"Analizando la representación parlamentaria no creo que exista
una mayoría progresista y reformista", dice el expresidente en una
entrevista en El País.
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La memoriateca aún nos funciona.
"Presidente ¿podría decirnos qué medidas piensa tomar el gobierno para destapar y sacar a la luz las tramas de corrupción que están invadiendo las instituciones del Estado y poniendo en peligro la democracia?" "¿Y qué pasa con el Gal?
"A la primera cuehtión rehpondo que teniendo en cuenta lah actualeh sicunstansiah y visisitudeh de la coyuntura sosioeconómica y política der momento actuá queremoh que sobre todo quede clara la posisión der gobienno, ar poné lah manoh en er fuego por los señoreh y señorah Mariano Rubio, Aida Árvareh, Jhuan Rordán y Paesa, Carmen Salanueva, Rafaé Vera, Jhosé Barrionuevo, Jhulián Sancrihtobah, Urralburu o mi propio cuñao Palomino, todoh elloh, persona honorableh y desenteh a carta cabáh. Y una vez aclarao er tema de la primera cuehtión, rehpondo a la segunda: quisiera aclaráh para no dejhá dudah al repehto, que todo sihtema que funsione nesesita unah cloacah y unoh desagüeh para limpiah lah inmundisiah y que cada uno lo interprete como pueda. Insihto, sobre todo en que queda clara y trahparente, sin duda arguna, la posisión der Gobienno".
Con semejantes antecedentes no podemos hacer tábula rasa en la memoria ni evitar que de nuevo se nos pongan los pelos como escarpias cuando Felipe 'el turbio' vuelve a la carga con su filosofía del gato taoísta, que tanto nos recuerda a la ética podemita: "gato blanco o gato negro, da igual, lo importante es que cace ratones". Y no, no queremos más de esto, por favor. Basta! Tampoco nos cuadra tener que mantener un "consejo de Estado" con peña semejante a este tipo y a Aznar. Y con la amenaza de que Rajoy incremente la nómina en cuanto consigamos que dimita o el Congreso le dé calabazas definitivamente, con el patente y explicable disgusto de F.G. por la similitud de miras y aspiraciones tan idealistas y de largo alcance, sobre todo pensando en el bien común, asunto, que evidentemente, les quita el sueño.
La miopía política de este personaje no tiene cura ni arreglo. Tiene el cinismo y la falta absoluta de responsabilidad como para jugar a la política como a las damas, al cluedo o al parchís. Para este tipo de político "profesionalizado" que ya ni se acuerda de que estudió derecho y durante unos años hasta fue abogado laboralista, todo es un juego de poderes rivales muy entretenido, rentable y giratorio. Ahí está elucubrando como un Adriano, un Talleyrand o un Richelieu de pacotilla a ver qué le conviene más a su partido: dejar que gobierne el pp y esperar a que tranquilamente se hunda y en esas Podemos y los partidos de la ciudadanía ya se irán aburriendo y dejando manos libres al Psoe, que es un partido de solera, que domina el tablero con garbo y tronío, si mientras dura ese juego de estrategias, la ciudadanía se hunde en el caos y en los malos tratos sociales, en la ruina económica hasta convertirse en una masa de esclavos del noeliberalismo, no importa, para el Psoe será estupendo, porque así cuando el pp se caiga por desgaste absoluto, er sosialihmo demócrata y superguay, será el amo y el liberador, que todos votarán porque no quedará otra cosa que elegir con garantía de estabilidad...ni títere con cabeza, y cuanto más haya sufrido el pueblo y más oprimido llegue a estar, mejor resultado habrá en las urnas para el "poli bueno" del biparty de siempre. ¿Intentar una mayoría progresistas con fuerzas populares y de base, que pretenden un federalismo más municipalista y de autogestión en red democrática? Eso sería el final del chollo sosialihto...Y no se puede consentir tanta participación directa, que la peña se revoluciona y te monta la de San Quintín, hasta con escraches y todo, fíjate.
Perdonar el pasado impresentable no es sinónimo de olvidar. Las peores lecciones de la historia deben recordarse para no repetirlas. González se ve que no ha caído en ese detalle. Pero somos muchísimos y muchísimas los españoles y españolas que tenemos muy clara la posición de la ciudadanía frente las asignaturas pendientes de ese pseudo "socialismo ejecutivo" que va por su cuenta y mucho más en sintonía con el mundo neoliberal que con la realidad social de la base que mantiene el sistema con su trabajo y sus privaciones de derechos, libertades y dignidad. Para este tipo de personaje el abuso, las mordazas, las reformas y recortes, la carencia de educación, los TIIPs, TISAs y eliminación de la soberanía de las naciones y pueblos, son bagatelas, rabietas que los buenos gobiernos del apaño van suprimiendo con leyes-mordaza adecuadas, con engañifas y demagogias faroleras. No, Felipe, no te equivoques, no es por ahí. Y con tu manía de asumir el papel de gurú incombustible de la obsolescencia sólo estás cooperando a que el socialismo de tu calaña se deshaga y se quede fuera de juego. Y eso no es justo porque lo tuyo no es socialismo ni de coña. Hay millones de socialistas honestos, limpios y sanos. No te erijas en su portavoz, porque además de que no te lo han pedido, estás en las antípodas de lo que ellos quieren y todos y todas necesitamos. Hay un mar socialista de verdad y unas cuantas espumas superficiales "ejecutivas", que nada tienen que ver con lo inmenso de la conciencia. Parece que Pedro Sánchez, Ángel Gabilondo , Pérez Tapias y gente así, se ha ido percatando de ello, mientras el susanismo, el rubalcabismo, tu felipismo, el guerrismo, el bonismo y el apañismo, se han ido por las ramas. Y ya no toca. No es tiempo de tener miedo a afrontar los riesgos, el diálogo y la escucha con eso que llamas "populismo". La única manera de que ese supuesta influencia perniciosa del chavismo venezolano unido a la indiganción autóctona entre en vereda, no se consigue con la marginación y el ninguneo, sino con la integración cooperativa y con la humildad para reconsiderar y corregir las propias "certezas" que tantas veces sólo son fijaciones y cerrazón, y sobre todo miedo a ser uno más, a estar equivocado y que se sepa. A perder un glamour que ya no existe cuando no se da la talla y el pasado se desconcha con la prueba del algodón de la verdad que se ha grabado en la historia real aunque se haya intentado borrar del curriculum de las vanidades.
La ancianidad para el prudente y sano es sabiduría generada en la experiencia, en cambio para el necio, la vejez es la reválida, el certificado y la orla de sus torpezas y destarifes.
Si, de verdad, todo lo mejor que se te ocurre está a la altura de tus últimas declaraciones de estos días, lo más sensato y beneficioso para todos, Felipe González, es que valores más el talento del silencio que la bulla de la cháchara sin sustancia, que vivas codo con codo con lo que hay en la calle, que salgas de la burbuja de tu fundación y aprendas lo que puedas sobre el servicio al bien común antes de irte. Aunque sólo sea por no dejar tan mal ambiente en los recuerdos de la memoria colectiva.
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