Suiza desvela que el extesorero contaba con 25 millones de euros en una cuenta del Lombard Odier de Ginebra. El juez Ruz pide información a las autoridades helvéticas sobre otras tres cuentas
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Ese Bárcenas es un pozo sin fondo. Qué más quisiéramos todos, Don Florindo, digo, Don Floriano, que esta historia impresentable hubiese sido sólo una peli de risa, de pícaros, como aquellas de mi infancia, con Tony Leblanc, Gila, Gómez Bur, Fernán Gómez, los hermanos Ozores, Manolo Morán, Pepe Isbert, Cassen, Florinda Chico, Gracita Morales, Martínez Soria...pero no caerá esa breva, Don Flori. Ustedes como partido político y como gobierno tanto central como los colaterales, están batiendo un récord apabullante. Están superando los tiempos de Felipe Cortadillo y Alfonso Rinconete. Qué ya es mérito, ya.
Los españoles pensábamos que habíamos pasado lo peor del brote rojo (por la vergüenza ajena) en el exantema social de las corrupciones. Pero qué equivocados estábamos. No había hecho más que empezar la emprendeduría de trepaje. Se reservaban ustedes los platos más fuertes para el final. La sorpresa de la tarta gigante con chica rubia platino dentro. Y con la mala suerte de un hado fatal que les persigue por donde pasan...Será tal vez que como por donde pasan mojan, pues claro, las evidencias saltan solas y a usted le parece que todo es un complot de los jueces que quieren vengar a Garzón. Pero nada de eso. Han tenido ustedes la mala fortuna, el mal karma, de coincidir con unos momentos tremendos en la historia de las comunicaciones y del simultáneo despertar de conciencias que ya no pueden callarse porque algo no las deja vivir si lo hacen. Y saltan a la palestra de las alarmas un Falciani y un Snowdon y un Assange, un Manning y un Trías y unos jueces nuevos con la ética a flor de piel, que no se dejan sobar por ningún Dívar, que a su vez también fue denunciado por un magistrado que tampoco podía seguir tragando lo que estaba presenciando desde hacía mucho tiempo...
Ustedes son muy creyentes pero les patina el sentido de la trascendencia, porque creen que la justicia divina los acogerá con mucho amor en el más allá mientras torean en plan hemiciclo la justicia humana del más acá, que consideran de segundo o tercer orden. De poco pelo. Muy poca cosa para ustedes que ya se las sabían todas desde que Aznar puso el pie en la burbuja y como si se tratase del hada madrina de Cenicienta, hizo que las setas se convirtieran en viviendas, edificios, parques temáticos, camps-pos de golf y Marinas d'Or. Y colocó como asesores únicos al cemento y al ladrillo. A su sombra creció el dinero fácil de los créditos y ustedes, inocentes e incautos, no se planteaban nada cuando les aparecía en cualquier cafetería de Serrano o de Princesa, un tipo con bigotes y engominado, portando una bandeja de cigalas o una langosta dos salsas regadas con Ribeiro afrutado o Jerez blanco seco. Invita Don Vito Correa, les decía guiñando un ojo con complicidad. Y ustedes le concedían una contrata de eventos y bienales para agradecerle los detalles. Y luego, se llegó al apartado bodas, cumples y celebraciones en familia, como el rosario, que une tanto.
Más adelante llegó el segundo bigotes, Álvaro, que ya tenía otro caché más refinado que Paco-Don Vito, y se apalancó en Valencia dándole a Camps una muestra de amor incondicional y eterno que quedó para siempre plasmada en el teléfono pinchado por orden judicial. Fue una pena, tiene usted razón, que esa manía de la justicia picajosa e intolerante cortase en seco aquella historia de verdadera devoción mutua. Hay que ver como son los jueces...Qué pocos miramientos tienen con almas delicadas y tan sensibles.
Luego el Jaguar, los trajes, los bolsos, los viajes vacacionales, en fin, el delirio...Nunca hubiesen imaginado que unos cuantos pudiesen hacerse de oro robando a tantos sin que los tantos se diesen por aludidos mientras disfrutaban de la grandeur paleta de nuevos ricos que exhibían Valencia al mundo y al Inserso, sobre todo, como una pica en Flandes, como modelo a imitar.
Sólo que Valencia no era lo que parecía; reconstruida y repintada por Calatrava, el trampantojo-palafito de la Ciutat de les Ciencies i les Arts, con las pestañas vegetales de su ojo masónico dando al antiguo cauce del Turia, su ombráculo tan a tono con el ambiente umbroso y tétrico de los acomodadores transilvanos, su puente "de los monstruos diabólicos" y bajos neogóticos, sobre los jardines y sus contratos de caché estratosférico, estaba asentada, tal que la cinematográfica ciudad sin nombre de la leyenda hollywoodiense, sobre la fragilidad blandiblú de un gigantesco queso gruyére, al que los traqueteos de los veleros de la America's Cup, el fragor trepidante de la Fórmula 1 y el peso añadido de los miles de retretes portátiles contratados para la visita papal, unido todo el conjunto a las tracas monumentales que hacen temblar el basto por cualquier motivo festero, fueron reblandeciendo hasta convertir el queso psicodélico en un manchurrón infinito de grasa fundida, temblona y flaniforme, que además ya se había transmutado por cuenta propia y silencio subterráneo en los restos pringosos de una modalidad neoroquefort-gruyère absolutamente agusanado entre las estrofas vibrantes de Cosí fan tutte, Rigoletto y Sigfrido.
Valencia de repente se cayó con todo el equipo; debajo de la masa gruyére-roquefort derretida, al amparo de la Xeperudeta y de la mano fósil de Sant Viçent Martir, por supuesto, aún había algo peor, una cloaca inmensa, líquida, viscosa y negra, como petróleo en detritus, que, poquet a poquet, se ha convertido en un ecosistema autónomo, un cloacón del quince, del que todavía no podemos evitar la hediondez. Porque cada día surgen más canales atascados de porquería nueva y viejísima al mismo tiempo. Otra vez Camps, Rita, Emarsa, Blasco y Cotino, boquean jadeantes en el mar enlodado de esa nueva criatura con vida propia. Nueva para nosotros, pero hecha curriculum y callo moral para el pp; esto se lo puedo contar de primera mano, lo demás ya lo ha ido conociendo usted igual que yo y que toda España. Y qué le podría contar que usted no sepa, estando donde está y viendo lo que ve. Cuando la floresta de su apellido le permite ver bastante más de cerca, los pétalos, lo sépalos y los pistilos, estambres y hojas de la intrincada jungla genovesa.
No sé, Don Floripondio, qué pensar de usted. Porque si habiendo lo que hay y oliendo como huele España entera y rebosando las alcantarillas que ya no damos abasto, usted piensa que todo es un complot, puede deberse a que
1) Usted está en la higuera o en la parra. Y por eso no sabe lo que dice, luego ¿por qué seguirle pagando una riñonada mensual por un cargo irrisorio de portavoz de la nada que habla por hablar?
2) Tal vez usted es un alma inocente que no es capaz de reconocer las cochinadas que ve como tales cochinadas y está convencido de que así es la política normal, con lo que evidentemente la política no es su sitio. Y sus sueldos no tienen sentido ni razón de ser.
3) Perhaps-quizás, usted es consciente de todo lo que está pasando, pero no quiere admitirlo, con lo que se está convirtiendo en cómplice encubridor de los delitos financieros y corruptos de sus colegas, con lo cual demuestra que tampoco tiene usted cualidades éticas para estar donde está. Y cobrar ese pastón que ayudaría a tantas familias a llegar a fin de mes.
4) O bien, cabe la posibilidad de que usted se esté poniendo las botas como todos sus compinches, sobrecogiendo lo que cae y lo que llega y no está dispuesto a perder comba en el chollo porque la justicia esté en plan pejiguero con sus exageraciones habituales, cuando alquilar pisos para señores que cobran más de 150.000 euros al año, suponemos que como usted que también es portavoz del mismo enjuague, es lo más natural del mundo en un país donde se ha recortado TODO para los que no son ustedes. Y donde se van a seguir recortando pensiones, subiendo el IVA y pidiendo rescates hasta el día del juicio porque su partido y la banca se trajinan en un plis plás todo lo que llega del BCE sin darle cuentas a nadie y sin que nadie sepa donde están los dineros, en qué cantidades ni a qué los han destinado. Si esto fuese así, usted, señor mío y todos sus cómplices, tendrían más cara que espalda y se merecerían la cárcel por malas personas y especuladores con la miseria de su prójimo, aprovechando sus cargos públicos. Y sin ninguna conspiración de por medio. Sino, blanco es gallina lo pone. Con lo que evidentemente mantenerle a usted, que está puesto a dedo, sólo porque está incluido en una lista esotérica sin que se sepa cuales son sus virtudes cívicas y éticas, ni sus capacidades gestoras, y que cada intervención suya sea un insulto a la inteligencia, seguir pagándole es una aberración manifiesta y puro masoquismo de la ciudadanía y por eso mismo debería dejar ese cargo inútil de florero más que de Floriano. Marcharse a su casa y trabajar en su oficio si es que lo tiene.
Y desde luego, pensar antes de hablar y de decir insensateces que no se sostienen ni por el borde. Y porque el puesto de trabajo que le pagamos a precio de oro parece sólo una excusa para enchufarle y darle un sueldo agradecido a su fidelidad por decir tontunas para mayor desguace y fofez intelectiva de su partido. Cada vez que abre usted la boca, Don Capullofloral, portando la voz de sus ideas maníaco-persecutorias, a favor de su tribu, es como la chica del chiste, "pa cagahl.la" cum laude, y así en serie, como un Jack el destripador de partidos sin fuste, hasta la próxima ocasión en que podremos comprobar el flujo estrepitoso de su diarrea mental, en otra exhibición de silogismos destarifados.
Si el pp no da a sus hipotéticas cualidades un uso más ad hoc, demuestra que usted, Don Florín, no es un error ppero, sino que el error es el partido en sí.
Uf, qué peso muerto, poddió! Y con lo caro que sale, el muy ppuñetero. Error de luxe con subvención estatal. Hay que fastidiarse...
No hay comentarios:
Publicar un comentario