 2005/2006. En aquella ocasión la operación tenía como objetivo vaciar
de contenido la reforma pactada entre el Parlament y las Cortes
Generales y aprobada posteriormente en referéndum. Volver a 1979,
reducir el contenido y alcance del ejercicio del derecho a la autonomía a
lo que había sido desde la entrada en vigor del Estatuto originario con
el desarrollo normativo y jurisprudencial de esos algo más de
veinticinco años. Todo lo que fuera más allá en el Estatuto reformado
debía o ser declarado anticonstitucional directamente o ser interpretado
de tal manera que acabara encajando en los límites del Estatuto del 79.
Este era el núcleo
esencial del recurso que interpuso el PP. El derecho a la autonomía que
cabe en la Constitución es el que se ha venido ejerciendo desde que se
construyó el Estado de las Autonomías con la aprobación de los
diferentes Estatutos de Autonomía y no se puede ir más allá de lo que ha
sido este ejercicio. Para que se pudiera ir más allá sería preciso una
reforma de la Constitución. Como no ha sido el caso en la reforma del
Estatuto de Autonomía de Catalunya, la operación reformista tiene que
ser vaciada de contenido. Este objetivo del PP fue hecho suyo por el
Tribunal Constitucional en la STC 31/2010. El pasado del derecho a la
autonomía es también su presente y su futuro, mientras no se reforme la
Constitución.
La Constitución y el Estatuto de Autonomía se convirtieron de esta
manera en una jaula para el derecho a la autonomía. Independientemente
de que estuviera en el Gobierno o no, el PP siempre dispondría de
minoría de bloqueo para impedir la reforma de la Constitución, con lo
cual tenía en su mano de manera indefinida la llave de la jaula. Con la
STC 31/2010 el PP se aseguró que sería él el que fijaría el límite del
contenido y alcance del derecho a la autonomía, si no para siempre, sí
para un periodo tan prolongado de tiempo que, políticamente equivale a
para siempre.
Contra esta reclusión en la jaula a perpetuidad es contra la que se ha
alzado la sociedad catalana con su exigencia del llamado “derecho a
decidir”. Queremos ser consultados sobre nuestra integración en el
Estado, no queremos vivir indefinidamente en la jaula en la que estamos
recluidos. Esto es lo que ha ocurrido en Catalunya en estos últimos
siete años. Alrededor del 80% de la población es partidaria de la
celebración de una consulta para pronunciarse sobre su integración en el
Estado, para poder ejercer realmente un derecho a la autonomía no
enjaulado.
La negativa del Gobierno presidido por Mariano Rajoy a que se pudiera
explorar siquiera esa posibilidad o a que se pudiera intentar encontrar
algún sucedáneo con el que la sociedad catalana pudiera conformarse, se
ha traducido en un pulso constante entre el nacionalismo catalán
arropado por un porcentaje considerable de la sociedad catalana, que no
era independentista, pero si partidaria de la celebración del
referéndum, y el Gobierno de la Nación. Dicho pulso ha tenido dos
momentos culminantes en los días 9 de noviembre de 2014 y 1 de octubre
de 2017, en los cuales algo más de dos millones de catalanes ejercieron
una suerte de derecho de manifestación con la fórmula de depositar un
voto en una urna. Porque el 9-N y el 1-O no han sino referéndums sino
ejercicios del derecho de manifestación. Ejercicios muy fiables, ya que
el número de manifestantes se acredita con plena seguridad.
Ante el doble desafío que han supuesto los dos “referéndums” y, sobre
todo, ante el que ha supuesto el segundo, el Gobierno de la Nación ha
decidido dar un paso más y poner en marcha una operación que no se
reduce a enjaular al nacionalismo, sino que pretende la castración del
mismo. Esto es lo que significa el recurso al artículo 155 CE.
Creo que la dirección del PSOE no se ha dado cuenta de adonde lo está
llevando el PP. A Pedro Sánchez sus compañeros le han levantado el
“arresto domiciliario” (Juliana dixit) para uncirlo al carro del 155,
creyendo todos que están participando en eso que se suele llamar una
“operación de Estado”. Me temo que, cuando se den cuenta, va a ser
tarde. No hay intervención breve e indolora en una operación de esta
naturaleza. Va a ser todo lo prolongada que sea necesaria y todo lo
dolorosa que sea preciso hasta que el nacionalismo se resigne a operar
como un animal domesticado.
La dirección del PSOE debe saber que los nacionalistas catalanes van a
ser los primeros damnificados, pero que ellos serán los segundos. No va a
ser preciso siquiera esperar a que termine la operación de castración.
En el curso de la misma la dirección del PSOE advertirá el error que ha
cometido, pero se encontrará desarmado ideológicamente para rectificar e
inerme frente a la presión de la derecha española, con el rey por
delante o por detrás según convenga, que caerá sobre los socialistas de
manera inmisericorde si intentan hacerlo.
La activación del artículo 155 CE pone fin de manera definitiva al
acuerdo constituyente con base en el cual se construyó el Estado de las
Autonomías. El ejercicio del derecho a la autonomía desde la entrada en
vigor de la Constitución pertenece al pasado. El equilibrio
político-institucional en el que ha descansado ha sido destruido y no va
a poder ser recompuesto. Sin el reconocimiento del nacionalismo catalán
y su participación activa el Estado de las Autonomías no es posible.
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