El pasado mes de julio, el grupo parlamentario de
Podemos Andalucía registró en el Parlamento de Andalucía una ley contra
la violencia y la discriminación que sufre el colectivo LGTBI. Fue un
trabajo coral de meses que el grupo realizó con muchos colectivos LGTBI
implantados en Andalucía, después de que nos informasen de la necesidad
urgente de que se elaborase una, debido a los procesos de violencia y
discriminación que sufren en todos los ámbitos. Nuestro grupo, en ningún
momento, hizo distingos entre los colectivos ni la militancia o
tendencia política de sus integrantes.
La ley que
presentamos es una ley pionera porque trata de manera conjunta e
integral las diferentes identidades sexuales y de género, ya que abarca
diferentes ámbitos de la realidad como la educación, la salud, el ocio,
la seguridad, la universidad, la familia… Además es la primera ley que
introduce un régimen sancionador para combatir actitudes de
discriminación o agresión por casa de orientación sexual o identidad de
género. Y, por otra parte, crea organismos que aseguren el cumplimiento y
el seguimiento de lo dispuesto en la Ley. Pero lo más importante, para
nuestro grupo, era mostrar la capacidad de la sociedad civil organizada
para, como conocedoras reales de las situaciones que viven, participar
de manera decisiva en la elaboración del cuerpo jurídico cuya influencia
van a notar de manera muy directa en su vida diaria.
Hace pocos días, el PSOE presentó una ley también sobre
el mismo tema que demuestra muchas cosas de la realidad política que
existe hoy en Andalucía: las tendencias totalitarias que el PSOE muestra
en Andalucía fruto de sus casi cuarenta años de gobierno, llegan a
extremos, por un lado, muy preocupantes y, por otro, sonrojante y
risible.
Los diferentes gobiernos andaluces han ido
avanzando en la desmovilización de la ciudadanía promoviendo la
disolución de la democracia, a la cual sólo se cita en los períodos
electorales, buscando el apoyo de la gente, pero luego evitando que
participen en el gobierno. Quieren una sociedad y una ciudadanía sin
conciencia social ni política, que dejen el campo libre para que lo que
ahora, de manera desacertada, se llama “clase política”, tenga las manos
libres para que el Estado se oriente de manera más clara hacia el
mercado. La precariedad laboral, la inseguridad en el mantenimiento del
empleo, la falta de garantías en la consecución de los derechos…, es
decir, lo que Sheldon Wolin llama totalitarismo invertido.
En palabras del propio Wolin: "los elementos clave son un cuerpo
legislativo débil, un sistema legal que sea obediente y represivo, un
sistema de partidos en el que un partido, esté en el gobierno o en la
oposición, se empeña en reconstituir el sistema existente con el
objetivo de favorecer de manera permanente a la clase dominante, los más
ricos, los intereses corporativos, mientras que dejan a los ciudadanos
más pobres con una sensación de impotencia y desesperación política y,
al mismo tiempo, mantienen a las clases medias colgando entre el temor
al desempleo y las expectativas de una fantástica recompensa una vez que
la nueva economía se recupere”. No hay mejores palabras para expresar
lo que ocurre hoy en España y en Andalucía con el bipartidismo
dominante.
Es una maquinaria engrasada por los medios
de comunicación, cada vez concentrados en menos manos y más poderosas,
que censuran, manipulan, ocultan la verdad y defienden los intereses de
los ricos y poderosos.
Y ese es el miedo que tiene:
que la ciudadanía, los colectivos organizados, la gente normal y
corriente, se tome la molestia de preocuparse por lo que les afecta y
participen en política. Y más aún les molesta que exista un grupo
político que muestre bien a las claras que eso es posible, que se puede
colaborar entre grupos de personas y entidades diferentes que buscan
objetivos comunes y que mejoran la vida de la gente.
Estas tendencias totalitarias del PSOE en Andalucía se manifiestan de
múltiples maneras en el ámbito parlamentario, unas más serias, como su
control exhaustivo que se hace en la Mesa del Parlamento y en las Mesas
de las Comisiones donde tienen mayoría, de las iniciativas que se
plantean, gracias a ese socio dócil y sumiso que es Ciudadanos. Pero
esta última muestra es, en sus formas y contenidos, además, ridícula y
sonrojante, como decíamos más arriba. Un PSOE, agotado e impotente para
mostrar iniciativa alguna para mejorar la vida de las andaluzas y
andaluces, fundan una nueva técnica legislativa, basada en copiar, pegar
y recortar (a esto ya se acostumbraron y lo hacen por inercia), las
iniciativas de otros grupos de manera burda y tiene que seguir la estela
que marca otro partido que se muestra mucho más eficaz y sensible en el
conocimiento de las necesidades y demandas de la sociedad que nos
envuelve.
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"Hace pocos días, el PSOE presentó una ley también sobre
el mismo tema que demuestra muchas cosas de la realidad política que
existe hoy en Andalucía: las tendencias totalitarias que el PSOE muestra
en Andalucía fruto de sus casi cuarenta años de gobierno, llegan a
extremos, por un lado, muy preocupantes y, por otro, sonrojante y
risible."
"Estas tendencias totalitarias del PSOE en Andalucía se manifiestan de
múltiples maneras en el ámbito parlamentario, unas más serias, como su
control exhaustivo que se hace en la Mesa del Parlamento y en las Mesas
de las Comisiones donde tienen mayoría, de las iniciativas que se
plantean, gracias a ese socio dócil y sumiso que es Ciudadanos. Pero
esta última muestra es, en sus formas y contenidos, además, ridícula y
sonrojante, como decíamos más arriba. Un PSOE, agotado e impotente para
mostrar iniciativa alguna para mejorar la vida de las andaluzas y
andaluces, fundan una nueva técnica legislativa, basada en copiar, pegar
y recortar (a esto ya se acostumbraron y lo hacen por inercia), las
iniciativas de otros grupos de manera burda y tiene que seguir la estela
que marca otro partido que se muestra mucho más eficaz y sensible en el
conocimiento de las necesidades y demandas de la sociedad que nos
envuelve."
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Me hubiera gustado que este artículo de denuncia además de quejarse y decir lo que todos vemos en Andalucía con apabullante certeza, explicase qué ha pasado, qué cosas se oponen a las suyas en la propuesta del Psoe, en qué es mejor una propuesta que otra y cómo se ha tumbado la susodicha ley, ¿por narices o por votos? No sé qué rigor informativo tiene la prensa ni qué fundamentos sostienen los que escriben en ella. Está muy bien ser prensa libre, pero, por favor, que explique y aclare las cosas que escribe, porque esto no es informar, sino marear la perdiz sin aportar nada más que anécdotas y apreciaciones subjetivas, generalidades sin fuste.
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