Los expertos del Gobierno proponen pensiones más bajas en tiempos de crisis.
El 'comité de sabios' que aconseja al Ejecutivo sobre los cambios en la paga tras la jubilación plantea dos fórmulas que se traducen en menores prestaciones. El informe se presenta hoy.
El informe anima a recortar ahora que se acepta mejor el “sacrificio”
MIGUEL JIMÉNEZ / MANUEL V. GÓMEZ Madrid 38
Los expertos dicen que acusarles de bajar las pensiones es “matar al mensajero”.
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En estas noticias chocan algunos conceptos. Como por ejemplo, el "comité de sabios". ¿Quién les ha dado el certificado de sabios? ¿Quizás lo han conseguido en la misma academia universal del desguace que les dio el título de economistas brillantísimos a los tres mosqueteros que han provocado la hecatombe de Occidente, Rogoff, Alesina y Reinhart? ¿Quién puede garantizarnos que detrás de esa "sabiduría" no está la garra del FMI que ahora se plantea que tal vez ha sido demasiado duro, exajerado y precipitado al sentenciar las medidas de austeridad en los países del Sur de Europa a los que irresponsable e interesadamente, con frialdad mecánica de psicópata, ha hundido en la miseria? ¿habrán salido de las filas del rating que tal vez les esté subvencionando el servicio prestado? ¿Acaso no suena a puro sadismo la cínica afirmación de que "el informe anima a recortar ahora que se acepta mejor el sacrificio"? ¿Quién lo acepta mejor, los condenados a galeras que se ven obligados a remar con una metralleta apuntando contra ellos si el ritmo baja de intensidad y no responde a los golpes del hortator con el brío adecuado?
Es el colmo. Provocar la ruina e intentar que los arruinados vayan al altar del sacrificio cantando y bailando de alegría y contentos con su resignación, porque la precariedad todavía les permite pagar por trabajar y pagarse un plan de pensiones-fantasma carísimo, que cuando llegue el momento les recompensará como mucho con doscientos euros mensuales, que nada tienen que ver con lo que se ahorró en realidad durante años. Y eso contando con que para entonces la banca y el sistema bancario no se hayan disuelto y atomizado en el caldo invisible del paraíso fiscal, al que sólo tienen acceso los evasores multimillonarios. La banca hace el negocio del milenio; es insaciable. Preferentes. Desahucios y ahora, planes de pensiones obligatorios si se quiere tener un mínimo asegurado para el futuro.
Amigos. No hagáis ni caso. Si queréis tener algo para el futuro, ahorrad en casa. Sin miedo. Porque ante la posibilidad de que puedan robaros eventualmente unos ladrones sin master acreditativo, está la seguridad de que el banco os va robar sin piedad por medio de expertos titulados en economía financiera. Y aún más, ahorrad en generosidad. Cread trabajo, invertid en el bien común, y vuestro bien personal estará incluido.
Mis abuelos maternos me lo enseñaron con su experiencia. No eran ricos. Mi abuelo era guardia civil. Pero eran millonarios en bondad generosa y en ideas inteligentes. Y de su pabellón del cuartel comieron familias enteras, sin que nadie lo publicase en ningún sitio. Salvaron vidas en la España monárquica, republicana, franquista y hambrienta. Alfabetizaron; sanaron enfermos pagándoles el médico y las medicinas cuando no había seguridad social. Los sentaban a la mesa en casa, ya de jubilados.
Cuando la guerra civil los separó, todos los ayudados por ellos, les cuidaron, les proporcionaron lo necesario, compartieron con ellos cosechas y refugio. Calor humano y amistad. Sin que contasen las ideas políticas ni las clases sociales. Cuando hubo personas muy heridas y asustadas que les usurparon su casa, mi abuela, que estaba sola con mi madre adolescente, compartía con aquellas familias menesterosas y refugiadas de Andalucía, toda la comida que le regalaban sus agradecidas amistades de antaño, enseñó a coser a las mujeres "enemigas" e hizo con ellas una cooperativa que les permitió vivir de hacer camisas para el frente popular, hasta 1939. Aprovechó para enseñarlas a leer y a escribir por las tardes cuando acababa la faena.
Mis abuelos siempre fueron prósperos y nadaban en abundancia, que prácticamente les llovía del cielo. Nunca les faltó el sustento, una buena casa propia, una jubilación decente que los dos se labraron a pulso y que seguían empleando en ayudar a otras causas, como el tercer mundo, con el que se sentían tan solidarios como con la España menesterosa de su juventud.
Por eso sé que si ellos hubiesen guardado sus ahorros en el banco en vez de emplearlos en las personas, cuando el sistema monetario quebró al final de la guerra, se habrían arruinado por completo, como les pasó a otros miembros de la familia, que se encontraron con montones de papel moneda ahorrados y sin valor alguno. Sin blanca.
Mis abuelos eran profetas y pioneros del 15M. Unos grandes adelantados a su tiempo.
Hay que liberarse del miedo y aprender a fluir con la vida y su inteligencia. La miseria donde primero se aloja es en la mente y en las emociones temerosas. En el corazón que se cierra a la compasión y a la solidaridad. Y a la vida.
Unos "sabios" que desconocen toda esa riqueza verdadera e imperdible ni son sabios ni son nada que valga la pena valorar demasiado. Mejor no escuchar sus repeticiones idiotizantes y tratar al prójimo en mala situación como a nosotros nos gustaría que nos tratasen en el mismo caso.
Ánimo y pasemos de obedecer a quienes nos han llevado al desastre y no saben como salir de él, pero al mismo tiempo sí son expertos en flotar sobre la miseria que han creado y guardar la ropa en Suiza o en la Islas Salomón. No al ahorro en bancos. No a la especulación con nuestros derechos bien ganados a pulso. Invirtamos en nosotros, los hermanos de humanidad, y no sólo el dinero, sino sobre todo, el tiempo y la atención, la bondad, el cariño y la inteligencia. Es un ahorro seguro que renta, además de lo nececesario, felicidad, autonomía liberada y un profundo bien estar.
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ESTOS SON LOS "SABIOS" DEL PP, LOS "DIRECTORES DE ESCENA" DEL DRAMA ESPAÑOL,
como podréis comprobar entre los "sabios" no hay ni un sólo especialista en Ética ni ningún experto en servicios sociales, no hay psicólogos ni psiquiatras ni educadores ni asesores de sanidad ni laborales, ni expertos en leyes de protección social, ni en energías renovables, ni en recursos humanos, ni creativos con ideas nuevas para impulsar la economía sostenible y justa. ¿Sabios? no. Papagallos ignorantes. Cotorras repetidoras hipertituladas sin nada nuevo que aportar en un cementerio de inteligencia. Expertos en mantener a flote las finanzas del chanchullo. Y el tanatorio de las ideas. Un asco. Y un desastre. "Sabiduría" pp fashion = garrulos faesciformes. Qué bodrio de "sabiduría", P.D!
Es el colmo. Provocar la ruina e intentar que los arruinados vayan al altar del sacrificio cantando y bailando de alegría y contentos con su resignación, porque la precariedad todavía les permite pagar por trabajar y pagarse un plan de pensiones-fantasma carísimo, que cuando llegue el momento les recompensará como mucho con doscientos euros mensuales, que nada tienen que ver con lo que se ahorró en realidad durante años. Y eso contando con que para entonces la banca y el sistema bancario no se hayan disuelto y atomizado en el caldo invisible del paraíso fiscal, al que sólo tienen acceso los evasores multimillonarios. La banca hace el negocio del milenio; es insaciable. Preferentes. Desahucios y ahora, planes de pensiones obligatorios si se quiere tener un mínimo asegurado para el futuro.
Amigos. No hagáis ni caso. Si queréis tener algo para el futuro, ahorrad en casa. Sin miedo. Porque ante la posibilidad de que puedan robaros eventualmente unos ladrones sin master acreditativo, está la seguridad de que el banco os va robar sin piedad por medio de expertos titulados en economía financiera. Y aún más, ahorrad en generosidad. Cread trabajo, invertid en el bien común, y vuestro bien personal estará incluido.
Mis abuelos maternos me lo enseñaron con su experiencia. No eran ricos. Mi abuelo era guardia civil. Pero eran millonarios en bondad generosa y en ideas inteligentes. Y de su pabellón del cuartel comieron familias enteras, sin que nadie lo publicase en ningún sitio. Salvaron vidas en la España monárquica, republicana, franquista y hambrienta. Alfabetizaron; sanaron enfermos pagándoles el médico y las medicinas cuando no había seguridad social. Los sentaban a la mesa en casa, ya de jubilados.
Cuando la guerra civil los separó, todos los ayudados por ellos, les cuidaron, les proporcionaron lo necesario, compartieron con ellos cosechas y refugio. Calor humano y amistad. Sin que contasen las ideas políticas ni las clases sociales. Cuando hubo personas muy heridas y asustadas que les usurparon su casa, mi abuela, que estaba sola con mi madre adolescente, compartía con aquellas familias menesterosas y refugiadas de Andalucía, toda la comida que le regalaban sus agradecidas amistades de antaño, enseñó a coser a las mujeres "enemigas" e hizo con ellas una cooperativa que les permitió vivir de hacer camisas para el frente popular, hasta 1939. Aprovechó para enseñarlas a leer y a escribir por las tardes cuando acababa la faena.
Mis abuelos siempre fueron prósperos y nadaban en abundancia, que prácticamente les llovía del cielo. Nunca les faltó el sustento, una buena casa propia, una jubilación decente que los dos se labraron a pulso y que seguían empleando en ayudar a otras causas, como el tercer mundo, con el que se sentían tan solidarios como con la España menesterosa de su juventud.
Por eso sé que si ellos hubiesen guardado sus ahorros en el banco en vez de emplearlos en las personas, cuando el sistema monetario quebró al final de la guerra, se habrían arruinado por completo, como les pasó a otros miembros de la familia, que se encontraron con montones de papel moneda ahorrados y sin valor alguno. Sin blanca.
Mis abuelos eran profetas y pioneros del 15M. Unos grandes adelantados a su tiempo.
Hay que liberarse del miedo y aprender a fluir con la vida y su inteligencia. La miseria donde primero se aloja es en la mente y en las emociones temerosas. En el corazón que se cierra a la compasión y a la solidaridad. Y a la vida.
Unos "sabios" que desconocen toda esa riqueza verdadera e imperdible ni son sabios ni son nada que valga la pena valorar demasiado. Mejor no escuchar sus repeticiones idiotizantes y tratar al prójimo en mala situación como a nosotros nos gustaría que nos tratasen en el mismo caso.
Ánimo y pasemos de obedecer a quienes nos han llevado al desastre y no saben como salir de él, pero al mismo tiempo sí son expertos en flotar sobre la miseria que han creado y guardar la ropa en Suiza o en la Islas Salomón. No al ahorro en bancos. No a la especulación con nuestros derechos bien ganados a pulso. Invirtamos en nosotros, los hermanos de humanidad, y no sólo el dinero, sino sobre todo, el tiempo y la atención, la bondad, el cariño y la inteligencia. Es un ahorro seguro que renta, además de lo nececesario, felicidad, autonomía liberada y un profundo bien estar.
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ESTOS SON LOS "SABIOS" DEL PP, LOS "DIRECTORES DE ESCENA" DEL DRAMA ESPAÑOL,
como podréis comprobar entre los "sabios" no hay ni un sólo especialista en Ética ni ningún experto en servicios sociales, no hay psicólogos ni psiquiatras ni educadores ni asesores de sanidad ni laborales, ni expertos en leyes de protección social, ni en energías renovables, ni en recursos humanos, ni creativos con ideas nuevas para impulsar la economía sostenible y justa. ¿Sabios? no. Papagallos ignorantes. Cotorras repetidoras hipertituladas sin nada nuevo que aportar en un cementerio de inteligencia. Expertos en mantener a flote las finanzas del chanchullo. Y el tanatorio de las ideas. Un asco. Y un desastre. "Sabiduría" pp fashion = garrulos faesciformes. Qué bodrio de "sabiduría", P.D!
8 de los 12 expertos en pensiones han estado a sueldo de la banca y las aseguradoras
Oposición y sindicatos recelan del comité de expertos designado por Fátima Báñez, ministra de Empleo, que deberá elaborar un informe sobre el factor de sostenibilidad de las pensiones: sospechan que en realidad Rajoy prepara otro tajo al sistema usando como coartada el dictamen de los 'sabios'
Once hombres y una mujer ¿sin piedad?
Víctor Pérez-Díaz. Presidente del comité de expertos impulsado por el Gobierno. Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, es conocido en los círculos de la derecha como el sociólogo liberal. Además de su actividad docente, ha formado parte de los consejos asesores de empresas como del despacho de abogados Uría Menéndez, Repsol, Fundación Caixa Galicia y Unespa, la patronal del seguro. Ha colaborado con FAES.
Rafael Doménech. Es el actual Jefe de Estudios del BBVA, y pertenece, como Pérez-Díaz, al Grupo de Reflexión de la patronal Unespa, que aboga por ampliar la edad de jubilación. Además, es miembro del Foro de Expertos del Instituto de la aseguradora Aviva sobre Pensiones y Ahorro, que defiende incrementar los planes de pensiones privados. Fue subdirector de la Oficina Económica del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Manuel Lagares Calvo. Un clásico. Fue subsecretario de Estado de Economía en el primer Gobierno democrático de Adolfo Suárez, cuando Enrique Fuentes Quintana era vicepresidente económico. Asesoró a los entonces presidentes Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo. También fue consejero independiente de la aseguradora Mapfre y director general adjunto de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Miembro del consejo editorial de El Mundo. Es catedrático de Hacienda Pública en excedencia en la Universidad de Alcalá de Henares.
Mercedes Ayuso. Catedrática de Econometría, Estadística y Economía Española de la Universidad de Barcelona, es miembro del Grupo de Investigación de Riesgo en Finanzas y Seguros (Riskcenter, IREA-UB). Su especialidad es la economía actuarial y se ha centrado en la modelización estadística y en la econometría de funciones biométricas, como por ejemplo la esperanza de vida. Ha publicado Una propuesta de reforma del sistema de pensiones español. Es la única mujer del comité.
Francisco Castellano Real. Catedrático de Hacienda Pública en la Uned, es jefe de la asesoría fiscal de la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA).
José Ignacio Conde-Ruiz. Es subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), vinculada a los grandes bancos y empresas españolas (Santander y La Caixa, Iberdrola, Repsol o la Fundación Ramón Areces). Compatibiliza su labor en Fedea con la de profesor de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid. Es coautor libro La economía política de las pensiones en España, editado por la Fundación BBVA.
José María Marín Vigueras. Es catedrático de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad Carlos III de Madrid y un auténtico especialista en mercados financieros.
José Enrique Devesa Carpio. Profesor titular del Departamento de Economía Financiera de la Universidad de Valencia, ha colaborado habitualmente con la Fundación Edad y Vida, que reúne en su patronato a las mayores aseguradores del país –DKV, Caser, VidaCaixa…–.
Miguel Ángel Vázquez Burgos. Periodista. Ha desarrollado casi toda su carrera en Unespa, la patronal del seguro, donde Actualmente es director de Análisis y Estudios. Antes fue responsable de comunicación.
Miguel Ángel García Díaz. Director del gabinete de estudios de CCOO, es de los pocos que defiende un sistema público al 100% de las pensiones. Es profesor de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
José Luis Tortuero. Catedrático del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Complutense y autor de un estudio sobre la reforma del sistema de pensiones para el anterior Gobierno socialista.
Santos M. Ruesga. Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid. Especialista en relaciones laborales. Forma parte del comité a propuesta del PSOE. Representó a UGT en el consejo de administración de RTVE. Autor del informe Hacia un nuevo modelo de financiación de la Seguridad Social en España.
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