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| JORGE OTERO
En las últimas semanas el Ibex-35 ha recuperado mucho terreno
gracias a la vuelta de inversores extranjeros, animados por el bajo
precio de los activos españoles. "La bolsa española está barata",
concluye un analista. Pero la euforia bursátil no se traslada a la
economía productiva.
Encefalograma casi plano para el PIB
Los expertos pronostican que la economía crecerá de forma muy
leve a medio plazo, y muestran sus dudas sobre la evolución del mercado
laboral.
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Españolito está triste, la mar y el viento
lleva esencia sutil de azahar,
españolito querido, te voy a contar un cuento
con el que vas a flipar:
Esto era un rey que tenía una fama impresentable
y una escopeta ideal para matar elefantes,
un velero y mucha guita, muchísima sangre azul,
una historia heavy metal para conseguir el trono
a costa de lo que fuera,
un rostro duro y compacto, una corona bonita
un heredero contento con su esposa pequeñita,
una reina cabreada y atravesada en la puerta
por un un problema de cuernos,
un yerno con infantita,un marco de su retrato
con oro en el paspartú,
unos esquís preparados para pasar el invierno
con Pepa o con Corinnita en los Alpes montañeros,
y en una España tontita, tan tontita, tan tontita
tan tontita, como tú.
Una tarde, Españolito de la siesta despertó
porque a su puerta llamaban un cerrajero, un esbirro
y el testaferro de un banco para quitarle su casa
porque, perdido el trabajo, ya no podía pagarla
aunque ya hubiese pagado tres veces lo que costaba,
pero ese detalle bobo al banco y a su negocio
poquísimo le importaba. Lo dramático del caso
es que además le impotaba un bledo a su malestad
lo mismo que a su gobierno, una peña de pirañas
que al mismo rey hacían bueno,
con indecente maldad de chupóptero pepero.
Cada día que pasaba el trono se mantenía
con lo que iba recortando el consorcio de pirañas,
sobre arriba, sobre abajo, la corte se sobreaba
lo mismo con un Noós que con un Duque de Palma,
empalmado a cualquier cosa que llevase minifalda;
todo muy mediterráneo, entre griego y balear
entre Pinto y Valdemoro, entre leches y hospital
Españolito, querido, ya ves, como está el percal...
No satisfechos aún con tan triste cutrerío
el gobierno y su señor decidieron dar más caña
y subieron los impuestos, los directos e indirectos
establecieron repago para fármacos y enfermos
y juraron por Witiza, que no quedase de España
ni rastro en el negro mapa de su diseño infernal,
y con un asno ejerciendo como ideal pedagogo,
implantaron la reforma de la patria cultural,
y así el país ya tendría el futuro asegurado
como criadero de ineptos, desinformados y bobos
a juego con su gobierno y con su casa real
y todos al fin, contentos, viendo el Hola y Sálvame
pasarían por la vida con el cerebro en adobo
y la conciencia social licuada en un consomé.
El plan era la repera. "Saldos España", era el chollo
del gansterismo mundial. Mafias rusas y casinos
herederos de Al Capone, jeques, alcahuetes, manguis
de talla internacional, se volcaron como lobos
ante semejante oferta y los bancos se pusieron
como el Kiko una vez más.
Pero tú, mi Españolito, de machadiana memoria,
sigues perdiendo el trabajo, la casa, la dignidad,
las pensiones y la escuela, la ayuda a los discapaces,
el subsidio de tu paro y también la sanidad.
Hasta la misma justicia que debía protegerte
de los abusos malvados, te la tienes que pagar
aunque no tengas de dónde. Y puedes ir a la cárcel
o te pueden embargar si les debes 20 euros,
mientras la casa real se puede llevar en crudo
lo que puediere afanar, con esta ley del embudo,
que lo mismo se le aplica a Rajoy o a Cospedal.
Y colorín , colorado, Españolito querido,
el cuento no ha terminado, sino que con cada timo
y corrupción del Estado y con cada sinvergüenza
que nos siga gobernando, el cuento nunca se acaba
y cada vez es más largo, más triste, más indecente,
más absurdo y más amargo. Pero tiene solución
si nos ponemos las pilas y se hace de indignación
interactivo trabajo. El cuento también es tuyo.
Si duermes nunca habrá cambios.
Te tendrás que despertar para poder acabarlo.
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Españolito está triste, la mar y el viento
lleva esencia sutil de azahar,
españolito querido, te voy a contar un cuento
con el que vas a flipar:
Esto era un rey que tenía una fama impresentable
y una escopeta ideal para matar elefantes,
un velero y mucha guita, muchísima sangre azul,
una historia heavy metal para conseguir el trono
a costa de lo que fuera,
un rostro duro y compacto, una corona bonita
un heredero contento con su esposa pequeñita,
una reina cabreada y atravesada en la puerta
por un un problema de cuernos,
un yerno con infantita,un marco de su retrato
con oro en el paspartú,
unos esquís preparados para pasar el invierno
con Pepa o con Corinnita en los Alpes montañeros,
y en una España tontita, tan tontita, tan tontita
tan tontita, como tú.
Una tarde, Españolito de la siesta despertó
porque a su puerta llamaban un cerrajero, un esbirro
y el testaferro de un banco para quitarle su casa
porque, perdido el trabajo, ya no podía pagarla
aunque ya hubiese pagado tres veces lo que costaba,
pero ese detalle bobo al banco y a su negocio
poquísimo le importaba. Lo dramático del caso
es que además le impotaba un bledo a su malestad
lo mismo que a su gobierno, una peña de pirañas
que al mismo rey hacían bueno,
con indecente maldad de chupóptero pepero.
Cada día que pasaba el trono se mantenía
con lo que iba recortando el consorcio de pirañas,
sobre arriba, sobre abajo, la corte se sobreaba
lo mismo con un Noós que con un Duque de Palma,
empalmado a cualquier cosa que llevase minifalda;
todo muy mediterráneo, entre griego y balear
entre Pinto y Valdemoro, entre leches y hospital
Españolito, querido, ya ves, como está el percal...
No satisfechos aún con tan triste cutrerío
el gobierno y su señor decidieron dar más caña
y subieron los impuestos, los directos e indirectos
establecieron repago para fármacos y enfermos
y juraron por Witiza, que no quedase de España
ni rastro en el negro mapa de su diseño infernal,
y con un asno ejerciendo como ideal pedagogo,
implantaron la reforma de la patria cultural,
y así el país ya tendría el futuro asegurado
como criadero de ineptos, desinformados y bobos
a juego con su gobierno y con su casa real
y todos al fin, contentos, viendo el Hola y Sálvame
pasarían por la vida con el cerebro en adobo
y la conciencia social licuada en un consomé.
El plan era la repera. "Saldos España", era el chollo
del gansterismo mundial. Mafias rusas y casinos
herederos de Al Capone, jeques, alcahuetes, manguis
de talla internacional, se volcaron como lobos
ante semejante oferta y los bancos se pusieron
como el Kiko una vez más.
Pero tú, mi Españolito, de machadiana memoria,
sigues perdiendo el trabajo, la casa, la dignidad,
las pensiones y la escuela, la ayuda a los discapaces,
el subsidio de tu paro y también la sanidad.
Hasta la misma justicia que debía protegerte
de los abusos malvados, te la tienes que pagar
aunque no tengas de dónde. Y puedes ir a la cárcel
o te pueden embargar si les debes 20 euros,
mientras la casa real se puede llevar en crudo
lo que puediere afanar, con esta ley del embudo,
que lo mismo se le aplica a Rajoy o a Cospedal.
Y colorín , colorado, Españolito querido,
el cuento no ha terminado, sino que con cada timo
y corrupción del Estado y con cada sinvergüenza
que nos siga gobernando, el cuento nunca se acaba
y cada vez es más largo, más triste, más indecente,
más absurdo y más amargo. Pero tiene solución
si nos ponemos las pilas y se hace de indignación
interactivo trabajo. El cuento también es tuyo.
Si duermes nunca habrá cambios.
Te tendrás que despertar para poder acabarlo.
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