viernes, 7 de junio de 2013

Y dále con el mismo estribillo


Draghi pide a España bajar los impuestos y recortar gasto

CLAUDI PÉREZ Fráncfort 184
El presidente del Banco Central Europeo deja intactos los tipos y retrasa las medidas extraordinarias.
"Hay que evitar las medidas fáciles, como las subidas de impuestos en países que ya tienen impuestos muy altos. Hay que bajar impuestos y recortar el gasto improductivo", recomendó. "Si los países que han conseguido una prórroga de dos años para su objetivo de déficit no consiguen recortar el agujero fiscal y mejorar su competitividad en ese tiempo, los mercados no estarán contentos y el país que haga esto será castigado"
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Bajar impuestos ¿cuáles? ¿el IVA? ¿el IPC? ¿el IBI? ¿A qué tipo de renta se refiere don Dragones? ¿A las rentas  más modestas? ¿A las más potentes? ¿A todas por igual? Si bajan los impuestos a todos los contribuyentes y se recorta el gasto, ya nos dirá Draghi de dónde va a salir el dinero necesario para funcionar y que el país no se hunda del todo. 
Está claro que si se aplica el criterio de Draghi el paro seguirá in crescendo , porque si el gasto se reduce al mínimo la producción se va a la garete. En una sociedad de consumo y de mercado, de oferta y demanda, si la oferta desborda la demanda, llega el desastre y el colapso, si la demanda es mayor que la oferta, la máquina se pone en marcha; que es lo que ha estado vigente desde siempre; el fundamento del consumo, de la publicidad y de la producción en serie que permite crear puestos de trabajo; el no consumir equivale a no producir y como consecuencia a no crecer. 
Desde luego no crecer, como se ha crecido hasta ahora, considerado desde en un plano más lógico y más ecológico, es bueno, porque un desarrollo material creciente e infinito que no se estabiliza es el fin del Planeta, de los recursos y de las materias primas. Ningún organismo vivo, crece eternamente. Alcanza una estabilidad y una madurez y depende de su inteligencia evitar que decaiga y muera sin poderlo evitar, haciendo una remodelación de hábitos, de instituciones, de formas de vida, pero nunca llegar a que la miseria sea la maestra de ceremonias, mientras los bancos rebañan hasta la última miga del menú deteriorado por ellos mismos, fundamentalmente. 
Pero no es ése el sentido que ven el FMI ni el BCE, sino simplemente complacer a los mercados para que no se enfaden, según palabras textuales de Draghi. Es una mirada miope muy torpe. Cortísima. Es como sentarse a esperar que el problema se resuelva solo. Y parece que es la consigna que sigue Rajoy. 
El problema es que hemos llegado a un punto de fisión, de cambio obligatorio de sistema y de paradigmas pero no hay herramientas ni inteligencias organizadoras en los altos cargos financieros y políticos. Lo que resulta bueno para contener la inflación en Alemania es mortal para la economía de la Europa periférica y a la larga lo será también para Alemania, porque más de media Europa no podrá comprarle su producción. 
Y en  esa Europa los cauces sociales y económicos están atascados en el siglo XIX, con políticas dinosauricas  y atrasadísimas, instituciones paquidérmicas cerradas sobre sí mismas, que se llevan un dineral de los impuestos para malfuncionar y ralentizar todo lo que debería moverse con la mayor agilidad y eficacia. Los recortes no se aplican a esos bloques abunkerados del poder, sino a los ciudadanos sin trabajo que deben pagar para mantenerlos, renunciando a sus derechos fundamentales. Si hay que mantener partidos, sindicatos, Casa Real, Parlamentos (14), Senado, Diputaciones, 13 Comunidades Autónomas , Ayuntamientos, Juzgados, Audiencias, Tribunales varios en autonomías, más Constitucional, Superior de Justicia y Supremo, Ministerios dobles para la misma cosa, como Hacienda y Economía, Iglesia, etc, etc...y además hay recortes en los sueldos más modestos y desgravaciones en los más altos capitales con amnistía fiscal, si nadie penaliza la huída a China y al Magreb de las grandes empresas productoras que podrían dar trabajo, ni el establecimiento depredador de las tiendas chinas que no dejan ni un euro en España y no contratan españoles para trabajar y están haciendo desaparecer la pequeña empresa y el comercio de manufacturas de calidad que había: textiles, confección, zapatería, complementos, droguería, menaje de casa, papelería, regalos, mercerías...Todo eso viene de China con una calidad pésima con unos olores a tóxico que da miedo, pero nadie lo controla, ni sanidad, ni hacienda. Con el añadido de la ruina inmobiliaria, el parque de viviendas abrumador que está en poder de los bancos, que a su vez son rescatados por el dinero público sin que el Estado ni el Banco de España les pida como fianza por el rescate, las viviendas desahuciadas para convertirlas en viviendas sociales que cambien el concepto de hipoteca, por alquileres con derecho a compra. No es tan difícil, pero es algo que nunca hará un partido como el pp basado en el dinero y en el tráfico de sobres y evasiones. Y sin el menor interés por los ciudadanos ni sus problemas. 
 Si Rajoy y su equipo en sus numerosos viajes por Alemania, además de pasearse por los despachos se paseasen un poco más por las ciudades  con verdadero interés por aprender lo que no saben hacer, comprobarían que no hay ni una sola tienda de chinos por ningún lado (le podría, de paso, preguntar a Merkel, el porqué) y que el pequeño comercio autóctono, tioendas de todo tipo con ropa, calzado, regalos, artesanías, muebles, es el mercado diario de productos alemanes que además  llena las plazas. Los supermercados venden los productos españoles, italianos y griegos, pero el mercado original de los campesinos alemanes es lo que prima por encima de todo. Las granjas y cultivos son innumerables, así como el servicio de cajas semanales con las verduras, pan integral hecho en el horno de la misma granja y todo servido puerta a puerta a las familias que lo desean, muchísimas, por cierto. Que vea también el Presidente, como la bicicleta y los tranvías son mucho más utilizados en las ciudades que los coches. Un modo de recortar sanísimo. 
Como los pueblos más pequeños nunca se abandonan, se valora muchísimo su calidad de vida y los ferrocarriles llegan a todas partes con una red de autobuses entre estaciones y aldeas, para que nadie se quede sin transporte, con los horarios perfectamente sincronizados. Que hay un sistema de taxi-furgoneta municipal para cuando los ciudadanos de las aldeas necesitan ir a hacer compras, gestiones o consultas del médico a pueblos más grandes y no se les acoplan los horarios de tren y autobús. Ese taxi se solicita por teléfono y tiene nueve plazas disponibles, lleva y trae en el horario que pactan los usuarios de salida y llegada, como de lugar donde llegar y donde tomarlo para regresar. Cuesta un euro por persona.

Rajoy, el pp y el psoe, deberían ya haber descubierto en tantos años de "democracia" que ese sistema   evoluciona porque está vivo, porque atiende a las necesidades de sus sostenedores, y que sólo las dictaduras no cambian nada ni tienen nada que aprender porque creen que ya lo saben todo. Por eso están muertas. 
España despilfarra en pésima "alta" administración estatal mucho más de lo que se puede permitir. Mientras lo más elemental y básico para que la sociedad funcione está desatendido y en precario. No se trata de que eso se la excusa perfecta para desmantelar el Estado y forrarse con las privatizaciones que funcionan todavía peor y sin más control que la avaricia y rapiña de los gestores. Se trata de recortar donde toca y donde sobra. Sobran diputados, senadores, ministros inútiles, presidentes y ex-presidentes vivales, aprovechados y garrulos que cobran toda su vida un sueldazo por haber cooperado al desastre. Y faltan inteligencia y ética, capacidad organizativa y honestidad. Ésa es la causa de la peor de las crisis.
Con su torpeza, este gobierno y el anterior, se han ensañado recortando donde no toca. Se supone que la recomendación del BCE es que haya austeridad en todo; no que se esquilme la base de la economía, que a la larga acabará por arruinar a la misma UE. En Alemania precisamente, se han subido impuestos hasta pagar la mitad del sueldo, pero, de los sueldos más altos. Así han conseguido no tocar a los menos favorecidos, a los que no se les ha recortado nada en las ayudas imprescindibles para evitar la miseria, la pérdida de vivienda, de trabajo y subsidio. El caos social y la injusticia. Y el gobierno alemán es conservador. Y recorta. Pero se ve que no es lo mismo un conservadurismo alemán que uno español. Ni un recorte de Merkel que uno del pp. El uno sabe donde puede meter tijera y ayudar al bien común y el otro va a saco a tijeretazos contra la ciudadanía para salvar a sus amigos del "lobby" hasta cargarse ese bien común.
Si ahora Draghi recomienda seguir a ese ritmo sólo queda la ruina como punto final. Porque el pp no entiende ni siquiera cuando se le habla claro. Tampoco en el país y cultura de Draghi se tiene nada clara la relación entre moral distraída, delincuencia política y caos admistrativo y económico, entre prosperidad y justicia social. Malamente un italiano o un español, que viven para manejar dinero y poder, pueden acertar con las soluciones de una crisis-estafa de tal envergadura y calado. Así que el lenguaje impreciso, escurridizo y opaco, la timidez suspensiva de cada medida financiera de Draghi, Rajoy  lo interpreta a su bola, que es la misma Bola de Drak-i. Un caos. IVA que subirá y pensiones que se reducirán si se vive demasiado...Es como la metáfora del suicidio de la misma UE. Si los más ancianos, o sea , la experiencia y el saber, se liquidan cuanto antes para no tener que mantenerlos con pensiones, está claro lo que le espera a la pobre España primero y a la pobre Europa después. Y lo que le esperará a las familias en el paro y desahuciadas que sólo sobreviven con las pensiones de los abuelos. Para que el país no se derrumbe, antes de bajar pensiones habrá que invertir en verdadero empleo que permita vivir dignamente. Bajar las pensiones en este estado, puede ser el golpe de gracia de la economía. Su final como disciplina creíble y su paso al bandolerismo delictivo. La destrucción de los ciudadanos y el fracaso absoluto de ciento cincuenta años de esfuerzos para civilizar y humanizar la sociedad española. La vuelta al Paleotítico.
Lo que no sabemos es qué sucederá con la ruina absoluta de todo  y de todos. Y tampoco parece que Draghi lo sepa ni le importe. Los agentes del caos que se han vendido al dinero se quedan sin alma, sin reflejos humanos en sus conductas. Por eso sólo repiten el mismo mantra aprendido de memoria. Y de ahí no salen. Es un sistema acabado y administrado por zombies carentes de ética, de inteligencia superior y de humanidad.

El sistema nuevo requiere mentes y voluntades nuevas y distintas. Abiertas, valientes, inteligentes y sin miedo. Un 15M europeo.

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