miércoles, 7 de septiembre de 2016

Déjalo Pedro, estás rodeado


Definitivamente algo pasa con Pedro Sánchez. En diciembre a los suyos no les valía que dejase gobernar a Mariano Rajoy, pero tampoco que negociase con los independentistas o con Podemos para armar una alternativa. Ahora les sigue sin valer que permita la investidura de Rajoy o hable con Podemos o los nacionalistas, pero además tampoco les sirve que hable con Ciudadanos; por supuesto, ni entonces ni ahora, ninguno quería otras elecciones.
Los barones socialistas son tan líderes, están tan pendientes de aquello que les importa realmente a los ciudadanos y tienen tan claro que no hay que marear más a la gente que cuando les preguntan qué harían ellos, o no saben, o no contestan. Es como cuando tu madre quiere que hagas algo y tú tienes que adivinar qué es exactamente, pero sólo sabes que si no lo haces se va a enfadar mucho.
Si les preguntas a los otros, la cosa no mejora. Para Rajoy y el PP el secretario general socialista parece el clásico tipo a quién todo el mundo en la oficina le pregunta qué hace todavía aquí cuando se lo encuentra por el pasillo. Siempre están dirigiéndose a alguien que no es él cuando emplazan a los socialistas. O a Felipe González, o a Susana Díaz, o a García Page, o a Fernández Vara, o a Zapatero, o al primer ex ministro socialista que se les ponga a tiro.
En eso se parecen bastante a Albert Rivera, que se mete tanto en el papel de Adolfo Suarez 2.0 que parece incapaz de entenderse con ningún líder que tenga menos de sesenta años y no haya vivido la Transición.
A su izquierda tampoco parece que le tengan mucha fe. Cuando no le andan nombrando el gobierno, le están pintando la cara con cal viva, o le mandan de parranda con todos los ex presidentes de su partido, o le ven a punto de ceder alguna presión. A Sánchez siempre le toca hacer de chico de los recados de alguien, de sus barones, del Ibex35, de los editores de prensa o de la casta.
Haga lo que haga está mal. Si vota no porque carece de alternativa y si busca una alternativa porque debería haber votado no. Ha bastado que Pedro Sánchez haya anunciado que pensaba hablar con los líderes de los restantes partidos para ver qué salidas se pueden explorar para que todo el mundo se haya puesto en plan Terminator, a ver quién lo mata antes de que se convierta en John Connor. Si llega a anunciar algo más, acaba teniendo que salir de incógnito del país esa misma noche.
Si nos dieran a todos un euro por cada vez que alguien ha matado a Pedro Sánchez, ya no seríamos pobres. En eso se parece cada vez más a Rajoy, sus adversarios no saben bien con quién se las gastan. 


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Querido Antón Losada, normalmente suelo coincidir con tus análisis políticos. Pero hoy discrepo de la oportunidad de la critica a la ciertamente discutible figura de Pedro Sánchez. El momento que estamos atravesando es un filo de navaja política y un resbalón puede acabar haciendo filetes de carne picada el solomillo ético y entero de un pacto que necesitamos como respirar. Y Pedro Sánchez es, de momento, el inamovible representante-bisagra de cualquier acuerdo positivo entre las cuatro fuerzas votadas en mayoría repartida en la pluralidad y que, unidas en un deseable y necesario pacto responsable y sin melindres ridículos, pueden dar por finalizada de una vez por todas, la era del desguace estatal a cargo del pp. 

Precisamente por lo anómalo de su caso: un candidato socialista que está rodeado de gerifaltes  pseudo-socialistas, hostiles a que acabe la hégira del pp, para seguir siendo la única alternativa a lo de siempre, merece respeto y apoyo en su decisión de procurar el diálogo -con Podemos y C's y ojalá también con los nacionalistas-, una alternativa real a lo de siempre, a ese bunker del biparty donde todo se reduce al quítate tú que me pongo yo para que solo cambie el envoltorio del mismo montaje, en el que nada cambia y el empoderamiento ciudadano deriva en un temible estorbo para seguir la marcheta del rumbo giratorio y del 'hoy por ti y mañana por mí' combinado  con la letanía cansina, pueril e hipócrita del "y tú más".  

En este momento, y siendo críticos, por supuesto, esa iniciativa merece ser compartida y también dejando bien claro que estará condicionada  a que Sánchez demuestre que  sirve a la ciudadanía antes que a su partido; un partido político, -especialmente si afirma ser socialista-, solo tiene sentido si sirve a la sociedad antes que a sus propios intereses; escuchando a Susana Díaz, a González, a Guerra, a Vara y a Page, la verdad, el Psoe parece haberse contagiado del espíritu rastrero del pp, o sea, del afán cacique de servirse de los problemas de los españoles para jugárselos al mus de sus intereses, con una frivolidad y una falta de empatía más cerca de un síndrome sociópata que de políticos decentes y responsables. 


Por esa dura e increíble tesitura, precisamente, creo que tiene más mérito y valor, el hecho de que Sánchez -con todas sus goteras- siga con el "no" a la indecencia del pp sin ceder a las presiones de sus sátrapas, y en busca de acuerdos sanos y generosos con el resto de fuerzas políticas que también la pifiaron en su momento buscando el maldito sorpasso más que servir a sus conciudadanos votantes; creo que si se empeña a fondo y entre los acomodados de su partido y la coherencia y el respeto a las urnas elige la segunda opción, podría ser uno de los políticos más valiosos para el bien común en este momento. Y es justo darle confianza y peso a su trabajo más que darle más caña y adelantar su fracaso como especulación con poca base real. Pueden suceder cosas aún y por ética y tesón debemos resistir con esperanza. Eso, por lo que se ve, lo cree también IU/UP y una gran parte de Podemos, los nacionalistas, municipalistas y ecologistas, fuerzas de cohesión que, unidas, suman bastantes más escaños que los 137 del pp con C's incluido, que no es el caso porque sobre todo con las perspectivas del banquillo para todo el pp y el caso Soria ahí mismo, está más claro que el agua que Rivera y C's se harían el hara-kiri como opción en las urnas per nunc et semper. 

 El aspecto emocional y psicológico tiene mucho más peso del que se le atribuye. La victoria y la derrota, el triunfo o el fracaso de las iniciativas,  anidan antes que nada en la mente, en emociones, sentimientos y palabras, están mucho más activas en el inconsciente colectivo que en racionalidad de la idea, luego, simplemente, se materializan en goles y en votos. Saben muy bien los hinchas del fútbol, cómo es de decisiva la fuerza de su confianza para el triunfo del equipo. Lo sabe muy bien el pp, por eso calumnia, envilece y solivianta y nunca habla de programa en los debates ni de propuestas concretas, solo dedica sus esfuerzos a destrozar emocionalmente al "enemigo", no con la razón, que evidentemente no tiene cuando se ve objetivamente su realidad corrupta y miserable por donde se mire, sino con la fuerza irracional-emotiva del inconsciente colectivo, al que han llenado de mensajes descalificadores e insultos no solo de palabra, sino sobre todo de estado anímico derrotado de antemano. A eso coopera, por ejemplo el goteo  mediático constante de los Marhuendas, Indas, Rojos, y demás etcéteras...Y cómo no, eso afecta también, inconscientemente, a los demás. 
Si lo repetimos constantemente haremos que sea cierto y así veremos como lo más normal que "todos son iguales" y no es verdad, pero sí es verdad que la opinión pública  es plastilina en las manos de los manipuladores mediáticos a sueldo del establishment que cada vez se parece más a un 'establoment', por el rebañismo y por el estiércol. 
No les hagamos el juego,querido Antón, aunque nos parezca grotesco el constante rifirrafe de una política mediocre, recordemos que de momento no tenemos algo mejor, así que apoyemos con ganas los pocos intentos medianamente presentables y más decentes de que disponemos y ayudemos a que se conviertan en posibilidades dignas de credibilidad más que de cachondeo, que nos sobra en lo serio y nos falta en lo ligero. Somos así de raros; por eso nos va de pena, nos falla la capacidad para valorar objetivamente las cosas y para relacionar causas y efectos. Algún día tendremos que cambiar esa condición que nos lleva de coronilla a través de la historia. 

Que sepas, Profesor Losada, que te leo siempre y que te valoro mucho como observador y que estas puntualizaciones no le quitan un ápice a esa valoración. Un saludo muy cordial.

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