miércoles, 12 de junio de 2013

El monstruo se defiende e intenta las contramedidas con la fabricación del consentimiento


El secreto del revelador de secretos

Edward Snowden intentó entrar sin éxito en las fuerzas especiales militares y trabajó tres meses para una subcontrata de la CIA antes de huir a Hong Kong

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Ayer y anteater el mundo se conmocionó con las revelaciones de Snowdon sobre la porquería oculta de EEUU. Hoy, EEUU dispara contra su enemigo vertiendo en las agencias de prensa todo el veneno que puede. Buscando los puntos dudosos en el historia del joven disidente que ha puesto al sistema hegemónico yanky contra las cuerdas de su propia miseria oculta. Qué mal sienta la verdad cuando se ha hecho de la mentira un imperio manipulador basado en dogmas patrioteros e hipretrofiados. Qué mal sienta ver de repente publicada toda la inmundicia y la vulnerabilidad de la propia "fortaleza". Qué mal le sienta la evidencia de la verdad al soberbio. Y la realidad a la ceguera del engreído. Qué mal asimila el atleta económico y político que se dopa a lo bestia, el hecho de que se descubran sus trampas en el deporte que le hace poderoso y multimillonario. Qué mal encaja Goliat las pedradas certeras y justas de David.-Edward. 
Ahora se trata de buscar entre los pliegues de la difamación consensuada las posibles fisuras psíquicas y morales, familiares y conductuales del traidor al sistema. Todas las dictaduras hacen lo mismo. Tienen que justificar su barbarie acumulando basura contra el delator de la basura oficial. Es la norma de la casa de los horrores. La del poder absoluto disfrazado de "democracia". 

¿Qué haría una verdadera democracia en un caso como éste? Pues, analizarse a sí misma ante sus  propios rasgos de deterioro y de psicopatía social. Avergonzarse de haber generado tal modo de vida delincuente basada en el espionaje y en la falta de todo escrúpulo para justificar su "seguridad" y sus negocios sucios en el estraperlo del terror prefabricado y de la maldad disfrazada de virtud soberana. Eso haría una democracia, en vez de ir a saco contra el mensajero que ha puesto las cartas boca arriba sobre el tapete de la información. 
Es la misma táctica del pp en España. Si un juez descubre una trama mafiosa que ha invadido el Estado, no se va a desmontar la trama, sino a defenestrar al juez, infiltrándose hasta en el Poder Judicial para que sean sus propios miembros "legales" los que se carguen el proceso de clarificación y al magistrado que lo ha iniciado. Como en USA con Assange, con Manning y con Snowdon. 

Si USA fuese una democracia auténtica y no un bodevil tea party, el mismo Congreso, el mismo Presidente Obama, (premio Nobel de la Paz!!!) pedirían una revisión y una investigación urgentísima de los métodos de "defensa" y de "seguridad" que se utilizan en los servicios del espionaje, porque los fines por más patrióticos y rimbombantes que sean, no pueden justificar jamás medios tan repugnantes y perversos. Y la sociedad anortemericana, empezando por la Casa Blanca y el Pentágono, estarían orgullosos de que aún queden ciudadanos sin miedo y capaces de destapar la olla de los truenos. En vez ir a por él, le protegerían como a un verdadero tesoro orientador y brújula ética en medio del tornado constante de la indecencia. Pero no. ¿Por qué? Porque el Congreso y el Presidente forman parte de la misma mugre, de la misma parodia pseudodemocrática que no ha investigado el verdadero origen y motor del atentado de las torres gemelas. Y que ha permitido la impunidad e Bush jr. en la masacre irakí provocando una guerra basada en una mentira repugnante e ignorando los informes de los observadores de la ONU.  

Ese curriculum inhumano, delictivo, sucio y podrido, hace del historial de Snowdon,  la vida laboral de un ángel de la guarda. Por muchos defectos que hayan tenido sus padres divorciados, por muchos cambios de visión que haya tenido el muchacho, por mucha epilepsia que tenga, por mucha novia quejumbrosa que le echa de menos, los USA no conseguirán que todo su historial como tiranos indecentes y asesinos "legales" de países enteros y de economías continentales como la europea, por ejemplo, repugnen al mundo y les considere monstruosos, hipócritas y crueles, con la fiereza herida de quienes han perdido la razón y las razones, pero conservan el secuestro de las armas y el dinero del planeta. Como los gangsters de Chicago años 20, 30, 40, 50. 60, 80, 2000...Como la cochambre moral que asesinó a Lincoln por eliminar la esclavitud y a los Kennedy por igualar los derechos de los ex-esclavos negros con los de los ex-amos blancos. Como la caspa que hace de Reagan el actor de serie B, un signo tan básico de esa sociopatía como al Estatua de la Libertad y re-vota a Bush después del Irakicidio sin pies ni cabeza. Por el gusto de vender armas y hacer negocio. 

El mundo debe saber que Snowdon no es el problema. Como el diagnóstico no es la enfermedad. Sino el dedo que la señala. Y seguramente el mundo ya lo sabe. La histeria de los medios sus fabricaciones de consentimientos a sueldo no servirá para parar el alud creciente de una inmundicia apestosa cada vez menos secreta y más autoevidente en su propio hedor. Porque las revelaciones de los testigos presenciales sólo vienen a confirmar lo que todos intuyen y "saben" desde hace mucho tiempo: que el imperio yanky es un basurero disfrazado de escaparate en la 5ª Avenida y camuflado de macro producción holliwoodiense.

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