jueves, 17 de octubre de 2013

La verdad a pelo. Gracias, Iñaki


Lo siento, amigos

EL PAÍS


De parte de los cutres y casposos pobretones y escoria social, de los que no encuentran ni hueco on line para expresar su dolor, su frustración y su desamparo, gracias, por la sinceridad, Iñaki. Un acto de valor tan noble, una confesión así, sin pelos en la lengua ni eufemismos al uso, es admirable, en un mundo donde las máscaras son lo normal, no por normalidad literal, sino por lo frecuente. En nuestro mundo la repetición de la barbarie la convierte en normalidad. Como las noticias pésimas nos "normalizan" ante lo inhumano, en un gotero diario de brutalidad, donde una buena noticia como el hecho de que Estrasburgo haya impedido un dramático deshaucio de seis familias por el "banco malo", sea una tontería insignificante y no una primera página, y en cambio lo sea siempre lo peor o lo más odioso. Debe ser que ya la contaminación nos ha hecho un callo en la conciencia o en lo que nos queda de ella, que debe ser un residuo insignificante.
Iñaki es un gran profesional y una persona que siempre ha demostrado estar movido por valores y convicciones humanitarias y justas. Hasta qué punto estará saturado y asqueado de lo que ve, escucha y comprueba, para publicar un video como el de hoy. Hasta qué punto los reflejos y ondas de la negatividad-ambiente que nos rodea e impregna, habrán hecho mella en su ánimo para hacerle pronunciar este manifiesto, que es la mejor denuncia de la perversión que nos envuelve. Cuando uno mismo se ve metido hasta el cuello en un mundo repugnante y comprueba su complicidad con él, aunque no quiera. 

Todos somos cómplices, lleva usted más razón que un santo, Don Iñaki. Todos y todas. Sí. Y al mismo tiempo, víctimas de nuestra complicidad. El sistema injusto y cruel funciona porque entre todos lo alimentamos y lo "perfeccionamos" cínicamente. Por eso los desechos humanos que vamos dejando por las cunetas son nuestros también. No crea que todo es generosidad en los "solidarios". Es simplemente estética superficial. Bonitismo puro. Si reciclamos la basura orgánica, los vidrios, las latas, los plásticos y los papeles, algo habrá que hacer con los pobres que nos sobran y nos incordian y afean las calles, las plazas, las puertas del INEM , de Caritas o de Cruz Roja. Y no digamos nada de su manía de abrir contenedores para hurgar en ellos. Son irritantes. Y los que tratan de hacer algo por ellos, aunque sólo sea estar a su lado, son demagogos y cínicos, hipócritas, sí señor, que ponen velas a Dios y al diablo. Y unos horteras también.Como lo fue José Luis Sampedro cuando ponía las cartas bocarriba sin miramientos o como lo es Anguita o como lo es usted o Igancio Escolar o García Montero, Teresa Forcades, Oliveres y yo misma, cuando nos ponemos la careta y aseguramos que esto nos da asco y quisiéramos que fuese de otra manera.
Lo ideal es aprender de nuestro actual gobierno y clase dirigente. Ellos sí que son coherentes y estéticos de verdad. Lo mismo que sus mariachis y palmeros mediáticos. No se distraen con bobadas ni caridades, para eso ya está la chusma emocional y populista, carne de demagogia. Ellos apuntan más alto: a denunciar el delito del parado. Porque desde ahora más de medio millón de parados que no tienen ni para pipas con los cuatrocientos euros de la limosna, son presuntos imputados por fraude, porque a veces quizás, con mucha suerte, hacen en negro un desatasco de tubería o ayudan en una mudanza a cambio de un bocadillo y una cervecita. O trabajan como camareros extras, tres veces al año  en una boda o en un bautizo, a cambio de treinta cuarenta euros por un palizón de horas, que es un verdadero derroche de ilegalidad. Y además en negro. Si eso es negro ¿de qué color es lo que hacen Montoro, De Guindos, Cospedal y  Rajoy, o lo que ha hecho Blesa con la preferetes  o la Infanta y Urdangarín con Noós, Areté, Aizoon, Rato en Bankia o Botín con su UCI o el SAREB de marras? Habría que inventar un negro más intenso, más denso, con más glamour para hacerles justicia. Un negro infierno. Mucho más tecno que el de Dante.

Con tal panorama, amigo Iñaki, se comprende tu desesperación y tu salida de tiesto por los Cerros de Úbeda en el video de hoy. Es muy difícil mantener tantos años una actitud humanitaria, honesta, inteligente y solidaria en un entorno desquiciado, borderline y feísimo y no acabar como la jaca de los títeres. Tu sinceridad para confesarlo es una gran virtud. Enhorabuena por conservarla intacta todavía.

No hay comentarios: