Diosh losh cría y ellosh...she parten de risha mientras nos dejan por los suelos

            Sexo, mentiras y          
     productos fitosanitarios     

 JUAN E. TUR

El miércoles comienza el juicio a Carlos Fabra, en el que el cacique castellonense del PP se enfrenta a una condena de 13 años de cárcel.
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Como el juicio sea en Castellón, este caso pasará, como todos y como viene siendo ya "natural", a formar parte del curriculum judicial-fallido del pp. O sea, no pasará nada. ¿Quién se atreverá en la Comunidad Valenciana a condenar a un capo de la misma mafia que ahora controla el poder en todo el país? Quien no está comprado está o estará amenazado en cuanto haga el más mínimo intento de meter mano en el nido de víboras pperil con la ley en el portafolios. Al pp no se le puede juzgar por ilegalidades, cohechos ni prevaricaciones. Para ellos y sus leguleyos, esas sutilezas no son delito político-administrativo ni una traición a la ciudadanía por especular con los bienes de todos, de los que se consideran los amos; a ellos habría que juzgarlos -en el caso de que todavía quede algún juez sin trampas y/o sin miedo-, como asociación de delincuentes con el fin de enriquecerse asaltando el Estado con malas artes, engaños e intención de lucro fraudulento, acompañado de irresponsabilidad absoluta al servicio de un trust económico y delincuente internacional.

Uno de los puestos con símbolos franquistas en el colegio público.Un colegio de Madrid acoge un acto de exaltación franquista

 

Por desgracia y al parecer, viendo los resultados irrisorios y patéticos de cada intervención de la Justicia(?), los códigos legales, civil, procesal, penal, laboral,  deben estar muy anticuados todavía y se ve que no contemplan una modalidad delictiva como ésta. Tal vez se deba a que no es nada frecuente en la casuística del Derecho encontrar un caso que contemple la delincuencia masiva que se retroalimenta en plan feedback de un gobierno y de un partido político, elegido en las urnas, que se ha infiltrado en los tres poderes básicos del Estado, que se comporta una banda de malhechores camuflada y amparada en leyes modificadas a su gusto y  necesidades, con el poder suficiente como para ignorar y pasar por encima de cualquier código moral y jurídico. Estamos en la dictadura. No podemos dudarlo. Si todavía queda libertad de expresión y de manifestación, es porque están convencidos de tener el control absoluto de todo y porque no quieren parecer dictadores de cara al exterior; la hipocresía general les obliga a mantener al menos el aspecto democrático superficial en ciertas "concesiones" a la indignación ciudadana. Con un desprecio absoluto, en el más puro estilo Fabra, padre e hija: quesejodan. 

Para una referencia semejante habría que remontarse al caso de Hitler y el nazismo: desestabilizar un gobierno democrático con ataques, calumnias y no respetando sus decretos, desde la oposición, a base de propaganda y comprando adhesiones con prebendas y dineros públicos, para salir "legalmente" y hasta "legítimamente" elegidos en las urnas y una vez llegados al poder absoluto, aplastar a la ciudadanía, en el caso de Hitler con la violencia represiva, en el caso del pp con el gangsterismo político, leyes atroces, crueldad infinita y delincuencia económica descarada.

Las empresas siempre ganan: 1.222 millones para bonificar los contratos a parados


No debe ser nada fácil que este tipo de Estado delincuente pueda tener un Poder Judicial capaz de desmantelar la red delictiva del Ejecutivo, el Legislativo y la propia Jefatura del Estado, incapaz también de ejercer su función de árbitro ético indispensable en casos de una gravedad extrema, como éste, porque el personaje regente o reinante, en este caso, no tiene  libertad ni de conciencia (!) ni de acción; también en su misma familia hay muchos trapos sucios que lavar con el detergente de la Justicia, y los otros poderes afiliados mayoritariamente al mismo estilo corrupto, lo saben y se amparan amparando, en el trueque feedback con la Jefatura del Estado. Hoy por ti, mañana por nosotros. Así, poner el casacabel al gato es imposible desde las leyes amañadas y los magistrados afines o acorralados y amenazados.

¿Qué nos queda? La desobediencia civil masiva. Abstención fiscal mayoritaria. La rebelión pacífica de millones de españoles hartos del silencio y del abuso, que utilizan la táctica política parecida  a la de los pederastas, abusadores sexuales en la intimidad, con el miedo, las promesas de algún regalo y la amenaza constantes, para obtener lo que quieren de chiquillos indefensos en los que se mezcla el temor con la confianza de haberles votado y/o quererles porque son próximos y familiares. 

Nos queda también el recurso al amparo internacional de la ONU y del Tribunal de la Haya. Desenmascarar internacionalmente la comedia y que se sepa hasta donde está llegando la opresión de un nazipperismo in crescendo, con el apoyo y el silencio cómplice de una monarquía que nadie quiere, ni ha votado ni ha elegido.

No te calles, participa, habla en voz alta y no te cortes, asóciate, comparte tu problema y tu necesidad, denuncia en público las injustcias que sufres, no lo ocultes por vergüenza como las niñas y niños violados, cuéntalo, porque a ti también te explotan, te roban, te engañan y te maltratan y violan tus derechos a vivir con dignidad con leyes filibusteras y acosadoras, que ellos no cumplen, mientras se suben sueldos, no asumen responsabilidades y no reparan en despilfarrar con espectáculos como el de la Botella en Argentina o la canallada cómplice con Bárcenas o con la Gürtel, las preferentes y los desahucios sin solución, recortes denigrantes para todos menos para ellos y la casa real que nada en abundancia y poquísima vergüenza, los aeropuertos vacíos, pero gastando electricidad y sueldos de seguratas  para que se forren las empresas delos amigos: hidroeléctricas y de seguridad. 

Si no te ha tocado todavía, te va a tocar en cualquier momento. No lo dudes. De esto sólo nosotros podemos salvarnos. No lo va a hacer nadie más.