Un tablón de avisos urgentes, con algunas noticias que tras las elecciones pueden pasar desapercibidas

Activistas de la PAH ante el Congreso, exigiendo medidas urgentes contra los desahucios
“Sexo gratis”. En la facultad, cuando querías que tu
cartel fuese visible en el atestado tablón de anuncios, ponías en
letras muy grandes: “Sexo gratis”. No fallaba. Daba igual que vendieses
una bici de segunda mano o buscases apuntes para fotocopiar: con esa
fórmula ganabas la atención de los estudiantes.
Me
acordaba estos días, viendo la prensa española tras la entretenida
apertura de legislatura. Durante una semana las noticias más leídas en
todos los medios digitales han sido sobre rastas y bebés, en todas sus
variaciones. Y no solo en los medios, también en la calle, no hablamos
de otra cosa. Así que, si quieres que algo llame la atención estos días,
ya puedes colgarle una buena rasta o un lindo bebé, porque si no, ni te
miran.
Pues no se vayan, que aquí traigo mercancía de la buena:
rastas kilométricas, bebés tomando teta sin parar, y hasta sexo gratis.
Que sí, de verdad, sigan leyendo.
Para empezar, no
una sino ocho rastas: las que llevan los ocho trabajadores de Airbus que
podrían acabar en la cárcel. En las fotos no se aprecia, pero créanme,
los ocho peinan rastas espectaculares. Si recuerdan el caso,
durante la huelga general de 2010 hubo cargas policiales en la fábrica
de Airbus, y los ocho trabajadores se enfrentan ahora a penas de más de
ocho años de cárcel por cabeza.
Y no son los únicos:
decenas de sindicalistas siguen pendientes de juicio, la mayoría por las
últimas huelgas generales. La autoridad quiso ser ejemplarizante, en
plena vuelta de tuerca represiva durante los años más calientes de la
crisis. Aunque hoy se hayan enfriado un poco los ánimos, todos ellos
siguen procesados. Los sindicatos han convocando acciones estos días.
Mañana mismo, en Madrid, habrá un acto en defensa del derecho de huelga.
No solo sindicalistas: ciudadanos en general que participaron en acciones de protesta, y entre ellos fotoperiodistas, como Raúl Capín,
que este martes será juzgado, y para el que piden dos años de cárcel
por una de las muchas veces en que fotografió actuaciones policiales.
Capín también lleva rastas, de verdad, no lo pierdan de vista.
Tras las rastas, vamos con el bebé: el que fue desahuciado la
semana pasada en Madrid, junto a su madre y su hermana de dos años.
Bankia los echó del piso que habían ocupado tras dos desahucios
anteriores. La policía cargó con dureza contra los activistas, y otra
familia se quedó en la calle. Y no es la única: como recuerdan desde la
PAH, los desahucios continúan, los nuevos ayuntamientos solo resuelven una parte,
y tras las elecciones hemos vuelto a la “normalidad”. Así que hay que
seguir empujando con las plataformas antidesahucios, para que el nuevo
Congreso actúe cuanto antes.
Precisamente una activista contra los desahucios en mi barrio, Esther,
se enfrenta también a una condena de cárcel. En su caso, no por
activismo, sino por un hurto menor. Pero la pena es desproporcionada, y
se trata de una mujer que ha sacado adelante a sus cuatro hijas en las
peores condiciones posibles. Por eso los vecinos nos hemos movilizado
para conseguir su indulto. Todavía están a tiempo de firmar aquí.
Para el final he dejado el “sexo gratis”. El reclamo principal, el que
más llama la atención, habría que dedicarlo al joven activista Alfonso
Fernández, Alfon, que también fue detenido en la huelga de 2012, y que
tras un proceso lleno de irregularidades está cumpliendo prisión en
condiciones especialmente duras, en régimen FIES, tal como ha denunciado su valiente madre una y otra vez. Hay que seguir reclamando su libertad.
Ya sé que me ha quedado muy cargado este tablón de avisos. Pero es que,
más allá de rastas y bebés, hay que recordar que las elecciones no
suponen pasar página. De los peores años de la crisis queda una onda
expansiva que no afloja, que sigue dejando sindicalistas y activistas
con juicios pendientes, familias desahuciadas y una vulnerabilidad
social que no remite. No sea que nos creamos que con echar la papeleta
ya estaba hecho todo. Cada vez que oigo a alguien decir eso de que "los
que rodeaban el Congreso ahora ya están dentro", me pregunto si no es
ahora cuando más habría que rodearlo.
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Zas y en todo alto, Isaac Rosa. Genial, como siempre, tu decencia a la par de tu talento. Gracias!
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