jueves, 6 de junio de 2013

Iñaki, qué bueno eres!


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Soraya da Vinci

EL PAÍS


Querido Iñaki, es magnífico el scanner alegórico que le regalas hoy en tu video-blog a la multipresidenta en todas las funciones; qué benevolente es tu ironía. Colocar a Soraya a la altura de un Da Vinci es una  amable, cariñosa e inmerecida hipérbole. Ojalá, una chispa de genio se hubiese colado en algún rincón de su masa neuronal. Pero, a tenor de los resultados, va ser que no. Que la mente sorayil, como la de su agradecido Pigmalión, va por otros derroteros que, para desgracia de todos, más bien viran hacia las antípodas de Leonardo, que hacia su similitud. 

Desafortunadamente Soraya y Mariano son el diunvirato de la cutrez. El duetto del desastre. Un imperialismo frenético de la nada. El afán acumulador y obsesivo de las hormigas o de las urracas, pero enfocado a la (indi)gestión pública representativa de sí mismos. A mi modesto observar, les veo más tolkinianos que leonardescos; Soraya y Mariano son el golum y el anillo; el kit del poderío, la ambición y la caspa. La mugre ancestral sin sanear. La fealdad quintaesenciada y obsesiva en pos de su tesooooro. De sus puestos votalicios y vitalicios. El enenanismo cretinoide y la elefantiasis de la mediocridad que impiden el crecimiento de cualquier signo de inteligencia. Dos patologías amigadas por la ambición, la soberbia y el miedo. Una crónica anunciada de la hecatombe social. 

No es un ataque a su individualidad, absolutamente respetable; si estas personalidades, como las  de Aznar o Camps,  demenciales e incompetentes en  política, se limitasen a ser registrador de la propiedad y abogada del estado, inspector de hacienda o pasante de notaría, padre y madre de familia, seguramente serían impecables y no habría nada que reprocharles, porque su oficio está clarísimo, expuesto en normas y leyes muy claras, que se aplican mecánicamente y todo funciona. 
Lo terrorífico del caso es que un currículum de empollona y de machacalibros en plan papagallo y erre que erre, no es suficiente para gobernar un país. Gobernar bien y con acierto requiere, además de una preparación académica decente e imprescindible, ("las letras ayudan a la comprensión del espíritu" decía Teresa de Cepeda y de Ávila) una lucidez que estos especímenes pperos no tienen entre sus filas. Los busques por donde los busques, como Diógenes con la linterna, no los encuentras. 
Se puede gestionar de maravilla un puesto de pipas y hacer de él una miniempresa floreciente, pero es muy posible que el pipero arruine a su país si le colocan como jefe del gobierno, porque nombrará ministros a todos los piperos de su gremio. Y sólo favorecerá a los productores y traficantes de pipas. El resto del país estará desgobernado, en precario y arruinado, y la potencia social será reducida a la utilidad que sirva a los piperos. Harán leyes que favorezcan y beneficien los intereses sectarios de la pipescencia. Y todos sus conocimientos y estudios estarán al único servicio de la causa pipificante. 

De ahí viene ese régimen de juramentados fanáticos con beneficio y premio a la  fidelidad y al acriticismo, como ayer mismo clamaba Blasco ante Fabra, Alberto, alegando sus méritos contribuyentes en el triunfo del piperío valenciano para librarse de la imputación judicial por delito de apropiación indebida del dinero de las ONGs, para negocios propios.  No es un tema de eficacia ni de inteligencia, sino de obstinada omertà

Si hay que buscar ppanalogías sorayo-marianiles aproximadas, habría que acercarse más a una mezcla entre Lázaro de Tormes, el Buscón don Pablos, Guzmán de Alfarache, Monipodio y su patio, el barbero, el cura, el estudiante y Teresa Panza de El Quijote, la Celestina y su mundo lumpen reunidos en los sermones de Fray Gerundio de Campazas, alias "zote", pintados por El Bosco  con la banda sonora compuesta por El Fary interpretados por Marujita Díaz, como coreógrafo el fantasma de El Titi y como presentador, el ectoplasma de Lauren Postigo;  esa escenografía y retablo multimedia se corresponde mucho más con el pp y su ambientazo que la genialidad de Da Vinci, aunque sólo sea en plan metafórico-bufonesco. Nada que ver con enigmáticas Giocondas ni alas voladoras ni delicadas Damas del Ermellino. Ehpaña eh asín. De momento. Al menos eso han dicho las urnas por aporía absoluta. Habitudo dolosa populi dixit, luciditas tacet. En román paladino y palaLOGSE: ajo y agua a cascaporro.
Habría que consultar a Wert. A wert que opina del clima cultural y creativo de su ppartida ppoppular elevada a las alturas de Leonardo. A lo mejor responde y todo. Pero, ¿sabrá a qué nos referimos con la pregunta?
Mejor no meneallo.



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