El periodista Juan Moreno no será español
El escritor, reportero del Spiegel y antiguo columnista de éxito en el Süddeutsche ZeitungJuan Moreno escribió esta semana que no quiere seguir siendo español. Entregará su pasaporte. Una página entera le ha dedicado el semanario de Hamburgo a su decisión, que él refiere en primera persona.
Empezó la cosa cuando lo invitaron a leer el pregón en la feria de la localidad andaluza donde nació poco antes de emigrar a Alemania con su familia. El 'maravilloso pueblo' que abandonaron hace tanto tiempo quiere honrarlo porque, cree, él es uno de los pocos vínculos entre el lugar y Alemania. 'Alemania está muy de moda en España'. De nuevo ‘hay química, como cuando mis padres probaron suerte teutona'. A diferencia de hoy, aquél paraíso alemán ‘no buscaba mano de obra cualificada, sino manos fuertes para la obra’. (1)
El padre de Juan Moreno emigró a Alemania con ‘cuatro años de escuela’ por toda formación. Creció en una casa 'sin agua ni electricidad' y nunca había usado un WC con agua corriente hasta los 18 años, pero cuando en la oficina de contratación alemana le preguntaron si le interesa la fontanería, él respondió que era 'su pasión'. Se malicia Moreno por eso que su padre ’podría ser responsable de la mayor ola de averías de retretes en la historia de la ciudad de Offenbach’. Pero, está seguro el hijo, ‘nunca estuvo en el paro; ni un solo día” de su vida. Algo que 'no muchos andaluces pueden decir'. Él le habría otorgado a su padre el honor de dar el pregón.
Relata Moreno que ahora sus padres ‘no están orgullosos” de que su vástago cuente entre los ‘hijos ilustres” de la localidad. Haciendo un chiste a su propia costa, dice que ellos reconocen ‘lo mucho que la elección revela sobre la desolación de la localidad”.
Cree que en el pueblo cuentan con un discurso ‘encantador’ sobre las bondades de la fiesta, que será en octubre. 'Nadie espera nada relevante', pero en la parte política, presume, le agradecerían que mantenga que ‘España es una víctima [...] que no tiene la culpa de nada’ relacionado con la crisis que padece. Contribuiría al éxito de su pregón echarle la culpa de todo a Alemania y asegurar que ‘Angela Merkel sólo quiere recuperar el dinero de los bancos alemanes’. En España ‘adoran este tipo de historias’.
Sus padres tienen ahora miedo de que diga "ante los barones de las naranjas, los oligarcas de las aceitunas y los criadores de cerdos lo que de un tiempo a esta parte’ piensa sobre España.
Porque él querría hablar de ‘las costas arruinadas por la especulación urbanística’, de las ‘24.000 construcciones ilegales’ pero salvadas con otra ley de costas y del ‘permiso de residencia prometido al que gaste más de 160.000 euros en una vivienda’. También de ‘los 200 políticos que tienen que responder por corrupción’ o de la destrucción de pruebas y de las irrisorias condenas en la Operación Puerto contra el dopaje.
La televisión española, prosigue dirigiéndose ya al lector alemán, ‘recomienda a los millones de parados que recen’. También recuerda que ‘una secretaria de Estado aseguró que los jóvenes abandonan el país por afán de aventura”. Se mofa de la ‘interesante’ ocurrencia.
Luego está la calle española y lo que considera victimismo: "No soporto más los lloriqueos en los cafés, los insultos a Merkel, a Europa, no lo aguanto". Porque España "tiene los políticos que se merece" (2), que "ganan comicios porque contratan grupos famosos para la verbena o porque construyen tranvías que la comunidad no puede mantener". Asegura que en el país del que emigró junto a sus padres, "hasta los conventos pagan en negro al jardinero".
Concluye Moreno que no leerá el pregón de las fiestas de su pueblo almeriense [no onubense] porque prefiere quedarse "en casa, en Alemania". Sin pasaporte español.
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Querido Juan: Pocas cosas resultan más españolas que el dramático ‘me duele España” de tu columna y el desplante torero, el ahí queda eso, que la remata.
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(1) He hecho lo que he podido por traducir el juego de palabras con keine gebildeten Kräftey ungebildete kräftige.
(2) Es un síndrome extendido entre los reporteros y corresponsales extranjeros que mejor conocen España: terminan escribiendo cosas tan españolas como que ‘en un país normal’ el suceso XXX tendría consecuencias políticas / judiciales/ sociales. Las debidas, obviamente, ‘si esto fuera un país serio’. Con los políticos que se merecería en esequimérico caso.
Queridos lectores: Juan Moreno no es el autor de este blog.
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