miércoles, 23 de octubre de 2013

La cara y la cruz de Mercadona



Roig, con Susana Díaz, en una planta de Mercadona en Granada. / Á. M. (EFE)

Roig: “Los fruteros son más listos sin ir a Harvard, sino a Harvacete”

Ignacio Zafra Valencia 
El dueño de Mercadona detalla la nueva apuesta de la cadena por el sector agroalimentario español.
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Es cierto que Mercadona ha conseguido crear empleo en el peor de los momentos económicos. Es cierto que con las marcas blancas ha abaratado sus productos y los ha hecho muy competitivos, pero también es cierto que  se ha portado fatal con los productores españoles. Empezando por sus propios vecinos agricultores de l'Horta Nord, Camí de Montcada, Poble Nou y Carpesa, sin ir más lejos, los municipios que forman la contornada de su territorio equino-caciquil, donde posee una yeguada próspera y numerosa.  Les apalabra la cosecha a un precio determinado y cuando la cosecha está a punto de recogerse y ya no sería posible encontrar otro comprador, el señor Roig decide que  no está de acuerdo con lo apalabrado y dice que les va a pagar a diez céntimos el quilo de cebollas o de patatas, que para el caso es igual. Y resulta que los productores, a ese precio, no sólo no gagan nada, es que deben pagar por venderle la cosecha al comprador. Y es que el comprador tenía en la manga el comodín de Marruecos. Le importa un rábano si los agricultores se arruinan, como le importa otro rábano ( no sabemos quién será el productor de tanto rábano del ninguneo) que los pobres que comen y cenan a golpe de contenedor, se envenenen con la lejía que Roig ordena regar sobre los alimentos caducados o a punto de caducar que cada día la empresa tira a la basura. La excusa: que los pobres si se comen algo en mal estado, le van a echar la culpa a Mercadona. Entonces, para que no haya la menor duda de que Mercadona no es la responsable de cualquier hipotética intoxicación natural, lo que hace no es esperar a que el alimento se pudra hasta resultar venenoso, sino que directamente, ya lo envenena con lejía antes de tirarlo al contenedor. Como se coloca matarratas en las trampas para cazar ratones. Con la misma humanidad con que Hitler duchaba judíos con gas venenoso. Para que aprendan los pobres que lo que sobra a los ricos es sagrado y debe ir a la basura, que es mucho más importante que ellos, los miserables, los que no son listos para estudiar ni para trepar ni para llegar a ser políticos. O empresarios ejemplares. Como Roig.

El señor Roig está presenciando ruinas, desahucios, recortes, desgracias, pero a él eso le resbala. ¿Dar cada día a los necesitados lo que ha sobrado y mañana no podrá vender? Qué poco elegante y qué poco estilo. Antes podrido y chungo que en la mesa de un malvado pobre que le va a buscar las cosquillas acusándoles de algo que él nunca haría: dar alimentos en mal estado.Por eso lo mejor es que ya salgan envenenados de origen. Es mucho más lógico, racional y sobre todo, ético. Moral. 
¿Los bancos de alimentos, para qué? ¿Para mantener a vagos que no quieren trabajar gratis o pagando para poder hacerlo? Y además, se burla. Los huertanos que no han querido venderse en pack con su cosecha y decidieron dejar que se pudriese en el campo antes que vendérsela al abusón marrullero, resulta que son muy listos, tanto que no necesitan estudiar en Harvard y se licencian en Harvarcete, donde la Ley de Wert lo facilita todo y la Presidenta de la Comunidad lo celebra, lo aplaude y lo ampara con un paso al frente y mala leche, un lema que no es propio de la Guardia Civil -como ha dicho Dolores Cospedal, sino de la Infantería, que es la especialidad, por cierto, de Toledo, capital cospedaliana por antonomasia, donde el cadete Paquito Franco ingresó siendo un niño para convertirse en un asesinio en serie legitimado por el miedo y la represión de los españoles. Todo queda en casa, en una vergonzosa cinta de Moebius, en la que todo acaba donde empieza, en un ocho infinito, que va del poder y el abuso hacia el cinismo y la crueldad. Ida y vuelta. La foto junto a Susana Díaz, ¿ a qué viene, a demostrar que el PSOE hace pactos con el diablo o es que se les ha traspapelado con la foto de Cospedal? En Valencia el boicot a Mercadona es ya lo más natural, después del comportamiento insolidario de esa empresa, en un tiempo tan duro y despiadado.
Ojalá el señor Roig haya cambiado no sólo su estrategia mercantil, sus referentes morales, sino también, y sobre todo,  su calculadora comercial implantada, por un corazón de verdad; las últimas investigaciones de la ciencia neurológica han descubierto que no es el cerebro el que mantiene vivo el cuerpo, el intelecto y el alma humanos, sino el "Maestro del Corazón". La inteligencia emocional. Por el bien común, esperemos la metamorfosis a mejor de Mister Mercadona.

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