Curriculum vitae

Camino por el caos

desde el amanecer

hasta el ocaso,

pasando de las luchas y las prisas
que ya han perdido el tren
de mi atención.
Disfruto simplemente

en el intento

de que el fragor de inercias

no me impida la lluvia.

Camino desde dentro

sin pretender gran cosa;

mirando lo que nace

y lo que muere,
lo que se calla o grita,

con la misma ternura 

que aparece sin más

en ese núcleo íntimo

donde el todo y la nada

se emparejan

sin que pueda impedirlo

ninguna enredadera

inoportuna.

El tiempo, 

que fuera carcelero 

del pasado,

hoy es el vuelo

y las viejas esposas

disueltas en el aire

libertad.

La palabra la azada

con que labro este huerto,

herencia recibida

de aquella luz creciente

compañera abisal

en mis tinieblas 

amadas y maestras

bienvenidas y a la vez

bien halladas.

Camino por el caos

sin resistencia,

despierto el corazón,

desnuda el alma,

feroz el pensamiento,

olvido en los rencores

y su inutilidad

que se lleva la lluvia

al fin de la jornada

donde emerge el silencio

de un gozo inabarcable

que a veces sabe a lágrimas

y no excluye el dolor;

un tintero de luz indefinida

de donde va surgiendo la palabra

cuando la vida es

un folio en blanco

mientras despunta el alba;

un empezar constante,

un panta rei de amor

sin más explicación

que los jazmines.

O el reposo del kiwi en el frutero.